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viernes, marzo 28, 2008

Acerca de como el Estado de Chile asesinó a Rafael y Eduardo Vergara 




Dado que la mayoría de los medios sigue hablando de la muerte de los hermanos Vergara como producto de un "supuesto enfrentamiento", vale la pena aclarar de entrada que no fue así: la policía los buscó y los masacró.

El Intendente Erazo decía ayer en la prensa que "los delincuentes no conocen a los hermanos Vergara". Me cuesta entender qué quiere decir exactamente don Alvaro con eso, pero hay algo que resulta evidente: si no están acá ahora entre nosotros, es por la acción del mismo Estado y policía que tenemos ahora.

Y ante tante preocupación por lo que los creativos ciudadanos de esta bien domesticada República llaman el "día del joven delincuente", habría que recordarles a todos esos muertos-que-creen-votar que los delincuentes más habituales y peligrosos del país cometen sus delitos todos los días con escasa cobertura de prensa:
-los negocios ilícitos de los empresarios (alguno de ellos hasta se permite como candidato presidencial pedir "mano dura" para los delincuentes, auto-excluyéndose de la definición),
-el accionar sistemáticamente ilegal de la policía y el sistema penal, de los sapos faranduleros como Yutronic y sus amigos Rocha y Contreras,
-los negociados y corrupción sistemáticas de nuestra clase política, etc. etc. etc....

Pero claro: para la ideología dominante esto no es en realidad delincuencia, es otra cosa. Delincuentes son sólo los lumpenproletarios, que de hecho son casi los únicos que van a parar a las cárceles semiprivatizadas y sobrepobladas que el presidente Lagos con sunplan de "obras públicas" nos regaló.

"Fue el lumpen", "los delincuentes se aprovechan de la situación", frases de ese tipo son bombardeadas estos días sin que nadie se moleste en analizar la composición de clase actual de la sociedad chilena y la condición real de las distintas vertientes del proletariado y el subproletariado (la capa más débil, el antiguo Ejército Industrial de Reserva).

A continuación, tomada del sitio del equipo Nizkor, la verdadera historia del asesinato de Eduardo y Rafael:

Parece que Rafael no murió inmediatamente. Parece que lo arrastraron, los juntaron y Rafael, el más chico, estaba vivo todavía y estiró la mano para tomar a su hermano y ahí murió... Para mí eso me da una gran satisfacción... como los hijos, los hermanos... es posible que se quieran tanto de dar la vida por el otro; de tratar de acercarse... eso para uno como padre realmente lo hace sentirse bien.



No entendemos por qué 'ese día' ellos estaban juntos. Creemos que se juntaron por algo efectivo. Estuvieron todo el día en el sector, mucha gente los vio, visitaron amigos y familias. Sabemos donde tomaron desayuno, sabemos que Rafael jugó con algunos niños. Después supimos que la Tenencia Alessandri recibió una llamada telefónica a las 7 1/4 de la tarde sobre la presencia de sospechosos en el sector.

Carabineros ordenó que se detuvieran y según algunas personas, no se detuvieron... arrancaron, el furgón los siguió pidiendo refuerzos; los acorralaron y un carabinero disparó obligándolos a huir hacia donde los estaban esperando y ahí los acribillaron. Eduardo murió instantáneamente, Rafael quedó herido, fue subido al furgón y rematado ahí. Posteriormente su cuerpo fue arrojado junto al de su hermano.

Roberto Bolton, sacerdote diocesano, en su testimonio titulado EN LA MEMORIA HISTÓRICA DE LOS OPRIMIDOS, escribe:

"Al atardecer del día 29 de Marzo de 1985, en los sectores populares de la ciudad de Santiago, donde se esparció como un reguero de pólvora la noticia: "¡mataron a Eduardo y Rafael Vergara!", se produjo una especie de espasmo de tragedia, de dolor, de indignación y de impotencia. Carabineros había asesinado a dos de los mejores y más queridos elementos de la juventud de la zona oeste de la capital. ¡Sensación de un gran vacío y de un terrible sin sentido!

La eucaristía que celebré al día siguiente en la Villa Francia, en el pequeño altar que situamos entre los dos cuerpos, es la más estremecedora que he celebrado en casi cuarenta años de sacerdote.

El funeral del día 31; el traslado de los restos en hombros de sus compañeros, desde Villa Francia hasta la Iglesia de Jesús Obrero; la eucaristía que allí se concelebró por decenas de sacerdotes en medio de una muchedumbre que el vasto templo no pudo contener; la marcha, después, al cementerio entre banderas, aclamaciones, consignas y cantos, fueron actos que revistieron una mezcla de fe pública religiosa y de combatividad vibrante no vistas antes en Chile.

Después, todos los meses, el día 29, ha estado habiendo una romería, un acto o una celebración en el lugar donde vivieron y donde murieron los Vergara, siempre significativa y activamente presididas por Manuel y Luisa, sus padres. Cada vez, y poco a poco, estos actos han ido configurando, como en un proceso, el sentido profundo y el valor histórico de la vida y de la muerte de los hermanos Eduardo y Rafael".

Yo creo que nuestra familia fue muy linda, nos amábamos tanto. Yo tengo un sentimiento terrible de pérdida incluso de Pablo y Anita. La verdad es que va a costar bastante poder nuevamente normalizarnos, aunque yo creo que nadie puede vivir normalmente ahora. Nosotros lo hemos conversado mucho con Luisa, de que todos queremos vivir en normalidad, en un país que es anormal. Entonces es como una irracionalidad, como una tontera colectiva la que tenemos nosotros, porque es imposible. Si nosotros tenemos cierto grado de sensibilidad, no podemos seguir viviendo así, como si no nos importara nada la demás gente.

En Abril de 1985 días después de la muerte de sus hijos. Luisa y Manuel, Pablo y Ana Luisa escribieron a sus amigos, comunidades cristianas, organizaciones populares, sindicales y políticas, la siguiente carta:

"El día 29 del mes de marzo nos han asesinado a nuestros hijos"!


Extracto del libro HERMANOS VERGARA TOLEDO.


jueves, marzo 20, 2008

la burguesía tiene susto? 



The Clash es parte de la "cultura general" a estas alturas (si no, no me explico como en el programa culiao de Farzani en el cable parten siempre con "Janie Jones") pero tal vez debería haberme explicado mejor por titular "Spanish Bombs" el texto sobre las "Chilean Bombs" subido ayer. Singalong, with me:

The hillsides ring with “free the people” -
or can I hear the echo from the days of ’39
with trenches full of poets,
the ragged army, fixing bayonets to fight the other line?
Spanish bombs rock the province;
I’m hearing music from another time.
Spanish bombs on the Costa Brava;
I’m flying in on a DC-10 tonight.

Spanish bombs; yo te quiero infinito.
Yo te quiero, oh mi corazón.
Spanish bombs; yo te quiero infinito.
Yo te quiero, oh mi corazón,
oh mi corazón,
oh mi corazón.

Spanish songs in Andalucia:
mandolina, oh mi corazón.
Spanish songs in Granada, oh mi corazón,
oh mi corazón,
oh mi corazón,
oh mi corazón.



Y no sé que tan asustada está la burguesía chilena por las bombas y avisos de bomba. Ayer en lo de Morricone Super Star se veían felices y muy relajados posando en lo que para ellos era claramente un evento social, no musical. Resultaba muy interesante pasearse por ahí distraídamente con una credencial que daba acceso a cualquier parte, leyendo a Henri L. decir: "las pluralidades de sentido (el literal, el propio y el figurado, el analógico, el simbólico, el oculto, el metafísico, el mítico o místico, sin contar el sentido último e indescifrable, unido quizá a los enigmas del errar, de la muerte y de la ausencia, así como las diferencias de niveles en el discurso: el familiar, el histórico, el próximo y el lejano, etc.) se perciben sin cesar. Los sentidos coexisten. Joyce logra en forma excelente trenzar los sentidos, tratar los temas al estilo de una fuga. Alguien ha propuesto escribir los sentidos sobre pentagramas musicales, superponiéndolos como en una partitura de orquesta".

Más interesante resultó escuchar (a un muy bajo volumen, por cierto, salvo al final, cuando se aumentó a niveles adecuados) a Ennio, su orquesta romana, y un coro nacional de desempeño más bien mediocre, interpretando el tema de "Giu la testa" (película traducida a veces como "Agáchate tonto!" y otras como "Agáchate maldito!"), que se trata precisamente de un bandido mexicano que se hace amigo de un bombero loco irlandés experto en explosivos, miembro del IRA, y que terminan luchando en la revolución mexicana, poniendo bombas, liberando presos y matando militares en una exquisita secuencia de acciones a las que no en vano Sergio Leone da inicio con una cita de Mao Tse Tung: "La revolución es un acto de violencia". Mientras tocaban ese excelente tema (que debo confesar conocí primero gracias a John Zorn, en lo que tal vez es su mejor disco, el tributo a Morricone llamado The Big Gundown)de seguro la mayoría de los asistentes ABC 1 no pensaba en la violencia de clase, puesto que de seguro no tienen ese disco ni han visto esa película (un periodista de La Nación informa hoy que se interpretaron 3 temas de "El bueno, el malo y el feo" al final de la primera parte del concierto...así que parece que él tampoco). De cualquier manera, para mí fue el mejor momento de la presentación.

Otro momento interesante fue cuando interpretaron el homenaje a los obreros anarquistas Sacco y Vanzetti, asesinados por el Estado norteamericano por su condición de tales, y de inmigrantes. El coro cantaba con desgano "Here´s to you, Nicola and Bart..." y a ambos costados del escenario se veía CELFINCAPITAL...VISIÓN...ACCIÓN... y yo fantaseaba con acercarme con un spray, rayar EL FIN DEL CAPITAL, agitar una bandera roja, o negra, y gritar "Muerte al arte burgués!!!"....pero no lo hice. Don Pedro valdivia, ex policía estatal, actual policía privado, se paseaba dando instruciones a sus hombres de azul y de verde. Hubiera sido lindo...

Pero, ¿tienen o no tiene susto? Veamos los dichos de un pez gordo:

Ovalle reconoció temor de empresarios por reiteradas amenazas de bombas (La Nación, 20 de marzo)

El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfredo Ovalle, reconoció que existe temor en el empresariado por las reiteradas amenazas de bombas que se han conocido durante la última semana y que han afectado a algunos sectores comerciales.
"Por supuesto que estamos preocupados, porque creo que indigna a todas las personas que quieren trabajar bien" sostuvo.
Añadió que "por medios violentos nada se consigue" descartando la posibilidad de que sea una acción violenta planificada, sino que "son grupos aislados que estoy seguro el Gobierno ya tiene absolutamente detectados y va a tomar las medidas del caso".


Para seguir causando daños violentos, se recomienda usar esta arma de resistencia estética ofensiva:



Por cierto, este album terrorista fue grabado en Mayo del 68. Un octeto que realiza un ataque frontal con 3 saxos (Brotzmann, Parker, Breuker), apoyados por un fuego constante de dos baterías (Sven-Ake Johansson y Han Bennink), dos contrabajos (Kowald y Niebergall)y un piano (Fred Van Hove), alimentados por el clima de la época y mucha cerveza alemana, tan agresivo que al lado de esto el heavy metal y el hardcore punk parecen juguetitos... Recientemente re-editada por Atavistic como "complete sessions", con nueva carátula:


miércoles, marzo 19, 2008

Spanish Bombs? 



18 de marzo: 137 años de la Comuna de París. No se ve mucha información sobre esto en ninguna parte, excepto el comunicado con el que se reivindicó el bombazo a la sede del BCI. En 1971, para el centenario del primer esbozo de dictadura antiestatal del proletariado, la Angry Brigade en Inglaterra desarrolló acciones similares de celebración.

¿LA BURGUESÍA TIENE SUSTO?

La nación, 19 de marzo
El gobierno reaccionó enérgico ante la amenaza de bomba que hoy afectó al canal Chilevisión y a la detonación de un artefacto explosivo que daño ayer a una sucursal del banco BCI ubicado en Providencia.
El vocero de La Moneda, Francisco Vidal, afirmó que "si estos grupos creen que el gobierno se va a amedrentar, se va a asustar, va a estar medio tiritón, se equivocan medio a medio, porque les vamos a responder con todo, en el marco de la ley".
El secretario de Estado recordó que el año pasado ya se vivieron hechos de violencia durante la jornada del 29 de marzo, día en que se conmemora el Día del Joven Combatiente en recuerdo de la muerte de los hermanos Vergara Toledo acaecido en 1985 en medio de protestas.
Vidal hizo hincapié en que años atrás los incidentes sólo se registraban en la Villa Francia, lugar donde fallecieron los hermanos, pero desde el 2007 las manifestaciones se han extendido a otros puntos de la capital.
La autoridad pidió a todos los chilenos y en particular a los medios de comunicación “no tratar de ser patrocinantes o auspiciadores de estos" episodios.




Comunicado tras ataque a sucursal bancaria (tomado de terra.cl):

ESTAMOS CELEBRANDO!!

"Nuestra bandera, la bandera anarquista revolucionaria, está grabada con letras orgullosas y sangrientas: la destrucción de todos los estados, la aniquilación de la civilización burguesa, la organización libre y

espontánea de abajo hacia arriba por medio de las asociaciones libres, la organización incontrolada de los trabajadores, de toda la humanidad emancipada, y la creación de un nuevo mundo universalmente humano" (Mijail Bakunin)

En marzo de 1871 se encendieron los cimientos del orden capitalista. La Comuna de París enseñaba al mundo antes surgido de la alianza de monárquicos y burgueses, que el viejo sueño de libertad era una realidad que se podía conseguir tomando el control de la inmediata realidad, y que las cabezas de los amos caían tan fácilmente como ellos los esclavizaban. ¿Qué sucedió con este proyecto?. El odio a un mundo de seres humanos sin cadenas y felices provocó la reedición de la santa alianza entre estados, los que enviaron a sus hordas de delincuentes uniformados a intentar acallar a sangre y fuego este

destello de libertad. Intento que, por cierto, no dio como resultado la Revuelta generalizada triunfante, pero tampoco fue convertida en un cadáver de la historia. La revuelta social continuó y continúa hasta la actualidad. La revuelta social es incontrolable.

Hoy las tropas de ocupación están entre nosotros. Vigilando en cada esquina, vistiendo uniformes o de "civil", mirando un monitor que les llevan imágenes de una cámara, conduciendo vehículos que hacen destellar el color de la sangre; vigilando en cada esquina, armados por el Estado para dispararnos en cualquier momento. Estas tropas de ocupación viven y se reproducen entre nosotros: jóvenes con una experiencia de vida por construir, con la posibilidad de aportar con sus energías e intelecto al bando de libertad en esta guerra social, terminan su vida cortando su cabello, enfundándose un uniforme y renunciando a pensar y a vivir. Ellos son los que nos apuntan. Y mira la sonrisa de satisfacción con que ejecutan las órdenes de sus amos, sabemos que la has visto. Esos individuos han dejado de ser humanos, han perdido su humanidad.

No pueden ser nuestros amigos. Son nuestros enemigos que se esconden en esas cloacas que llaman cuarteles. Ahí los atacaremos, como hoy bombardeamos este templo del robo institucionalizado. Tal vez la próxima vez ataquemos sus hogares, ¿por qué no?, ellos lo hacen cuando declaran que algún individuo representa un peligro para su sociedad, acosan familias y las encarcelan bajo algún pretexto que intenta encubrir el secuestro y chantaje legales. Lo nuestro es defensa... y ataque!!.

Desde este lugar de destrucción creadora saludamos a los combatientes que prenderán fuego el 29 de marzo. Jóvenes combatientes irreductibles. Y también hacemos un llamado a mantener todas las noches la revuelta, a salir de la población para atacar los barrios del enemigo, a superar la rutina revolucionaria con la renovación de energías y la innovación de los materiales a usar, las armas están en todos lados, solo debemos dirigirlas a nuestros carceleros.

Odiamos la riqueza y la acumulación. Enriquecerse no es más que robar el trabajo o dinero de otros. La propiedad es el robo. Aquello que los verdaderos ladrones llaman "robo" no es más que la recuperación de lo robado.

¡¡Recupera!!

"Sin la pasión destructiva la causa revolucionaria no puede llevarse a cabo, porque la revolución es imposible sin una destrucción avasalladora y apasionada, una destrucción saludable y fructífera, pues mediante tal destrucción nacen y llegan a la existencia nuevos mundos" (Mijail Bakunin).

CELABRAMOS LA COMUNA DE PARÍS, COMO CELEBRAMOS LOS AJUSTICIAMIENTOS DE LOS ASESINOS DE LA JUVENTUD INSURRECTA!

REVIENTAN LAS CALLES DE LOS RICOS AL PASO DE LA REVUELTA SOCIAL!!

FUERZA MAPUCHES, LOS ESTADOS CAERÁN!!!

COLUMNAS ARMADAS Y DESALMADAS JEAN - MARC ROUILLAN




Jean-Marc es un franchute que colaboraba con el MIL (como sabemos, grupo más bien comunista de izquierda que anarquista, con mucha influencia consejista y situacionista. Es necesario aclarar esto, pues la mitología actual de los medios y de cierto anarquismo más los ha reinventado como grupo anarquista). Luego de la autodisolución del MIL participó en los Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI), y posteriormente en Action Directe. Está preso desde 1987.
Resulta interesante la breve polémica entre Debord y los presos de los Grupos Autónomos en la cárcel de Segovia. Cuando iban a editar en Francia los comunicados de estos presos emitidos entre 1978 y 1980, Debord sugirió que quitaran unos saludos a Acción Directa, por considerar que (al igual que las Brigadas Rojas en Italia) eran más bien una operación montada desde el Estado, pero los presos de Segovia no acogieron la sugerencia, pues consideraban que los de AD eran “compañeros”.
Existe versión en español: Comunicados de la prisión de Segovia y otros llamamientos a la guerra social, junto a textos de grupos autónomos españoles, Bilbo, Muturreko Burutazioak/El Lokal, marzo de 2000. Ahí se incluye la siguiente carta de Guy Debord, “A los libertarios”, de septiembre de 1980, tomada del Archivo Situacionista Hispano.



Compañeros,
Estamos asistiendo al rearme espectacular del Estado, nuestro gran enemigo, cosa que hacen todas las clases dirigentes del mundo cuando quieren dar a la descomposición de sus fundamentos una apariencia de solidez. Sus excesos han paseado la verdad por todos los rincones del país: hoy en día no hay nadie tan ingenuo o tan desvergonzado que se atreva a negar que nos encontramos bajo un despotismo tan duro, envilecedor y difícil de soportar como el que hubo en tiempos de Franco, y a medida que pasa el tiempo, será peor. Nosotros estamos ahora dispersos, cuando no desmoralizados. Hemos entablado una batalla que no supimos librar como debimos. Hemos tenido bajas, tenemos presos. La lucha por su liberación puede ser un punto de partida para un nuevo movimiento revolucionario más efectivo y coherente; el silencio y la inacción nos llenarán de oprobio, la Historia jamás nos perdonará.

Estímados Compañeros

Lamentamos tener que llamar vuestra atención sobre una cuestión grave y urgente que, normalmente, tendríais que conocer bastante mejor que nosotros, que estamos lejos y somos extranjeros. Pero nos vemos obligados a constatar que diversas circunstancias os han colocado hasta hoy en la imposibilidad de conocer los hechos o su significado. Creemos pues, deber de exponemos claramente los hechos siguientes, así como las circunstancias que han dificultado vuestra información.
Más de cincuenta libertarios en estos momentos, se hallan detenidos en las prisiones españolas, y mucho de ellos ya llevan varios años sin ser juzgados. El mundo entero, que cada día oye hablar de las luchas de los vascos, ignora completamente este aspecto de la realidad española actual. En España misma, la existencia y los nombres de estos compañeros son citados a veces ante un sector restringido de la opinión, pero se guarda generalmente silencio sobre lo que han hecho y sobre sus motivos; y nada concreto se emprende para lograr su liberación.
Cuando nos dirigimos a vosotros, no tenemos la intención de conceder a la C.N.T, tal como ha sido reconstituida, un papel de referencia central y de representación de los libertarios: todos los que lo son no forman parte de ella y todos los que forman parte no lo son.

La hora del sindicalismo revolucionario pasó desde hace tiempo, porque, bajo el capitalismo modernizado, todo sindicalismo tiene reconocido su sitio, grande o pequeño, en el espectáculo de la discusión democrática sobre los acicalamientos del estatuto del trabajo asalariado, es decir, en tanto que interlocutor y cómplice de la dictadura del trabajo asalariado: democracia y trabajo asalariado son incompatibles, y esta incompatibilidad, que ha existido siempre esencialmente, se manifiesta en nuestros días visiblemente, en toda la superficie de la sociedad mundial. A partir del momento en que el sindicalismo y la organización del trabajo alienado se reconocen recíprocamente, como poderes que establecen entre sí relaciones diplomáticas, toda clase de sindicato para poder llevar su actividad reformista, desarrolla dentro de sí un nuevo tipo de división de trabajo, más y más ridículo a medida que pasa el tiempo. Aunque un sindicato se declare ideológicamente hostil a todos los partidos políticos, no logrará, de ninguna manera, impedir su caída en manos de su propia burocracia de especialistas de la dirección igual que un partido político cualquiera. Cada instante de su práctica real lo demuestra. El asunto aquí evocado lo ilustra perfectamente puesto que, si en España los libertarios organizados hubieran dicho lo que tenían que decir, no hubiéramos nosotros tenido que decirlo ahora en su lugar.

De la cincuentena de presos libertarios, en su mayoría presos en la cárcel de Segovia, aunque también en otras cárceles (la "Modelo" de Barcelona, las de "Carabanchel" y "Yeserías" de Madrid, la de Burgos, la de Herrera de la Mancha, la de Soria ... ), muchos son inocentes, víctimas de las clásicas provocaciones policiales. De éstos se habla un poco, y hay quien está dispuesta defenderles, pero más bien pasivamente. Pero en cambio, la mayoría de los presos, han dinamitado efectivamente vías férreas, tribunales, edificios públicos. Han recurrido a expropiaciones a mano armada contra diversas empresas y buen número de bancos. Se trata en particular de un grupo de obreros de SEAT de Barcelona (que en un tiempo se denominaron "Ejército Revolucionario de Ayuda a los Trabajadores"), que quisieron de este modo aportar ayuda pecuniaria a los huelguistas de su fábrica, así como a los parados; y de los "grupos autónomos " de Barcelona, Madrid y Valencia, que han actuado por el estilo, mayor tiempo, con la intención de propagar la revolución por todo el país. Estos compañeros son igualmente los que se sitúan en las posiciones teóricas más avanzadas. Y mientras el fiscal pide penas individuales de entre treinta y cuarenta años de condena para algunos de ellos, ¡precisamente sobre éstos se cierne el silencio más absoluto y el olvido voluntario de tanta gente!
Al Estado español, junto con todos los partidos que en el gobierno o en la oposición le reconocen y le sostienen, a las autoridades de todos los países del extranjero que en ese punto están completamente de acuerdo con el Estado español, y a la dirección de la C.N.T reconstruida, a todos por una razón u otra, les interesa mantener en el olvido a estos compañeros, y nosotros, que nos interesa precisamente lo contrario que a ellos, vamos a decir por qué lo hacen.

El Estado español heredero del franquismo, democratizado y modernizado justo lo necesario para poder así poseer su plaza trivial en las condiciones ordinarias del capitalismo moderno, y tan atareado en conseguir la admisión en el lamentable "Mercado Común" europeo (y en efecto, la merece), se presenta oficialmente como resultado de la reconciliación entre vencedores y vencidos de la guerra civil, es decir, de franquistas y republicanos; y en verdad lo es. Los matices tienen poca importancia ahí: si del lado de los demócratas estalinistas, Carrillo es al presente un poco más monárquico que Berlinguer, en revancha, del lado de los príncipes de derecho divino, el rey de Espafía seguramente es tan republicano como Giscard d'Estaing. Pero la verdad más profunda y decisiva, es que el Estado español de hoy es en realidad el resultado de la reconciliación tardía de todos los vencedores de la contrarrevolución. Por fin se reunieron amigablemente, con la mutua consideración que se debían unos a otros, los que quisieron ganar y los que quisieron perder, los que mataron a Lorca y los que mataron a Nin. Porque todas las fuerzas que en aquel tiempo, o bien estaban en guerra contra la República -o bien controlaban los poderes de la misma -y son todos los partidos que hoy ocupan escaños en las Cortes - perseguían y alcanzaron, de diversas maneras sangrientas, el mismo fin: acabar con la revolución proletaria de 1936, la mayor que la historia haya visto aparecer hasta nuestros días, y por lo tanto, la que mejor todavía prefigura el futuro. La única fuerza organizada que tuvo entonces la voluntad y la capacidad de preparar esta revolución, de hacerla y -aunque con menor lucidez y firmeza- de defenderla, fue el movimiento anarquista (apoyado únicamente y en medida incomparablemente menor por el P.O.U.M.).

El Estado y todos sus partidarios no olvidan nunca esos terribles recuerdos, pero se afanan de continuo porque el pueblo los olvide. Por eso el gobierno prefiere, en estos momentos, dejar a la sombra el peligro libertario. Prefiere evidentemente hablar del G.R.A.P.O., forma ideal de un peligro bien controlado, puesto que este grupo, desde su origen, está manipulado por los Servicios Secretos, exactamente como lo son las "Brigadas Rojas" en Italia, o como la pseudo-organización terrorista, de nombre aún impreciso, cuyo oportuna entrada en escena el gobierno francés anunció hace unos meses, por una serie de atentados menores. El gobierno español, satisfecho de su G.R.A.P.O., sin duda se pondría muy contento si no tuviera que hablar ya más de los vascos. Sin embargo tiene que hacerlo a causa de sus luchas constantes. Pero a pesar de todo, los vascos combaten por la consecución de un Estado independiente, y el capitalismo español podrá fácilmente sobrevivir a tal pérdida. La cuestión decisiva es que, mientras tanto, los vascos saben defender muy bien a sus prisioneros, de quienes no se olvidan ni un instante. La solidaridad en España, se sentía siempre como en casa. Si sólo se la viera ya en el País Vasco, ¿a qué se parecería España cuando los vascos se separasen de ella?

Los demás Estados europeos se acomodarían sin dificultades a una Euskadi independiente, pero soportando desde 1968 una crisis social sin remedio, además de tener tanto interés como el Gobierno de Madrid en que no reaparezca en España una corriente revolucionaria internacionalista. Lo que viene a significar, de acuerdo con las técnicas de dominación más recientes, que no se la vea aunque reaparezca. Estos Estados, también por su parte, se acuerdan de lo que tuvieron que hacer en 1936, los totalitarios de Moscú, Berlín y Roma, lo mismo que los "demócratas" de París y Londres, todos de acuerdo en la necesidad esencial de aplastar la revolución libertaria, y por eso mismo muchos aceptaron sin partirse el corazón las pérdidas o el aumento de los riesgos en los conflictos secundarios que les enfrentaban entre sí. Ahora bien hoy toda la información en su totalidad se halla estatalizada, formal o solapadamente. Toda la prensa "democrática" se apasiona y se angustia tanto por el mantenimiento del orden social, que ni siquiera es necesario ya que el gobierno la compre. Se ofrece gratuitamente a sostener cualquier gobierno publicando exactamente lo contrario de la verdad en cada asunto, aunque tenga una importancia mínima; puesto que hoy, la realidad de cualquier asunto, incluso de los de menos interés, constituye una amenaza para el orden establecido. Sin embargo no hay tema en el que la prensa, burguesa o burocrática, disfrute tanto en mentir como cuando se trata de ocultar la realidad de una acción revolucionaria.

En fin, a la C.N.T reconstruida este asunto la apura de verdad. Y no es la indiferencia o la prudencia lo que la obliga a callarse. Los dirigentes de la C.N.T. quieren ser un polo de reagrupamiento de los libertarios sobre una base sindicalista, en la realidad moderada y aceptable por el orden establecido. Los compañeros que han recurrido a las expropiaciones representan, por ese mismo hecho, un polo de reagrupamiento completamente opuesto. Si unos tienen razón, los otros se equivocan. Cada uno es hijo de sus obras y hay que escoger entre unos u otros, examinando el sentido, la finalidad de sus acciones. Si hubierais visto a la C.N.T. llevar a cabo grandes luchas revolucionarias en estos últimos años pasados en prisión por los compañeros expropiadores, entonces podríais sacar la conclusión de que estos fueron demasiado impacientes y aventureros (y por otra parte la C.N.T, al animar grandes luchas revolucionarias, habría de todas formas, a pesar de las divergencias, actuado dignamente en su defensa). Pero si mejor veis que esa C.N.T. se satisface recogiendo unas pobres migajas del pan de la modernización española, la cual dicho sea de paso, no es de una novedad que de vértigo -¡todavía un Borbón! ¿y por qué no un Bonaparte?- entonces habrá que admitir que los que tomaron las armas no iban fundamentalmente errados. Finalmente, fue el proletariado revolucionario español quien antaño creó la C.N.T., y no al revés.

Cuando, la dictadura juzgó que ya era hora de mejorarse un poco, muchos pensaron sacar unas cuantas pequeñas ventajas de esa liberalización. Pero entonces, los compañeros autónomos encontraron deshonroso contentarse con ellas. De pronto, sintieron la necesidad de exigirlo todo, porque, desde luego, después de haber sufrido durante cuarenta años la contrarrevolución en su totalidad, nada ni nadie quedará limpio de esta injuria si antes no reafirma y hace triunfar la revolución en su totalidad. ¿Quién se atreve a llamarse libertario y censurar a los hijos de Durruti?

Las organizaciones pasan, pero la subversión no dejará de ser deseada jamás: "¿Quién te vio y no te recuerda?". Los libertarios son todavía hoy numerosos en España, y lo serán mucho más el día de mañana. Y felizmente la mayoría, y en particular la mayoría de obreros libertarios, son hoy por hoy incontrolados. Además, mucha gente, igual que en Europa, ha entablado luchas particulares contra unos cuantos aspectos insoportables, muy antiguos o muy modernos, de la sociedad opresiva. Todas estas luchas son necesarias: ¿a santo de qué hacer una revolución si las mujeres o los homosexuales no son libres?, ¿para qué un día liberarse de la mercancía y de la especialización autoritaria, si una degradación irreversible del medio ambiente impusiera nuevas limitaciones objetivas a nuestra libertad? Al mismo tiempo, nadie de quienes seriamente se hallan comprometidos en dichas luchas particulares, puede creer que sea posible obtener una auténtica satisfacción de sus exigencias mientras el Estado no haya sido disuelto. Pues esta sinrazón práctica es la razón del Estado.
No ignoramos que muchos libertarios pueden no estar de acuerdo con determinadas tesis de los compañeros autónomos, y pueden no querer dar la impresión de que se suman a ellas al hacerse cargo de su defensa. ¡Anda yal No se discute de estrategia con compañeros que están en la cárcel. Para que esta interesante discusión pueda comenzar, primero hay que sacarlos a la calle. Creemos que estas divergencias de opinión, que agrandadas por el efecto de excesivos escrúpulos, correrían el riesgo de llevar a algunos de los que finalmente se llaman revolucionarios, a no plantearse tal defensa como cosa propia, pueden concretarse en cuatro tipos de consideraciones. O bien ciertos libertarioss juzgan de otra manera, dentro de una óptica menos más apaciguable, la situación actual y sus perspectivas de futuro. O bien no están de acuerdo con la eficacia de las formas de lucha que los dichos grupos autónomos han elegido en este momento. O bien contemplan el caso en el que aquéllos se han comprometido deliberadamente, como poco defendible en el terreno de los principios, o solamente desde el punto de vista judicial. O bien creen estar totalmente desprovistos de medios de intervención. Estimamos nosotros que muy fácilmente podemos reducir a nada tales objeciones.




Quienes en los momentos actuales, esperan cualquier nueva mejora en la situación sociopolítica de España son evidentemente los que más se equivocan. Todos los placeres de la democracia autorizada hace mucho que dejaron atrás sus días más felices, y cada cual ha podido comprobar que sólo eran eso. En lo sucesivo todo se agravará, en España y en todas partes. Los historiadores concuerdan por lo general en considerar que el principal factor que durante un centenar de años mantuvo revolucionaria a España, fue la incapacidad de sus clases dirigentes en conseguir que alcanzara el nivel de desarrollo económico del capitalismo que, al mismo tiempo, aseguraba a los países europeos más avanzados y a Estados Unidos períodos mucho más largos de paz social. ¡Bueno! Ahora España va a tener aún que ser revolucionaria por la razón suplementaria de que, si la clase dirigente modernizada del postfranquismo se muestra quizás más hábil en alcanzar las condiciones generales del capitalismo actual, llega demasiado tarde, precisamente en el instante en que la cosa se descompone. Universalmente se constata que la vida de la gente y el pensamiento de los dirigentes se degradan cada día un poco más, y en particular en ese desdichado "Mercado Común" al que todos vuestros afrancesados en el poder prometen llevaros como si de una Fiesta se tratase. La producción autoritaria de la mentira crece hasta situarse en la esquizofrenia pública, el consentimiento de los proletarios se disuelve, todo orden social se deshace. España no llegará a ser apacible porque en el resto del mundo la paz ha muerto. Otro elemento decisivo de la propensión de España al desorden fue seguramente el espíritu de autonomía libertaria tan fuertemente arraigado en su proletariado. Es justamente la tendencia a quien ha dado la razón la historia del siglo, y que se extiende por todas partes, porque en todas partes ha podido verse hacia dónde lleva el proceso de totalitarización del Estado moderno, y a qué tristes resultados llegó, por medios canibalescos, el movimiento obrero dominado por burocracias autoritarias y estatistas. Así pues, es el momento en que, en todos los países, los revolucionarios se vuelven, en esta cuestión central, españoles.

Comprendemos mucho más las objeciones que pueden hacerse desde un planteamiento puramente estratégico. Podemos preguntarnos en efecto si, por ejemplo, atracar bancos para emplear el dinero en la compra de maquinaria de imprenta, que a continuación deberá servir para publicar escritos subversivos, es el camino más lógico y eficaz. Pero en todo caso estos compañeros indiscutiblemente lograron la eficacia, aunque de otra manera: simplemente, al acabar en la cárcel por haber aplicado por mucho tiempo y sin dudarlo un segundo, este programa de acción que ellos mismos se habían trazado. De este modo han prestado un gran servicio a la causa de la revolución, en España y en todos los demás países, precisamente porque han creado un campo práctico evidente que permitirá a todos los libertarios esparcidos por España aparecer y reconocerse en la lucha por su liberación. Gracias a su iniciativa, os ahorran la molestia de buscar, a través de largas y difíciles discusiones, cuál sería la mejor forma de comenzar a actuar. No puede haber mejor forma que ésta, pues ella es muy justa en teoría y muy buena en práctica.
Ciertos libertarios tendrán tal vez la impresión de que la gravedad de los hechos, desde el punto de vista judicial, vuelve más difícil la defensa de los compañeros. Creemos al contrario, que la misma gravedad de estos hechos facilita cualquier acción bien calculada en su favor. Los libertarios no pueden, por principio, dar valor a ninguna ley del Estado, y esto es especialmente verdad cuando se trata del Estado español: considerando la legalidad de su origen y todo su ulterior comportamiento, concluiremos que su justicia nunca podrá funcionar decentemente sino es en forma de amnistía, proclamada por quien le venga en gana.
Por otro lado, asaltar bancos naturalmente es -un crimen muy grave a los ojos de los capitalistas; no a los ojos de sus enemigos. Lo reprobable es robar a los pobres, y justamente todas las leyes de la economía -leyes despreciables, destinadas a ser abolidas mediante la completa destrucción del terreno real en donde se aplican- nos garantizan que jamás un pobre se hizo banquero. Ocurrió que, en un encuentro en el que se intercambiaron disparos, un guardia jurado fue muerto. La indignación humanitaria de la justicia a ese respecto parece sospechosa en un país -en el que la muerte violenta es tan frecuente. En ciertas épocas, uno puede morirse como en Casas Viejas o como en la plaza de toros de Badajoz. En otras, según las necesidades tecnológicas del incremento del beneficio, también puede uno morirse deprisa y corriendo, como los doscientos campistas pobres asados en Los Alfaques o los setenta burgueses entre el lujo de plástico de un gran hotel de Zaragoza. ¿Se atreverán a decirnos que nuestros compañeros "terroristas" son responsables de tales hecatombes? No; son tan poco culpables de ello como de la contaminación del golfo de Méjico, porque todas esas pequeñas ligerezas han sido cometidas cuando ellos ya estaban en prisión.

La cuestión no tiene nada de judicial. Es una simple cuestión de correlación de fuerzas. Puesto que el gobierno tiene un interés tan evidente en que no se hable de estos compañeros, basta hacer que sea obligado de tal manera hablar de ellos para que el gobierno se vea forzado a sacar a conclusión de que su interés inmediato consiste más en ponerlos en libertad que en mantenerles encerrados. Entonces, que el gobierno escoja la forma de llegar a este resultado; sea por un proceso en el que fuesen condenados al número de años de cárcel que ya tienen cumplidos, sea por una amnistía, o sea permitiéndoles la evasión, la cosa no tiene importancia. No obstante hay que insistir en un hecho y es que, en tanto no exista un movimiento de opinión expresándose sobre su caso de una manera a la vez fuerte y amenazadora, una evasión procurada por las autoridades es peligrosa: conocéis ya la "ley de fugas" y volveréis a verla aplicar muchas veces.

Compañeros, no nos permitiremos sugeriros, a vosotros que estáis ahí, sobre el terreno, y que paso a paso podéis calcular las posibilidades y los riesgos, tal o cual forma de acción práctica. Con tal de que en todas partes figure en cabeza la exigencia explícita de liberación de estos libertarioss, todas las formas de acción son buenas, y las que más escándalo hagan, las mejores. Agrupándoos por afinidades, podréis descubrir o tomar, según vuestros gustos o las oportunidades disponibles, cualquiera de los medios de acción que fueron empleados en otra época o cualquiera de los que están aún por probar, rechazando sólo el caer en la bajeza de las peticiones respetuosas que practican en todas partes, y vanamente, los partidos de izquierda electoralistas. En principio, incluso es inútil la coordinación de tales acciones autónomas. Basta con que converjan hacia el mismo objetivo específico, proclamándolo constantemente, y multiplicándose con el tiempo. Y cuando ese objetivo preciso haya sido alcanzado, esa corriente libertaria en acción habrá reaparecido, se habrá dado a conocer y se conocerá a sí misma. Así podrá ponerse en marcha un movimiento general, que podrá coordinarse cada vez mejor hacia objetivos cada vez más amplios.

El primer objetivo a lograr será el de obsesionar al país con este asunto, lo que aprovechando la ocasión, equivaldría a dar a conocer al mundo la existencia presente del movimiento revolucionario libertarios en España, obligando a todos a conocer la existencia de estos presos, al mismo tiempo que la eficacia de quienes los defienden. Es preciso que los nombres de estos presos se conozcan en todos los países en donde los proletarios se yerguen contra el Estado, desde los obreros que libran grandes huelgas revolucionarias en Polonia, hasta aquellos que sabotean la producción de las fábricas en Italia, y hasta los contestatarios que viven bajo la constante amenaza de los psiquiátricos de Breznev o de las cárceles de Pinochet.
Como por desgracia hay demasiados nombres para poder citarlos todos (¡qué vergüenza! ¡cuántos Puig Antich sienten hoy la presión del garrote en el cuello, pero por treinta o cuarenta años a seguir la programación gubernamental!), nos limitamos de momento a citar los nombres de los culpables contra los que la justicia reclama, o ha pronunciado, condenas de más de veinte años de prisión: Gabriel Botifoil Gómez, Antonio Cativiela Alfós, Vicente Domínguez Medina, Guillermo González García, Luis Guillardini Gonzalo, José Hernández Tapia, Manuel Nogales Toro. Pero debe quedar claro que se exige la liberación de todos los demás, e incluso de los inocentes.
El primer punto a tratar es el de dar a conocer exactamente el problema; seguidamente impedir para siempre que se olvide, manifestando, cada vez de modo más fuerte, una impaciencia creciente. Que sólo una pequeña fábrica de España pare un día por esta reivindicación y ya será un modelo para todo el país. Tan pronto como deis a conocer su actitud ejemplar la mitad del camino estará andado. Pero, en seguida, aún no se inaugure un curso en la universidad, tenga lugar una representación teatral o una conferencia científica, que alguien, bien por una interpelación directa o mediante una panfletada, no plantee la cuestión previa de la suerte de nuestros compañeros y de la fecha en que serán liberados. No se tendría que pasar por una calle de España sin que se vieran escritos sus nombres en las paredes y en todos habrían de escucharse canciones cantando cosas de ellos.

Compañeros,
Si nuestros argumentos os han parecido correctos, difundir y reproducir con la mayor rapidez que podáis este texto por todos los medios de que dispongáis o que podáis tener al alcance. Y si no, arrojadlo en este mismo instante y comenzad en seguida a publicar otros que sean mejores! Puesto que está fuera de dudas el derecho que tenéis a juzgar con rigor nuestros modestos argumentos. Pero lo que aún está todavía más fuera de dudas, es el que la escandalosa realidad que nosotros hemos revelado tan bien como hemos podido, no es materia que vosotros podáis juzgar: al contrario, es ella quien, finalmente, va a juzgaros a todos.

¡SALUD!
¡VIVA LA LIQUIDACIÓN SOCIAL

martes, marzo 18, 2008

Bravo Harboe!!!!! 



¡¡¡Gracias a tí la burguesía ya casi no necesita a Don Graff!!!!

Y como ya habían casi 45 mil presos en Chile (todo un record nacional y continental) sabemos que esta "agenda antidelincuencia" redundará en más cárceles, más participación de privados, y más ganancias para empresarios, policías y lobbystas que literalmente "viven del delito". ¡Excelente! Total, todos los detenidos son puros lumpenproletas y la gente decente quiere verlos encerrados. Las clases dominantes te estarán agradecidas por siempre.

La Nación:

Un total de 849 detenidos dejó el operativo antidelincuencia efectuado anoche por Investigaciones, en el marco de la primera redada que se efectúa con el amparo de las medidas legales que entregan nuevas facultades a las policías.
En entrevista con radio ADN, el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, indicó que gracias a la facultad de la Policía de Investigaciones para hacer controles de identidad y revisión de ropas, se hizo "simultáneamente en las 15 capitales regionales y en ciudades aledañas" una redada, que culminó con "849 personas detenidas".
En el operativo, indicó Harboe, "participaron más de mil funcionarios policiales y durante todo el procedimiento se realizaron más de mil 700 controles de identidad, con revisión de ropas y de vehículos, según correspondía".
El subdirector operativo de la Policía de Investigaciones, René Castellón, dijo que 400 de las personas detenidas pertenecen a la Región Metropolitana, y reveló que se recuperaron nueve armas de fuego, cinco en Villa Alemana durante un operativo antidrogas.
El funcionario policial precisó la "batida antidelincuencia" se realizó en los sectores más conflictivos de cada región del país, principalmente en poblaciones y campamentos. El operativo comenzó a las seis de la madrugada de ayer y terminó a la una de esta madrugada.



lunes, marzo 17, 2008

NUEVO SITIO: ARCHIVO DE LA AUTONOMÍA OBRERA 


Por casualidad pero tal vez no tanto, se acaba de armar un sitio dedicado a la memoria de las luchas del movimiento de la autonomía obrera en la España de los 70 (el énfasis está en Catalunya, entre 1970 y 1977). Se trata del ARCHIVO DIGITAL DE LA AUTONOMÍA OBRERA, mantenido por la organización Espai en Blanc.

Según la "definición" usada en este sitio:

La autonomía obrera era el nombre de la práctica autónoma basada en la autoorganización, la acción directa y el anticapitalismo que fue impulsada por el otro Movimiento Obrero.

Como tal implicaba:
1. Una interpretación de la historia que privilegiaba el acontecimiento frente a la continuidad.
2. Una definición de lo político no institucionalista que defendía la entera politización de la vida.
3. Un formalismo organizativo (asamblea, delegados elegidos y revocables…) que prefiguraba una sociedad otra.
Después de la derrota y desarticulación de la clase trabajadora por parte del capital, creemos que se hace necesario pensar de nuevo la autonomía como una práctica autónoma sin sujeto.

Eso significa que la autonomía hoy recoge la paradoja que siempre le ha sido esencial:

• por un lado, la irreductibilidad de lo común como invariancia histórica;
• por otro lado, la invención constante del querer vivir cuyo único límite es el rechazo de la representación.

Práctica autónoma sin sujeto significa, pues, autoorganización de la fuerza del anonimato, politización del malestar social.


En cuanto al origen de esta documentación, se señala lo siguiente:

La documentación recogida en este archivo digital proviene en su mayor parte de un archivo clandestino recopilado desde el año 1965 en Barcelona, por distintos militantes del área de la autonomía.

Esta documentación se encuentra depositada en el Instituto Internacional de Historia Social de Ámsterdam (IISG), dentro del fondo de la editorial Ruedo Ibérico, que compró el archivo a finales de los setenta.

Esta documentación es de primera mano, en muchos casos incluso de puño y letra. A parte de la documentación interna de las organizaciones donde participaban, en las que surgen las primeras reflexiones en torno a la autonomía obrera, el archivo también contiene diversa documentación sobre las huelgas, luchas de barrio, organizaciones de izquierda, informes de distintas luchas por todo el estado, así como boletines y revistas.

El archivo clandestino, desconocido hasta el momento, se presenta como una fuente imprescindible para entender el movimiento obrero de Barcelona en los años sesenta y setenta, el surgimiento de las tendencias autónomas en el seno de Comisiones Obreras, además de los distintos grupos de la izquierda del momento, y su evolución durante los años de la denominada Transición Democrática.

La intención es seguir completando este archivo, que en un principio está centrado en Catalunya, y ampliarlo geográficamente al resto del Estado español.


El archivo es muy fácil de usar, y está clasificado en tres grandes áreas: experiencias, organizaciones y publicaciones. Los documentos se encuentran en su forma original en formato PDF, y también como TXT (menos nostálgico pero más fácil de usar). Junto al archivo sobre el MIL/GAC/Ediciones Mayo 37 que comentamos por acá el año pasado, se trata de momentos de la lucha de clases reciente sobre los que se ha escrito bastante poco y cuya difusión resulta muy necesaria. Chao.

miércoles, marzo 12, 2008

Los años de la "autonomía obrera", vistos desde España 




Y seguimos revisando el el período 68/77, anticipándonos a la enorme cantidad de mierda que nos intentarán hacer digerir los medios y los intelectuales cuando se cumplan 40 años de mayo del 68 (la izquierda autoritaria piensa en esos como sus años mozos...la izquierda socialdemócrata más amarilla también...ambos sectores suspiran pensando en lo idealistas y bellos que fueron en su "revolución de las flores", mientras la burguesía de derechas acusa a ese "espíritu" del "relativismo moral" posterior. Lo que interesa aclarar por ahora son dos cosas: lo interesante del 68 fue la reanudación de la lucha de clases, no el circo estudiantil: el único grupo lúcido que de cierta forma anticipó esa revuelta fue la IS). En este texto, Miguel Amorós, uno de los amiguitos hispanos de Debord, nos habla de las principales transformaciones que se han verificado en el plano de las formas de lucha entre fines de los 60 y nuestra época, desde el punto de vista y experiencia de un libertario activo en las filas del movimiento de la autonomía obrera (aka M.A.O.). Las fotos no son de España, sino de Italia, centradas en la actividad de los Indiani Metropolitani....



DE LA MATERIA DE LAS CRISIS SOCIALES

Durante los noventa, y con la inapreciable ayuda de las nuevas tecnologías, la estética del consumidor terminaría colonizando la protesta: en pocos años, el compromiso efímero, las manifestaciones carnavalescas, el pacifismo guay o las demostraciones simbólicas, acamparon en lugares donde en otros tiempos imperaban la determinación constante y enérgica, las comunidad estable, la fraternidad sólida y la lucha violenta.
Entre los años que van de 1958, año en que el régimen franquista crea un marco legal para los asuntos laborales, la ley de convenios, hasta 1978, año de agotamiento del movimiento obrero asambleario, el conjunto de la población asalariada española manifestó de forma creciente unos sentimientos de identidad y una comunidad de intereses que no han vuelto a darse desde entonces. El exterminio de los activistas, militantes y afines a la clase obrera emprendido desde los mismos comienzos de la Guerra civil revolucionaria en el 36 sirvió de arranque para estabilizar y reforzar la clase dirigente.

En veinte años, el conglomerado clerical, agrario y fascista amparado por la dictadura militar, transformó las bases de su poder favoreciendo un desarrollo industrial que arrastró la población campesina a los suburbios de las ciudades, y proporcionó la materia de las crisis sociales que llegarían con el tiempo. A partir de 1970, primer año de la autonomía proletaria, la existencia de una nueva clase obrera sería el factor más significativo de la vida política española. Lo demuestra la intensa agitación desarrollada a su alrededor, así como la cohesión alcanzada por la clase dirigente al sentirse amenazada por ella. En un ejercicio sin precedentes de amnesia histórica, los políticos de las diversas facciones burguesas “superaron” entonces los antagonismos de la época republicana.

La clase obrera de la que hablamos tiene fecha de aparición y, por desgracia, también de caducidad; es en resumen una formación histórica. Determinadas condiciones la alumbraron; forjaron una sociabilidad interna a base de costumbres, ideas y valores; determinaron modos de actuar y de organizarse específicos, o, dicho de otra manera, le dieron conciencia de clase. A lo largo de su existencia hubo de permanecer en movimiento; desarrollar esa conciencia, fijarse objetivos y nombrar a todos sus enemigos para combatirles mejor, a los que la pretendían arrinconar y a los que la querían dirigir. Cada paso que diese en esa dirección fortalecería su papel, mientras que el estancamiento o los retrocesos disminuirían su peso en los acontecimientos y pondrían en peligro su realidad como clase social histórica. Especialmente en cuanto atañe a sus medios propios de expresión y toma de decisiones: la desmembración del asambleismo acarreada por los Pactos de la Moncloa de 1977 hizo que una clase consciente y combativa en un quinquenio se convirtiera en una multitud dócil y conformista.

No queremos por ahora adentrarnos demasiado en las distintas etapas por las que una sociedad de clases diferenciadas se transformó en una sociedad de masas indiferenciadas, o bien cómo una sociedad determinada por las relaciones de producción pasó a otra determinada por las formas de consumo, y en fín, por qué un mundo donde cada cual pensaba en términos de colectividad o de clase, dio lugar a otro regido por el individualismo y la competitividad. Constataremos simplemente algunos hechos que ayudan a la comprensión del fenómeno y que nunca han estado suficientemente señalados. Nos referimos en concreto a la crisis general de valores –burgueses y proletarios-- que sacudió la sociedad española en la década de los setenta, rescoldo tardío de una crisis similar que recorrió diez años antes los países de capitalismo avanzado y que culminó en la revolución francesa de Mayo de 1968.




La nueva clase obrera surge cuando progresivamente se segrega de la sociedad franquista y crea su propio espacio social. Necesariamente ese espacio tuvo que buscarlo principalmente en la esfera de la producción, en las fábricas y talleres, y muy en segundo lugar en las barriadas y los polígonos del suburbio. Las luchas vecinales no surgieron hasta los setenta y parecen haber sido un subproducto de la combatividad laboral. Su contenido estaba muy limitado a la reparación de los males más inmediatos de la urbanización especulativa, y jamás pasó de ahí. La consecuencia más indeseable de la autolimitación al lugar de trabajo tuvo lugar en el campo de las ideas y de los valores, y lastró gravemente la conciencia de clase: la promoción de la ética del trabajo, o dicho de otro modo, el obrerismo. Digo gravemente porque impidió al proletariado aprovecharse de la crisis moral de la burguesía en su beneficio; es más, al no encabezar la revolución de las costumbres permitió que los sectores ultraliberales burgueses lo hicieran, recuperando para la dominación las armas que habían servido para desmantelar los principios y valores tradicionales, útiles en la fase anterior, aquella en que era vital para la burguesía una disciplina de clase. De esta forma los cambios radicales habidos en la vida cotidiana no sirvieron para liberar de la alienación mercantil a los individuos, sino para liberarles de las ataduras de la formación política, del compromiso social y de las exigencias de la solidaridad, convirtiéndoles en consumidores.

En los años sesenta la moral de la clase obrera era la del jornalero, es decir, la consideración del trabajo como un simple medio de subsistencia, siendo la familia el valor supremo. La influencia de los curas obreros ayudó a desarrollar un sentimiento de dignidad en la vida laboral, pero acentuó los malos efectos de la moral católica, sobre todo en la jerarquización familiar y en materia sexual. Con la extensión del espíritu de clase gracias a las luchas, el resultado final fue una moralización superior del mundo del trabajo. El cuestionamiento de la autoridad paterna o el de la desigualdad de sexos, incluso la propia opción sexual, quedaron soslayados. La ética del trabajo, invención burguesa calvinista para disciplinar al proletariado, presupone que el trabajo es la condición normal de los seres humanos. Obrero es por así decirlo, su estadio natural. De acuerdo con esta concepción, el trabajo, además de condición absoluta de supervivencia es receptáculo de valores: dignifica, ubica, realiza. Así pues, desde el punto de vista de la mentalidad “currela” la sociedad sin clases sería una especie de fábrica universal; no podría imaginarse de otra manera que como una sociedad de trabajadores. En ésta nunca rechazaría el trabajo, ni tampoco los valores que le estaban asociados directa o indirectamente: el esfuerzo, el ahorro, el sacrificio, la vocación, la constancia, el matrimonio, la familia patriarcal... Hombres y mujeres serían iguales en tanto que seres proletarizados. Las diferencias generacionales quedarían anuladas en el proceso de producción. Bajo esa óptica no trabajar resultaba una anormalidad; estar sin trabajo era, más que un problema de subsistencia, un problema de identidad: un parado es un desclasado.

En los años setenta iba a presentarse la paradoja de una clase obrera aferrada a determinados valores burgueses y unos hijos de la burguesía aceptando como norma su trasgresión. Al plantearse la lucha excusivamente en las fábricas y en la calle, la cuestión social había quedado prisionera de la política inmediata: amnistía, libertades, derecho al trabajo o a la huelga, sindicatos, elecciones... Era fundamentalmente una cuestión de poder. Paralelamente, la homosexualidad pugnaba por ser reconocida, las mujeres reclamaban la igualdad y los presos querían derrumbar los muros de las prisiones; los jóvenes mandaban al basurero la religión y la mili, impugnaban la autoridad (empezando por la paterna), la educación y la psiquiatría; abandonaban la familia, los estudios y el trabajo; experimentaban con el haschich o las drogas, vibraban con la música rock, exigían una sexualidad libre y una vida conforme al deseo... La subversión de la moral tradicional era mucho más peligrosa para el orden que las reivindicaciones democráticas, porque éstas al fin y al cabo no superaban el marco burgués sindical y parlamentario, y aquella ponía entre interrogantes todo tipo de jerarquía y, por consiguiente, toda clase de instituciones. Pero para que la cotidianidad rompa sus cadenas y alcance el movimiento de la historia hacen falta varias de esas jornadas revolucionarias cuya intensidad equivale a una evolución de años. Durante esos fenómenos totales la vida pública y vida privada se interpenetran, haciendo que converjan todos los problemas y se unifiquen. Los partidos, sindicatos, grupúsculos y policía se encargaron de que no las hubiera. La oposición antifranquista no buscaba siquiera una ruptura política con el régimen (se decía “ruptura pactada”), y por descontado, rechazaba de plano cualquier ruptura económica o “cultural”. Existían razones evidentes de disciplina o de aburguesamiento, pero también había miedo a la verdadera libertad: dicha oposición deseaba sólo una libertad formal, política. Las cuestiones vitales quedaron en el aire sin que ninguna fuerza social quisiera hacerlas suyas. Archisabida es la cantidad de conflictos que causó su penetración en los medios libertarios, y la reacción airada de los anarcoobreristas viejos o jóvenes de la CNT contra la “invasión” de freaks, pasotas, fumetas, ecologistas y contraculturales. Si al proletariado le faltó tiempo para parar la ofensiva burguesa apoyada en la crisis económica, más le faltó para decidirse a subvertir el modo de vida burgués, al menos en lo que le concernía directamente, llevando las marginadas cuestiones culturales al centro de la cuestión social. En lo sucesivo, con la crisis económica en todo su apogeo, la decadencia del sector industrial trajo el derrumbe de las formas de solidaridad y de asociación ligadas a las fábricas. No solamente la moral obrerista con toda su autocomplacencia, sino los trazos propiamente obreros, desaparecieron de la vida cotidiana a medida que despuntaba la sociedad de servicios. La necesidad quedó alejada definitivamente del deseo. Ambos, en tanto que aspectos objetivo y subjetivo de la vida cotidiana, quedaron irreconocibles.


El consumismo triunfante no se basaba en otra cosa que en la manipulación mercantil de los deseos y las necesidades. Durante el proceso de “modernización” ocurrido entre 1982 y 1995 conocido como “transición económica” o como “felipismo”, quedó abierta una brecha generacional entre quienes entraron al mercado laboral a finales de los 60 y quienes entraron a mediados de los 80, por donde se coló la nueva moral consumista. Una minoría conservadora de trabajadores fijos y sindicados, quedaría enfrentada a una masa de obreros eventuales malpagados, atomizada y desagregada, lo que tuvo inmediatas consecuencias a nivel social. Bajo la dictadura del consumo el trabajo quedaría completamente desvalorizado y reducido a mera fuente de ingresos, necesarios para la principal actividad del asalariado moderno, que es la de consumir. Una sospechosa abundancia de droga dura también contribuyó lo suyo a dinamitar desde dentro el coraje de la última generación obrera rebelde. Al margen, un inestable movimiento juvenil heredaba las tareas históricas que la clase obrera no había sabido asumir, fragmentándolas como problemáticas específicas separadas que degeneraban fácilmente en modas. En ese contexto, las cuestiones éticas y culturales serían despolitizadas, compartimentadas y desnaturalizadas por especialistas patentados, hechas compatibles con las instituciones de la dominación y aptas para proporcionar reglas a una sociedad “abierta”, individualista y espectacular. Los lugares de trabajo dejaron de ser importantes para la relación y las barriadas hicieron honor a su función de dormitorios. La sociabilidad del consumidor prefería otros espacios con aparcamiento: los centros comerciales, las zonas de ocio y los multicines. Durante los noventa, y con la inapreciable ayuda de las nuevas tecnologías, la estética del consumidor terminaría colonizando la protesta: en pocos años, el compromiso efímero, las manifestaciones carnavalescas, el pacifismo guay o las demostraciones simbólicas, acamparon en lugares donde en otros tiempos imperaban la determinación constante y enérgica, las comunidad estable, la fraternidad sólida y la lucha violenta. Exhibirse, dicho en lenguaje corriente es “estar en el mercado”. La publicidad, manifestación necesaria de la mercancía, lo es igualmente de la protesta. Los activistas son simples animadores, pues la existencia del conflicto viene determinada por su imagen mediática, no por la realidad del enfrentamiento, y eso es así porque lo que caracteriza la sociedad de consumo es la disolución de cualquier forma de vida pública, la desaparición de todos los mecanismos reales de participación. Nadie participa en nada si no es en el espectáculo. Pero lo principal no ha sido la escenografía que acompaña cualquier actividad pública y la sustituye, sino el desplazamiento de la realidad misma por otra virtual situada en el ciberespacio, el verdadero cielo de la falsa conciencia. Gracias a dicho desplazamiento el repliegue hacia lo cotidiano y lo privado exigido por el consumo ha podido efectuarse bajo las apariencias de una nueva libertad, tanto más completa cuanto más equipada tecnológicamente.

La memoria de los años de la autonomía obrera puede sernos útil para aprender de su parte no vencida, a saber, la solidaridad y la democracia directa. Sin embargo, hemos de prevenirnos contra los intentos de recuperación del pasado en forma de ideología autonomista, pues la construcción de lazos comunitarios y la práctica asamblearia han de realizarse partiendo de las luchas sociales actuales, que suceden en otros escenarios y tienen otros protagonistas. Nada sacaremos mimetizando un proletariado industrial inexistente o pregonando un retorno a condiciones históricas que caducaron hace treinta años. La peor afrenta que podamos infligir a una época periclitada es convertir sus manifestaciones de rebeldía en moda contestataria. Nunca comprenderemos el pasado si no somos capaces de sabotear ab ovo todas las mistificaciones del presente.

Miquel Amorós

A propósito de las jornadas de Valencia de noviembre pasado por la memoria anticapitalista.

Marzo 2008




lunes, marzo 10, 2008

Más sobre el 77 italiano. Radio ALICE: a desalambrar el éter y la posterior ofensiva neoliberal en las comunicaciones. 



(también tomado del texto de Bifo "1977: El año en que el futuro se acabó..."):

Information to the people
Information to the peoplees uno de los eslóganes que nacen del
movimiento de la contracultura en la California de los años
sesenta. En el caldo de cultivo de la costa occidental de los
Estados Unidos crecieron Steve Wozniak y Steve Jobs, fundadores
de Apple Computer, y creadores de la filosofía y la
práctica que está en la base de la difusión de la informática,
el interfaz amistoso, el espíritu de red y el open source. El año
en el que se registra la marca Apple es, qué casualidad, 1977.
En ese año se produce en Italia el estallido de una forma
innovadora de comunicación, la de las radios libres y la del
uso del directo en las transmisiones radiofónicas. El nacimiento
de las radios libres es consecuencia de un acontecimiento
jurídico de diciembre de 1974. En ese mes el Tribunal
Constitucional italiano estableció la inconstitucionalidad del
monopolio estatal del éter, y estableció de forma indirecta el
derecho de transmisión para cualquier ciudadano o asociación.
El propio Tribunal, en esa misma sentencia, reclamaba
la necesidad de una regulación del uso del éter.

En ese vacío legal algunos empezaron a entrever la posibilidad
de construir estructuras de información completamente
libres, desligadas de cualquier institución estatal o
política, y de cualquier interés comercial, económico o especulativo.
Y era posible. El coste de instalación de una emisora
radiofónica era en esa época irrisorio. Incluso para los
estudiantes o los jóvenes obreros era posible conseguir los
pocos cientos de miles de liras que hacían falta para comprar
un transmisor, un equipo de alta fidelidad y una mezcladora.
Fue así como nació Radio Alice, la primera radio libre
capaz de poner en marcha un proceso de autoorganización
creativa y poner a disposición del movimiento un instrumento
simple y eficaz de información. Radio Alice nació el 9
de febrero de 1976. Desde los primeros días de emisión suscitó
una oleada de indignación en la opinión pública bienpensante.
Il Resto del Carlino, el diario boloñés ultraconformista
denunció que «Radio Alice emite mensajes obscenos», mientras
el PCI insinuaba que detrás de la radio debía haber intereses
ocultos. No había ningún financiador. La radio se finan-
ciaba con las aportaciones voluntarias de los redactores, que
al principio eran una decena y en pocas semanas alcanzaron
un número incalculable. No había una programación fija
para cada día, salvo un boletín político emitido a horas más
o menos regulares y algunas emisiones un tanto peculiares,
como las lecciones de yoga por las mañanas y las largas
sesiones de música en directo y de poesía que se prolongaban
hasta altas horas de la noche.

Radio Alice, como A/traverso, la revista maodadaísta que
empezó a publicarse en mayo de 1975, fue el signo explícito
y declarado de una voluntad del movimiento de salir de los
esquemas lingüísticos del movimiento obrero tradicional y
de experimentar lenguajes provocadores y directos que se
inspiraban en el surrealismo y el dadaísmo, y que proponían
técnicas de agitación propias de la cultura hippy: la burla,
la ironía, la difusión de noticias falsas, la mezcla de tonos
líricos y tonos histéricos en la comunicación política, la mezcla
del horizonte histórico con los acontecimientos menores
de la vida diaria. Sexualidad y drogas se convirtieron por primera
vez en asunto de discusión y activismo. No debemos
olvidar que esos son también los años en los que aparecen en
la escena cultural, primero en Estados Unidos, después en
Europa, el movimiento feminista y el movimiento gay. Son los
años en los que el consumo de drogas, hasta entonces un fenómeno
absolutamente marginal, se convierte en un elemento
característico de las vivencias estudiantiles y juveniles.

Al mismo tiempo, el pensamiento filosófico, en especial
en Francia, repiensa en términos de microfísica el horizonte
del poder y de la liberación. La subjetividad ya no es identificada
en los modos monolíticos propios de la ideología, de
la política, de la pertenencia social, sino mediante toda una
microfísica de las necesidades, del imaginario, del deseo. La
noción de microfísica social fue introducida en la discusión
por Michel Foucault y posteriormente desarrollada por
Deleuze y Guattari en el Anti-Edipo. La noción de sujeto es
sustituida por la de subjetivación, para indicar que el sujeto
no es algo dado, socialmente determinado e ideológicamente
consistente. En su lugar, debemos ver procesos de
atracción y de imaginación que modelan los cuerpos sociales,
haciendo que actúen como sujetos dinámicos, mutables,
proliferantes. La Historia de la locura de Michel
Foucault, el Anti-Edipo de Deleuze y Guattari y Fragmentos
de un discurso amoroso de Roland Barthes son libros en torno
a los cuales se generó un enorme interés en aquellos años.
Estos libros acabaron por convertirse en puntos de referencia
del discurso político, a pesar de no tener carácter de programa
político. Estos libros proponían un estilo, el estilo
nómada, no identitario, flexible pero no integrable, creativo
pero no competitivo. El movimiento boloñés alimentó su
lenguaje y sus comportamientos con las palabras que salían
de aquellos libros y por ello desarrolló con anticipación una
idea del movimiento como agente simbólico, como colectivo
de producción mediática, como sujeto colectivo de enunciación,
por utilizar la expresión de Guattari.

Durante todo el siglo del movimiento obrero, el problema
de la producción cultural se había planteado en términos
puramente instrumentales, en términos de contrainformación,
de restablecimiento de la verdad proletaria contra la
mentira burguesa. La cultura era considerada (según las
tesis del materialismo histórico) como una superestructura,
un efecto determinado por las relaciones de producción. El
pensamiento postestructuralista francés puso en crisis esta
visión mecánica.

Tomando como referencia la ruptura que significó el postestructuralismo
francés, la revista A/traverso llevó adelante
una dura batalla contra el materialismo histórico y su mecanicismo.
Radio Alice rechazó siempre ser identificada como
un instrumento de contrainformación. Para empezar, Radio
Alice no era un instrumento. Era un agente comunicativo.
No estaba al servicio del proletariado o del movimiento,
sino que era una subjetividad del movimiento. Y, sobre
todo, no pretendía restablecer la verdad negada, oculta,
conculcada o reprimida. No existe una verdad objetiva, que
corresponda a una dinámica profunda de la historia. La
historia es precisamente el lugar en el que se manifiestan
verdades contradictorias, producciones simbólicas todas
ellas igualmente falsas e igualmente verdaderas.
La lección desencantada de la semiología de Umberto Eco,
del postestructuralismo de Foucault y de Deleuze–Guattari
se infiltró con fecundidad en las teorías y las prácticas de las
radios del movimiento, y poco a poco agrietó el edificio de la
ortodoxia. La cultura dejó de ser considerada una superestructura,
para entenderse como una producción simbólica que
forma el imaginario, es decir, el océano de imágenes, de sentimientos,
de expectativas, de deseos y de motivaciones sobre el
que se funda el proceso social, con sus cambios y sus virajes.

La batalla del mediascape

El movimiento boloñés intuyó con antelación la función
decisiva de los media en una sociedad postindustrial. Esta
sensibilidad fue mérito, entre otros, del DAMS boloñés, la
escuela nacida precisamente en aquellos años en la que enseñaban
personas lúcidas como Giuliano Scabia, Umberto Eco
o Paolo Fabbri. En cierto sentido podemos decir que el movimiento
del ‘77 fue también un laboratorio de formación para
millares de operadores de la comunicación que en los decenios
siguientes han participado en la gran batalla de la
comunicación desarrollada desde el ‘77 hasta hoy. Esa batalla
ha acabado por sobredeterminar la lucha política, de
modo que hoy el rey de la televisión es el rey de la república
que, de hecho, es una república monárquica.

Esa batalla ha acabado en desastre. Tras la sentencia
del Tribunal Constitucional italiano que hizo posible la libertad
de emisión, mientras nosotros hacíamos las primeras
radios libres, la izquierda nos advertía, desconfiada: «Ahora
vosotros abrís esas pequeñas radios democráticas, pero
mañana llegará el gran capital y se adueñará así del sistema
mediático». Así sonaba, más o menos, el reproche de la
izquierda y en especial del PCI. Se pensaba que acabaría por
ser Rizzoli, propietario entonces de varias cabeceras de diarios,
quien construyese un imperio mediático en el espacio
abierto en aquellos años, pero finalmente fue Berlusconi. La
brecha abierta por las pequeñas radios libres le permitió
crear Milano cinque que después se convirtió en Canale
Cinque. ¿Tenía entonces razón el PCI, que defendía el carácter
público de la información y nos ponía en guardia frente
a los peligros de la liberalización, que abría el camino al gran
capital? No, no tenía razón el PCI, la tenía el movimiento de
las radios libres. Porque la libertad de información, además
de ser un bien en sí mismo, es también un proceso
inevitable, porque no se puede contener el flujo de proliferación
de la información. El movimiento había intuido la
evolución de las relaciones entre comunicación y sociedad,
y habría podido transformarse en un gigantesco laboratorio
de producción comunicativa. Ese habría sido el antídoto
contra el peligro Berlusconi, el antídoto anticipado contra
la ciberdictadura. Pero no sucedió eso. En marzo se
produjo una insurrección dramática y al mismo tiempo
alegre, en septiembre se produjo el congreso contra las
represiones.

viernes, marzo 07, 2008

NO FUTURE EN ITALIA 1977 


El 68, año del inicio del "segundo asalto proletario a la sociedad de clases", duró en Italia hasta 1977. Poco se sabe de este movimiento, razón por la cual el libro sobre el tema editado por los camaradas de Traficantes de Sueños se agotó muy rápido. A continuación, extractos del texto de Bifo "El año en que el futuro se acabó" incluído en dicho libro. Pueden descargarlo enterito en el sitio de Traficantes:

Cuando se habla de 1977 vienen a la mente una serie de asociaciones de ideas, imágenes, recuerdos, conceptos y palabras, a menudo incoherentes entre sí.

El ‘77 es el año en el que estalló y se desplegó un movimiento de estudiantes y de jóvenes proletarios que se expresó de forma muy intensa en las ciudades de Bolonia y Roma. En algunos ambientes, setenta y siete evoca violencia, tropelías, años de plomo, miedo en las calles y en las escuelas. En otros ambientes significa, en cambio, creatividad, feliz expresión de necesidades sociales y culturales, autoorganización de masas, comunicación innovadora.

¿Cómo pueden convivir estas dos visiones, a menudo en la mente de las mismas personas? 1977 es un punto de contacto o, más bien, de cesura, el punto en el que se encuentran (o tal vez se separan, pero es lo mismo) dos épocas diferentes.

Por ello se trata del momento de emergencia y de formación de dos visiones incompatibles, de dos percepciones disonantes de la realidad. En ese año alcanza su madurez la historia de un siglo, el siglo del capitalismo industrial y las luchas obreras, el siglo de la responsabilidad política y las grandes organizaciones de masas. Se empieza a entrever la época postindustrial, la revolución microelectrónica, el principio de la red, la proliferación de los agentes de comunicación horizontal, y, por tanto, la disolución de la política
organizada, la crisis de los Estados nación y de los partidos de masas.

No debemos olvidar que 1977 fue —además del año de los movimientos de contestación creativa en las universidades y barrios italianos— muchas otras cosas, no todas alineadas en la misma dirección ni bajo el mismo signo. Fue el año del nacimiento del punk, el año del jubileo de la Reina de Inglaterra contestado por los Sex Pistols, que pusieron patas arriba la capital británica durante días y días con música y barricadas lanzando el grito que marca como una maldición los siguientes dos decenios: No Future. Pero es también el año en el que en los garajes de Silicon Valley chicos como Steve Wozniak y Steve Jobs, hippies libertarios y psicodélicos logran crear el interfaz user friendly2 que hará posible en pocos años el acceso cada vez más amplio y popular a la informática y después a la telemática de red. Es el año en el que Simon Nora y Alain Minc escriben un informe al Presidente de la República Francesa, Valery Giscard d’Estaing, titulado L’informatisation de la société,3 en el cual se esbozan las transformaciones sociales, políticas, urbanísticas previsibles en la época siguiente como consecuencia de la introducción en el trabajo y en la comunicación de las tecnologías digitales y de la telemática (es decir, la informática a distancia; es decir, la conexión en red de los ordenadores; es decir, Internet).

1977 es también el año en el que son procesados los rebeldes de la Banda de los Cuatro (aka THE GANG OF FOUR! m.g.), Chiang Ching, WangHung-Wen, Yao Wen-Yuan y Chiang Chung-Chao. Los cuatro ultramaoístas de Shanghai fueron llevados encadenados a Beijing y condenados a penas de cárcel larguísimas, porque representaban, a ojos del grupo dirigente denguista, la utopía de una sociedad igualitaria en la que las reglas económicas serían anuladas en favor de una primacía absoluta de la ideología. La utopía comunista empieza su larga crisis precisamente allí donde había sido llevada hasta sus consecuencias más extremas y sangrientas, allí donde la Revolución Cultural Proletaria había desencadenado las tendencias más radicales e intransigentes. Pero es también el año en el que en Praga y Varsovia se extienden las primeras acciones de disidencia obrera y los disidentes checos firman la Carta 77. Es el año en el que Yuri Andropov (director entonces del KGB) escribe una carta al cadáver ambulante de Leonid Breznev (secretario general del PCUS y máxima autoridad de la Unión Soviética) en la que le dice que si la URSS no es capaz de recuperar con rapidez el retraso en el campo de las tecnologías de la información el socialismo se hundirá. El ‘77 no se puede comprender sólo ojeando el álbum italiano en el que hallemos las fotos de jóvenes de pelo largo con la cara cubierta por un pasamontañas o una bufanda. No se puede entender limitándonos a escuchar eslóganes truculentos, en parte ideológicos, en parte extrañamente surrealistas.

En ese año se pasa la página del siglo XX tal como en 1870–71, en las calles ensangrentadas de París, la Comuna pasó la página del siglo XIX y mostró con qué luces y sombras se anunciaba en el horizonte el siglo XX. Debemos intentar tener en cuenta esta complejidad cuando hablemos del acontecimiento italiano que fue el movimiento autónomo y creativo, porque sólo a partir de esta complejidad podremos entender qué sucede más allá de la crónica callejera, de las manifestaciones, de los enfrentamientos, de los cócteles molotov, más allá del debate sobre la violencia; más allá de la represión violenta con la que el Estado y la izquierda arremetieron contra el movimiento hasta criminalizarlo y empujarlo en brazos del terrorismo brigadista.

Marzo fue colorido y feliz, creativo e inteligente.
Septiembre fue plomizo y rencoroso, ideológico y agresivo


El movimiento había encontrado la calle bloqueada por las tanquetas, y cientos de jóvenes habían acabado en la cárcel. La esperanza de marzo se convirtió en la tenebrosa y desesperada determinación de septiembre.

El terrorismo vino después, y la heroína también.

Llegaron para traer la derrota, para eliminar al único adversario posible del ciberfascismo italiano. Hoy escribimos estas páginas en un clima completamente transformado. De momento, y no sabemos hasta cuando, el ciberfascismo habrá ganado la batalla. Personajes ridículos dominan la escena de la política amenazando con posibles desastres.

El mediascape de hoy (doscientas mil veces más cerrado que el mediascape del 77) está estructurado según las mismas líneas de entonces. Había entonces una información completamente controlada, una información de régimen que procedía del púlpito del Compromiso Histórico, de la iglesia católicotogliattiana.

Y de golpe aparecieron las radios libres, los panfletos transversales, los indios metropolitanos, los centros del proletariado juvenil, los primeros grupos de videoactivistas.

Del mismo modo, la información hoy está completamente controlada, procede de una única fuente como entonces.

Un único patrón gobierna los flujos que rocían la mente barroca del pueblo italiano. Pero de golpe ha surgido la innumerable masa de comunicación horizontal que compone Internet, los cien mil nodos de la red Indymedia, la proliferación de videomakers por las calles.

Tal vez sea en este terreno, en el de la comunicación, la producción del imaginario, de la formación de los panoramas psíquicos, donde se dibuje una posibilidad de recuperación de una perspectiva civil, política y cultural que permita superar la actual barbarie. Suponiendo que quede algo de humano cuando acabe la tormenta. Algo que no está del todo clara.

El ‘77 fue, recordémoslo, anticipación e inicio del fenómeno llamado punk, que ha representado el alma más profunda de las culturas juveniles de los años ochenta y noventa.

El punk no fue, en realidad, un puro y simple gesto inmediato de revuelta, aunque le encantase presentarse como tal.

El punk fue el despertar de la conciencia tardomoderna frente al efecto irreversible de devastación producido por todo aquellos que los movimientos revolucionarios no supieron cambiar, eliminar, destruir.

El punk fue una especie de desesperada y lúcida consciencia de un después sin salvación.

No future, declaró la cultura punk contemporánea de la insurrección creativa de Bolonia y de Roma: «No hay ningún futuro». Aún estamos en ese punto, mientras la guerra más demencial que la humanidad haya conocido destruye las conciencias y las esperanzas de una vida vivible. Estamos aún allí, en el punto en el que nos dejó el congreso de septiembre de 1977.

No future sigue siendo, hoy como entonces, el análisis más agudo y el diagnóstico más acertado.

Y la desesperación el sentimiento más humano.

miércoles, marzo 05, 2008

¿es el antiartista, pese a todo, un artista? 


Vi el show de Peter Frampton en Viña del mal. Al otro día, observé por primera vez el DVD de Dinosaur Jr. resucitado (con la formación clásica de J. Mascis, Murph y Lou Barlow), en vivo en el Middle east, y concluí que J. Mascis es nada menos que el Peter Frampton de nuestra generación (y, de hecho, en el segundo de su trilogía de albums de lujo -"You´re living all over me", SST records, quien no lo tiene es un poser- este trío ofrece su bella y desgarbada versión de "Show me the way"). No es como para alegrarse mucho, en todo caso. Aclaro: amo a Dinosaur Jr. pero ya una vez acabada la formación original y tras la agonía horrible de los 90 bastaba con quedarse con ese legado de los 80....¡estoy aburrido de todos estos "retornos"! Por esta vía el punk rock pasa a ser una especie de AOR retro...puaj!



También observé hace poco el doble DVD de Ramones, It´s Alive, que reune en estricto orden cronológico actuaciones desde 1974 hasta no me acuerdo. El segundo DVD ya se empieza a hacer medio fome luego de un rato, pero el primero es glorioso e imprescindible y todo punk rocker que se precie de tal debería verlo al menos una vez en lo que le quede de vida. Aclaro que, pese a haberme enamorado de los Ramones justo un poco antes de "Mondo Bizarro" (es cierto: fui un punk "tardío", antes de eso estaba 100% entrampado en el pretenciosamente autodenominado "Rock In Opposition"...), al cabo de un tiempo de fanatismo total concluí que la banda que merece toda mi admiración y amor es la de los 3 primeros discos, más el primer en vivo, y a lo más hasta los dos posteriores (hasta "End of the century", que en rigor es un disco de Phil Spector). Por eso es que es el primer disco de este artefacto el que me genera el mayor interés....(cuando en el segundo uno ve su concierto en Argentina por 1988/89, ya parece ser otra banda muy muy diferente...). Pero lo más sorprendente, lo que por sí solo amerita todo el interés de este documento es la primera filmación, de 1974, en el CBGB, cuando los Ramones eran parte de un medio local pequeño y me imagino que compuesto de amistades cercanas. De hecho, parece ser nada menos que David Johansen de los NY Dolls quien los presenta. Los Ramones arremeten en un estilo totalmente fresco, garage/glam y adolescente....Cometen errores, discuten entre ellos y se rien, y Joey practica a cada rato una especie de patada voladora que nunca más le vimos hacer, y hasta termina en un momento arrastrándose por el suelo a la Iggy...El artefacto este valdría la pena tan sólo por esas pocas canciones de una banda que al poco tiempo ya se había transformado y "profesionalizado" bastante. Estos son los Ramones originales, que el resto del mundo nunca conoció. Cuando, más avanzado en el tiempo y en DVD, los Ramones vuelven a tocar en el CBGB hacia 1976/77 ya todo es diferente: no hay patadas voladoras ni pausas, y las primeras filas del público están llenas de Suzys, Sheenas, Judys y demás punks y headbangers del bello sexo...es decir, estos adolescentes proletas buenos para el pegamento y el high voltage rock and roll las habían conquistado a ellas y al mundo entero. Acá pueden observarlos el 74 tocando "Judy is a punk". (Sé que hay formas más indirectas y sofisticadoas de acercarlos a este video, pero no las domino y no me interesan. Too late).

Los Beatles eran drogadictos. Ya lo sabíamos, pero ahora aprecen más pruebas. CONACE debería prohibir la difusión de sus discos y materiales, pues son un mal ejemplo para la juventud poquemona actual. (Se han fijado como antes el mecanismo de la "recuperación" operaba siempre a posteriori, en cambio desde los 90 la Industria Cultural no espera a chupar la sangre de los nuevos movimientos subculturales sino que los crea directamente y a priori, con ayuda de la prensa y la TV? Grunge, poquemones, etc.). Así que, adelante los beatlemaniacos que supuestamente en Chile son legión: ¡un esfuerzo más, y a despenalizar el caño!:

El director Richard Lester nos confirma en el documental complementario algo que sospechábamos desde la primera escena: "Help!" fue filmada bajo la influencia de grandes cantidades de marihuana y eso se nota a pesar de los esfuerzos de la maquilladora por disimularle los ojos rojos a los chicos de Liverpool.

Entre porro y porro, se suceden y explican los diálogos absurdos y las secuencias que predelinean lo que será su etapa más psicodélica.

La ficticia casa donde habitan es una joya de humor absurdo y comedia surrealista. Burlándose de la pretenciosa estética vanguardista de la franquicia de James Bond y tomando como base el humor físico y efectivo de "La Pantera Rosa", la historia del anillo místico de Ringo Star se desgrana en una serie de secuencias cómicas, en ocasiones inconexas, pero siempre divertidas.

Asistimos también al nacimiento de la estética del video clip con la filmación de "Ticket to ride", una secuencia en la nieve de Los Alpes que establecerá un referente, cuando la industria musical se voltee en masa al formato audiovisual, intentando copar las pantallas de una cada vez más masiva televisión.


(Fuente: http://www.lanacion.cl/prontus_noticias_v2/site/artic/20080304/pags/20080304190852.html).



Viene Shellac (ay! los snobs deben estar excitadísimos! igual la banda no es mala, y Albini es un personaje). Viene Bob Dylan (y desde que le cantó al Papa polaco....fuck off!). Viene Jane Birkin (y el telonero que le pusieron! pobrecita). Vienen los Bad Brains reloaded a Buenos Aires.

"Lucharé para que el fracaso sea posible" (Lemmy Caution, en el film de Godard "Alphaville").

lunes, marzo 03, 2008

Yasushi Ozawa: R.I.P. 



Hace aproximadamente un mes, a los 50 años de edad, dejó este mundo el gran bajista japonés Yasushi Ozawa, miembro de Marginal Consort, East Bionic Symphonia y Fushitsusha. Personalmente he podido apreciar su tremendo bajismo en la obra de Fushitsusha, donde participó de muchísimos albums, y además puede ser visto en acción en el glorioso video/DVD de PSF records con 53 minutos de una actuación teloneando a Painkiller en el Club La Mama de Tokyo, en 1991, que es para quedar sin aliento. Afortunadamente, algún héroe anónimo se dio el trabajo de subir a Youtube ese concierto en 6 partes. Recomiendo verlo en su integridad, homenajeando al gran Ozawa-san cuya obra no será olvidada.


Fushitsusha en vivo

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