viernes, junio 05, 2015
Tesis sobre Feuerbach
Escrito en alemán por Karl Marx en la primavera de 1845. Fue
publicado por primera vez por Friedrich Engels en 1888 como apéndice a la
edición aparte de su Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica
alemana.
[I] El defecto fundamental de todo el materialismo anterior
-incluido el de Feuerbach- es que sólo concibe las cosas, la realidad, la
sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad
sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el
lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo,
pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la
actividad real, sensorial, como tal. Feuerbach quiere objetos sensoriales,
realmente distintos de los objetos conceptuales; pero tampoco él concibe la
propia actividad humana como una actividad objetiva. Por eso, en La esencia del
cristianismo sólo considera la actitud teórica como la auténticamente humana,
mientras que concibe y fija la práctica sólo en su forma suciamente judaica de
manifestarse. Por tanto, no comprende la importancia de la actuación
"revolucionaria", "práctico-crítica".
[II] El problema de si al pensamiento humano se le puede
atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema
práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es
decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio
sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica,
es un problema puramente escolástico.
[III] La teoría materialista de que los hombres son producto
de las circunstancias y de la educación, y de que por tanto, los hombres
modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación
modificada, olvida que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien
las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce,
pues, forzosamente, a la sociedad en dos partes, una de las cuales está por
encima de la sociedad (así, por ej., en Robert Owen).
La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de
la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como
práctica revolucionaria.
[IV] Feuerbach arranca de la autoenajenación religiosa, del
desdoblamiento del mundo en un mundo religioso, imaginario, y otro real. Su
cometido consiste en disolver el mundo religioso, reduciéndolo a su base
terrenal. No advierte que, después de realizada esta labor, queda por hacer lo
principal. En efecto, el que la base terrenal se separe de sí misma y se plasme
en las nubes como reino independiente, sólo puede explicarse por el propio
desgarramiento y la contradicción de esta base terrenal consigo misma. Por
tanto, lo primero que hay que hacer es comprender ésta en su contradicción y
luego revolucionarla prácticamente eliminando la contradicción. Por
consiguiente, después de descubrir, v. gr., en la familia terrenal el secreto
de la sagrada familia, hay que criticar teóricamente y revolucionar
prácticamente aquélla.
[V] Feuerbach, no contento con el pensamiento abstracto,
apela a la contemplación sensorial; pero no concibe la sensoriedad como una
actividad sensorial humana práctica.
[VI] Feuerbach diluye la esencia religiosa en la esencia
humana. Pero la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo.
Es, en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales. Feuerbach, que no
se ocupa de la crítica de esta esencia real, se ve, por tanto, obligado:
A hacer abstracción de la trayectoria histórica, enfocando
para sí el sentimiento religioso (Gemüt) y presuponiendo un individuo humano
abstracto, aislado.
En él, la esencia humana sólo puede concebirse como "género", como una generalidad interna, muda, que se limita a unir naturalmente los muchos individuos.
En él, la esencia humana sólo puede concebirse como "género", como una generalidad interna, muda, que se limita a unir naturalmente los muchos individuos.
[VII] Feuerbach no ve, por tanto, que el "sentimiento
religioso" es también un producto social y que el individuo abstracto que
él analiza pertenece, en realidad, a una determinada forma de sociedad.
[VIII] La vida social es, en esencia, práctica. Todos los
misterios que descarrían la teoría hacia el misticismo, encuentran su solución
racional en la práctica humana y en la comprensión de esa práctica.
[IX] A lo que más llega el materialismo contemplativo, es
decir, el materialismo que no concibe la sensoriedad como actividad práctica,
es a contemplar a los distintos individuos dentro de la "sociedad
civil".
[X] El punto de vista del antiguo materialismo es la sociedad
"civil; el del nuevo materialismo, la sociedad humana o la humanidad
socializada.
[XI] Los filósofos no han hecho más que interpretar de
diversos modo el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo.
Etiquetas: Alta filosofía, Marx y Bakunin, teoría revolucionaria
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