Delirio Místico: "A mon seul désir" (Según mi solo deseo)

Después de haber escrito mi lista 2002 –y habiéndome dado cuenta del problema de tener que discutir el fenómeno de la nostalgia-, cometí el error de gastar 1.900 pesos (3 dólares, para los lectores internacionales –que no necesariamente es lo mismo que internacionalistas-) en una revista RDL que traía como CD de “regalo” un penoso artefacto titulado “Momentos 2002”.

Según esta selecta gama de críticos culturales (RDL) los mejores momentos o canciones del 2002 estaán representados por las siguientes bandas y/o artistas: Saint Ettienne; the Notwist; Antipop Consortium; El-P; Programme; the Libertines; Sleater-Keanney; Gordon Gano and Lou Reed; Low; the Delgados; Parker and Lily; Beth Gibbons & Rusty Man; Baxter Dury; Thalia Zedek; Songs:Ohia; Mary Gauthier; Lambchop; Solomon Burke.

Tras mi impacto inicial causado por la bajísima calidad de lo se supone era lo más selecto del año, pasé a meditar que quizás era mejor sacar de este insignificante evento las conclusiones más adecuadas. Así que vamos con las conclusiones:

-Si esto es lo mejor del 2002 según esa revista, habría que salir arrancando frente a lo que podríamos temer que sea lo peor.

-En efecto, de todo el paquete sobresalen unas pocas canciones, e incluso en esos casos, fácil es concluir –en base a un fuerte conocimiento histórico- que todo ese tipo de material fue hecho antes y mejor (Sleater Kinney es más gracioso que bueno; en relación a Antipop Consortium... cuesta creer que se les trate como una banda “experimental”, y quedo pensando en si valdrá la pena conseguir el álbum que hicieron hace poco junto al gran pianista Matthew Shipp; Gano (ex-Violent Femmes), Reed (ex-ustedes saben qué) y Zedek (no me cuerdo y no me importa demasiado –recuerdo el tiempo en que recordaba- pero se presenta acá cantando una canción clásica de la ex-banda del cantante mencionado justo antes de ella en este artículo: “Candy Says”) están en plena decadencia, aunque conservando algo de estilo que cada vez es menos elegante; Burke....bien, (pero es una reedición!) .

-El resto del material de este CD-mostrario de decadencia de principio de siglo-milenio redefine en el mejor de los casos el concepto de mediocridad, y debiera hacer pensar en los motivos de tal vacío creativo. O más que eso, en los motivos por los cuales tales bandas gozan aún de un cierto prestigio “musical”. Mejor aún, confirma que, Lester Bangs dixit, no es por nostalgia que muchos hemos decidido sumergirnos en el pasado, sino por buen gusto.


Pasemos ahora, entonces, al tema que nos convoca: las sutilezas metafísicas de la mercancía, entendidas desde el punto de vista de la apreciación de las compras musicales recientes de Julio Cortés (aka Jugo, que ha sido oído recientemente proclamando que en este ámbito – el musical- necesitamos a la mercancía –razón por lo cual Jugo/Julio no parecen interesados en fenómenos como MP-3 y sus variaciones).

1.- Este es el rubro que podemos denominar: momentos 2003, lo mejor del 2003, o algo así. Tal como siempre, debo empezar señalando que compré muy pocos CDs grabados, editados y/o lanzados este año. Poquísimos, en realidad. Y de lo que recuerdo últimamente –maniobra que necesariamente debe dejar fuera un par de materiales que olvidé, y no necesariamente porque merecieran el olvido sino porque, bueno, ya se sabe, tantos años de masacre neuronal no pueden pasar en vano- tenemos este resultado...........................
( Efecto piscola, efecto acumulación de buenos momentos... la verdad... ¿recuerdan el concepto “Less than zero”? –menos que cero, para los exclusivamente hispanoparlantes, que en la generalidad de los casos supongo deben ser anti-imperialistas de viejo cuño- )

...la verdad es que este rubro culmina en un:
Premio Desierto.
Es verdad. Acabo de descubrir que no compré nada que pueda entrar en este ítem.

Para ofrecer algo a cambio les digo, eso sí, que lo peor que escuché este año (definiendo el concepto de “peor” en base a una ecuación que considera las pretensiones musicales declaradas versus el producto real del trabajo humano musical ofrecido a la escucha), declaro como la peor bosta pretenciosa del año a THE MARS VOLTA. (Y no estoy dispuesto a discutirlo) .

2.- ITEM REEDICIONES.

Ahora nos estamos entendiendo.

En este terreno hay mucho que decir. Empecemos por las adquisiciones que fueron lanzadas el 2003:

-Bad Brains, Banned in D.C.: Bad Brains Greatest Riffs.
La conjunción de factores que consituía la base de esta banda siempre fue extraña, capaz de anunciar tanto lo mejor como lo peor: rastafaris norteamericanos que escuchaban jazz-fusión y funk (tipo Mahavishnu Orchestra, Earth Wind and Fire y Stevie Wonder), pero tocaban punk, acelerándolo al punto que inventaron en gran medida el hardcore-punk....
En mi fase ultraharcorepunkoianarchovegetariana me encantaban. Pero en esa época me había autoacondicionado para apreciar únicamente los momentos de alta velocidad y agresión, desechando a la vez sus esporádicos pero recurrentes momentos reggae (hay que reconocer, pese a todo, que los Bad Brains tenían por lo menos la decencia de hacer temas punk y temas reggae. Es decir, no era usual que dentro de una misma canción prepararan una ensalada de mal gusto con 30 segundos de ska, 10 de jazz y 40 de punk -mezcla que lamentablemente se popularizaría posteriormente en los 90 (Ver. Voodoo Glow Skulls como ejemplo de este síndrome-).

Bueno. Yo amaba a esta banda. No la había vuelto a escuchar en mucho tiempo. En un ataque de nostalgia compré este recopilatorio (o “coletánea,” para o público brasileiro). Le di una primera escucha ansiosa, y en resumen podría señalar que estas fueron mis impresiones:
suena mal, es potente, no es muy creativo, me gusta.

Al cabo de un par de escuchas más intensas concluí que las mejores canciones son Pay to Cum, I Against I, Sailin´On y How Low Can A Punk Get. Sencillamente brillantes en su articulación espontánea de velocidad hardcore con una voz que pese a ser violenta tiene mucha alma (soul, groove, etc.), alta precisión bajística y solidez guitarrística semimetalizada. Pero el resto del CD, es menos brillante. Muchas canciones son realmente horripilantes, en particular todas aquellas tomadas del album QUICKNESS. Los temas reggae (que tomados del álbum ROCK FOR LIGHT aparecen aquí al final del CD) tienen algo, pero no le llegan ni a los talones a cualquier buena banda reggae (es decir, no hay comparación posible con Augustus Pablo, Lee Perry, U-Roy, LKJ o King Tubby, y ni siquiera con actos menores como Black Uhuru o los Wailers). En conclusión: buen precio para la nostalgia (8 lucas en Billaboard), mal envejecimiento del producto – con honrosas excepciones-.

-Essential Logic, Fanfare in the Garden, Kill Rock Stars records.
Ebrio y/o sobrio es usual que termine hablando de deudas históricas que las ediciones en CD recientemente están pagando. Entre ellas podemos mencionar a ese gran cúmulo de bandas que en la era inmediatamente post-punk mezclaron el espíritu negativo (en el sentido de negación radical de un cierto estado de las cosas) y espontáneo de aquél “estilo” (¿) con influencias musicales de las más diversas (funk, free-jazz,, blues beefheartiano, dub-reggae, música de otros países –“world music” es la denominación más aséptica -, etc.).

Dentro de ese cúmulo encontramos a la banda británica Essential Logic, formada en 1978 por Lora Logic (ex-saxofonista de X-Ray Spex, acompañada por un desfile de miembros que incluyó al baterista Charles Hayward, legendario miembro de This Heat, Camberwell Now, y recientemente Massacre. Además, Lora participó en la segunda encarnación de Red Crayola).

Fanfare in the Garden es el título de una canción de Essential Logic. Bajo el mismo nombre el sello Kill Rock Stars editó a principios del 2003 este doble CD que reúne las obras completas de la banda. El material, entonces, va desde 1978 a principios de los 80, con varios cambios de formación que acompañan una evolución muy interesante desde el punk crudo e inteligente de los primeros momentos a incursiones en sonidos y ritmos más influenciados por la vanguardia y el pop. En este sentido, la evolución de la banda parte por demostrar que en la era punk lo más inetresante era el espíritu, esa actitud de hacer las cosas por ganas, creativamente, y sin necesidad de hav¡ber sido consagrado ni autorizado por nadie (ni las escuelas de músicas ni la moda ni la visual), y es así que recordamos y amamos la particular variedad de punk que nos brindaron las bandas que formalmente no eran clásicas: Wire, Gang of Four, The Fall, Mekons, The Slits, The Raincoats, Kleenex/Liliput – a quien Kill Rock Stars dedicó en el 2002 un doble CD con sus obras completas....). En la fase intermedia, o segunda época, la banda profundizó sus raíces más bailables y experimentales, con resultados sorprendentes y plenamente reivindicables (por más que luego de este momento la banalización del post-punk llegó a generar en quien escribe anticuerpos que a veces es necesario superar con un trabajo esforzado y consciente).

En el segundo CD los resultados de toda esta evolución llegar a ser más abiertamente discutibles, y junto a grandes temas como “Born to Flames”, que se grabó con Art and Language/ Red Crayola, enfrentamos temas recientes bastante banales, e incluso un bodrio de proporciones bajo la forma de una canción navideña krishna (tanto Lora como la ex-vocalista de X-Ray Spex, Poly Styrene, adoptaron esta religión a principios de los 80). Esta canción navideña es, de hecho, tan mala, que tiene la capacidad de hacer bajar por sí sola en varios puntos la evaluación de esta compilación. En favor de la unidad histórica del concepto podríamos argumentar en este punto que nada tiene que ver esa formación religioso-patética con Essential Logic (y que de hecho tal canción no está acreditada bajo ese nombre), pero es en vano, la decadencia religiosa asoma su impresentable nariz, recordándonos que como refugio va a seguir sinedo una carnada inevitable para muchos camaradas por mucho tiempo más. Y, frente a eso, poco queda por justificar. Una vez más.

(CONTINUARÁ, con referencias a discos de The Fall, Peter Brotzmann, Mekons, Archie Shepp, Orchestra Baobab...entre otros, más comentarios sobre el nuevo libro compilatorio de Lester Bangs, y crónicas de la última gira en Chile de Dialéctica Negativa).