Delirio Místico: "A mon seul désir" (Según mi solo deseo)

Espectáculo (definición):
Predominio completo de la abstracción real de la forma-mercancía sobre las variadas esferas de la vida, transformándola en un mundo de imágenes cada vez más alienadas y distantes del control social consciente.

El concepto surge con Guy Debord y los situacionistas franceses para designar el carácter extremadamente alienado de las relaciones sociales modernas, especialmente en el período de la acumulación fordista y de la guerra fría entre capitalismo y socialismo de Estado. La sobreproducción de mercancías del período llevó a la necesidad de políticas estatales keynesianas contra la crisis (evitando la sobreproducción de capital y el subconsumo). Los situacionistas, a pesar de los vestigios de marxismo tradicional, tomaron en serio la crítica del fetichismo de la mercancía.

El ?espectáculo? es la forma de exposición última y más desarrollada del poder alienado del mercado y del Estado, esto es, de la ley del valor y sus varias mediaciones, sobre todos los hombres; estos fueron, así, reducidos a meros seres contemplativos de todo este poder, a través de la forma suprema de la abstracción en imágenes, sobre todo las imágenes mediáticas, fragmentadas y descontextualizadas. ´Todo lo que antes era vivido directamente se aleja ahora en una representación´ (Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo, Tesis 1, 1967).

Desde entonces la ideología no es más un discurso autónomo den los reinos de la abstracción filosófica. Los espectadores pasivos viven realmente la ´ideología materializada´, una especie de ´religión de lo vulgar´ (Marx), cínica y positivista, de la economía clásica. Cuando se mira corriendo la cortina se ve el mundo capitalista exactamente como él es: ´el mundo de la mercancía se muestra así tal como es, puesto que su movimiento equivale al distanciamiento de los hombres entre sí y respecto de su producto global´ (ibid. Tesis 37). El fetichismo no es una mera ilusión, sino una ilusión real. Como compensación y adorno de la vida degradada, se extienden las formas de pseudo-uso y pseudo-actividad, no de una sociedad de abundancia, sino de una ´supervivencia aumentada´ (ibid., Tesis 40).

El ´espectáculo´ no es, por tanto, el reino del consumo (como en la lectura periodística, universitaria o post-moderna de los situacionistas), sino el producto de las abstracciones mercantiles que penetran en todas las esferas de la vida cotidiana, hasta la liquidación del individuo.

(Claudio R. Duarte, Sem Valor)