Delirio Místico: "A mon seul désir" (Según mi solo deseo)

CAN CAN

Si una banda mereciera pasar a la historia por el sólo y extraño hecho de ofrecernos a lo menos un par de canciones de calidad indiscutible, en el caso de CAN canciones así se encontraban ya en el primer álbum. Y la cosa siguió en ese nivel -a lo menos- por unos cuantos años más. Por eso es que la obra de CAN siempre impresiona a una multitud de gente en distintas épocas, amor que para comenzar sólo necesita de oír, por ejemplo, esas dos canciones: Father Can´t Yell, y Yoo Doo Right.




(Grabé CAN, una selección desde Cannibalism 1, en Melody Rock, donde Jaime cumplía la labor de presentarme todas las bandas que en base a mi prematura y fanática adicción a Gong, era posible que me gustaran también). Trató de reconstruir el primer álbum, falto un tema, pero le agregó Mother Sky. La reacción fue inmediata en mí. Y recuerdo la expresión de un vendedor de café que nos llenaba dos tazas mientras de esos parlantes flotaba Father Can´t Yell.




En la obsesión por encontrar paralelos políticos de las vanguardias musicales, no poca fue mi alegría al ver en un libro sobre la psicodelia que de acuerdo a Schmidt o Czukay CAN significaba Comunismo Anarquismo Nihilismo (Communism Anarchism, Nihilism).

Letras en inglés, pero cantadas por un negro norteamericano que en un teatro se trastornó durante una actuación y tuvo que ser enviado back to the USA) .

Festivales gratuitos. Para uno de esos conciertos gigantescos y gratuitos fue que reclutaron a un oriental que encontraron cantándole al sol en el pasto. Damo Suzuki, segundo vocalista, y presente en la mayoría de la obra de la fase más gloriosa. Tras su abandono, las escasas voces fueran asumidas por el resto de la banda. Sus últimos discos de los 70 son lamentables, pero no opacan su obra previa.




Mushroom Head, atrapada desde la señal a veces débil de una emisora nacional un domingo por la noche. Tago Mago: nunca se acaba de escuchar este álbum doble. Aun guardo con cariño el cassette en que lo garbé desde la radio en 1987. Ni siquiera ahora, 17 años después, parecen agotadas las posibilidades de escucharlo siempre de diferente manera. Dimensión oceánica (te puedes sumergir, y recorrer el fondo en distintos sentidos), al igual que Future Days, Soon over Babaluma, y las mejores partes de Landed.



La gente de una conocida banda de rocanrol actual me sorprendió con su común fanatismo por CAN. La historia es buena. Algunos de estos chicos vivían en el norte del país, y de alguna manera, en la casa de ella (la bajista) alguien que venía de lejos dejó una cinta de algo que a ella y ellos les parecía increíble, pero no sabían qué era. Ya en Santiago, estos dos hermanitos querían regalarle más de esa música a su amiga, y preguntando en la tienda Melody Rock (no creo que sea coincidencia, la diferencia es que ahora esa tienda vende casi pura multimierda para viejos chochos del rock progresivo. La tienda está al lado de la Extravaganza, otra disquería de mierda) recién se vinieron a enterar de que la banda era Can.

Esa banda a la que me refiero es GUISO (ver link). La próxima semana lanzan un álbum, en la Batuta el jueves 22 (pueden conseguir invitaciones escribiendo a algorecords@hotmail.com.) No se parecen a Can, pero son muy buenos, y de parecerse a algo de esa época están más cerca de MC5. Otra anécdota que recuerdo es que escuchando a Can en casa de los hermanos mencionados, durante la canción Mother Sky, versión larga (la del album Soundtracks), se alcanzó a juntar plata, ir a comprar, y empezar a consumir el vegetal. Todo eso con el mismo bajo y batería y las ensaladas de ruido encima. Notable. Ahora escucho Future Days, un favorito personal, cuchareando una sopa para duno de choclo a la cual agregué merquén, y después escucharé la canción homenaje que les dedicó The Fall: I am Damo Suzuki. Chao.