<$BlogRSDUrl$>

sábado, octubre 16, 2004

FRACASANDO EN LA QUINTA REGIÓN 

contingente john lenin


Y así se dio. Después de tocar solo dos veces en vivo (Fonda Garage del 17 y Fonda Rock del 18) el fenomenal pop combo autodenominado Fracaso emprendió el camino a la V Región el sábado recién pasado. Costó recuperarse de una noche que incluyó clases de Criminología, Ensayo de Familea Miranda, cervezas en la sala de ensayo de los susodichos, casa de Paula C. -aka revolutionary babe- con más cervezas, desayuno en su casa con ella y Manuschevich -niño colorín- y King Gordo, con vodka y cerveza y pan con mantequilla. Tras una siesta larguísima nos encontramos los 3 miembros de Fracaso en la estación de buses, y partimos.

king gordo, el niño problema


Tras enamorarse una vez en el bus y otra en la calle Valparaíso -es usual que los miembros de Fracaso se enamoren muchas veces al día, y en varias ocasiones de las mismas personas-, la alegría se acabó al saber que el dueño del local nuevo que se había conseguido un par de días antes había decidido que no se hiciera la tocata. El local previo (sindicato de panificadores) había a su vez sido prestado a una canditata fascistoide con total desinterés del acuerdo logrado previamente con Rodrigo Planzeta. Había afiches por todas partes, con Chuck Berry invitando al rock and roll de Fracaso, Malgobierno, Sin Fronteras y Malcom X, y así y todo no pasó nada. Fracaso de la primera fecha. Pero estaban todos los punk rockers, y tras una larga espera en la calle, que incluyó conversaciones con dos carabineros, nos fuimos con miembros de Malgobierno y amigos a la casa del Subcomandante Jarold y su hermosa, simpática e inteligente pareja, Alice. Ambos son grandes personajes. La hospitalidad de Jarold es legendaria, y esta vez no fue la excepción: alojamiento, cervezas, cocina vegetariana. Sólo faltaron caños. Y en cada ida a comprar algo se aprovechó de redecorar paredes con consignas de todo tipo, siendo la principal la vieja frase de Vaneigem: EL CAPITALISMO NO CONOCE OTRO PLACER QUE EL DE DEGRADARLOS TODOS. King Gordo compró en una feria un caset de The Clash con temas que están principalmente en el Black Market Clash, y lo escuchó unas 10 veces. Después este discjockey excelente nos emocionó con Black Flag y Subhumans.

Al otro día, partimos hacia Quillota, al Primer Festival (Con)tra el Aburrimiento de la Vida Moderna, organizado por los excelentes camaradas del Colectivo de (ex)artistas Involución. Camino hacia esa hermosa localidad, los tres miembros de Fracaso (King Gordo, Niño Hedonista y quien esto escribe, Niño Plancton) parlamentaron con miembros del Partido Socialista que hacían campaña electoral desde un camión. Les señalamos que pese a no ser nosotros allendistas, nos parecía que el "Compañero Presidente" merecía un cierto respeto que implicaría el evaluar como de muy mal gusto que tuvieran retratos suyos en los costados de su bus. Los personajes se enojaron bastante, y respondieron con frases del tipo "¿acaso él fundó tu partido?", "a mi me volaron los dientes los milicos en la tortura", "ella fue presa política". Al hacerles ver que por eso mismo era inconcebible que estuvieran ahora trabajando para una maquinaria que ya ni siquiera aspira a reformar el sistema, sino que solo a administrarlo, no se alegraron mucho más. Lo curioso es que manifestaron abiertamente no estar ni ahí con Lagos, y que aliados con la Democracia Cristiana están cagados.

Tomamos la micro, y al rato estábamos en Quillota. Los habituales daños corporales asociados a tocar en Fracaso empezaron para mi en el bus, donde me pegué en la boca con el asiente de delante y se me rompió el labio, sangrando de manera sutil pero constante. Apenas se llegó a Quillota no pudimos sino notar ciertos rayados nazis, que fueron redecorados. Mientras esto se hacía (el precario equipamiento de Fracaso incluía dos spray: rojo y negro), un conductor asomó su cabeza desde su vehículo gritando "anda a rayarte la raja". Y algo así hicimos, no exactamente en la raja, un rato después.

zé chalo: el niño plancton


El local (otro Sindicato, al parecer ligado al Partido "Comunista") era excelente. Una especie de casa antigua alargada, con patio, y que incluía un recinto con escenario, muy amplio. La gente veía en ese momento un documental hecho por Pablo sobre la banda Redención 9-11. Muy interesante como documento. Comimos pomelos, estaba Carola, la chica que llegó hace años desde Argentina con la banda Biófilo Panclasta y se quedó. Hace tiempo no la veía y me alegró mucho verla. Es de esas personas que no se olvidan.

Acto seguido y tras sentirnos ya familiarizados con el lugar y la gente presente (todos y todas muy simpáticos) partimos en búsqueda del vital elemento: cerveza. Tomamos prestados dos stencils -uno con una cabeza de gato y otro con la horrible faz de Escrivá de Balaguer a la que se agregó una esvástica en la frente- que fueron aplicados por el camino junto a rayadas misceláneos. Recuerdo bien la consigna que se escribió en la muralla de un liceo: ESTUDIANTE: DE TI DEPENDE. DEJARTE DOMAR, O UNIRTE A LAS FILAS ANTICAPITALISTAS.

De vuelta al local comenzaron a aparecer varios amigos, y se armaron muchas nuevas amistades. Dado que andaba con esa prenda conocida en mi entorno como shorts, procedí en un momento de felicidad a aplicar el stencil del gato en mi propia pierna, con spray rojo. Al ver eso, King Gordo ?el niño problema- se lo aplicó a su vez en su guata (con lo cual manchó irreversiblemente una hermosa polera del Family Man, de Black Flag, pero bueno, nos dio lo mismo). Algunos asistentes al festival declararon haber encontrado el camino al local siguiendo la estela de rayados hechos (Habrá que cambiar de hábitos en una nueva situación revolucionaria, pero por ahora las medidas mínimas de seguridad en la agitprop andan bien descuidadas. Bueno: qué más se le podría pedir a unos pastel punk treintones). Entre las apariciones más notables estuvo la de Katafú (para los que no lo conocen: otro pastel punk treintón, miembro hoy en día de Familea Miranda y al parecer de un power trío free glam llamado Miedito). Katafú había anunciado este viaje, pero, la verdad, yo creía que no se la podría con la caña o con tentaciones perfectamente comprensibles para todos los hedonistas dialécticos. Llegó, y llegó sonriente, con pocos pero buenos caños, y uno que otro comentario sobre el comunismo erótico, basado en experiencias prácticas recientes.

Nueva expedición cervecística, pero con consumo en la estación de trenes abandonada. Redecoración de propaganda electoral. Generación de amistad, y planes de tocatas futuras con los miembros de la banda Hemorragia (definida en el afiche como "héroes del punk local").


Pollo Pemucano: el niñohedonista


De vuelta al local, luego ya se generó el rock and roll. Curiosamente, se vió a King Gordo apurando las cosas, actuando como si fuera un tipo organizado. Pero fue una falsa alarma. Su pastelismo habitual resurgió apenas estaba ya en el escenario ejecutando la segunda canción. Nuestra intro, la canción intitulada "Osama way of Life" (o también: osama güei of laif), bastó para comprobar que los equipos estaban sonando muy bien (gracias Malgobierno), y arremetimos con nuestro himno generacional, "Zapatillas Dolphin". Mientras yo pensaba "esto está sonando bien, y estoy contento, y amo ejecutar el bajo, y la voz suena fuerte y se entiende la letra y por fin estoy de vuelta en la quinta región, donde nací, y donde solo había tocado dos veces: una con Disturbio Menor, otra con Agencia Chilena del Espacio y ahora con estos grandes amigos pastelazos..." King Gordo decide solucionar el hecho de olvidar la letra -que el mismo compuso y que ha ensayado decenas de veces- agregando en su reemplazo insultos para todo el público: "mono culiao, simio conchetumadre, sí, a ti te digo". Pero bueno, así no más es la hueá, y el rock and roll actual necesita de estas formas de negación del arte.

Tras unos problemas con el bajo (caída del Big Muff desde el sitial de honor en que estaba instalado, sobre el ampli, debido a tener un cable muy corto entre efecto y amplificador en esta ocasión), creo que seguimos pontificando con El Jumper de Janis Pope, que Gordo dedicó en esta ocasión a una morena hermosa en todos los sentidos de la que se enamoró -Francisca se llama. La verdad, los tres nos enamoramos de ella, pero Gordo estaba obsesionado-, Bob Mould (extraño tu pelo en pecho), y cerramos con Ha Ha Ha, de Flipper. Corto, pastel, intenso, y con una amplificación más que decente. El mejor set hasta ahora. Quedamos contentos, alguna gente expresó su gusto por esta dosis de rock and roll, y de allí en adelante los recuerdos se confundes: King Gordo enseñando el culo durante el set de L´Amant; Katafú siendo confundido con un mimbro de Fugazi, más caños, amistad erótica, nazis amenazando ?no los ví, estaba de compras de nuevo, pero al enterarme me aseguré de pedir por micrófono que si volvían actuáramos unidos y les sacáramos la conchesumadre-, debate con Pollo Pemucano -el niño hedonista del masaje tailandés- sobre la legitimidad de la violencia, buen set de Malgobierno con Gordo pogueando y utilizando un micrófono que le era facilitado de vez en cuando, King Gordo galanteando con la morena y obteniendo su teléfono ?que al rato después perdió-, King Gordo regalando a un punk rocker su tradicional chaqueta verde a la que yo había escrito previamente en la espalda Fracaso, rayado con un gran tronco carbonizado en las murallas internas del local: STALIN MUERTO........

my war, you are one of them


Y de repente ya estábamos camino a Valparaíso, sin esperar a todas las bandas, porque había cansancio y cierta ebriedad y ya se hacía tarde. Casa de Jarold. Más comida. Más propaganda callejera. Más Clash, más Black Flag (Damaged!!!).Dormirse. Despertar. Desayuno con marraqueta con palta. Despedida de Jarold y retirada hacia el terminal de Buses. Pero la cosa no acabó allí. En llegando a la Capital, y siendo lunes feriado (día de la raja, creo), nos dirigimos los 3 con el cuarto fracasado, Katafú, a un restaurante del sector estación central, a darle a la cerveza y los quesos caliente y los italianos con y sin vienesa....

El tour terminó definitivamente en la noche, en la pieza de King Gordo. Ya reducidos nuevamente a 3, preparamos tres litros de vino blanco con helado de chirimoya. Escuchamos el After Chavón, de Sumo, más Black Flag, Ratt y Motorhead. Lloramos al leer los detalles -que yo ignoraba- del asesinato por el Estado de mi amigo Marcelo Barrios en Valparaíso hace ya 15 años y que Gordo tenía en el libro titulado El Fulgor Insomne. La vida de Marcelo Barrios, escrito por Ernesto Guajardo. Pollo Pemucano en un momento quiso pelear conmigo y me obligó a hacerlo (después fundamentó que era para prepararse por si alguna vez hay que aforrarle a nazis u otros engrendros). Desperté a las 1:30 de la madrugada, y presenciamos a Gordo vomitando en su baño. Nos retiramos. Yo tenía que estar a las 8:20 en la estación Central para abordar la semana laboral con un viaje a Talca. Pollo Pemucano apareció son problemas al otro día en la Cátedra Autónoma "Capitalismo y Espectáculo. Negación desde la vida cotidiana", que estamos haciendo todos los martes a las 19:00 en la sala L-406 del ARCIS sede Libertad. Gordo estuvo enfermo tres días. Úlcera.

Eso es todo por ahora. Dis guas Fracaso, espiking tu yu.



Nota: última foto, todos juntos, con una chica quillotana y Katafú, el cuarto fracasado.


Comments:
Un amigo me comentó el ejercicio de la memoria que realizaron en torno a Marcelo Barrios. Acabo de leerlo. Gracias por no olvidar. Un abrazo.
 
Publicar un comentario

This page is powered by Blogger. Isn't yours?