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viernes, diciembre 17, 2004

rocanrol patafísico: el caso de PERE UBU (primera parte) 

¿Cuándo y cómo los descubrí? ¿Por el Tabo en su disquería Beat en la Galería San Diego de mediados/finales de los 80? ¿En un paseo entre deprimente y entusiasta por esas partes del centro que empezaba a conocer mejor? ¿En un programa de las pocas radios que en medio de la insipidez del pop latino insistían en enseñarnos los domingos en la noche a bandas tales como Gong, Magma, The Residents y Can?

No recuerdo bien, pero lo cierto es que Tabo me grabó en 1989 en un caset de 90 dos álbums impresionantes -a luca cada uno-: en el lado A, The Modern Dance, de Pere Ubu; en el lado B, More Places Forever, de David Thomas (vocalista de PU, junto a Chris Cutler y Lindsay Cooper, y en el bajo otro ubú, Tony Maimone -que posteriormente tocaría también en Golden Palominos, They Might Be Giants y la banda de Bob Mould).


Yo conocía a David Thomas por su ligazón a la escuela RIO/RecRec. Y en esa época odiaba el punk ?sin conocerlo-, por su asociación a la banalidad new wave fashionista (recordemos que había un helado savory llamado precisamente pankracio. Y si recuerdan más o menos el spot, entenderán perfectamente mi odio). Bueno, la cosa es que aún recuerdo cuando Tabo me mostró "Life Stinks"

Life stinks
I'm seeing pink
I can't wink
I can't blink
I like the Kinks
I need a drink
I can't think
I like the Kinks
Life stinks

, con un bello gesto hoy en el límite de la extinción : buscar el tema en el vinilo y pincharlo con la aguja
[1]. Imaginen el gesto, considerando al brazo experto de un viejo coleccionista que resultaba ser -pese a las apariencias- un tranquilo y muy lúcido padre de familia. Sobre la rabia que brota de los surcos en esa canción del guitarrista Peter Laughner (que estuvo en formaciones previas al primer álbum, para formar después otros proyectos y morir prematuramente, quizás muy temprano, y de hecho antes de que se grabara este álbum) y repercute por los parlantes de la pequeña tienda empapelada visual y sonoramente en rocanrol, mostrando de pronto que todo es posible en dos minutos, sobre esa rabia emerge la voz de Tabo diciendo "esto es punk, no esas otras mierdas que muestran por ahí" (admito que lo de "mierda" es más mi estilo, y que quizás Tabo lo dijo de otra forma, pero así lo recuerdo y es así como relampaguea en este instante de peligro). Luego de eso, el lado A de la cinta me obsesionó por muchos meses. (El B también, pero lo que era novedoso para mí (agresión punk) estaba en el lado A). Recuerdo que al poco tiempo escuché una vez en caset Nevermind the Bollocks, de los Sex Pistols, y no solo no me gustó: no me provocó nada. Parecía rocanrol normal, y yo prefería a David Thomas y su tropa patafísica, y a las otras tropas avantgarde que ya conocía pero seguía explorando (Henry Cow, Art Bears, Elliott Sharp, Tom Cora, Biota, Doctor Nerve...). En el intertanto, me mantuve alejado del "punk" por un par de años, o más, y sólo a principios de los 90 descubrí el punk de Ramones, Dead Kennedys, Clash, Pistols, Minor Threat, Black Flag....(y, por supuesto, desde ahí en adelante siempre he lamentado no haber escuchado eso a mediados de los ochenta, cuando era un quinceañero). Pero bueno, el tema de este escrito, que se me ha ido arrancando, es dejar sentado aquí que me propongo escribir un largo y grandioso artículo sobre Pere Ubu, que iré trabajando acá en la tranquilidad de mi pieza todas las noches.

Creo que un poco después o un poco antes de escuchar The Modern Dance grabé desde la radio el álbum "nuevo" de Pere Ubu, The Tenement Year. Lejos de desilusionarme frente al retorno de Ubu, el disco me pareció excelente, lo escuché hasta el cansancio, e incluso un diverso grupo de buenos amigos incluyó la canción Miss You en un compilado en cinta que se hizo en esa época para escuchar en autos y celebraciones, al cual se tituló "Himnos" (otros temas e el compilado: Never Known Questions, de los Residents; Loch Common, de French-Frith-Kayser-Thompson?.junto a Tom Waits, Violent Femmes, Bad Seeds, Zappa, Pixies?bastante eclecticimso, por cierto).

390º of simulated stereo. Esto es duro. Sufrí mientras sufría con ese CD, y la cosa se retroalimentaba. Lo que se produce en my dark ages y 30 seconds over Tokio es demasiado oscuro y te arrastra. Las referencias al suicidio ("There´s no turning back in the suicide ride...", o algo así, el deseo y la fantasía, la fuerza del Peter Laughner muerto, las lecturas de Artaud, la primera ruptura sentimental de mi vida. Uno de mis primeros CDs, y el primero que amé sin importar la pésima calidad de grabación (Aunque en relación a este tipo de artefactos no vale hablar de calidad de grabación en el sentido usual del espectáculo: este álbum se armó en base a cintas grabadas precariamente en conciertos, a veces por el encargado de sonido del local, otras veces por amigos en el público. El contexto. Sentimental Journey. Cleveland y las otras bandas: Suicide Comandos, Devo (de la era de Live- Mongoloid Years). El ídolo de todos ellos era el Capitán. Pero eran adolescentes frustrados, más alienados que el corazón de bistec, Fast and bulbous. Y más tristes. Una curiosidad de mi edicióne en CD es que tenía mal anotado el orden de los temas, y tuve que anotar el orden que creía correcto, identificando los temas que ya conocía, y adivinando cuál era cuál entre los que no conocía (cometí que errores que sólo comprendí después, al obtener la caja Datapanik in the Year Zero. Entre ellos un error fundamental: pensaba que My dar ages era 30 seconds over Tokyo, y que ésta última era Mi dark ages....


merder, merdrr


[1] Ajá, no me han pillado mintiendo: pese a que esa canción inauguraba el lado b del vinilo, ustedes dirán que no revestía especial dificultad poner la aguja automáticamente, así que o soy mitómano o en este punto mis recuerdos me traicionan, pero lo cierto es que en esa ocasión escuchamos primero Chinese Radiation.

para la depresión adolescente


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