domingo, diciembre 19, 2004
Serie bandas favoritas de mi vida: the 13th Floor Elevators
Los ascensores del piso 13 acuñaron el concepto de rock psicodélico al momento de tener que dar un título a su primer y revolucionario álbum: The psychedelic sounds of the 13th Floor Elevators. Lo de piso 13 tiene una doble explicación: en muchos edificios el piso 13 no existía, por razones archiconocidas asociadas a la superstición (pero que no deja de asombrar hayan alguna vez influido a la arquitectura , ja) , entonces el piso 13 es la dimensión desconocido a la que estos personajes tratan de elevarnos o hacernos ascender. La otra razón: la letra M en es la letra número 13, y con esa denominación se hacía referencia a la Marihuana en ciertos sectores del lumpenaje.
Oriundos de Texas, formados a fines de 1965, estos experimentadores del ácido y consumidores habituales de marihuana, expresaron en su primer álbum en 1966 un amasijo de tensiones bien resueltas que muchos años después la psicodelia más normalizada y/o revivalera continúa explorando.
Uno de los cerebros de la banda, Tommy Hall, es una especie de poeta filosófico que utiliza su voz a través de un balde con micrófono como acompañamiento onomatopéyico constante a las canciones de la banda. El sonido guitarrero crudo, básico, y a la vez capaz de despegar desde el formato de rock and roll tradicional a lo menos una vez por canción, llevándote en numerosas ocasiones a ese piso 13 de la alucinación acústica, sirve de vehículo a la voz indescriptible del gran Roky Erickson. Todos estos ingredientes hacen de aquel artefacto (el primer álbum) un documento indispensable dentro de cualquier perspectiva amplia y profunda que se haga sobre aquel universo conocido como Rock and Roll. En el mismo año la banda logró incluso un hit, que es la canción que da inicio al álbum: You are gonna miss me (tema que, lamentablemente, para muchos continua siendo la única referencia sobre esta banda, por su inclusión protagónica en la banda sonora de aquella película que intenta graficar la condición conocida como melomanía: High Fidelity. En la película esta canción es la que aparece justo al inicio, con Cusack pinchando la canción desde el vinilo, para oírla con audífonos en la tranquilidad de su hogar de coleccionista).
Los tiempos siguieron frenéticamente para la banda, que luego editó su segundo álbum, Easter Everywhere, y a continuación el tercer clásico Bull of the Woods. Entre medio se editó como álbum en vivo un compilado de outtakes y rarezas de la banda. Estas placas muestra a unos Ascensores que evolucionan en direcciones variadas dentro de un estilo propio, que es capaz de seguir haciendo rock and roll básico a la vez que suelen despegaren incursiones electroacústicas que no dejan indiferente a nadie, sobre todo en ese contexto.
Lamentablemente, la mala suerte golpea a la bada de la mano de persecuciones policiales contra sus hábitos de drogas, y la represión estatal se hace sentir con el arresto y posterior juicio a Roky, quien prefiere ser declarado demente para eludir una larga condena por posesión de sustancias psicotrópicas. El problema es que la represión no se retira, sino que ca,mbia de pretexto, avalando una internación y tratamiento psiquiátricos que incluía sesiones de electroshocks, que dejaron a nuestro Roky bastante afectado (se dice por quienes lo conocían que nunca volvió a ser el mismo). Tras los cuatro álbums mencionados y un gran cúmulo de bootlegs, la banda desparareció del mapa. Roky ha vuelto al ataque esporádicamente como solista, en un estilo que ha sido descrito como una especia de cruza entre el sonido de Buddy Holly y temáticas relativas a marcianos y zombies.
Dentro de la psicodelia pionera, los 13th Floor Elevators, junto a Red Crayola, parecen ser los sitiales de influenciamiento que más respeto merecen a estas alturas dentro de su época.
Un artefacto que no es difícil de conseguir y que resulta altamente recomendable, es el doble CD His eye is on the piramid, que sirve como excelente introducción a la obra de la banda. Un documento en vivo de sonido regular pero que da una excelente idea del poder volátil de los ascensores es el Out of order (live at the Avalon Ballroom), donde interpretan covers de Kinks, Beatles y Chuck Berry.
Para ver el video de You´re gonna miss me, baby, pinchar aquí.
Oriundos de Texas, formados a fines de 1965, estos experimentadores del ácido y consumidores habituales de marihuana, expresaron en su primer álbum en 1966 un amasijo de tensiones bien resueltas que muchos años después la psicodelia más normalizada y/o revivalera continúa explorando.
Uno de los cerebros de la banda, Tommy Hall, es una especie de poeta filosófico que utiliza su voz a través de un balde con micrófono como acompañamiento onomatopéyico constante a las canciones de la banda. El sonido guitarrero crudo, básico, y a la vez capaz de despegar desde el formato de rock and roll tradicional a lo menos una vez por canción, llevándote en numerosas ocasiones a ese piso 13 de la alucinación acústica, sirve de vehículo a la voz indescriptible del gran Roky Erickson. Todos estos ingredientes hacen de aquel artefacto (el primer álbum) un documento indispensable dentro de cualquier perspectiva amplia y profunda que se haga sobre aquel universo conocido como Rock and Roll. En el mismo año la banda logró incluso un hit, que es la canción que da inicio al álbum: You are gonna miss me (tema que, lamentablemente, para muchos continua siendo la única referencia sobre esta banda, por su inclusión protagónica en la banda sonora de aquella película que intenta graficar la condición conocida como melomanía: High Fidelity. En la película esta canción es la que aparece justo al inicio, con Cusack pinchando la canción desde el vinilo, para oírla con audífonos en la tranquilidad de su hogar de coleccionista).
Los tiempos siguieron frenéticamente para la banda, que luego editó su segundo álbum, Easter Everywhere, y a continuación el tercer clásico Bull of the Woods. Entre medio se editó como álbum en vivo un compilado de outtakes y rarezas de la banda. Estas placas muestra a unos Ascensores que evolucionan en direcciones variadas dentro de un estilo propio, que es capaz de seguir haciendo rock and roll básico a la vez que suelen despegaren incursiones electroacústicas que no dejan indiferente a nadie, sobre todo en ese contexto.
Lamentablemente, la mala suerte golpea a la bada de la mano de persecuciones policiales contra sus hábitos de drogas, y la represión estatal se hace sentir con el arresto y posterior juicio a Roky, quien prefiere ser declarado demente para eludir una larga condena por posesión de sustancias psicotrópicas. El problema es que la represión no se retira, sino que ca,mbia de pretexto, avalando una internación y tratamiento psiquiátricos que incluía sesiones de electroshocks, que dejaron a nuestro Roky bastante afectado (se dice por quienes lo conocían que nunca volvió a ser el mismo). Tras los cuatro álbums mencionados y un gran cúmulo de bootlegs, la banda desparareció del mapa. Roky ha vuelto al ataque esporádicamente como solista, en un estilo que ha sido descrito como una especia de cruza entre el sonido de Buddy Holly y temáticas relativas a marcianos y zombies.
Dentro de la psicodelia pionera, los 13th Floor Elevators, junto a Red Crayola, parecen ser los sitiales de influenciamiento que más respeto merecen a estas alturas dentro de su época.
Un artefacto que no es difícil de conseguir y que resulta altamente recomendable, es el doble CD His eye is on the piramid, que sirve como excelente introducción a la obra de la banda. Un documento en vivo de sonido regular pero que da una excelente idea del poder volátil de los ascensores es el Out of order (live at the Avalon Ballroom), donde interpretan covers de Kinks, Beatles y Chuck Berry.
Para ver el video de You´re gonna miss me, baby, pinchar aquí.
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