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jueves, enero 06, 2005

reflexiones sobre arte, capitalismo y vida cotidiana (esbozo - 1ª parte) 


célebres victorias que indignaron a la virtud




1
Punto de partida
Por complejo que resulte para nosotros y en este momento de la historia intentar continuar la discusión sobre las diversas posiciones en relación al fenómeno del arte en la era de la mercantilización de todas las esferas de la actividad humana , resulta evidente para quien esto escribe que tenemos un cierto punto de partida.

La oposición radical al modo de producción capitalista, en la medida que dicha oposición surge por todas partes y se nutre de la reivindicación de la totalidad de la actividad humana no alienada, es una tradición de discontinuidad que apenas se manifiesta parte realizando la labor de abolir las separaciones que la "ideología" ha impuesto.

Frente a la alineación/separación de la conciencia, se opone como momento fundante de la resistencia la conciencia de la alineación/separación. Y esa conciencia es inseparable de la totalidad de nuestras vidas.



you hit me with a flower



2
Inversión de perspectiva

Después de tal momento fundante, también denominable a estos efectos "inversión de perspectiva", es imposible seguir picoteando en los gallineros de la industria cultural -o de cualquier otra parcela de realidad que el Modo de Producción falsifica y nos presenta como legítima y natural-, pretendiendo que lo que allí se hace es trascendente. O mejor: tal actividad en ningún caso puede ser considerada como un momento de verdad tendiente a la unificación con las fuerzas históricas que tienden a superar las condiciones existentes, por más que pueda ser "trascendente" para sus ejecutantes, en el sentido de ser recompensados de alguna forma ?medible o no monetariamente- por ella.

Mientras nuestras ciudades son destruidas una y otra vez por el urbanismo publicitario y paranoide asociado a esta fase de desarrollo del capitalismo, nuestros "artistas" se codean con los curadores de museos y debaten acerca de quienes tienen derecho a ser etiquetados como tales y tratados en consecuencia. Otros se repliegan en la nosstalgia del arte comprometido de fases previas de la lucha de clases, incapaces de hacer el balance histórico crítico de esas luchas, sus organizaciones y su "arte". Un nivel más ingenuo -o menos cerebral- dentro de la escena actual, se complace en cierto arte callejero y/o de estilo de vida. A veces, estas esferas están apenas separadas, y nos encontramos con una gran variedad de tonos grisáceos en sus contornos.


Llamamos comunismo a...




3
Antecedentes: situacionistas

Ya a fines de los 50, un grupo de anticapitalistas que habían estado tratando de agitar el arte moderno durante varios años, abolieron definitivamente la distinción entre arte y política. Ese grupo se autodenominó Internacional Situacionista.

A partir de ese momento resultó bastante claro que las acciones significativas son aquellas que precisamente contienen un núcleo tan puro de negación que hacen prácticamente imposible su recuperación por los mecanismos legitimadores del Midas de Mierda Mercantil.

A partir de ese momento, el dilema entre "estetizar la política o politizar el arte" ya no tiene muchas implicancias prácticas.

A partir de ese momento, las mejores acciones significativas son las que integran todos los elementos en el movimiento de supresión de las condiciones existentes.

Un supermercado en llamas en Los Angeles pasaba a ser bello, así como lo es tergiversar las publicidades que han inundado las calles y diversos espacios públicos, semipúblicos y privados. Cuando miles de manifestantes decidieron en asamblea desmantelar un McDonald´s en Praga, durante las protestas contra la globalización capitalista hace un par de años, la belleza de la acción nos hace redefinir qué es y qué no es violencia, o más bien , cual es la cuota de violencia a la que no vamos a renunciar (en un contexto en que, por lo de más, el Estado y el Capital jamás han dejado de utilizarla, pese a su verborrea liberal-pacifista).

Decía la sección inglesa de esa Internacional:
"...El arte tiene un papel específico que desempeñar en el espectáculo. En cuanto deja de responder a necesidad real alguna, la producción sólo puede ser justificada en términos puramente estéticos. La obra de arte -el producto completamente gratuito cuya coherencia es puramente formal- proporciona en la actualidad la ideología de la pura contemplación más potente posible. Como tal es la mercancía por excelencia. Una vida carente de todo sentido aparte de la contemplación de su propia suspensión en el vacío halla su expresión en el gadget: un producto permanentemente anticuado cuyo único interés y utilidad residen en su abstracta ingenuidad técnico- artística y en el estatus que confiere a aquellos que consumen su última reedición. A medida que pierda cualquier otra razón de ser, la producción en su conjunto se volverá cada vez más 'artística'."


La objeción sentimental es tan vana como los embrollos seudoestratégicos




4
Contexto: fetichismo de la mercancía


La división del trabajo (intelectual y manual) y la farsa generalizada que pasa por totalidad, haciendo vivir cada vez menos directamente las experiencias, tienen como correlato "ideológico", o "superestructural" si se nos permite por un momento pensar en este nivel de análisis (prometemos no caer en viejos determinismos reduccionistas, ya que para nosotros incluso la totalización es siempre provisional) el que percibamos esferas totalmente separadas de la actividad humana. El nivel de fragmentación es tal que ya nos hace dudar, en medio de tanta oferta de información con diversos niveles de relevancia individual y/o colectiva, dudamos al punto de que nos olvidamos que todo eso es un reflejo deformado de nuestra energía, de nuestro trabajo, de nuestra actividad humana alienada y no alienada. Estamos ahí: las imágenes, el Capital, el espectáculo, Babilonia, el Poder, somos nosotros mismos, pero falsificados.


En el fondo, si hay algo en que una frase escrita en la primera mitad del siglo XX resuena hoy con más fuerza, y seguirá mostrándonos todas sus posibilidades ocultas, ella es la frase de Lukàcs cuando en 1919-1922 afirmaba:

"No es en modo alguno casual que las dos grandes obras maduras de Marx dedicadas a exponer la totalidad de la sociedad capitalista y su carácter básico empiecen con el análisis de la mercancía . Pues no hay ningún problema de ese estadio evolutivo de la humanidad que remita en última instancia a dicha cuestión, y cuya solución no haya de buscarse en la del enigma de la estructura de la mercancía." (La Cosificación y la Consciencia del proletariado, en Historia y Consciencia de clase, Grijalbo, 1967, páginas 89 y siguientes).

Esta frase y sus ramificaciones nos seguirán afectando por mucho tiempo más. De paso, señala el camino a la buena y revolucionaria teoría crítica (o teoría crítica radical, o teoría revolucionaria si se quiere: lo que con esto se quiere nombrar es el momento pensante-reflexivo en la actividad de las fuerzas que aspiran a la superación del capitalismo). Nos orienta a la investigación de los desarrollos operados, en curso y probables, de la que resultó ser la reina-esencia del capitalismo: la mercancía .


Julio

imágenes: Militant Esthetix

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