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viernes, enero 20, 2006

2006 

El año empezó bastante activo en el plano musical. Da gusto ver que aparece por aquí y por allá gente que desde distintas tradiciones se interesa en la improvisación libre, en formaciones efímeras y tocando casi completamente al margen de los circuitos más usuales. Por lo mismo, no ha sido un impacto menor el recibir la noticia de la muerte de Derek Bailey, a los 75 años, el 25 de diciembre, durante un viaje a Londres (Derek estaba viviendo en Barcelona desde hace algún tiempo). La figura y obra de este genio de la guitarra y teórico/práctico de la improvisación seguirá inspirando a muchos en los tiempos venideros. En este momento, espero que me devuelvan el set de 3 CDs de su formación Iskra 1903, para realizar los debidos homenajes. Los interesados en su obra, se encontrarán encon toda una serie de trabajos como solista, en conjuntos, duos y diversas situaciones, pues Derek estuvo siempre muy abierto en cuanto a colaborar con quien se pudiera, desde John Zorn y Ruins a Pat Metheny y Evan Parker. En el link a Militant Esthetix podrán encontrara bastante información relativa a Bailey. De hecho, Ben Watson (que vendría a ser la mitad de ME, además de colaborador ocasional de The Wire y militante del Socialist Workers Party) escribió un libro sobre Derek Bailey y la historia de la libre improvisación. Por su lado, Bailey también escribió un libro: Improvisación, su naturaleza y práctica. Descansa en paz, Derek.


fuera de este mundo



Hace muy poco he descubierto el placer de ir por las calles escuchando música por audífonos. En general, soy alguien bastante alejado de las innovaciones tecnológicas, tendiendo a pensar que las maquinas son manejadas por enanitos que trabajan incesantemente en su interior, y no he alcanzado a disfrutar de las supuestas ventajas de MP3 ni soulseek, cuando ya me encuentro frente a nuevas denominaciones como Ipod y nuevas yerbas. Así y todo, al mismo tiempo que es triste reflexionar acerca de cómo las ciudades ya no son ciudades, y la gente se encierra en sí misma incluso acústicamente para transitar entre domicilios, lugares de trabajo y centros de consumo, creo que la agresión constante de publicidad, imágenes y hasta canciones de mierda que aparecen en las radios, pantallas de estaciones de metro, salas de espera y demases, impulsa a hacernos acompañar por nuestros sonidos favoritos como medida defensiva de antialienación. En este proceso, he redescubierto el hecho de que muchas obras sonoras parecieran haber sido hechas especialmente para ser escuchadas caminando por las calles. Free jazz y diversas ramas del noise parecen especialmente adecuados.

Algunos acompañantes favoritos de este caluroso mes de enero:



noise noise noise



Ya había hablado del primer album de los Blue Humans, como un artefacto de free jazz/no wave. 12 años después, Rudolph Grey (en el canal izquierdo), junto a Alan Licht (canal derecho) y Tom Surgal, un baterista que había colaborado con Lidia Lunch, grabaron 5 temas que serían editados un par de años después por New Alliance records (según Licht, la demora se debió a que Rudolph Grey fue muy lento en confeccionar la carátula). El resultado sigue siendo englobable en el encuentro del no wave con el free jazz, pero el formato es muy curioso: una batería multidireccional, y un intrincado y ruidoso trabajo de dos genios de la guitarra noise, que obviamente se aprecia mejor con audífonos.


amor supremo



1965 fue un año intenso para John Coltrane. Luego de la coronación definitiva de su éxito cel año previo, con A Love Supreme, en vez de repetir el molde, Coltrane abrazó elos nuevos sonidos de lo que indistintamente se conocía como "new wave", "new thing", o "free jazz", grabando el monumental Ascensión, un solo tema de 40 minutos, junto a su ciarteto y músicos más jóvenes como Pharoah Sanders, John Thicai y Marion Brown, entre otros. Se dice que luego de grabar esta sesión, Coltrane telefoneó a Ayler y le dijo: "grabé un álbum, y sonaba como si fueras tú tocando". En cierta medida Ascensión puede ser visto como la respuesta al album "Free Jazz" de Ornette Coleman, en que se utilizó el formato de cuarteto doble (4 músicos en cada canal), pero acá hubo 10 músicos, y la estructura es algo diferente. Coltrane tocó un cierto motivo, y les dijo a los 9 acompañantes que se trataría de empezar con eso, ir gradualmente subiendo la intensidad, y de cada momento de clímax seguir con un solo, hasta que se agregaran todos buscando un nuevo clímax, y así sucesivamente. Particularmente intensos resultan los solos de Sanders, y los de los contrabajos. En The Major Works of John Coltrane, Impulse records, se ha reunido en dos CDs las dos tomas de Ascensión, la brutalidad conocida como Om (28 minutos), y dos temas adicionales, Kulu Se Mama, y Selflessness. Imprescindible. Pocos momentos de la música del siglo XX han sido tan gloriosamente honestos y radicales como los que reúne este artefacto.

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