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lunes, abril 23, 2007

Viviendo Por Las Rocas Chinas 




“La filosofía pura termina en un callejón sin salida, se desdobla en positivismo (fetichismo del hecho de la constatación) y voluntarismo (actividad que pretende cambiar el mundo sin conocerlo). El camino de Marx evita el callejón sin salida; no cae en el dilema y resuelve el problema. En el principio es la práctica: el acto que plantea y supone que el mundo puede cambiar -porque cambia- y que se inserta en la práctica social y política para orientar el cambio” (H. Lefebvre).

Henri Lefebvre es uno de esos pocos “estalinistas” cuyo carácter de tales les viene dado más por su mala costumbre de militar en el “Partido Comunista” que por el contenido mismo de su obra escrita. En medio de tantos perros carniceros, Henri era un tipo agradable. De hecho, este “profesor” organizaba conversaciones festivas con comida y vino en sus oficinas universitarias, y no parece que le escandalizara que el comunismo tomara ribetes eróticos en el contacto con las alumnas.

El situacionista Vaneigem se dedicaba a similares formas de “docencia” cuando le salió más conveniente huir de Bélgica hacia París. Ambos fueron amigos de Debord, y con ambos este posteriormente rompería amargamente.

En el caso de Lefebvre, su amistad con los situacionistas, que hallaban muy interesante su “sociología de la vida cotidiana” y escritos sobre la ciudad, floreció en noches de alcohol y paseos al interior rural de Francia, dando lugar a una producción difícil de diferenciar en un momento…concretamente, ciertas reflexiones sobre la Comuna de París. En su momento, la IS intentó aprovechar la influyente figura del “filósofo” para llamar la atención sobre su revista (Henri escribió en ese momento “Ustedes todos serán situacionistas”). Los problemas comenzaron casi inmediatamente. Resultado final: la revista Internacional Situacionista publicó versiones de un texto situacionista sobre la Comuna, y demostraba como Henri los había “plagiado”.


Mal negocio ese de andar siendo “creativo” en los espacios de juerga. Una década después, Johnny Thunders y Dee Dee Ramone carreteando juntos generaron la suficiente confusión como para que hasta el día de hoy la canción “Chinese Rocks” (que, por supuesto, trata sobre las drogas) sea reivindicada como propia por los Ramones y los Heartbreakers.

Y hablando de músicos que se drogan y drogadictos que hacen música…Apareció en los kioskos una colección de cine clásico en DVD que esta semana ofrece por 2.500 pesos “El hombre del brazo de oro”, en la que Frank Sinatra interpreta a un heroinómano que sale de cárcel -donde descubrió que tenía un talento natural para la percusión-, debe regresar a la casa donde vive con su mujer inválida, e intenta conseguir trabajo como baterista, en medio de un ambiente en donde todo lo impulsa a seguirse pasteleando de lo lindo. (¿Será por pura casualidad que poco después de ver esa película fue que conocí a Juando Pado, extraordinario baterista de free punk, además de buen bebedor, drogadicto y comunista…definitivamente, un modelo único no pensado para producción en masa?). Una de las mejores escenas de la película se produce en la audición donde Frankie da la hora en la batería, tras presentarse luego de 48 horas ininterrumpidas de naipes y parranda.


Somebody called me on the phone
they said hey, is Dee Dee home

do you wanna take a walk
do ya wanna go and cop
do ya wanna go get some chinese rocks?

I'm living on chinese rocksall
my best things are in hock
I'm living on chinese rocks
everything is in the pawn shop

The plaster's falling off the wall
my girlfriend's crying in the shower stall
It's hot as a bitch
I shoulda been rich
But I'm just diggin this chinese ditch

1867/1917/1937/1967/1977/2007.

1967: A 100 años de la primera edición de “El Capital” (libro 1, el único que Marx alcanzo a ver editado), Guy Debord edita “la sociedad del espectáculo” y Raoul Vaneigem el “Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones”, los dos principales libros situacionistas. En 1968, estalla una insurrección en París que es recordada como una “revuelta estudiantil”, pero que en realidad daba inicio a un fuerte asalto del proletariado mundial contra el sistema social capitalista. En Italia el movimiento se extiende hasta hacerse particularmente agudo y ser derrotado finalmente en 1977. En Jamaica, los rastas creían que el 7 del 7 del 77 se desataría el armagedón. La banda jamaicana Culture tiene una canción que trata de esa “profecía”: “When the two sevens clash”. En The Clash y el punk británico en general, la influencia rasta mediante el dub/reggae es fuerte, sobre todo por la labor de difusión cumplida por el DJ Don Letts. Bob Marley por esa época compuso “Punky reggae party”, y por unos breves momentos “Babilonia” y el capitalismo occidental parecían ser el mismo enemigo.

El Capital, relación social explicada en 1867 en el libro del mismo nombre, mantiene rasgos esenciales y a la vez muestra una gran flexibilidad que le hace posible implementar muchos cambios, variaciones, y distintas formas de combinar sus rasgos, sin por ello abandonarlos. Un método radical, implacable pero abierto y flexible en el trabajo de Marx es precisamente lo que se perdió al inventarse el “marxismo”.

La revolución rusa en 1917 fue un remezón enorme, y tuvo un carácter inicialmente proletario, pero en la sociedad rusa el proletariado no estaba en condiciones de imponerse, sobre todo tras quedar aislado luego de la derrota de la revolución alemana (entre 1919 y 1923), y de acuerdo a la clásica concepción de los socialdemócratas leninistas, tuvo que ser dirigido “desde fuera”, por el partido del sector social que finalmente quedó a la cabeza de la construcción del capitalismo de Estado.

“El punto más escabroso del leninismo, y que pasa por el más fuerte, es la teoría del saber y del partido. El saber pertenece a los intelectuales. Ellos disponen de los conceptos de la teoría, de la terminología científica. La clase obrera, que no puede superar la ciega espontaneidad, recibe desde fuera el saber, lo transmite a los obreros” (Henri Lefebvre).

Ediciones Mayo del 37. Ese nombre escogió el grupo Movimiento Ibérico de Liberación/Grupos Autónomos de Combate (MIL/GAC) para su proyecto editorial a inicios de los 70. Aún hoy, en el 2007, la mitología oficial (nacionalista, estalinista, socialdemócrata y anarquista) impide apreciar qué fue exactamente la revolución y guerra civil de España (1936/1939).

Mayo del 37 fue el momento final: tras la provocación de los estalinistas en Catalunya, que usaron las tropas policiales para intentar desalojar el edificio de la telefónica, bajo control de milicianos de la CNT, estalló una respuesta espontánea con barricadas obreras en defensa de las conquistas revolucionarias. Esa misma “espontaneidad” fue la que llevó a derrotar a los sublevados fascistas en julio del 36, en medio del desconcierto de burgueses republicanos y partidos de izquierda. Tras dos días de tensión, las direcciones de la CNT (anarcosindicalista) y el POUM (producto de la fusión de dos grupos escindidos del PCE) negociaron la retirada de las barricadas, y con eso el momento revolucionario del proceso llegó a su fin.

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