<$BlogRSDUrl$>

viernes, julio 20, 2007

"rape the white girls, rape their fathers..." 



Los mejores libros son esos que aparecen de la nada en la calle y en estantes de librerías polvorientas e invitan a llevárselos, por precios módicos, a veces irrisorios (sobre todo en comparación a los precios de las otras librerías). Y en la calle, saliendo del metro I., me encontré con un tipo que sobre un manto tenía ubicados unos pocos libros, entre ellos, Blues People, sobre “la música negra en un país blanco”, del poeta Le Roi Jones, rebautizado después como Amiri Baraka. Se trata de un libro que fue hecho por ahí por 1964, es decir, en la misma época que Jones colaboró con el New York Art Quartet en su primer album, cuando hace una lectura de su violentísimo “Black Dada Nihilismus” musicalizada por el free jazz de la era de oro ofrecido por Roswell Rudd en trombón, John Tchicai en saxo alto, Lewis Worell en contrabajo y Milford Graves en percusión. (Vez que pienso en BDN me vuelve a llamar mucho la atención que en ciertas historias del punk que se escriben hoy lleguen hasta a mencionar la influencia en el punk de grupos como los Up against the wall Motherfuckers!!! de Ben Morea, y a señalar la influencia de Jones en este grupo anarcojipiprositu, sin mencionar siquiera ese disco y ese tema). Ahhhh. El libro costaba 2 lucas.

Unas semanas después, en la galería San Diego, encuentro en los estantes el libro “Alma encadenada” (Soul On Ice, o sea…alma congelada, en el original), escrito en la cárcel por el extraño personaje que era Eldridge Cleaver, el que pasó de delincuente juvenil marihuanero a ministro de información del Black Panther Party a exiliado en Argelia y luego, decepcionado del “socialismo real”, resurgió como miembro del Partido Republicano gringo….todo eso en unas 3 décadas….., para luego hacerse adicto al crack, limpiarse, y morir por ahí por 1998. En el primer texto, “Devenir” (dentro del capítulo “Cartas desde la cárcel”), Cleaver hace mención al poema BDN…..

“Recientemente tropecé con una cita de uno de los poemas de LeRoi Jones, tomado de su libro The Dead Lecturer:

Un culto de la muerte necesita del sencillo brazo que golpea el farol de la calle. De las cuchillas que cortan bajo su suelo agrietado. Levántate, negro nihilismo dadá. Viola a las muchachas blancas. Viola a sus padres. Cercena los cuellos de sus madres.

Esos versos fueron para mí una vivencia y sé que si no me hubiesen detenido habría cercenado algunas gargantas blancas. Por supuesto, andan sueltos muchos jóvenes negros que están cercenando gargantas blancas y violando muchachas blancas. No lo hacen porque lo hayan leído en la poesía de LeRoi Jones, como parecen creer algunos de sus críticos. Más bien LeRoi está expresando las tristes y puercas verdades de la vida”.

Poco antes Cleaver contaba que a los 18 años, estando preso, la Corte Suprema proscribió la segregación (en 1954). El impacto de ese hecho tardó un poco en llegar, pero cambió su vida. Cleaver y un grupo de presos jóvenes negros empezaron a o rebelarse, contra los segregacionistas y los que dialogaban con los segregacionistas: “¿Por qué no aplastarlos, sin más, por qué no meterlos a la cárcel? ¿Acaso no estaban desafiando a la ley? Por haber desafiado a la ley me habían metido a la cárcel. ¿Por qué demonios no meter a la cárcel también a esas viejas puercas? Me habían cogido cuando llevaba una bolsa llena de marihuana, una bolsa llena de amor; estaba yo enamorado de la yerba, y ni por un momento pensé que tuviese algo de malo embriagarme con la mota. Desde hacía cuatro o cinco años la había venido fumando, con el celo de un cruzado, y estaba convencido de que la marihuana era superior al alcohol; sin embargo, los señores de la tierra parecían ser una bola de borrachos. No podía entender por qué eran más justificadas sus borracheras que el fumar la mota. Yo era un marihuanero y era natural que considerase injusta mi prisión”.

Una bolsa llena de amor…...Por la misma época, o tal vez un poco antes, William S. Burroughs se había convencido de la inutilidad de traficar marihuana, por dos razones centrales: ocupa mucho espacio; sus usuarios suelen ser estúpidos en extremo. Pero Cleaver entró ahí como marihuanero y patas negras (“la amante que tenía cuando me detuvieron, la hermosa y solitaria esposa de un soldado enviado a ultramar, murió inesperadamente tres semanas después de mi ingreso a la cárcel”), y en prisión sufrió una verdadera tortura física y psicológica por la falta de mujeres, y el descubrimiento de que la mayoría de los negros estaban obsesionados por las mujeres blancas. Y salió de ahí distinto:

“Me convertí en un violador. Para perfeccionar mi técnica y mi modus operandi, comencé practicando con chicas negras del ghetto (del ghetto negro donde los actos oscuros y viciosos no se ven como aberraciones o apartamientos de la norma, sino como parte de la cantidad de Mal de un día) y cuando me consideré lo suficientemente diestro crucé las vías y busqué presas blancas. Lo hice consciente, deliberada, intencionada metódicamente, aun cuando ahora que echo la mirada atrás veo que me encontraba en un estado de ánimo frenético, salvaje y completamente abandonado”.

“La violación era un acto de insurgencia. Me llenaba de gusto saber que estaba desafiando y pisoteando la ley del hombre blanco, su sistema de valores, y que estaba mancillando a sus doncellas; y creo que esto era lo que más satisfacción me daba, puesto que estaba lleno de ira por el conocimiento del hecho histórico de cómo los hombres blancos habían usado a las negras. Sentía que me estaba vengando. Desde el lugar en que se lleva a cabo la violación, la consternación se propaga hacia fuera en círculos concéntricos. Quería enviar hondas de consternación por toda la raza blanca”.


Y eso es todo. ¿Ven? La marihuana hace daño. Ahhhhh, este libro costaba 1.500 pesos.

Comments: Publicar un comentario

This page is powered by Blogger. Isn't yours?