domingo, mayo 03, 2009
1° de MAYO: Contra la crisis del capitalismo, necesitamos una alternativa proletaria
(Un texto difundido este 1º de mayo en España por los camaradas de Democracia Comunista-Red Luxemburguista Internacional)
La crisis alcanza ya dimensiones impresionantes, el mundo entero está ya en recesión. Millones de personas están perdiendo sus trabajos y quedando totalmente desamparadas. La pobreza y la miseria se extienden en el llamado Tercer Mundo, pero también en el Primero. Y a la crisis económica se unen la crisis energética y medioambiental. El poder político nos dice que está poniendo en marcha soluciones. ¡PERO LOS GOBERNANTES TRABAJAN PARA EL CAPITAL Y LAS MULTINACIONALES, NO PARA LA MAYORÍA DE LA POBLACIÓN, LOS TRABAJADORES!
Los capitalistas, y sus gobiernos, nos mintieron sobre la irrupción de la crisis y nos siguen mintiendo ahora sobre sus consecuencias. No quieren y no pueden tomar las medidas necesarias para que la mayoría salgamos de la crisis. No quieren porque eso significaría eliminar sus beneficios y redistribuir la riqueza, atender las necesidades de la gente y no la acumulación de capital. Y no pueden porque el capitalismo necesita forzosamente mantener sus tasas de concentración y acumulación para poder subsistir como sistema. NO HA HABIDO NINGÚN ERROR EN LA GESTIÓN DEL SISTEMA: ES EL PROPIO CAPITALISMO EL QUE CREA SUS PROPIAS CRISIS. Por eso, lo único que los gobiernos están haciendo es regalar el dinero de nuestros impuestos a los bancos y a las multinacionales. Y entregarles a los capitalistas todos los servicios esenciales para que puedan enriquecerse a costa de nuestras necesidades más básicas. Pero todo eso no nos sacará de la crisis. Al revés, hará que nuestra crisis sea aún mayor.
Porque los trabajadores sabemos eso, en este último año, las luchas contra la crisis capitalista y sus consecuencias se han intensificado en todo el mundo. Grecia quedó paralizada durante semanas por un movimiento de masas sin precedentes que aún se mantiene vivo. En Islandia y Letonia, las revueltas populares derribaron a los gobiernos. En Francia, los planes del poder son enfrentados por los obreros y los estudiantes mediante huelgas parciales y generales. Y en sus colonias, especialmente en Guadalupe, toda la población protagonizó una huelga general indefinida que obligó al gobierno a sentarse a negociar y hacer numerosas concesiones. En Argentina, Alemania, México, EEUU, Bolivia,…, continúan y se extienden las ocupaciones de fábricas y empresas. Incluso algunas son autogestionadas directamente por los trabajadores. En Alemania, España, Italia, Reino Unido, Irlanda,…, en todos los lugares los despidos generan movilizaciones cada vez más masivas. En Portugal, centenares de miles han ocupado las calles contra las políticas del gobierno. En China, pese a la brutal represión del gobierno y el encarcelamiento de los líderes obreros, son millones los que se movilizan. En Brasil, los campesinos sin tierra continúan ocupando latifundios. En España, las movilizaciones por el derecho a una vivienda digna y las luchas contra la privatización de la sanidad y los servicios sociales se extienden. Y los parados comienzan a organizarse en asambleas abiertas en muchas ciudades. En toda la Unión Europea millones se enfrentan a los intentos de aumentar la jornada laboral, y los universitarios se oponen en las aulas y en la calle a la privatización de la educación. Y en Ucrania, Bulgaria, Polonia, Rusia, Lituania y toda la Europa Oriental, los trabajadores están protagonizando movilizaciones contra la miseria a la que el capitalismo los lleva. Incluso se han desarrollado movilizaciones a escala mundial frente a las reuniones de los órganos del poder (G-20, Banco Mundial, Fondo Monetario,…). Podríamos poner muchos más ejemplos. El más claro es el grito que se extiende por todo el Planeta: ¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!
Cada vez es más evidente que el capitalismo está llegando al límite de sus posibilidades históricas. La Globalización lo ha extendido a todos los rincones del mundo, ya no tiene las posibilidades de expansión que necesita para subsistir. Como le pasó a otros sistemas antes en la Historia, al capitalismo sólo le queda transformarse en otro tipo de sociedad. Pero los capitalistas no están pensando en una sociedad para todos, sino únicamente en sus propios intereses. Por eso están destruyendo puestos de trabajo y cerrando empresas. Por eso quieren el despido libre y liquidar los servicios públicos y las pensiones. Ahora, la vieja consigna, ¡SOCIALISMO o BARBARIE! está justo delante de todos nosotros. Porque el capitalismo, por sí sólo, nos lleva forzosamente a la Barbarie, a una sociedad peor aún que ésta, en la que la mayoría, sencillamente, sobraremos.
Frente a esta crisis, plantear simples reformas del capitalismo no sirve para nada. Son totalmente inviables. Sólo un cambio de sistema, a escala mundial, puede sacarnos de esta crisis presente y garantizarnos un futuro. Ese sistema, ESE OTRO MUNDO POSIBLE AQUÍ Y AHORA del que tanto se habla, no es otra cosa que el verdadero SOCIALISMO, la Igualdad, la Libertad y la Democracia Radical para todos los seres humanos. ESA ALTERNATIVA, SÓLO LAS MASAS PODEMOS CONSTRUIRLA.
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