Delirio Místico: "A mon seul désir" (Según mi solo deseo)

según el Diccionario NPH:

Comunismo: Fin del trabajo capitalista. Cosmovisión postcivilizatoria por momentos acariciada pero nunca universalmente concretada. Proyecto siempre latente. Una comunidad económica de trabajadores que se revelaron para dejar de ser trabajadores. No sólo liberan al trabajo del capital, sino que se emancipan del trabajo para dar inicio al poshumanismo de las multiactividades plurigenéricas. Una sociedad de mujeres, varones, homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero y travestis, que pasan a tener comunitariamente el control de sus condiciones materiales de existencia. Termina la separación social entre la economía y la política, se reconcilia la actividad humana y los individuos asociados se constituyen en seres sociales singulares. Abolición de todo estado, la oferta y la demanda, los representantes políticos y los empresarios, la moneda y el mercado. Fin de las clases y con ello fin del poder político. El comunismo es un vínculo social sin intermediaciones. Es un poder público de los individuos sociales que regulan la producción, la distribución, el ahorro y el consumo de lo hecho y por hacer. No es un trueque mediado por el crédito pre-monetario ni es una permuta persona a persona. Sino que es una administración y disposición individual y universal, múltiple y singular, de todo lo realizado. Sin valores de cambio que midan el hacer, sin el fetichismo de la mercancía. Una completa reciprocidad de uso, consumo y acumulación social. No hay valor de cambio sino un transparente uso sin valor. No hay dinero ni créditos, no hay capital privado sino ahorro social. No hay potencia humana acumulable como poder y ganancia de una clase sobre otra. No hay más trabajo dinerario que alimente el patronazgo y no hay más representantes. No solo en su forma política como el estado intermediador, sino bajo la forma dineraria como lazo ecuménico del trabajo como mercancía y atadura social. Resultan superfluos el estado, el empresario y el mercado. Resulta innecesaria la moneda. Entendemos por comunismo un cambio radical de la condición humana. A) en lo político: es el fin de la propiedad estatal. Reapropiándose los trabajadores en sus asambleas y comunas del poder hacer y la auto-administración de lo hecho; sin necesidad de la gestión del hacer y lo hecho que ejerce, sobre los productores y consumidores, cualquier forma de Estado-Capital. Fin de la propiedad privada que nace de la acumulación del robo del trabajo humano que hacen los capitalistas; y nacimiento de la propiedad pública de la multitud. B) en lo social: la instauración de una economía en “común-unión”, en “común-unidad”. Toma cuerpo autónomo y cooperante el cerebro colectivo, el especial conocimiento de la multitud del trabajo. Vinculando, en una primera instancia, el trabajo manual y material con el intelectual e inmaterial. Pero que superará esta división productiva al abolir el capital y el salario. Transformando la actual subordinación del trabajo en el capital, o subsunción real, en la automatización de la economía. De la que hoy mismo podría gozar la sociedad si no existieran los patrones, la moneda y el estado. Emancipando a los productores del reino de la necesidad del trabajo y posibilitando, desde las nuevas condiciones objetivas y subjetivas, el efectivo ejercicio de la vocación libremente elegida del postrabajo. C) en los deseos: una comunidad planetaria más allá de los sexos que protege la libertad de los géneros, que utilice toda la tecnología disponible en beneficio de la posthumanidad y descarte toda aquella que destruye la biosfera. El valor afecto y los cuidados mutuos, el goce y la fraternidad como proyecto comunista. De cada deseo según las necesidades de todos, o según las necesidades de todos y los deseos de cada uno.