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viernes, noviembre 20, 2009

B.B. 



Esta noche vemos aquí como un hombre,
sin perder nada en todo esto, es desarmado y vuelto a armar
como si fuera un automóvil.
Se le acercan a él humanamente,
y sin dureza pero con enérgica insistencia,
le piden que se adapte al curso del mundo
y que deje a su pescado nadar tranquilo.
Se lo puede transformar a voluntad
que él nunca defraudará a nadie.
Pero si no se le vigila, del día a la noche
se puede convertir en un vulgar asesino.

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