martes, noviembre 30, 2010
Apaleando a la "Escuela de Frankfurt" (y de pasaíta a Riesel y Amorós).
Del anti-Semprún se pasó ágilmente a un anti-Frankfurt:
El discurso de Semprun se convierte en una reflexión apocalíptica, antiprogresista y antitecnológica, afín al idealismo de Hegel y a la corriente tradicional del pensamiento reaccionario antitecnológico del nazi Heidegger (profesor de los más destacados miembros de la Escuela de Frankfut). Son constantes las referencias y la deuda enciclopedista con el derrotismo y el pesimismo teórico, la tesis sobre la integración del proletariado en el seno del sistema capitalista, la fijación de un "fin de la historia" en un acontecimiento concreto del pasado (Auschwitz) y los análisis más aberrantes de la Escuela de Frankfurt (EF): Adorno, Horkheimer, Arendt, Marcuse, Benjamin, etcétera; así como el descubrimiento tardío de Günther Anders (que estuvo casado con Hannah Arendt, que a su vez había sido amante de Heidegger).
Pese a ciertos méritos críticos marginales la EF se aposentó en las cátedras universitarias y, atrincherada en su vasta cultura se alejó de toda práctica, hasta convertirse en un ramillete de pedantes teóricos "marxistas".
Horkheimer y Adorno, que habían intentado legitimar bajo el manto de la marca comercial denominada “teoría crítica" su deriva reaccionaria, acelerada en sus trabajos posteriores a la Segunda guerra mundial, en los que se negaba la existencia histórica de una izquierda antileninista o antiautoritaria, y en los que Marx dejaba de ser un revolucionario para convertirse sólo en sociólogo o filósofo, se convirtieron en un excelente antecedente a imitar y citar por la EdN.
La EF anticipaba, además de estos trazos reaccionarios de una teoría pretendidamente crítica, una crítica aristocrática de la sociedad de masas, que la EdN ha llevado hasta sus últimas consecuencias con el concepto del Pueblo del Abismo y de cultivo del jardín.
En la onceava tesis sobre Feuerbach (escrita por Marx en 1845) ya se decía que los filósofos se habían limitado a interpretar el mundo y que a partir de entonces se trataba además de cambiarlo. El marxismo pretendía vincular teoría y práctica en un todo inseparable. Teoría y acción revolucionarias no podían concebirse por separado. Marx fue un revolucionario que hizo una crítica de la economía política burguesa de su época. No fue sólo un filósofo o un teórico, fue sobre todo un revolucionario que combatió por cambiar el mundo desde la perspectiva de la clase obrera, esto es, desde los intereses históricos y de clase del proletariado. El marxismo fue y es la teoría revolucionaria que ve en el proletariado al sujeto revolucionario capaz de enterrar al capitalismo, destruir el Estado y construir una comunidad humana mundial sin clases sociales.
La EF rechazó la expresión “marxismo" para inventar un término nuevo con el que definir su actividad, que fue el de “teoría crítica". La EF hizo una lectura hegeliana del marxismo, a la que añadió cuando le convino otras teorías sociales o filosóficas, como el freudismo, el estudio de la cultura de masas por la sociología americana, etcétera. La EF no es marxista, aunque bebe y se fundamenta ampliamente en la teoría marxista. Los más destacados teóricos de la EF realizaron una separación, inexistente en el marxismo, entre teoría y práctica. Por otra parte, según la EF, el proletariado (ya derrotado en los treinta) dejó de ser (en los sesenta) el sujeto revolucionario apropiado para una sociedad de consumo, que había conseguido la integración del movimiento obrero en el sistema capitalista. En esta separación entre teoría y práctica, que operó la EF, la actividad teórica (desempeñada por profesores universitarios aislados de cualquier movimiento social) se desvinculaba por completo de cualquier actividad práctica o revolucionaria. De este modo la “teoría crítica" se convertía, por sí sola, en la única actividad “revolucionaria", cómodamente realizada desde una cátedra universitaria o una editorial por los elementos más destacados de la EF. El proletariado como sujeto revolucionario era ya innecesario, porque si se le reconociera sólo sería un molesto competidor del catedrático y/o del ensayista que reduciría las ventas en librerías.
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Inclusive, se podía encontrar en este panfleto graciosamente intitulado "Del situacionismo al abismo" un anti-Amorós:
Pese a la pasividad taoísta de un Jaime Semprun, en la EdN encontramos también el activismo izquierdista de un Miguel Amorós, a la sempiterna búsqueda de movimientos sociales en los que intervenir didácticamente, con el permanente objetivo de conquistar, influenciar y colonizar ideológicamente el movimiento libertario, y con una capacidad malabarista ilimitada para atenuar las peores aberraciones del pensamiento enciclopedista, hasta llegar a entrar en contradicción manifiesta con los dogmas fundamentales del grupúsculo de la EdN. Con cuatro desvirtuados conceptos ajenos, como los de “turbocapitalismo” (prestado de Brenner), “tecnociencia” (de Castoriadis, “Unabomber”y otros), partido del Estado (de Munis y otros) e inexistencia de la clase obrera (de Adorno y Rifkin, entre otros), el circense Miguel Amorós da una conferencia, escribe un folleto o mete aguja, hilo y tijeras para disfrazarse con un traje ideológico a medida del interlocutor de turno. Es un charlatán que copia y se apropia de lo que sea, mediante una previa deformación chapucera que lo fagocite y enciclopedice. Merece el título de “enciclopedista camaleón”. No podemos dejar de citar la reciente adhesión (en 2001) de René Riesel (expulsado de la IS y establecido como ganadero en los noventa), el más mediático de los enciclopedistas, gracias a sus intervenciones en las luchas de la Confederación Campesina en Francia, juntó a Bové, en acciones “espectaculares” contra la comida basura o la investigación transgénica, contra establecimientos de McDonald o el CIRAD, que tuvieron cierta repercusión en los telediarios, amén de tener también consecuencias penales. Riesel es el "enciclopedista ganadero".
No es pues el actual taoísmo de Jaime, sino el activismo propio de otros enciclopedistas, el que ha conseguido una cierta repercusión mediática y espectacular de la EdN, y la consiguiente promoción de su producción editorial en varias lenguas. Pero aunque hay varias y encontradas tendencias de difícil coordinación, es Semprun, el "enciclopedista jardinero", quien sustenta aún las bases ideológicas del grupo.
Etiquetas: Adorno, EdN, Frankfurt, I.S., izquierda del capital, teoría revolucionaria
Comments:
Quería preguntaros, señor editor del blog ¿qué es lo que tanto le escandaliza del texto crítico de la EdN? En sus "post" no hay mayor justificación de su aparente impacto. Debo deciros que el documento que le causa gracia, ha sido redactado por compañeros que no ceden al efectismo de corrientes teóricas modernistas, que tanto seducen la curiosidad de los rebeldes y el placer literario de los espíritus ilustrados. No hay falta alguna en tales gestos, pero a los revolucionarios - en tanto se asumen como tales - tan sólo les apasiona clarificar sus perpectivas y su programa. Los gustos, preferencias y juicios literarios son tan contingentes y triviales como el ego que los firma y ventila.
"Durante cerca de cuarenta años hemos venido destacando la lucha de clases como fuerza directamente propulsora de la historia, y particularmente la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado como la gran palanca de la revolución social moderna. Esta es la razón de que no podamos marchar con unos hombres que pretenden extirpar del movimiento esta lucha de clases."
Marx - Engels (Carta a la dirección del Partido Socialdemócrata Alemán).
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"Durante cerca de cuarenta años hemos venido destacando la lucha de clases como fuerza directamente propulsora de la historia, y particularmente la lucha de clases entre la burguesía y el proletariado como la gran palanca de la revolución social moderna. Esta es la razón de que no podamos marchar con unos hombres que pretenden extirpar del movimiento esta lucha de clases."
Marx - Engels (Carta a la dirección del Partido Socialdemócrata Alemán).