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viernes, diciembre 24, 2010

'sociedad de amigos materialistas de la dialéctica hegeliana' 


Ideologías aún más elevadas, es decir, todavía más alejadas de su base material económica, toman la forma de la filosofía y de la religión. Aquí, la correlación entre las representaciones y sus condiciones de existencia materiales se hace cada vez más compleja, cada vez más obscurecida por los eslabones intermedios. Pero sin embargo existe. De igual modo que todo el Renacimiento, desde la mitad del siglo XV, fue un producto esencial de las ciudades, por consiguiente, de la burguesía, lo mismo ocurre con la filosofía renaciente también en esta época. Su contenido no era, esencialmente, más que la expresión filosófica de las ideas correspondientes al desarrollo de la pequeña y media burguesía convirtiéndose en la gran burguesía.
Engels, Ludwig Feuerbach…

Ahora bien, toda religión no es sino el reflejo fantástico, en el cerebro de los hombres, de las potencias exteriores que dominan su existencia cotidiana, reflejo en el que las potencias terrestres toman la forma de potencias supra-terrestres.
Engels, Anti-Dühring

El mundo religioso no es sino el reflejo del mundo real. Una sociedad en la que el producto del trabajo toma generalmente la forma de mercancías y donde, por consiguiente, la relación más general entre los productores consiste en comparar los valores de sus productos, y, bajo esta envoltura de las cosas, en comparar los unos a los otros sus trabajos privados a título de trabajo humano igual, una tal sociedad encuentra en el cristianismo, con su culto al hombre abstracto, y sobre todo en sus tipos burgueses, protestantismo, deísmo, etc., el complemento religioso más conveniente.
Marx, El Capital, Libro I

Desde el momento en que vemos las tres clases de la sociedad moderna, la aristocracia feudal, la burguesía y el proletariado, tener cada una su moral particular, no podemos dejar de sacar la conclusión que, consciente o inconscientemente, los hombres beben, en última instancia, sus concepciones morales en las relaciones prácticas en las que se basa su situación de clase, en las relaciones económicas en las cuales producen y cambian.
Engels, Anti-Dühring

El derecho jamás puede estar a un nivel más elevado que el estado económico y que el grado de civilización social que le corresponde.
Marx, Glosas marginales al programa...

Proudhon saca su ideal de “justicia eterna” de las relaciones jurídicas, que tienen su origen en la sociedad basada en la producción mercantil, lo que, dicho sea de paso, suministra agradablemente a todos estos pequeños burgueses la prueba de que este género de producción durará tanto tiempo como la justicia misma. Después, se apoya en este ideal para reformar esta sociedad y su derecho. ¿Qué se pensaría de un químico que, en lugar de estudiar las leyes de las combinaciones moleculares y resolver sobre esta base problemas determinados, quisiese transformar estas combinaciones según las “ideas eternas” de “la afinidad” y de la “naturalidad”?
Marx, El Capital, Libro I


Carlo Corcho.

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