sábado, noviembre 05, 2011
Leyendo la prensa burguesa: el análisis de Bofill sobre la renuncia de Hinzpeter en septiembre
Interesante lectura para la tarde de hoy: http://diario.latercera.com/2011/11/05/01/contenido/reportajes/25-89337-9-los-cambios-en-el-mapa-del-poder-en-la-moneda.shtml
Hinzpeter se habría choreado por las constantes quejas de su jefe/amigo Piraña en torno a la cuestión de los encapuchados, el orden público y la Hinteliencia policial:
Aunque la crisis se fraguó mucho antes, los testimonios coinciden en que el episodio más tenso fue el 12 de septiembre, cuando el Mandatario y el titular de Interior tuvieron un fuerte desencuentro en la tradicional reunión del Comité Político de los lunes con que se inicia, a las 9.00, la semana gubernamental, en una sala anexa al despacho presidencial.
En esa oportunidad estaban todos los integrantes del Comité Político: los ministros Hinzpeter, Chadwick, Cristián Larroulet (Segpres) y Felipe Larraín (Hacienda), además de María Luisa Brahm. Otra vez el tema en tabla era la crisis estudiantil. Y otra vez el Presidente reparó en la violencia de la conducta de los encapuchados y en la impunidad con que actuaban. Enfatizó que los desórdenes estaban afectando la imagen internacional del país y expresó su molestia con la falta de resultados de Carabineros -subordinados a Interior- en identificarlos y neutralizarlos. "Salen en la televisión, los periodistas los entrevistan y no logramos pararlos", dijo Piñera según los testigos.
Los que estuvieron ahí también coinciden en otro punto: en que se produjo un áspero diálogo entre el Mandatario y su jefe de gabinete. Hinzpeter no disimuló su molestia ante lo que estimaba una crítica injusta. El ministro Bulnes, asiduo a las reuniones del comité desde el inicio de la crisis estudiantil, llegó atrasado ese día y entró después del incidente. "Bulnes se tiene que haber dado cuenta apenas entró de que algo había pasado. El ambiente estaba muy espeso", relata una fuente de Palacio.
El Presidente y su ministro del Interior volverían a conversar alrededor de las 15.00, esta vez a puertas cerradas, en el despacho presidencial. Hinzpeter le dijo que en esas condiciones no estaba dispuesto a seguir en el cargo. Entre sus argumentos, habría mencionado la serie de desencuentros que venían protagonizando en las últimas semanas, motivados por las críticas del Mandatario a los problemas de orden público derivados de las manifestaciones estudiantiles.
Más interesante resulta el tanteo respecto a quien podría haber reemplazado a Hinzpeter en Interior: Allamand se descarta por profundas razones donde obviamnete antepone su carrera propia a cualquier "interés público", y se descarta a un empresario...para que no se siga diciendo que es un gobierno de empresarios:
Durante las 24 horas en que Hinzpeter estuvo renunciado se sondeó como su reemplazante en Interior a Andrés Allamand.
En ese momento, el titular de Defensa se encontraba en Juan Fernández, liderando la búsqueda de los restos de las víctimas de la tragedia aérea que conmocionó al país. Su respuesta a los sondeos iniciales fue negativa. En La Moneda se da por seguro que, antes del accidente, no habría titubeado en aceptar el cargo, mucho más ajustado a su perfil en opinión de su entorno. Es más: fue a eso a lo que aspiró en los días previos al cambio de gabinete de julio, cuando, según fuentes de la Alianza y del gobierno, fue uno de los que defendió con más fuerza -en sintonía con Chadwick y Longueira- la necesidad de aplicar cirugía mayor.
Sin embargo, el manejo de la crisis en la isla le estaba otorgando a Allamand un capital político que lo posicionaba, por primera vez en muchos años, en la primera línea de los presidenciables y no estaba dispuesto a arriesgarlo en una cartera tan volátil como Interior. Así se lo hizo saber a la persona que se encargó de sondearlo a nombre del presidente, según fuentes de La Moneda.
No hubo ocasión, en todo caso, de insistirle en la propuesta. Tampoco de ver la viabilidad de otros nombres alternativos que se mencionaron -en forma muy especulativa-, en La Moneda: el propio Chadwick y el empresario Juan Claro. Ambos presentaban obstáculos. El vocero por ser UDI, ya que compensar a RN por la pérdida de Interior no era sencillo. En el caso de Claro, por haber sido ex presidente de la Sofofa y de la CPC, lo que fortalecería el estigma de que este gobierno es demasiado cercano al mundo empresarial. Además, conspiraba contra este último su falta de experiencia política.
Finalmente se le paso la penita a Hinzpeter, se nos vino encima el escuadrón "cazadores" y la ley que incrementa las penas a todo lo que huela a subversión contra el orden público, y La Moneda sigue funcionando eficazmente gracias a que todos son vecinos y amigos, cuando no abiertamente parientes...¿Alguien dijo nepotismo?:
El escenario cambió con la entrada al gabinete de Andrés Chadwick, primo del Mandatario. El ministro del Interior dejó de tener el monopolio de la confianza e influencia con el Presidente. Junto con el vocero, ingresó también otro peso pesado de la UDI, Pablo Longueira. Si bien, por motivos obvios, los dos ex senadores gremialistas tienen gran sintonía, en la Alianza apuntan al eje Chadwick-Allamand como el nexo de mayor peso que se ha formado en el paisaje político tras el nuevo diseño ministerial. En la aproximación personal de ambos en los últimos años ha jugado un rol importante la pareja del ministro de Defensa, la ex diputada Marcela Cubillos (UDI). Los ministros no sólo conversan habitualmente en sus jornadas de trabajo, sino que a veces también comparten almuerzos o cenas sociales los fines de semana.
También es evidente en las esferas de poder un reacomodo del papel de María Luisa Brahm, la jefa de asesores del segundo piso. Aunque mantiene cuotas relevantes de influencia y sigue teniendo la confianza del Presidente, y no obstante que su presencia sigue siendo imprescindible en las llamadas "bilaterales", los encuentros periódicos entre el Mandatario y cada uno de sus ministros, lo cierto es que la oficina de ella ya no es una parada casi obligatoria para los ministros antes de ingresar al despacho presidencial. Brahm sigue pesando mucho, pero ahora pesa menos.
El poder femenino, en todo caso, ha crecido en el segundo piso desde el regreso, en marzo, de la primogénita del Presidente, Magdalena Piñera Morel, quien trabaja en forma muy cercana a su prima María Irene Chadwick, directora de programación del gobierno, y a la asesora de prensa del Mandatario, Carla Munizaga.
Hinzpeter se habría choreado por las constantes quejas de su jefe/amigo Piraña en torno a la cuestión de los encapuchados, el orden público y la Hinteliencia policial:
Aunque la crisis se fraguó mucho antes, los testimonios coinciden en que el episodio más tenso fue el 12 de septiembre, cuando el Mandatario y el titular de Interior tuvieron un fuerte desencuentro en la tradicional reunión del Comité Político de los lunes con que se inicia, a las 9.00, la semana gubernamental, en una sala anexa al despacho presidencial.
En esa oportunidad estaban todos los integrantes del Comité Político: los ministros Hinzpeter, Chadwick, Cristián Larroulet (Segpres) y Felipe Larraín (Hacienda), además de María Luisa Brahm. Otra vez el tema en tabla era la crisis estudiantil. Y otra vez el Presidente reparó en la violencia de la conducta de los encapuchados y en la impunidad con que actuaban. Enfatizó que los desórdenes estaban afectando la imagen internacional del país y expresó su molestia con la falta de resultados de Carabineros -subordinados a Interior- en identificarlos y neutralizarlos. "Salen en la televisión, los periodistas los entrevistan y no logramos pararlos", dijo Piñera según los testigos.
Los que estuvieron ahí también coinciden en otro punto: en que se produjo un áspero diálogo entre el Mandatario y su jefe de gabinete. Hinzpeter no disimuló su molestia ante lo que estimaba una crítica injusta. El ministro Bulnes, asiduo a las reuniones del comité desde el inicio de la crisis estudiantil, llegó atrasado ese día y entró después del incidente. "Bulnes se tiene que haber dado cuenta apenas entró de que algo había pasado. El ambiente estaba muy espeso", relata una fuente de Palacio.
El Presidente y su ministro del Interior volverían a conversar alrededor de las 15.00, esta vez a puertas cerradas, en el despacho presidencial. Hinzpeter le dijo que en esas condiciones no estaba dispuesto a seguir en el cargo. Entre sus argumentos, habría mencionado la serie de desencuentros que venían protagonizando en las últimas semanas, motivados por las críticas del Mandatario a los problemas de orden público derivados de las manifestaciones estudiantiles.
Más interesante resulta el tanteo respecto a quien podría haber reemplazado a Hinzpeter en Interior: Allamand se descarta por profundas razones donde obviamnete antepone su carrera propia a cualquier "interés público", y se descarta a un empresario...para que no se siga diciendo que es un gobierno de empresarios:
Durante las 24 horas en que Hinzpeter estuvo renunciado se sondeó como su reemplazante en Interior a Andrés Allamand.
En ese momento, el titular de Defensa se encontraba en Juan Fernández, liderando la búsqueda de los restos de las víctimas de la tragedia aérea que conmocionó al país. Su respuesta a los sondeos iniciales fue negativa. En La Moneda se da por seguro que, antes del accidente, no habría titubeado en aceptar el cargo, mucho más ajustado a su perfil en opinión de su entorno. Es más: fue a eso a lo que aspiró en los días previos al cambio de gabinete de julio, cuando, según fuentes de la Alianza y del gobierno, fue uno de los que defendió con más fuerza -en sintonía con Chadwick y Longueira- la necesidad de aplicar cirugía mayor.
Sin embargo, el manejo de la crisis en la isla le estaba otorgando a Allamand un capital político que lo posicionaba, por primera vez en muchos años, en la primera línea de los presidenciables y no estaba dispuesto a arriesgarlo en una cartera tan volátil como Interior. Así se lo hizo saber a la persona que se encargó de sondearlo a nombre del presidente, según fuentes de La Moneda.
No hubo ocasión, en todo caso, de insistirle en la propuesta. Tampoco de ver la viabilidad de otros nombres alternativos que se mencionaron -en forma muy especulativa-, en La Moneda: el propio Chadwick y el empresario Juan Claro. Ambos presentaban obstáculos. El vocero por ser UDI, ya que compensar a RN por la pérdida de Interior no era sencillo. En el caso de Claro, por haber sido ex presidente de la Sofofa y de la CPC, lo que fortalecería el estigma de que este gobierno es demasiado cercano al mundo empresarial. Además, conspiraba contra este último su falta de experiencia política.
Finalmente se le paso la penita a Hinzpeter, se nos vino encima el escuadrón "cazadores" y la ley que incrementa las penas a todo lo que huela a subversión contra el orden público, y La Moneda sigue funcionando eficazmente gracias a que todos son vecinos y amigos, cuando no abiertamente parientes...¿Alguien dijo nepotismo?:
El escenario cambió con la entrada al gabinete de Andrés Chadwick, primo del Mandatario. El ministro del Interior dejó de tener el monopolio de la confianza e influencia con el Presidente. Junto con el vocero, ingresó también otro peso pesado de la UDI, Pablo Longueira. Si bien, por motivos obvios, los dos ex senadores gremialistas tienen gran sintonía, en la Alianza apuntan al eje Chadwick-Allamand como el nexo de mayor peso que se ha formado en el paisaje político tras el nuevo diseño ministerial. En la aproximación personal de ambos en los últimos años ha jugado un rol importante la pareja del ministro de Defensa, la ex diputada Marcela Cubillos (UDI). Los ministros no sólo conversan habitualmente en sus jornadas de trabajo, sino que a veces también comparten almuerzos o cenas sociales los fines de semana.
También es evidente en las esferas de poder un reacomodo del papel de María Luisa Brahm, la jefa de asesores del segundo piso. Aunque mantiene cuotas relevantes de influencia y sigue teniendo la confianza del Presidente, y no obstante que su presencia sigue siendo imprescindible en las llamadas "bilaterales", los encuentros periódicos entre el Mandatario y cada uno de sus ministros, lo cierto es que la oficina de ella ya no es una parada casi obligatoria para los ministros antes de ingresar al despacho presidencial. Brahm sigue pesando mucho, pero ahora pesa menos.
El poder femenino, en todo caso, ha crecido en el segundo piso desde el regreso, en marzo, de la primogénita del Presidente, Magdalena Piñera Morel, quien trabaja en forma muy cercana a su prima María Irene Chadwick, directora de programación del gobierno, y a la asesora de prensa del Mandatario, Carla Munizaga.
Etiquetas: aparatos ideológicos de estado, chanchos culiaos explotadores, democracia/dictadura, dominación
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