jueves, julio 25, 2013
Justicia de clase
Familiares y Amig@s:
Como habrán sabido
la sentencia ha sido de 5 años de pena efectiva más 300 días por daños lo que
suma otro y quisiera referirme brevemente al respecto como esposa de Hans y
madre de nuestro hijo Pedro.
En
primer lugar agradecer enormemente vuestro apoyo a lo largo de este proceso,
alguno más otros menos, sé que nuestra historia no ha dejado indiferente a
nadie, porque quienes nos conocen a mi y a Hans sabrán con certeza lo
desproporcionado que ha sido el proceso judicial y su sentencia.
Segundo, 5 años para
algunos les parecerá una barbaridad, más yo se que los años pasan rápidos y
para algunos más rápido incluso de lo que realmente quisieran, me imagino que
quienes transformaron esta historia en un acontecimiento comunicacional
político estarán saltado de felicidad y celebrando por condenar a una pena
efectiva de 5 años a una persona, mi esposo, a quien con mucha dificultad se le
logra comprobar la participación en un delito cuyo resultado es el quiebre nada
más ni nada menos que de 3 ventanales de una sucursal bancaria inoperante a la
hora de los hechos. Cada quien es responsable de medir sus propias victorias, y
esta sin duda representa una para quienes no son capaces de lograr penas
efectivas para los verdaderos enemigos de los ciudadanos, más sí para los que
determinan como los suyos dentro de un proceso judicial altamente cuestionable,
la índole de su triunfo no habla sino más de sus prosaicas pretensiones,
precaria calidad profesional y por cierto humana, de personas que en alguna
parte de su historia consideraban la eliminación de los disidentes mediante la
muerte y la tortura hasta hoy por ellos legitimada , hoy día esa eliminación es
posible solo mediante la prisión y el Ministerio Publico aparece como el trompo
por excelencia para el logro de dichas aberraciones . Me alegra no ser parte de
su felicidad y me enaltece por ahora llorar con mi corazón destrozado, pero mi
moral es intocable y sé que mis lagrimas se transformaran más temprano que
tarde en alegría y risas al lado de mi esposo y de mi hijo sin deber nada, sin
cargar con la historia horrible de quienes lo han acusado de terrorista
teniendo en el cajón de su memoria tanto crimen tanta muerte y la
responsabilidad de tanto dolor y sangre cruelmente esparcida en la historia del
país que con un curioso proceder, dicen tanto proteger, se entiende entonces,
que el país son ellos más no el resto de los ciudadanos que en ellos tanto
creen y de los cuales se han cansado de abusar los más poderosos y verdaderos
terroristas en las más absoluta impunidad.
Por último agradezco
enormemente a los abogados Julio Cortés, Rodrigo Román, a sus respectivas
familias y a la Defensoría Popular, por el tiempo dedicado, su profesionalismo
su cariño y por cierto su incansable humanidad.
Y para Hans, todo el
amor y la fortaleza del mundo, la vida nos espera a los tres llena de
felicidad, bosques caminos y mares. Te amo.
Daniela Paz
Rodriguez Salas
Etiquetas: chanchos culiaos delirando, fuerza Hans
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