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miércoles, agosto 03, 2016

The Stalinist cry/COP/Marxismos 



1.- En la foto, una estalinista llora en el Parlamento del Estado de Chile, y es consolada por dos políticos burgueses, uno de ellos miembro del Opus Dei.



2.- SWANS en Chile, hoy: Y no tendré nada que decir, porque perdí las entradas que tenía para verlos. Nada que hacer, salvo quedarse en la casa escuchando "Cop", Filth" y "Soundtracks for the blind".



3.-Otro extracto del libro de M. Khayati sobre "Los marxismos":

Las ideologías de la Segunda Internacional

La ortodoxia del Kautskismo 

1. En 1883, el mismo año de la muerte de Marx, Karl Kautsky (nacido en 1855) funda una revista teórica, Die Neue Zeit, que durante años se convierte en tribuna internacional del socialismo marxista. Convertido en institución, el marxismo se equipara entonces a una "ciencia". Su "alma revolucionaria" se apaga dejando paso al "rigor" y a la "objetividad". Ya no es "la teoría del movimiento real", el análisis crítico de "lo que acontece ante nuestros ojos", sino la "ciencia" que el movimiento obrero debe aprender y aplicar rigurosamente para alcanzar sus metas. El socialismo bautizado científico es una cosa mientras que el movimiento obrero es otra: su coincidencia será la obra de los especialistas de la socialdemocracia.

2. Según Kautsky, el marxismo no es tanto una teoría revolucionaria del desarrollo de la lucha proletaria sino más bien un método científico aplicado a todos los ámbitos de la actividad humana. De ahí dos direcciones para la investigación o, mejor dicho, para su aplicación : práctica en el mundo político, el partido obrero en el seno de la sociedad de la burguesía ; teórica empleándose en colmar todas las lagunas que las obras de Marx y Engels no pudieron abordar.

3. Desde 1891, el Partido socialdemócrata alemán había adoptado en el Congreso de Erfurt un programa marxista, obra esencialmente de Kautsky. Pero a medida que se convierte oficialmente en marxista, el movimiento obrero parece alejarse cada vez más de la vía revolucionaria adoptando un reformismo a la vez sindical y parlamentario. La fidelidad proclamada hacia Marx no impide unas prácticas a menudo opuestas al pensamiento de Marx. El Kautskismo es la ideología de los jefes del partido obrero alemán, la primera ideología de una "burocracia obrera".

4. En los países donde esa burocracia todavía no se ha formado y donde el movimiento obrero es todavía organicamente débil, la "ortodoxia" sigue fiel a la intención revolucionaria de Marx. En Rusia, Plekhanov (apodado el padre del marxismo ruso), encabeza la lucha contra el populismo y enseña el pensamiento de Marx a toda una generación de jóvenes revolucionarios rusos. Fundó el primer partido socialdemócrata ruso. En Italia, es sobre todo Antonio Labriola quien introdujo el marxismo despojado de todo rastro ideológico (economismo y cientismo).


Bernstein y el revisionismo

1. Alumno de Engels (y también su ejecutor testamentario), Eduard Bernstein era el maestro de Kautsky. Co-autor del programa de Erfurt, también es el autor de numerosas obras históricas (en particular sobre los orígenes del cristianismo y sobre la Revolución inglesa). Pero la obra que le hizo célebre - tanto por las críticas como por los elogios que recibió - es un conjunto de artículos escritos entre 1896 y 1899, recopilados bajo el título de Socialismo teórico y socialdemocracia práctica, obra que le convirtió en el jefe de fila de la corriente "revisionista".

2. Bernstein fue el primero en querer sacar las consecuencias de las últimas lecciones teóricas y prácticas de las experiencias de la socialdemocracia alemana. Apoyando su análisis sobre el ejemplo inglés y sobre la situación real del partido alemán, emprende una amplia "revisión" del pensamiento marxista a la luz de los últimos desarrollos del capitalismo. Denunciando las flagrantes contradicciones entre la ideología revolucionaria de su partido y su práctica absolutamente reformista, Bernstein apela sus camaradas a tener la valentía de "aparecer como lo que son en realidad, de dejar de lado una fraseología superada por los hechos y aceptar de ser un partido de reformas socialistas y democráticas".

3. Reclamándose del "testamento" de Engels, Bernstein y después sus discípulos alemanes y rusos ponen en tela de juicio las teorías marxistas del valor, de la concentración de capitales, del valor añadido y de la pauperización. En el plano político, rechazan la idea de dictadura del proletariado y encuentran que está plagada de "blanquismo".

4. A pesar de las fuertes protestas contra el revisionismo de Bernstein en toda la socialdemocracia internacional, los partidos obreros continúan con su práctica reformista ; es más, esta es cada vez más plausible. La ortodoxia "revolucionaria" se ve limitada a repetir mecánicamente fórmulas sin contenido.


Sorel y el sindicalismo revolucionario

1. Varios historiadores consideran que la verdadera introducción del marxismo en Francia no se produjo ni con Paul Lafargue, ni con Jules Guesde, fundadores del primer partido marxista obrero (el PDF, en 1879) y autores de algunos libros de propaganda socialista y de vulgarización del "materialismo histórico", ni incluso con Gabriel Deville, autor del resúmen más claro y más fiel del primer libro del Capital (según Engels). El penamiento de Marx fue conocido y utilizado en Francia a través de dos revistas de corta duración : L'Ere nouvelle (1893-1894) y Le Devenir Social (1895-1898). Un joven filósofo era uno de los principales animadores ; se trata de Georges Sorel.

2. Partiendo del rechazo total de la política reformista de los partidos socialdemócratas, Sorel propone de restablecer la idea fundamental del marxismo : la lucha de clases. Encerrados en el parlamentarismo y la ilusión de conquistar algún día el Estado, los socialistas, dice Sorel, han renunciado a la vía revolucionaria proletaria. De ahí que el parlamentarismo no sólo sea "utópico" sino completamente contrarrevolucionario. El heredero de la política marxista de la lucha de clases sólo puede ser el "sindicalismo revolucionario".

3. Según Georges Sorel, el proletariado no puede de ninguna forma emanciparse de la explotación capitalista si se constituye "tomando por modelo antiguas clases sociales, tomando el modelo de la burguesía". Si, como dijo Marx, los proletarios sólo pueden apropiarse de las fuerzas productivas aboliendo "el modo de apropiación en vigor", "¿ cómo se puede admitir que puedan conservar la quintaesencia del modo de apropiación burgués, es decir, las formas de gobierno tradicional ?" Las únicas fuerzas organizadas y desarrolladas capaces de impedir "el retorno del pasado" son los sindicatos. Estos organismos puramente obreros - y que deben "seguir siendo exclusivamente obreros" - deben "arrancarles al Estado y a la comuna, una por una, todas sus atribuciones para enriquecer los organismos proletarios que se están constituyendo." Dentro de la sociedad capitalista, los sindicatos son ya los núcleos de la futura sociedad socialista.

4. "Para resumir mi pensamiento en una fórmula, diría que todo el porvenir del socialismo reside en el desarrollo autónomo de los sindicatos obreros." Ese es el leitmotiv que recorre toda la obra de Sorel, desde El Porvenir socialista de los sindicatos hasta Descomposición del Marxismo y las Reflexiones sobre la violencia.


El marxismo revolucionario alemán

1. Hacia finales de siglo, una corriente de izquierdas se desarrolla dentro de la socialdemocracia alemana. Sin embargo, su primera afirmación teórica la hace en respuesta a Bernstein. En 1899, Rosa Luxemburg publica Reforma o Revolución, donde preconiza la caída violenta del sistema capitalista y rechaza la "teoría de la adaptación al capitalismo". Según ella, sólo la lucha de clases, junto al desarrollo de las contradicciones internas del sistema podrán desembocar en la "crisis general" y facilitar así el "paso al socialismo" por medio de una revolución. Resumiendo su teoría, retoma la famosa frase de Bernstein y la pone al revés : "El movimiento no es nada, la meta final lo es todo."

2. Es esa corriente "luxemburguista" que tras la noche del 4 de agosto de 1914 y después de la adhesión de la socialdemocracia alemana al programa de guerra del Segundo Reich, levanta la bandera del "internacionalismo proletario" y lucha por levantar a la clase obrera. Rosa Luxemburg, Clara Zetkin, Karl Liebknecht y Franz Mehring crean con ciertos grupos revolucionarios alemanes el "Spartakusbund" (Liga Espartaquista) y apelan a que se constituya el poder de los consejos obreros y de los soldados, proclamando que la revolución proletaria sólo puede resultar de "la acción de las grandes masas que están llamadas por millones a cumplir su misión histórica y a transformar la necesidad histórica en realidad."

3. Fiel a su idea de la autoemancipación de los trabajadores, Rosa Luxemburg, después de haber criticado duramente la concepción "ultracentralista" de la organización leninista, saluda a la Revolución rusa de 1917, pero sometiéndola a la crítica (La Revolución rusa, 1918). Unos cuantos meses más tarde, es víctima junto a Liebknecht de la represión socialdemócrata dirigida por Noske contra los espartaquistas insurrectos en Berlín en enero de 1919. Pero esas tendencias en el seno del proletariado alemán no serán aniquiladas, y el "marxismo revolucionario alemán" reaparece ya en los años 20.


El marxismo revolucionario ruso

1. En 1902, con ¿ Qué hacer ?, Lenin abre un importante debate en el seno de la socialdemocracia rusa, debate que acaba en 1903 en una escisión del POSDR en dos fracciones : los bolcheviques (mayoritarios) dirigidos por Lenin, y los mencheviques (minoritarios) dirigidos por Plekhanov y Martov. A pesar de que dicha escisión se haya producido acerca de "la cuestión de la organización", las dos tendencias van a discrepar cada vez más sobre el sentido mismo de la revolución en Rusia y sobre la interpretación del marxismo. Su separación es definitiva cuando estalla la guerra de 1914.

2. En paralelo a la corriente de izquierda alemana, se desarrolla en Rusia una corriente hostil al reformismo y a los compromisos con la burguesía liberal. A pesar de la indecisión de Lenin, Trotsky defiende las tesis de la "revolución permanente". Según él, los obreros son los únicos que pueden llevar a cabo un levantamiento revolucionario en Rusia. Al ser la burguesía rusa demasiado débil, le corresponde al proletariado dirigir el movimiento contra la autocracia zarista. "La idea que la dictadura proletaria depende en algún modo automáticamente de las fuerzas y medios técnicos de un país, es un prejuicio de un materialismo económico simplificado al extremo. Tal idea no tiene nada en común con el marxismo" (Trotsky, Resultados y Perspectivas).

3. Lenin se limitó a retomar esas tesis cuando en abril de 1917 proclama : "Todo el poder a los Soviets." Después de recordar los análisis marxistas sobre la cuestión primordial del Estado contra lo que él considera como deformaciones oportunistas de los jefes de la Segunda Internacional, el autor de El Estado y la Revolución, olvidándose de su teoría del partido, emprende la lucha por la conquista del poder a través de los consejos obreros y campesinos. Pero, ya en 1918, Lenin vuelve a la primacía del partido sobre la clase, y le toca a la "oposición" el seguir defendiendo el principio de la autonomía obrera (que estará en el centro de todas las nuevas corrientes marxistas no ortodoxas, mientras que la ortodoxia marxista-leninista se desarrolla como ideología oficial de la internacional comunista dirigida desde entonces por Stalin).

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