viernes, enero 27, 2017
Músicas de fuego, pecados, catástrofes y este calor.
Deslumbrados por las guitarras
eléctricas e influenciados por el sonido de los Shadows, los Ventures y luego
de James Bond, la estela de música de espías que dejó, ideal para el contexto de la llamada Guerra Fría,
los japoneses inventaron su propio estilo de guitarras: el sonido Eleki. Algo
digno de tener en cuenta como un elemento de la primera mitad de los 60, pero
que obviamente iba a mostrar su sello en los sonidos desarrollados en Japón en
la segunda mitad, y en la década siguiente.
Pensando en eso, girl trouble, y en ciertos asuntos político-organizativos me
doy cuenta de que ya me pasé del paradero de destino, así que sigo
reflexionando en todo eso cuando me bajo en el paradero siguiente, sólo para
descubrir que esta ruta hacia el Tiempo de Trabajo es mucho más interesante y
refrescante que la que he seguido por años. Pero el ambiente está raro…no
escucho ningún pájaro, se ve poca gente…Todos se esconden en los pocos espacios
de sombra que aún hay a esas horas de la mañana.
El megaincendio acapara todas las
portadas. Y yo justo traía en el interior de mi mochila el “Fire Music” de ArchieShepp. Si me aplicaran un control de identidad investigativo y me revisaran la
mochila…¿material incendiario? OK: Sin ir más lejos, eso pasó
hace poco con unos muchachos que viajaron desde Perú a quienes la policía les
revisó la mochila en La Serena encontrándoles “literatura subversiva” de corte
anarquista y deteniéndolos.
Igual, la policía (o a lo menos
su facción “inteligente”) ya debe tener claro a esas alturas que los
neoterroristas nihilistas posmo ya no se consideran anarquistas que tiraron
como ellos mismos han dicho “a la basura” la Biblia del anarquismo clásico,
sobre todo su consigna de “Ni Dios ni amo”. ¿Y saben por qué? Porque ya no son
ateos, pues han devenido una horda mística de “paganos”. En fin, lo que menos
se podría criticar es que no reflejen el espíritu de época. Como repetía
Debord, “los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres”.
Estos incendios, al igual que los
terremotos, maremotos y demás “catástrofes naturales”, nos demuestran de manera
dramática algo que los llamados “ecoextremistas” y otras corrientes de la
crítica social y antisocial sí tienen a la vista centralmente y todo el rato:
que no es en la primera naturaleza sino en la segunda, el cúmulo de historia
sedimentada tras siglos de dominación y explotación de la humanidad y el
planeta, donde está el meollo del asunto. Y eso es así porque una y otra vez hemos
dejado pasar el momento de la realización de la comunidad humana verdadera con
estas consecuencias ahora de todos conocidas y cada vez más graves. En rigor, los "ecoextremistas" trasladan el problema a la primera naturaleza, y así concluyen que hay que acabar con la raza humana.
Mientras la ciudadanía virtual se
entretiene e indigna con las maniobras relativas a la importación de
megamáquinas del aire en las que depositan la fe para aliviar la catástrofe,
los ideólogos académicos aprovechan de hacer el sermoneo “ecologista” a la
manera de todo ese cine comercial que nos muestra a una raza humana reaccionando
algo tarde pero justo a tiempo para salvarse, tan sólo “tomando conciencia”, o
sea…reciclando la basura y donando parte del sueldo a Greenpeace?
Veamos una carta de un profesor
universitario católico del Maule en la prensa burguesa del día de hoy:
“Las autoridades de nuestro país,
en los últimos 60 años, han permitido o propiciado que se hayan cometido dos
enormes errores que han provocado desequilibrios ecológicos gigantescos. Uno es
la pesca de arrastre industrial con las consecuencias que vemos ahora de
desaparición de la fauna marina, y el otro, por razones económicas de corto
plazo, fue permitir la sustitución del bosque nativo por especies foráneas que
no son apropiadas para la zona central, porque degradan la tierra y porque son
fáciles de incendiar al no permitir el crecimiento del sotobosque, con la
consecuente desaparición de la fauna y flora que tenía el bosque nativo.
Como se sabe, el régimen de lluvias de la zona central es de solo tres meses anuales y nueve meses de sequía, lo que propicia el fácil incendio tanto de los pinos como de los eucaliptos, y bastó la modificación de solo una variable, que es la temperatura del aire a consecuencia del calentamiento global para que aparezcan los incendios forestales. Dos o tres grados más de aumento de la temperatura para el hombre parece poco importante, pero para la naturaleza es gravísimo: derretimiento de glaciares, sequía, incendios, etc. Estas dos especies son originarias de zonas donde llueve casi todo el año, de manera que no están expuestas a los incendios gigantescos como los que estamos sufriendo. Es una triste lección que nos da la naturaleza, de que el hombre no puede intervenirla sin pagar graves consecuencias” (Pecados ecológicos gravísimos, emol, 27 de enero de 2017).
Como se sabe, el régimen de lluvias de la zona central es de solo tres meses anuales y nueve meses de sequía, lo que propicia el fácil incendio tanto de los pinos como de los eucaliptos, y bastó la modificación de solo una variable, que es la temperatura del aire a consecuencia del calentamiento global para que aparezcan los incendios forestales. Dos o tres grados más de aumento de la temperatura para el hombre parece poco importante, pero para la naturaleza es gravísimo: derretimiento de glaciares, sequía, incendios, etc. Estas dos especies son originarias de zonas donde llueve casi todo el año, de manera que no están expuestas a los incendios gigantescos como los que estamos sufriendo. Es una triste lección que nos da la naturaleza, de que el hombre no puede intervenirla sin pagar graves consecuencias” (Pecados ecológicos gravísimos, emol, 27 de enero de 2017).
Nótese que lo que en rigor es una
consecuencia del progreso capitalista en sí mismo, es presentado como producto
una grave omisión a nivel de las altas esferas de las decisiones “políticas”
institucionales. Verdaderos “pecados” a los ojos de Dios.
Qué "malas autoridades" hemos tenido. Todos
se quejan de eso. Por eso los fachos ya instaron a Piraña en las altas cumbres
del Estado y por eso ciertos sectores de la burguesía necesitan nuevos partidos
y un Frente Amplio: para cambiarlas y poner a nuevas generaciones, más
conscientes y ecológicas. Jo jo jo. No
podríamos creer que son ingenuos en eso.
Por cierto, las autodenominadas
“Juventudes Comunistas de Chile” acaban de declararse, en pleno año de 2017
después de nuestro señor Jesucristo (cuya mejor frase sin duda alguna fue:
“Mi reino no es de este mundo”, anticipando así en varios siglos y hasta
milenios al camarada Jacques Camatte), como “feministas y antipatriarcales”.
Sin comentarios. Voy a juntar agua.
“El progreso es la catástrofe. La
catástrofe es el progreso” (W.B.).
O también: El futuro ya se jodió.
This Heat (o Este Calor). Deceit,1981. Uno de los discos más apocalípticos que conozca.
Etiquetas: 2017 fin del mundo tal cual lo conocemos, prensa burguesa, queca queca que calor, tercer asalto proletario contra la sociedad de clases, volverse loco
Comments:
También me llamo la atención que ahora las juventudes comunistas de chile se declaren como "feministas y antipratiarcales" cuando estamos claros que las practicas que mas hay en aquel partido son "machistas y patriarcales". Cosas pasan.
Lo otro, pensaba que una buena canción igual para agregar al setlist de "apocalipsis now", era fix me de black flag, "Fix me please, I don't want to be dead".
Saluds.
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Lo otro, pensaba que una buena canción igual para agregar al setlist de "apocalipsis now", era fix me de black flag, "Fix me please, I don't want to be dead".
Saluds.