martes, octubre 31, 2017
Mensaje al Papa (x Antonin Artaud)
Tú no eres el confesionario, ¡oh
Papa!: nosotros lo somos.
Compréndenos y que los católicos
nos comprendan.
En nombre de la Patria, en nombre
de la Familia, impulsas a la venta de las almas y a la libre trituración de los
cuerpos.
Entre nuestra alma y nosotros
mismos, tenemos bastantes caminos que transitar, bastantes distancias que
salvar para que vengan a interponerse tus tambaleantes sacerdotes y ese cúmulo
de aventuradas doctrinas con que se nutren todos los castrados del liberalismo
mundial. A tu dios católico y cristiano que -como los otros dioses- ha
concebido todo el mal:
1. Te lo has metido en el
bolsillo.
2. Nada tenemos que hacer con tus
cánones, índex, pecados, confesionarios, clerigalla; pensamos en otra guerra,
una guerra contra ti, Papa, perro.
Aquí el espíritu acepta
confesarse ante el espíritu.
De la cabeza a los pies de tu
mascarada romana, triunfa el odio a las verdades inmediatas del alma, a esas
llamas que consumen el espíritu mismo. No hay Dios, Biblia o Evangelio, no hay
palabras que puedan detener al espíritu.
No estamos en el mundo. ¡Oh, Papa
confinado en el mundo!, ni la tierra ni Dios hablan de ti.
El mundo es el abismo del alma,
Papa contrahecho, Papa ajeno al alma; déjanos nadar en nuestros cuerpos, deja
nuestras almas en nuestras almas; nosotros no necesitamos tu cuchillo de
claridades.
(Antonin Artaud, 1925. Incluido en Carta los Poderes).
Etiquetas: a desalienar, abajo el reino de los cielos, surrealismo
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