jueves, diciembre 21, 2017
Con los rebeldes siempre (VIDEO)/ Análisis del conflicto intercapitalista en Venezuela (PC Int.)
1.- A partir de los artículos y panfletos publicados en el boletín La Oveja Negra nro.49, se realizó este video titulado ¡Con los rebeldes siempre!
2.- CONTRADICCIONES INTERBURGUESAS EN VENEZUELA, ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE Y LUCHA DE CLASES
Como lo hemos expuesto
insistentemente en nuestra propaganda, en Venezuela no está en curso ninguna
revolución ni mucho menos de orientación socialista. En Venezuela el gobierno
de Chávez y los chavistas representó y representa la continuidad de la burguesía
en el poder. Con Chávez, Maduro y los diferentes grupos y partidos que se
aglomeran en la llamada “revolución bolivariana” y el “socialismo del Siglo
XXI”, la burguesía dio continuidad a su Dictadura de Clase, que se expresa
públicamente como una Democracia Parlamentaria, la Democracia Burguesa, la
Democracia que los chavistas llaman “participativa y protagónica”.
El surgimiento del chavismo como
nuevo movimiento político que llegó al gobierno en 1999, le permitió a la
burguesía remozar su control político sobre las masas asalariadas, luego del
desgaste sufrido por los partidos AD, COPEI, MEP, CAUSA R, MAS, PCV y otros
que, a raíz de la crisis capitalista de las décadas de los ochenta y noventa,
del siglo pasado, habían perdido su capacidad de controlar a las masas y de
encauzar políticamente el descontento y la agitación cada vez más creciente.
El chavismo una vez en el
gobierno y ante un ambiente de amplia agitación social y de expectativas en las
masas, situación política exacerbada por el factor subjetivo de un imperioso
deseo de cambio, convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, para “refundar
la patria” y “profundizar la democracia”. De esta manera el gobierno burgués
del chavismo, fue encauzando la agitación de las masas hacia la creación de una
nueva Constitución Nacional (aprobada en referéndum en 1999) y hacia su control
político y organizativo; iniciando un proceso de desplazamiento de sectores
empresariales, políticos, militares y religiosos que conformaban la antigua
cúpula que administraba los intereses de la burguesía, por una nueva capa
burguesa, vinculada con sectores delincuenciales (Narcotráfico internacional),
que da continuidad a la burguesía en el poder y que tomó el control del
gobierno y de las diferentes instituciones del Estado, con particular
crecimiento en la participación de los militares en la gestión de gobierno.
Esta nueva fuerza política alternativa de la burguesía liderada por Chávez,
contó con el respaldo del oportunismo internacional, organizado alrededor del
régimen cubano y el Foro de Sau Paulo.
Las masas asalariadas en
Venezuela, más allá de episodios puntuales y aislados, no han levantado
consignas proletarias ni antes ni en lo que va del chavismo. En todo momento la
burguesía ha ejercido el control político de las masas y sus organizaciones. En
algunos momentos, principalmente en los ciclos de crisis capitalista, que traen
consigo cierre de empresas, desempleo, agudización de la caída del salario
real, acompañados de un desabastecimiento de alimentos y medicinas que agudizan
la tragedia del hambre y repunte de enfermedades ya erradicadas o controladas,
también la pequeña burguesía, que se resiste a su proceso de proletarización,
ha impulsado sus consignas, con cierta verborrea “radical”, esencialmente
democrático burguesas de defensa de la producción nacional, de freno a los
monopolios y trasnacionales y otras reivindicaciones contrarrevolucionarias que
han caracterizado a los movimientos que en todo el mundo se autoproclaman de
izquierda y hasta comunistas, pero que no pasan de ser una opción más de
recambio político para la burguesía y el imperialismo.
Como era de esperarse, luego de
algunos años de recuperación económica, derivada del aumento de los precios del
petróleo, Venezuela cayó en una nueva crisis que somete a las masas asalariadas
a un deterioro dramático de sus condiciones de vida. Desde 1999 las contradicciones
interburguesas y la confrontación entre los chavistas en el gobierno y sus
opositores han estado presentes. Pero con la agudización de la crisis y el
crecimiento del descontento de las masas, cada frente burgués ha venido
realizando maniobras tácticas en la pugna por el control del poder. Las masas
asalariadas, sin contar con una referencia revolucionaria que incida en ellas
de manera efectiva, se ha nucleado en torno a uno u otro de los frentes
burgueses en pugna, apartándose incluso de la lucha por sus propios intereses
inmediatos.
AMENAZA MILITAR DE EEUU CONTRA VENEZUELA REFLEJO DE UN CHOQUE ENTRE
ESTADOS CAPITALISTAS
En los medios de comunicación se ha divulgado
el anuncio del presidente Trump de que EEUU no descarta la opción militar
contra Venezuela. Con menos difusión mediática ha circulado la declaración del
Pentágono: “El Pentágono no ha recibido ninguna orden referente a Venezuela
(...)”, lo que indica que no necesariamente la amenaza de Trump tenga un efecto
práctico (por ahora), sino que más bien pudiera ser una pieza dentro de
estrategias mediáticas de confrontación interimperialista.
Rusia se pronunció en contra de
estas amenazas de Trump y criticó el financiamiento que ha venido realizando el
gobierno de EEUU a grupos violentos opositores al gobierno de Maduro en
Venezuela. Ante esta situación de tención y confrontación entre los gobiernos
de EEUU y Venezuela el proletariado venezolano e internacional debe tener
claridad en torno a la correcta posición revolucionaria y anticapitalista a
asumir.
1. Las amenazas del presidente de
EEUU contra el gobierno venezolano forman parte del ajedrez internacional
liderado por las grandes potencias imperialistas, que en su búsqueda de una
salida a la crisis determinada por la caída de la tasa de ganancias y el
colapso de los mercados, se encaminan hacia una tercera guerra mundial, que
permita rejuvenecer al capitalismo a través de la destrucción de infraestructuras,
mercancías excedentarias y vidas humanas. Las tensiones políticas entre los
gobiernos de EEUU y Venezuela deben por tanto verse, junto al choque de EEUU
con Corea del Norte y la confrontación imperialista en Siria y Ucrania. Los
bloques y alianzas imperialistas que se han venido conformando a nivel
internacional configuran los posibles frentes que se confrontarán en una
posible tercera guerra mundial y sus motivaciones, detrás de los discursos
politiqueros y demagógicos de todos los bandos, no son otros que la búsqueda
del control de los mercados, de las materias primas, de las fuentes de
aprovisionamiento.
2. Los gobiernos agresores y los
agredidos levantan las consignas de “defensa de la patria”, “defensa de la
soberanía”, “defensa de los derechos humanos”. El proletariado debe entender
que la defensa de la patria se traduce en la defensa de la economía nacional,
que se sustenta en la explotación del trabajo asalariado, en la defensa del
mercado y la producción de mercancías, que se sustentan en la apropiación
privada de los productos del trabajo social. “Tenemos Patria” dicen los
chavistas en Venezuela, “Tenemos Patria” grita en coro la burguesía
internacional; porque la patria es el espacio donde el capitalismo cumple su
ciclo de extracción de plusvalía. El proletariado ni tiene ni quiere patria. La
Patria es capitalismo y explotación del trabajo asalariado. Por eso los
trabajadores deben enfrentar por igual a los gobiernos agresores y a los
gobiernos agredidos. El proletariado debe levantar sus consignas
revolucionarias y anticapitalistas y enfrentar al gobierno en cada país, sin
dejarse chantajear por las amenazas de invasión extranjera.
3. El Chantaje de la amenaza de
guerra no debe detener la lucha reivindicativa de los trabajadores. En Venezuela
los trabajadores deben apartarse de los frentes burgueses que luchan por el
control del gobierno y encaminarse hacia la organización y la lucha por aumento
salarial, reducción de la jornada de trabajo, por la reducción de la edad de
jubilación y otras reivindicaciones, impulsando sindicatos de clase, sin
compromisos con los patronos o el gobierno y comprometidos con el impulso de
huelgas indefinidas y sin servicios mínimos.
4. Los gobiernos burgueses de los
países agredidos usan las amenazas de agresión militar como una oportunidad
para oxigenarse políticamente con discursos patrióticos, buscando ampliar el
apoyo electoral y apartando a los trabajadores de la lucha por sus verdaderos
intereses. A esta acción reaccionaria se suman los sindicatos del régimen.
5. La penetración de los
capitales de China, Rusia, India e Irán, entre otros, en el negocio petrolero
venezolano, obliga a EEUU a reaccionar para mantener su cuota de control de
esta materia prima. La política del gobierno venezolano de impulsar un “mundo
multipolar” se ha traducido en repartir la torta de sus reservas de petróleo
entre las diferentes potencias imperialistas y entre algunos países con los que
ha establecido alianzas políticas, dentro de los que destaca Cuba. Internamente
también hay un reparto de la renta petrolera y en este reparto además de la
participación de diferentes grupos capitalistas locales, el gobierno de los
chavistas abrió espacio para la participación de los militares como agentes
económicos a través de una empresa que participa en el negocio del petróleo y
del gas. Destaca el desarrollo de un esquema de financiamiento Chino pagado por
Venezuela con embarques de petróleo, que ha sido un negocio redondo para el
empresariado chino y para las mafias corruptas ligadas al gobierno venezolano.
Y si bien EEUU adelanta algunas estrategias para reducir sus importaciones de
petróleo venezolano, existe un parque industrial en Norteamérica que está
diseñado solo para procesar petróleo pesado con las características del que se
extrae en Venezuela. Por lo tanto EEUU defenderá su acceso y control de parte
de las reservas petroleras más grandes del mundo, ubicadas en Venezuela, además
por un conjunto de ventajas geopolíticas, militares y logísticas. Todo esto
hace de Venezuela uno de los teatros de operaciones de las confrontaciones
imperialistas.
6. En Venezuela no está presente una confrontación entre socialismo y capitalismo, como lo quieren hacer ver los frentes burgueses e imperialistas en pugna y todo el aparataje mediático internacional. Se trata de una contradicción burguesa e imperialista. Los trabajadores asalariados están llamados a reanudar la lucha de clase y a presentarse ante la sociedad, junto a su partido, como la única clase revolucionaria y capaz de salvar al planeta de la destrucción a la que lo conduce el modo de producción capitalista.
(Tomado de El Partido Comunista, órgano
del Partido Comunista Internacional, septiembre de 2017).
Etiquetas: el gobierno de los mejores, estudios, guerra social, tercer asalto proletario contra la sociedad de clases
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