martes, septiembre 17, 2019
Zengakuren en imágenes/Suicidios en el Metro/Reviú "Barricadas a-go-go" en Crudo Soy zine
-Antes del TV cable, uno se quedaba a veces pegado viendo la
TV de trasnoche porque era la única compañía a esas horas. Y desde niño me
gustaba e intrigaba ese momento en que todas las y transmisiones se
interrumpían y quedaba una imagen fija por un rato, antes de pasar al ruido
negro/blanco de “la guerra de las hormigas”. Sensación similar a aquella mucho
más bella de las primeras veces en que te toca contemplar el amanecer por haber
pasado de largo.
Una de esas noches, con mi cercano amigo Giordano, dimos con
una documental sensacionalista a lo “Perro Mundo”, donde pasaron de mostrar
accidentes en globos aerostáticos a principios del siglo XX hasta unas
impresionantes escenas de confrontación entre estudiantes japoneses (la
Zengakuren) y las obras de construcción de un aeropuerto. Caían molotovs sobre
las máquinas retroexcavadoras, y sobre la policía. Los estudiantes y campesinos
de la zona, que habían construido un fuerte, lucían cascos con hoces y martillos, y al
final son derrotados. Despega un avión por primera vez sobre esa posta, y caen lágrimas de los rostros
revolucionarios. La voz en off habla de que el progreso se impone, a pesar de
la oposición de estos vetustos ultraizquierdistas.
Mencioné esa escena en un conversatorio sobre Walter
Benjamin que alguna vez organicé con algunos secuaces en Filosofía de la U. de
Chile. Ya antes habíamos hecho uno sobre Adorno. Supe que después alguno
mencionaba lo realmente exótico que le habían parecido las alusiones a la “ultraizquierda
japonesa”.
Con el tiempo llegué a dudar de la existencia de ese extraño
documental, que no recuerdo si se llamaba “Días de furia” o algo así.
Cuando investigué para redactar “Barricadas a-go-go” busqué
en vano esas imágenes. Pero hace unos meses un amigo me mostró que estaban en
el sitio de La Felguera, con link a youtube, bajo el título de “El sitio del fuerte rojo”.
El Agente Provocador tienen también una interesante nota
sobre “La danza de la serpiente”: táctica de combate callejero de la Zengakuren
de gran belleza, alta efectividad, y que fuera imitado en otras partes del
mundo sin mucho éxito.
-Suicidios en el Metro
“El estudio, que comprende desde 2017 hasta marzo de 2019,
señala que en ese período se presentaron 54 intentos, con 20 fallecidos, en
total: 4 en 2017, 7 en 2018 y ya 9 en los primeros tres meses de este año.
Entre enero y marzo de 2019, por otro lado, se reportaron 11
eventos. Línea 1 y Línea 2 son los recorridos que acumulan más, con 18 y 14,
respectivamente, mientras que la Línea 6, que cuenta con puertas diseñadas para
frenar a potenciales suicidas, suma uno”.
-Acaba de salir un nuevo N° (9) del fanzine de Valparaíso
CRUDO SOY. Incluye entre muchas cosas el texto de Cristián Olea sobre Disturbio
Menor, “Una memoria menor”, y un reviú de “Barricadas a-go-go” que reproduzco
acá (Recuerden: quedan pocas copias de la tercera edición):
BARRICADAS A-GO-GO. Apuntes sobre la escena musical japonesa
de 1968 a 1977.
“Dudé sobre si incluir este
trabajo en esta sección o en la de “zines y publicaciones”. Finalmente decidí
hacerlo aquí porque el correcto (y casi elegante) trabajo de encuadernación y
edición posee más la estructura de un libro corto que la de un cuadernillo o
similares.
Con el nombre y bajada de este
título puedes llegar a pensar que estamos frente a un estudio o crónica
musical, pero no es así, al menos no del todo. Para finalmente derivar en una
repasada al sonido japonés de la época señalada, el autor contextualiza todo
con una mirada histórica y analítica a nivel global de este período caliente
que llamamos “II asalto del proletariado a la sociedad de clases”, aportando
sendas citas y notas relativas a la lucha revolucionaria de la época, las que
tienen como eje central la participación de una juventud protagonista no sólo
del desarrollo de la guerra revolucionaria, sino de la política en sí (aunque
creo que tanto política como guerra revolucionaria son palabra inseparables,
una como fase inicial de la segunda, y esta segunda como manera final y
definitiva de la primera). Hay una necesidad aguda de posicionar el nacimiento
de un círculo en particular – el de la escena musical en Japón- dentro de un
mapa de sucesos y eventos característicos de la época, dentro del ámbito
político y de las características psicológicas de una generación que prefirió
participar en la historia en lugar de quedar mirando como dos frentes –
imperialismo y estalinismo- se disputaban el mundo. La importancia del Mayo 68
fue esa, en París y en todas partes.
De eso, con una valiosa cita que detalla a
los grupos de Guerrilla urbana y Guerra de guerrillas más relevantes, pasamos al
contexto japònés, en donde el nombre de la Zengakuren pasa a ser protagonista y
será el que nos vaya alertando sobre como es que el asunto final va a ser
desarrollado. Sin dejar de lado las numerosas influencias occidentales dentro
del arte y la música (y la revolución), se inicia la revisión del primer gran
rock japonés con Flower Travellin' band y Les raillazes denudés; quienes
representan la esencia del rock n roll que desde acá (desde este zine, me
refiero) se defiende: una mixtura de arte radical (que no es lo mismo que la
contracultura, métanselo bien en la cabeza por favor), el ejercicio del sonido
estruendoso guiado por las pasiones, y una carga de política que debe ser más
evidente que todo lo demás. Se hace también un alcance bastante amplio a la escena
del Free jazz nipón, que cuenta con sus propios héroes históricos (que como en
muchas ocasiones, a veces terminan siendo villanos de su misma historia). La
verdad me dan ganas de profundizar en todos los puntos descritos, pero no
podría alargar tanto esta revisión. Creo que este libro sirve al lector para
reconocer una vez más los factores decisivos de esta época 68 al 77, el alma
mater de lo que llamamos Punk en toda su dimensión política y revolucionaria; y
creo que para el autor sirve para canalizar todo su gusto (buen gusto) personal
por una escena musical en específico, y que pareciera lejana, tanto en tiempo
como distancia. Me queda, después de leer esto, una extensa lista de nombres
para revisar y sucesos que reflexionar”.
Etiquetas: 1968, Crudo Soy, Japo, volverse loco
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