domingo, septiembre 27, 2020
LA VIOLENCIA...(Ediciones Vamos hacia la vida)
"Pero hoy he visto en la manifestación
tantas caras sonrientes
las compañeras de quince años
los obreros con los estudiantes
‘El poder a los obreros
no al sistema del patrón
siempre unidos venceremos
viva la revolución’.
Cuando después las camionetas
hicieron las redadas
los compañeros empuñaron
los palos de los carteles.
Y vi coches blindados
volcados y luego quemados
tantos y tantos policías
con las cabezas rotas.
La violencia, la violencia
la violencia, la revuelta
quien esta vez haya dudado
mañana luchará con nosotros”.
(Alfredo
Bandelli, La violenza, 1968).
Ediciones Vamos hacia la vida acaba de imprimir 50 copias de “LA VIOLENCIA, VENGA DE DONDE VENGA. Escritos e intervenciones de antes y durante la revolución de octubre”, de Julio Cortés Morales.
220 páginas, incluyendo una decena de fotos tomadas al calor de esos días.
Tenemos algunas copias para
distribuir al justiprecio de 6 mil pesos. Consulte nomás.
Se trata del
primer libro de esta iniciativa, al que seguirán luego otros títulos que han
circulado hasta ahora en versiones digitales.
“Estos
escritos que mayoritariamente fueron columnas en medios locales (The Clinic, El Desconcierto, Radio
Universidad de Chile y El Ciudadano),
más una entrevista al periódico anarquista trasandino El Gato Negro, surgieron desde el interés por registrar en detalle
el avance del estado policial desde el frente legislativo, y una especie de
crónica de varios de los procesos que estuvieron a la base de los
acontecimientos de antes y durante ese largo octubre que aún no termina del
todo. La idea de cada columna era analizar determinados aspectos contingentes
del rearme represivo del Estado, mientras en la entrevista tuve ocasión de
resumir en una hora de conversación lo esencial de lo que estaba pasando en
Chile, para un público trasandino. Además agregué algunos apuntes e impresiones
“psicogeográficas” motivadas por el uso cotidiano del Metro, que recién ahora al releer me doy
cuenta de que estaban plagadas de alusiones y anticipaciones inconscientes del
tipo de subversión subterránea que se estaba incubando de a poco allí abajo.
Estos
escritos e intervenciones pretenden ser un aporte más criminológico que
jurídico a la comprensión de los fenómenos sociales en que estamos envueltos, donde
por sobre una tensión dialéctica permanente, con acción y reacción
(revolución/contrarrevolución), interactúan variadas e imbricadas formas de
violencia social y económica, política e institucional, insurreccional y
contrainsurgente, instrumental y expresiva, racional e irracional…
Para el tipo
de conocimiento criminológico crítico que me interesa desarrollar y difundir,
el control social es violencia, ya sea en actos o latente en tanto amenaza, y
el objeto de estudio son los procesos de criminalización. Una concepción
integral que tome en cuenta la manera en que se generan y articulan los
distintos tipos de violencia requiere asumir que el capitalismo es en sí mismo
una gran acumulación de violencia estructural, que en Chile se vio reforzada
con la reestructuración operada en dictadura y posibilitada por el despliegue
terrorista de la violencia institucional.
Esa
reestructuración tuvo dos grandes momentos: el de la dictadura (1973-1990) y el
de la “transacción a la democracia”, articulada por la “oposición democrática”
en diálogo con la dictadura ya desde la época de las protestas de mediados de
los 80, pero desplegada plenamente en un “perfeccionamiento del modelo” basado
en el continuismo y la impunidad. No en vano el primer “presidente democrático”
fue Aylwin, un notorio golpista y legitimador inicial de la dictadura
pinochetista/guzmaniana, y tampoco parece casual que tras la repetición de un
ciclo bastante monótono a la cabeza del aparato gubernamental (Bachelet
I-Piñera I-Bachelet II-Piñera II) se nos vuelve a brindar una salida
plebiscitaria para alejarnos de las calles, invirtiendo las posiciones
originales desde el Sí y el No al Rechazo y el Apruebo. ¿Deja vu?
Una enorme
acumulación por décadas de violencia estructural, que hasta el 18 de octubre se expresaba de
manera contenida implosionando en locura, delincuencia y violencia
intrafamiliar, fue acicateada por la violencia institucional de la policía y
luego los militares causando una explosión espontánea de violencia social,
individual y colectiva, que hizo temblar los cimientos del orden capitalista a
la chilena. Mientras no se comprenda adecuadamente este proceso, podemos
desconfiar totalmente de los numerosos llamados a 'condenar la violencia, venga
de donde venga', por ser abiertamente sospechosos de hipocresía”.
-Presentación:
Revolución y contra-revolución en Chile
-¿Apagando
el fuego con bencina?, o: “Aula segura”, la demagogia punitiva en el límite del
absurdo
-El
control preventivo de identidad a adolescentes como legalización de la sociedad
de control
-El control preventivo de identidad a menores de 18
años viola la Convención internacional sobre los derechos del niño
-¿Un tipo de magia?: “ley corta antiterrorista” y
resultados inmediatos en la persecución de un “lobo solitario”
- La hipocresía proteccional como fundamento del
control preventivo de adolescentes
-¡No al control preventivo! ¡Abajo el estado policial!
-Controles de identidad: perfeccionando el estado
policial
-Anexo: Encuentros cercanos con el control de
identidad
-Estado, terror y rebelión
-Violencia
sexual y mutilación masiva como política represiva
-“Sin gastos para el fisco”: sobre la defensa penal de torturadores
-Sobre lxs presxs de la revuelta y el concepto de
“prisión política”
-Represión, impunidad y justicia de clase
-La Ley de Seguridad del Estado como instrumento de
represión política
-Nueva derecha, neofascismos y violencia callejera
-¿Quién controla a los que controlan el orden público?
-Baquedano recupera su garbo
-Cuarentena y Estado policial: el 1° de mayo en Plaza
Dignidad
-En el Metro
-La insurrección chilena (entrevista con el periódico
anarquista Gato Negro)
Etiquetas: anarquia, comunismo difuso, reflexión, revolución social, violencia y control