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miércoles, abril 28, 2021

/Carta //94 años///La Treintitrés 

 HA LLEGADO CARTA:

Estimado/a XXXXXXXXXXXXXX,

Agradecemos el aporte que usted realizó al desarrollo y funcionamiento del país mediante el pago de sus impuestos.

A continuación se detalla cuánto pagó usted en impuestos y de qué manera se utilizaron. Además, se informa el total de ingresos y gastos públicos del país durante el año 2020.

Atentamente, el Servicio de Impuestos Internos (2021)


94 años/La 33

El general director/director general Yañez dice que no se puede borrar con goma de borrar 94 años de historia policial. Tiene razón.

Piñera -the President of Chile (he ain´t no human being!)- fue a celebrar los 94 años de la Institución cuyo símbolo son dos carabinas atravesadas en la 33 comisaría de Santiago, ubicada en el costado sur poniente del Estadio nacional, junto a dos emblemáticas poblaciones ñuñoínas: la Rebecca Matte y Exequiel Gonzalez Cortés. Recuerdo las madrugadas tardo-ochenteras en que caminábamos en piño desde Villas Unidas a ver qué pasaba por allá, sindo siempre bien recibidos en las tertulias interminables que ocurrían entremedio de esos pasajes, vecinos juganda a las cartas con radiocasets impactando el aire con canciones de Deep Purple, vinos en caja y pitos chilombianos baratos y generosamente voladores.

En ambas poblaciones se protestó bastante una semana antes, con motivo del “tercer retiro”. La poblada fue bastante enérgica, y la represión BRUTAL -as usual-.

El martes 27 de abril los COP tenían todo cercado para evitar contra-manifestaciones. De todos modos hubo protesta y cacerolazos  en las inmediaciones de Guillermo Mann.

Esa Comisaría tiene una ubicación bastante interesante, con una avenida bastante amplia hacia el sur, por donde pasan varias micros como la 511, desde Rondizzoni, y hay un bandejón central bastante bonito con una enorme sanguchería poco apta para el público vegetal.

Antes era una escuela pública que el casi eterno alcalde pinochetista Pedro Sabat mando a cerrar. La reemplazó por otra “institución total”. Habla bastante claro del tipo de sociedad en que vivimos el que para pasar de escuela a comisaría no hayan tenido que hacerse obras muy significativas en el espacio aquel.  

El patio gigante y todas sus instalaciones permiten un adecuado uso de personal “científico” para las labores de represión, por eso en días de protestas suele ser usada para detenidos por “delitos especiales”, es decir, candidatos a niveles más intensos de criminalización y/o varios posibles niveles de montajismo.

A poco que uno mire con lupa las actuaciones policiales/militares en general, se dará cuenta de que es habitual que exista algún nivel de montaje, y no me refiero sólo a grandes y famosos casos conocidos como el del “ciudadano pakistaní” detenido en la Embajada de EEUU hace poco más de una década por supuestamente tener “trazas” de explosivos, o la Operación Huracán, caso Bombas o Catrillanca. 

Hay una enorme cantidad de casos que no llegan a ser detectados jamás.

O casos menos intensos pero no menos graves como éste caso del 2013 del que cuenta el sitio del “Proyecto Inocentes” de la Defensoría Pública, ocurrido precisamente en la 33 Comisaría:

“Un joven fue erróneamente detenido al interior de una notaría de Ñuñoa, al ser confundido con una persona que habría robado en una tienda del sector. Una abogada que se encontraba haciendo un trámite en dicho recinto defendió al joven, pero los funcionarios policiales no le creyeron y se lo llevaron. Ella, segura de la inocencia del joven -ya que había estado junto a ella en el momento en el que se habría cometido el delito- fue a verlo a la comisaría. En el recinto policial fue detenida y acusada falsamente de agredir a un carabinero”.  

El parte policial, tomado por verídico por la Fiscalía (era que no) decía que ella “procedió intentar  impedir (sic) la acción de Carabineros y en dicho contexto procedió a agredir de manera ilegítima al Carabinero Luis Ávila Pérez causándole lesiones de carácter leve en una de sus manos.”

La detención fue declarada ilegal y el casi finalmente fue sobreseído cuando quedó demostrado por la propia investigación interna de Carabineros que 10 funcionarios se habían coludido para dejar a la abogada detenida en la 33 comisaría, dándole un martillazo en un dedo a uno de los suyos para que figurara como víctima. El caso luego pasó a la Justicia Militar.

¿CAMBIA, TODO CAMBIA?

NO: LA POLICÍA NO CAMBIA.

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