domingo, mayo 29, 2011
Más sobre la VOP (fragmento de El Clarín)
El ASESINATO DE EDMUNDO PEREZ ZUJOVIC
El asesinato de Edmundo Pérez Zujovic es una de las operaciones más importantes, sangrientas y exitosas que la CIA pudo realizar durante su ofensiva desestabilizadora del gobierno popular.
Durante la primera mitad de 1971 las cosas no podían ir mejor para el gobierno popular. En las recientes elecciones municipales de abril había obtenido más del 50% de los votos.
La ampliación del consumo a sectores pobres de la población no había causado inflación, sino por el contrario ésta bajaba. El desempleo había caído a la mitad en pocos meses, el producto interno crecía. La tesis de que la industria tenía una enorme capacidad ociosa quedaba verificada a cabalidad.
Ninguna de las predicciones sobre el supuesto totalitarismo se había cumplido, las libertades públicas se respetaban y ampliaban de manera no conocida en nuestra sociedad.
Sectores significativos, aunque no mayoritarios de la DC, mostraban su aprobación a las medidas gubernamentales.
La derecha y la DC no habían llegado a crear un frente común y que eso ocurriera era un de los peligros políticos más importantes, que de momento, se enfrentaba.
El gobierno temía que desde las sombras se pudiera desatar un atentado terrorista en contra de algún personero representativo de la DC, y luego acusar al gobierno, así se puso protección policial a Eduardo Frei y al cardenal Raúl Silva Henríquez. La previsión general era correcta, pero no se acertó en cuanto a la víctima.
La Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), era un grupo que operaba al margen de la izquierda histórica y que tenía una mezcla ideológica entre ultra izquierda y anarquismo, a partir de la tesis de que los obreros se habían aburguesado integrándose al sistema, buscaba su representatividad en los que no tenían ningún vínculo con éste. El sujeto histórico para ellos estaba en la marginalidad. Reflejaban el odio de clases sociales mortificadas por años. Muchos de sus integrantes venían de la Población La Faena de Santiago.
No apoyaron a Allende, no formaban parte de la Unidad Popular, tampoco mantenían relaciones políticas con ésta. No se sabe de relaciones políticas con algún grupo revolucionario de otro país.
Uno de sus principales dirigentes, Ronald Rivera Calderón, había sido indultado junto a otros presos políticos por el Presidente Allende al asumir el gobierno.
Su militancia no pasaba de algunas decenas. Algunos venían desde la juventud comunista y otros desde el MIR. No participaban de las enormes manifestaciones de masas de la izquierda y carecían de un trabajo social detectable, ya fuera en sindicatos o centros estudiantiles, al parecer sólo tenían algunas simpatías mediatas en el Pedagógico de Santiago. Su empeño principal habían sido las expropiaciones. Una suerte de nihilismo terrorista de un lado sumado a una marginalidad social de otro. Eran presa fácil para una maniobra encubierta. De ellos podía surgir cualquier cosa.
La mañana del 8 de junio de 1971 la VOP daba muerte en Santiago al ex ministro del interior de Frei e importante dirigente DC Edmundo Pérez Zujovic, se le disparó con armas automáticas cuando viajaba en su automóvil, sin escolta, a pocas cuadras de su casa en Santiago.
El hecho conmocionó fuertemente al Partido Demócrata Cristiano y a Chile.
Si se quería acusar a la izquierda el blanco estaba muy bien elegido. Pérez Zujovic había sido ministro del Interior del gobierno de Frei y se le imputaba ser responsable de una matanza de pobladores en Pampa Irigoin, en las cercanías de Puerto Montt. Víctor Jara había compuesto una famosa canción - "Puerto Montt" - en repudio a su persona. La izquierda lo señalaba como la figura emblemática de la represión durante el gobierno freísta. No costaba nada acusar a la izquierda. Eso hizo de inmediato la prensa derechista.
El gobierno actuó con máxima prontitud y eficacia. A las 5.30 de la tarde la Dirección General de Investigaciones informó que se había identificado a uno de los atacantes y que éste era Ronald Rivera Calderón, quien actuaba bajo el nombre de "Mario Campillay" y era el máximo dirigente de la VOP.
Sin embargo, la Democracia Cristiana emitió rápidamente una declaración, en la que se lee:
"Exigir al gobierno la inmediata disolución de todos los grupos armados que actúan al margen de la ley...
Se entregue la dirección de todas las diligencias indagatorias a los servicios de inteligencia del Ejército y exponer su confianza en la actual jefatura de Investigaciones" (Puro Chile, 9 de junio 1971).
La declaración destila un afán de manipulación en pos de sacar provechos políticos del hecho de sangre.
En efecto, la exhortación al gobierno a disolver de todos los grupos armados que actuaban al margen de la ley, era:
En primer lugar una imputación gratuita respecto a una supuesta conducción o amparo del gobierno a estos grupos;
Segundo, se busca dar la imagen de una actuación generalizada de grupos armados ilegales, lo que claramente no se corresponde con la realidad de aquellos días;
Tercero, el afán de involucrar al Ejército en la disputa política es evidente;
Cuarto, pedir la intervención del Ejército en la investigación y reiterar la confianza en la jefatura de Investigaciones es una tesis contradictoria y de monumental de hipocresía, la policía de investigaciones esta llamada por ley a perseguir los autores del crimen, si se confía en ella para que pedir lo ilegal que es entregar la investigación a los servicios de inteligencia militares;
Quinto, la invitación a la intervención de las Fuerzas Armadas era una muestra de desconfianza hacia el gobierno, por medio de la cual se buscaba reiterar la imputación tácita de complicidad.
La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, controlada por el gremialismo en el cual funge como ideólogo Jaime Guzmán Errázuriz que será años después el arquitecto político de la institucionalidad dictatorial, emite una declaración, firmada por su presidente Tomás Irarrázabal, en la que señala:
"Llamamos a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile a ejercer prontamente las facultades constitucionales que les asisten en orden a restablecer la confianza de los chilenos que desde hace un tiempo tiende a desvanecerse" (Puro Chile, 9 de junio 1971)".
La incitación a la intervención militar en el proceso político es abierta. El fin de esa intervención se disfraza bajo el eufemismo de “restablecer al confianza de los chilenos”. Que las fuerzas armadas tengan “facultades constitucionales” para actuar en política no tiene sustento jurídico alguno.
De otra parte, el parlamentario del Partido Nacional Víctor García Garzena, ya sin fundamento ni recato alguno acusa al gobierno del crimen.
Los afanes por aprovecharse políticamente del asesinato no guardan el menor tapujo.
En la misma noche un grupo de alrededor de 200 jóvenes democratacristianos instigados por el ex intendente de Chiloé de Eduardo Frei, el también DC Octavio Burotto apedrean La Moneda bajo las consignas "asesinos, asesinos" y "gobierno incapaz". El gobierno da orden de no reprimir a los agresores. Octavio Burotto tiene gran cercanía política con el que en democracia será alcalde de Chaitèn Josè Miguel Fritis, que públicamente reconocerá haber trabajado par la CIA en la guerra contrainsurgente de El Salvador en los años ochenta.
¿Entonces, espontánea manifestación de dolor o maniobra urdida para explotar y profundizar la ruptura DC-UP que empieza a producirse?.
El gobierno declaró Zona en Estado de Emergencia y toque de queda entre la 1 y 6 de la mañana.
El PC perdiendo su habitual mesura rompió las conversaciones que desde hacía medio año llevaba con el MIR y aprovechó la ocasión de reprocharle su participación en las tomas de fundos en el sur del país. La izquierda se llenaba de complicaciones.
Frei volvió de inmediato de Europa. A pesar de toda la evidencia del origen del crimen, las emprendió contra el gobierno.
El atentado fue en verdad un pretexto que sirvió en grado extremo a los sectores que al interior de la DC bregaban por un acuerdo con la derecha; desde este momento se hicieron hegemónicos.
Un pretexto, pues la ubicación de un partido en un lugar determinado del acontecer político, precisamente en un momento histórico de esta naturaleza, no está determinado por hechos accidentales, sino por una representatividad social definida, por sus orígenes, sus vínculos nacionales e internacionales. La DC era apadrinada por el estado norteamericano en su anticomunismo, como hemos ya visto en documentos oficiales, apoyo muy rentable y cuantioso.
¿Qué había detrás de un hecho que tan perjudicial resultaba para la Unidad Popular?
A este respecto Hernán Coloma, dirigente socialista, recuerda:
"Inmediatamente después que asesinaron a Edmundo Pérez, se reunió a la Comisión Política del PS, de la que yo formaba parte, se señaló que era un golpe mortal a cualquier entendimiento con la Democracia Cristiana y que Eduardo Paredes, director de Investigaciones y militante socialista, decía tener fuertes antecedentes de que la CIA estába detrás de esto. Paredes quiere investigar, pero teme que la Brigada de Homicidios (BH) de la policía tenga también infiltración de la CIA.
"Se plantea que es necesario ayudar a Paredes y se sugiere mi nombre. Me instalo en una pequeña oficina, con algunos compañeros. Le pedí a un compañero del sector norte de Santiago que tenía relaciones con la ultraizquierda, que se dejara reclutar por la VOP, que ya lo había intentado. El aceptó.
"Esto fue muy rápido, él me informó, que un miembro de la dirección de la VOP, ex Mapu, estaba aterrorizado y que le había contado de sus sospechas de infiltración de la CIA. Hacía cuatro o cinco meses se habían incorporado refuerzos extranjeros, instructores, un japonés-americano, un panameño, preparado en la Escuela de las Américas, una mujer argentina y un argentino. El dirigente le comenta que desde que éstos participan en la planificación operativa, básicamente expropiaciones, la forma de la planificación lleva directamente a muertos y heridos.
"Otro día me da una dirección en calle Manuel Montt y fuimos con unos walkie tolkie; teníamos medios muy primitivos. Uno de los nuestros entró y nos fue dando la información. En una maleta encontró algo mayor, era el plan operativo del asesinato de Edmundo Pérez. Estaba dentro de una maleta. En eso llegaron los ocupantes de la casa, recogieron algunas cosas entre ello la maleta y partieron en un auto, tratamos de seguirlos y los perdimos.
"Nuestro hombre nos indicó el lugar a donde se habían cambiado y nos hizo un plano. Con esa información fui donde Paredes y le dije que era urgente tomar a esta gente y comprobar por lo menos una influencia exterior. En esta conversación estaba presente el periodista Carlos Jorquera.
"Eduardo Paredes me señaló que el jefe de la Brigada de Homicidios a cargo de la investigación tiene todos los medios ocupados y me pregunta si yo era capaz de detenerlos. Le planteé que era muy delicado, yo era de la Comisión Política del PS, él me dijo que no hay otra solución. Le pedí armas, eran tipos preparados, el japonés era una especie de James Bond, el otro preparado en Panamá, le insistí en que necesitaba algunos policías, él decidió ayudarme con su secretario, Jorge Aravena, y con el secretario de Investigaciones.
"Con ellos dos partimos en dos vehículos, era una noche de luna llena, difícil, era una explanada y en el medio una casita de madera. Decidí esperar la salida del sol cuando durmieran todos. Partimos con el Station hasta un 50 metros, botamos la puerta con el auto y estaban durmiendo todos. Estaba ahí un chileno que le decían el 'Ho Chi Min', éste me conoce, cuando me ve me dice que soy un traidor de mierda y yo le respondo que él es un 'guevon imbécil', que están infiltrados hasta los huesos, que se vaya, que hablemos otro día, se va por entre unas plantaciones de choclo, esto era en Lampa.
"Controlada la situación encontramos la maleta que contenía el plan operativo. Estamos en eso cuando vemos aparecer una enorme cantidad de funcionarios de Investigaciones, en sus vehículos, eran no menos de 90, el jefe de la Brigada de Homicidios, baja de su auto y se dirige a mí, señalando: "¿Qué hace un civil con un arma de Investigaciones?". Yo le respondo. "¿Qué hace un funcionario preguntando esto si aquí están los que planificaron la muerte de Pérez Zujovic?". El policía parecía enterado de todo. El se llevó los detenidos y la maleta con el plan.
"Me fuì a un teléfono y le avisé a Paredes de las detenciones y que lo más importante era el plan operativo que estaba en la maleta. Llegaron los detenidos, pero no la maleta. Estuvieron detenidos 24 horas, el juez les dio la libertad -el japonés se negó en todo momento a declarar- y se fueron inmediatamente del país.
"Después, durante la detención de los hermanos Rivera Calderón, Paredes y Toro (subdirector de Investigaciones) gritaron: "¡No disparen!". Los militares dispararon, la orden de fuego que implicó la muerte de todos los buscados, la dio el militar Jefe de Plaza que era Augusto Pinochet Ugarte".
Muchas interrogantes surgen de inmediato.
Los integrantes del VOP eran personas de condición humilde de una organización muy pequeña. ¿Cómo se hacen los contactos con estos extranjeros que no vienen de ninguna organización revolucionaria conocida?.
¿Por qué la estridente prensa derechista que ve guerrilleros marxistas por todos lados nada dice de la partida de estos extraños personajes, qué motiva ese silencio, qué oculta ese silencio?.
¿Por qué Augusto Pinochet da tan perentoria orden de ejecución?.
¿Qué podían contar los hermanos Rivera Calderón, líderes del grupo, que Pinochet sólo quiere sus cadáveres?.
¿Cómo se las arreglan los extranjeros para obtener de inmediato su libertad en circunstancias que su detención, a lo menos por cinco días, era algo judicialmente obvio?.
¿Por qué el jefe de la Brigada de Homicidios llega sin la maleta con el plan operativo?.
¿Por qué el director de Investigaciones desconfía en grado tal de sus subordinados que encarga la investigación a una estructura que no es parte de la policía?.
¿Hasta dónde está metida la CIA en la Policía de Investigaciones?.
Son muchas las interrogantes. Hace falta un trabajo de investigación específico sobre este grave hecho.
El asesinato de Edmundo Pérez Zujovic es una de las operaciones más importantes, sangrientas y exitosas que la CIA pudo realizar durante su ofensiva desestabilizadora del gobierno popular.
Durante la primera mitad de 1971 las cosas no podían ir mejor para el gobierno popular. En las recientes elecciones municipales de abril había obtenido más del 50% de los votos.
La ampliación del consumo a sectores pobres de la población no había causado inflación, sino por el contrario ésta bajaba. El desempleo había caído a la mitad en pocos meses, el producto interno crecía. La tesis de que la industria tenía una enorme capacidad ociosa quedaba verificada a cabalidad.
Ninguna de las predicciones sobre el supuesto totalitarismo se había cumplido, las libertades públicas se respetaban y ampliaban de manera no conocida en nuestra sociedad.
Sectores significativos, aunque no mayoritarios de la DC, mostraban su aprobación a las medidas gubernamentales.
La derecha y la DC no habían llegado a crear un frente común y que eso ocurriera era un de los peligros políticos más importantes, que de momento, se enfrentaba.
El gobierno temía que desde las sombras se pudiera desatar un atentado terrorista en contra de algún personero representativo de la DC, y luego acusar al gobierno, así se puso protección policial a Eduardo Frei y al cardenal Raúl Silva Henríquez. La previsión general era correcta, pero no se acertó en cuanto a la víctima.
La Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), era un grupo que operaba al margen de la izquierda histórica y que tenía una mezcla ideológica entre ultra izquierda y anarquismo, a partir de la tesis de que los obreros se habían aburguesado integrándose al sistema, buscaba su representatividad en los que no tenían ningún vínculo con éste. El sujeto histórico para ellos estaba en la marginalidad. Reflejaban el odio de clases sociales mortificadas por años. Muchos de sus integrantes venían de la Población La Faena de Santiago.
No apoyaron a Allende, no formaban parte de la Unidad Popular, tampoco mantenían relaciones políticas con ésta. No se sabe de relaciones políticas con algún grupo revolucionario de otro país.
Uno de sus principales dirigentes, Ronald Rivera Calderón, había sido indultado junto a otros presos políticos por el Presidente Allende al asumir el gobierno.
Su militancia no pasaba de algunas decenas. Algunos venían desde la juventud comunista y otros desde el MIR. No participaban de las enormes manifestaciones de masas de la izquierda y carecían de un trabajo social detectable, ya fuera en sindicatos o centros estudiantiles, al parecer sólo tenían algunas simpatías mediatas en el Pedagógico de Santiago. Su empeño principal habían sido las expropiaciones. Una suerte de nihilismo terrorista de un lado sumado a una marginalidad social de otro. Eran presa fácil para una maniobra encubierta. De ellos podía surgir cualquier cosa.
La mañana del 8 de junio de 1971 la VOP daba muerte en Santiago al ex ministro del interior de Frei e importante dirigente DC Edmundo Pérez Zujovic, se le disparó con armas automáticas cuando viajaba en su automóvil, sin escolta, a pocas cuadras de su casa en Santiago.
El hecho conmocionó fuertemente al Partido Demócrata Cristiano y a Chile.
Si se quería acusar a la izquierda el blanco estaba muy bien elegido. Pérez Zujovic había sido ministro del Interior del gobierno de Frei y se le imputaba ser responsable de una matanza de pobladores en Pampa Irigoin, en las cercanías de Puerto Montt. Víctor Jara había compuesto una famosa canción - "Puerto Montt" - en repudio a su persona. La izquierda lo señalaba como la figura emblemática de la represión durante el gobierno freísta. No costaba nada acusar a la izquierda. Eso hizo de inmediato la prensa derechista.
El gobierno actuó con máxima prontitud y eficacia. A las 5.30 de la tarde la Dirección General de Investigaciones informó que se había identificado a uno de los atacantes y que éste era Ronald Rivera Calderón, quien actuaba bajo el nombre de "Mario Campillay" y era el máximo dirigente de la VOP.
Sin embargo, la Democracia Cristiana emitió rápidamente una declaración, en la que se lee:
"Exigir al gobierno la inmediata disolución de todos los grupos armados que actúan al margen de la ley...
Se entregue la dirección de todas las diligencias indagatorias a los servicios de inteligencia del Ejército y exponer su confianza en la actual jefatura de Investigaciones" (Puro Chile, 9 de junio 1971).
La declaración destila un afán de manipulación en pos de sacar provechos políticos del hecho de sangre.
En efecto, la exhortación al gobierno a disolver de todos los grupos armados que actuaban al margen de la ley, era:
En primer lugar una imputación gratuita respecto a una supuesta conducción o amparo del gobierno a estos grupos;
Segundo, se busca dar la imagen de una actuación generalizada de grupos armados ilegales, lo que claramente no se corresponde con la realidad de aquellos días;
Tercero, el afán de involucrar al Ejército en la disputa política es evidente;
Cuarto, pedir la intervención del Ejército en la investigación y reiterar la confianza en la jefatura de Investigaciones es una tesis contradictoria y de monumental de hipocresía, la policía de investigaciones esta llamada por ley a perseguir los autores del crimen, si se confía en ella para que pedir lo ilegal que es entregar la investigación a los servicios de inteligencia militares;
Quinto, la invitación a la intervención de las Fuerzas Armadas era una muestra de desconfianza hacia el gobierno, por medio de la cual se buscaba reiterar la imputación tácita de complicidad.
La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, controlada por el gremialismo en el cual funge como ideólogo Jaime Guzmán Errázuriz que será años después el arquitecto político de la institucionalidad dictatorial, emite una declaración, firmada por su presidente Tomás Irarrázabal, en la que señala:
"Llamamos a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile a ejercer prontamente las facultades constitucionales que les asisten en orden a restablecer la confianza de los chilenos que desde hace un tiempo tiende a desvanecerse" (Puro Chile, 9 de junio 1971)".
La incitación a la intervención militar en el proceso político es abierta. El fin de esa intervención se disfraza bajo el eufemismo de “restablecer al confianza de los chilenos”. Que las fuerzas armadas tengan “facultades constitucionales” para actuar en política no tiene sustento jurídico alguno.
De otra parte, el parlamentario del Partido Nacional Víctor García Garzena, ya sin fundamento ni recato alguno acusa al gobierno del crimen.
Los afanes por aprovecharse políticamente del asesinato no guardan el menor tapujo.
En la misma noche un grupo de alrededor de 200 jóvenes democratacristianos instigados por el ex intendente de Chiloé de Eduardo Frei, el también DC Octavio Burotto apedrean La Moneda bajo las consignas "asesinos, asesinos" y "gobierno incapaz". El gobierno da orden de no reprimir a los agresores. Octavio Burotto tiene gran cercanía política con el que en democracia será alcalde de Chaitèn Josè Miguel Fritis, que públicamente reconocerá haber trabajado par la CIA en la guerra contrainsurgente de El Salvador en los años ochenta.
¿Entonces, espontánea manifestación de dolor o maniobra urdida para explotar y profundizar la ruptura DC-UP que empieza a producirse?.
El gobierno declaró Zona en Estado de Emergencia y toque de queda entre la 1 y 6 de la mañana.
El PC perdiendo su habitual mesura rompió las conversaciones que desde hacía medio año llevaba con el MIR y aprovechó la ocasión de reprocharle su participación en las tomas de fundos en el sur del país. La izquierda se llenaba de complicaciones.
Frei volvió de inmediato de Europa. A pesar de toda la evidencia del origen del crimen, las emprendió contra el gobierno.
El atentado fue en verdad un pretexto que sirvió en grado extremo a los sectores que al interior de la DC bregaban por un acuerdo con la derecha; desde este momento se hicieron hegemónicos.
Un pretexto, pues la ubicación de un partido en un lugar determinado del acontecer político, precisamente en un momento histórico de esta naturaleza, no está determinado por hechos accidentales, sino por una representatividad social definida, por sus orígenes, sus vínculos nacionales e internacionales. La DC era apadrinada por el estado norteamericano en su anticomunismo, como hemos ya visto en documentos oficiales, apoyo muy rentable y cuantioso.
¿Qué había detrás de un hecho que tan perjudicial resultaba para la Unidad Popular?
A este respecto Hernán Coloma, dirigente socialista, recuerda:
"Inmediatamente después que asesinaron a Edmundo Pérez, se reunió a la Comisión Política del PS, de la que yo formaba parte, se señaló que era un golpe mortal a cualquier entendimiento con la Democracia Cristiana y que Eduardo Paredes, director de Investigaciones y militante socialista, decía tener fuertes antecedentes de que la CIA estába detrás de esto. Paredes quiere investigar, pero teme que la Brigada de Homicidios (BH) de la policía tenga también infiltración de la CIA.
"Se plantea que es necesario ayudar a Paredes y se sugiere mi nombre. Me instalo en una pequeña oficina, con algunos compañeros. Le pedí a un compañero del sector norte de Santiago que tenía relaciones con la ultraizquierda, que se dejara reclutar por la VOP, que ya lo había intentado. El aceptó.
"Esto fue muy rápido, él me informó, que un miembro de la dirección de la VOP, ex Mapu, estaba aterrorizado y que le había contado de sus sospechas de infiltración de la CIA. Hacía cuatro o cinco meses se habían incorporado refuerzos extranjeros, instructores, un japonés-americano, un panameño, preparado en la Escuela de las Américas, una mujer argentina y un argentino. El dirigente le comenta que desde que éstos participan en la planificación operativa, básicamente expropiaciones, la forma de la planificación lleva directamente a muertos y heridos.
"Otro día me da una dirección en calle Manuel Montt y fuimos con unos walkie tolkie; teníamos medios muy primitivos. Uno de los nuestros entró y nos fue dando la información. En una maleta encontró algo mayor, era el plan operativo del asesinato de Edmundo Pérez. Estaba dentro de una maleta. En eso llegaron los ocupantes de la casa, recogieron algunas cosas entre ello la maleta y partieron en un auto, tratamos de seguirlos y los perdimos.
"Nuestro hombre nos indicó el lugar a donde se habían cambiado y nos hizo un plano. Con esa información fui donde Paredes y le dije que era urgente tomar a esta gente y comprobar por lo menos una influencia exterior. En esta conversación estaba presente el periodista Carlos Jorquera.
"Eduardo Paredes me señaló que el jefe de la Brigada de Homicidios a cargo de la investigación tiene todos los medios ocupados y me pregunta si yo era capaz de detenerlos. Le planteé que era muy delicado, yo era de la Comisión Política del PS, él me dijo que no hay otra solución. Le pedí armas, eran tipos preparados, el japonés era una especie de James Bond, el otro preparado en Panamá, le insistí en que necesitaba algunos policías, él decidió ayudarme con su secretario, Jorge Aravena, y con el secretario de Investigaciones.
"Con ellos dos partimos en dos vehículos, era una noche de luna llena, difícil, era una explanada y en el medio una casita de madera. Decidí esperar la salida del sol cuando durmieran todos. Partimos con el Station hasta un 50 metros, botamos la puerta con el auto y estaban durmiendo todos. Estaba ahí un chileno que le decían el 'Ho Chi Min', éste me conoce, cuando me ve me dice que soy un traidor de mierda y yo le respondo que él es un 'guevon imbécil', que están infiltrados hasta los huesos, que se vaya, que hablemos otro día, se va por entre unas plantaciones de choclo, esto era en Lampa.
"Controlada la situación encontramos la maleta que contenía el plan operativo. Estamos en eso cuando vemos aparecer una enorme cantidad de funcionarios de Investigaciones, en sus vehículos, eran no menos de 90, el jefe de la Brigada de Homicidios, baja de su auto y se dirige a mí, señalando: "¿Qué hace un civil con un arma de Investigaciones?". Yo le respondo. "¿Qué hace un funcionario preguntando esto si aquí están los que planificaron la muerte de Pérez Zujovic?". El policía parecía enterado de todo. El se llevó los detenidos y la maleta con el plan.
"Me fuì a un teléfono y le avisé a Paredes de las detenciones y que lo más importante era el plan operativo que estaba en la maleta. Llegaron los detenidos, pero no la maleta. Estuvieron detenidos 24 horas, el juez les dio la libertad -el japonés se negó en todo momento a declarar- y se fueron inmediatamente del país.
"Después, durante la detención de los hermanos Rivera Calderón, Paredes y Toro (subdirector de Investigaciones) gritaron: "¡No disparen!". Los militares dispararon, la orden de fuego que implicó la muerte de todos los buscados, la dio el militar Jefe de Plaza que era Augusto Pinochet Ugarte".
Muchas interrogantes surgen de inmediato.
Los integrantes del VOP eran personas de condición humilde de una organización muy pequeña. ¿Cómo se hacen los contactos con estos extranjeros que no vienen de ninguna organización revolucionaria conocida?.
¿Por qué la estridente prensa derechista que ve guerrilleros marxistas por todos lados nada dice de la partida de estos extraños personajes, qué motiva ese silencio, qué oculta ese silencio?.
¿Por qué Augusto Pinochet da tan perentoria orden de ejecución?.
¿Qué podían contar los hermanos Rivera Calderón, líderes del grupo, que Pinochet sólo quiere sus cadáveres?.
¿Cómo se las arreglan los extranjeros para obtener de inmediato su libertad en circunstancias que su detención, a lo menos por cinco días, era algo judicialmente obvio?.
¿Por qué el jefe de la Brigada de Homicidios llega sin la maleta con el plan operativo?.
¿Por qué el director de Investigaciones desconfía en grado tal de sus subordinados que encarga la investigación a una estructura que no es parte de la policía?.
¿Hasta dónde está metida la CIA en la Policía de Investigaciones?.
Son muchas las interrogantes. Hace falta un trabajo de investigación específico sobre este grave hecho.
Etiquetas: izquierda del capital, lucha armada, represión, trivia ultraizquierdista, volverse loco, VOP
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