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jueves, marzo 20, 2014

Mes de marzo 

Que me disculpen los 14 seguidores de este blog. 2 meses sin subir nada de nada. Ni siquiera material ajeno que al subirlo hago en cierta manera propio. El yugo del trabajo aprieta fuerte y no deja tiempo ni energías para casi nada más. Menos para sentarse frente a una pantalla, actividad que en general tiene que ver con ese mismo "trabajo" por el cual a uno le pagan para seguir sobreviviendo y trabajando.

Pero la aventura siempre está ahí, como la revolución, a la vuelta de una esquina.

Por ejemplo, cuando este lunes tuve que viajar a Rancagua. En el metrotren de las 20 horas. Muerto de sueño, escuchaba como unos asalariados de banco hablaban de que el trabajo "te robotiza", y de que a los jefes les importan los puros números, pero que "el problema es que  los números son a costa de nosotros". La gente se baja en distintas estaciones y no se aprecia a nadie que no viva de su propio trabajo por ahí cerca. ¿Cómo viajan esos? No sé. No en metrotren. Y cuando viajan en Transantiago le ponen nota seis (6.0) (Una nota por la cual en la Escuela de Derecho te aplaudían, y se simboliaba con dos bolas coloradas).

Llegando a rancagua de noche, vagar por calles oscuras donde no conozco a nadie. ¿Donde me quedo a dormir? No tengo idea. Lástima que ya no viven por acá los de revista Fakxion, y no me acuerdo donde quedaba esa casa okupa con militantes del CRA. ¿Cuando fue eso? Ah: el 2008, cuando los ciclos de charlas conmemorando mayo del 68 como hito de la ola revolucionaria mundial de esos años. 68/77. 84/89. El 89 como 68 al revés....

En fin, doy con el Hostal Estado: tremendo nombre! Un lugar bastante proletario. Me preguntan: "Anda buscando trabajo? hay harto". No: ya tengo. Vengo a una gestión mañana en la mañana: ¿sabe donde está el juzgado de garantía de Rancagua?

En la calle un poco después, camino sin rumbo. Recuerdo la frase de Walter B. sobre  que "perderse en la ciudad como quien se pierde en un bosque requiere aprendizaje". Me encuentro de repente con un bar de esos que ya casi no quedan: La Selecta. Entro por una caña de borgoña de durazno en vino blanco, y un queso caliente. Bueno, bonito y barato. Los parroquianos se interesan por mi presencia. "Buena barba" dice uno, el minero Dagoberto V., que se sienta conmigo a conversar e invitar una ronda tras otra de heinekens. Tras hablar de King Crimson, Frank Zappa y el subir a la mina escuchando a Foghat en una almeja (porque este cuarentón, al igual que yo, se niega a decretar la muerte del CD). Termino en su casa, fumando alguito, y luego conversando con proles de todas las edades en el Club Social de la Población O´Higgins. Como buen proletario (de esos que además ganan buenos sueldos por su labor extractiva), invita todo y pide más cervezas de la que se pueden tomar. termino regalando cerveza a otros parroquianos más jóvenes y con menos plata. Visita a la plaza de Oscar Castro, el efecto canábico que no se va nunca y más invitaciones a lugares del centro de la ciudad. Cuando son las 4:30 decido que es hora de acostarse. Me cuesta mucho que alguien escuche la puerta en el Hostal Estado, y con poco más de 3 horas y media de sueño voy al Juzgado de Garantía a defender el que una causa contra pacos que maltrataron a pingüinas el 2012 se quede ahí y no se vaya a la Justicia Militar (que dicen es a la justicia lo que la música militar a la música: ¡cosa de ver en el file "Space is the place" como torturan al maestro Sun Ra con marchas militares puestas a través de audífonos!). Me va bien: dios ayuda a los que no creemos en él, porque nunca le pedimos nada.

De regreso a Santiago, donde ya no puedo ni escuchar música porque mis dos reproductores de CD están malos, así como mis dos tornamesas. Y la radio no es escuchable hoy en día. O desde hace 50 años más o menos.

La resaca es clase 4: la 1 se pasa durmiendo un poco más. La 2 al ducharse. La 3 al almorzar. Ésta que tuve, por gentileza de Dago Verdugo, se me quitó recién cuando tomé la "Once chilena" en El naturista de Huérfanos con Ahumada a eso de las 5 de la tarde.

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Comments:
Buena barbón:

Aún sigues igual, difuso, amante del fracaso, del situacionismo y Debord. Bueno saber que hay cosas que no cambian. Siempre serás un adolescente, aunque tengas 90's y hagamos tu discurso de funeral, que al final es vivir.
Aunque ahora te estas poniendo teológico, y... efecto del alcohol o de Rosa Luxemburgo? O ambos?


Bueno, a lo que iba... La Selecta queda en Alcazar, antiguo barrio obrero de Rancagua y que las inmobiliarias destrozan los espacios, cagándose en la historia. Y curiosamente la antigua casa del CRA quedaba por ahí cerca, pero más hacia el sur. O sea, antes de la plaza (este)... después del poto del caballo de ohiggins (Aut.prol, rap, rosateniarazon) ... Sur...sureste. Donde queda el inicio de otros barrios proletarios, pero de gente con un poco más de rango económico, pero no menos explotada en tiempos de otrora.
La población ohiggins, con su plaza y su gente de la barra del equipo del mismo nombre, jugando al futbol en la canchita o haciendo asados en la pequeña sede social.

Je, buenos tiempos.... saludos desde Perú.
 
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