jueves, septiembre 29, 2016
De la protesta a la resistencia/Heldon en apoyo a la R.A.F.
-Una vez el camarada Cornejo publicó en El Ciudadano algo sobre UlrikeMeinhof. En otra ocasión, me regaló la “Pequeña antología” (decía que iba a estar mejor cuidada en mi casa que en la biblioteca de donde la recuperó).
-Unas décadas antes de eso, en 1975 (cuando yo tenía 4 años y Cristóbal algo
así como -8) Richard Pinhas, de Heldon, editó este disco sencillo en APOYO a la R.A.F.
-Una década antes, a fines de los 60, la Ulrike periodista publicó este
breve y significativo texto (obviamente, incluido en la pequeña antología preparada por el viejo estalinista M. Sacristán), que acá subo en una versión que pillé en rebelión,
conservando la presentación de ellos.
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Antes de pasar a la
clandestinidad en 1972, Ulrike Meinhof trabajó com redactora en la revista Konkret entre
1959 y 1969. Aparte de una gran lucidez y estilo, sus textos reflejan un
absoluto sentimiento anti-capitalista y su convicción- tal vez desesperada- del
recurso a la violencia como única forma efectiva de lucha. El siguiente
artículo fue publicado por Ulrike Meinhof el 11 de abril de 1968 tras el
atentado perpetrado por un miembro de la extrema derecha contra su camarada
Rudi Duschke, en el que Duschke sufrió graves heridas cuyas secuelas le
produjeron la muerte unos años después. La situación de represión que padecía
la izquierda extra parlamentaria alemana, la agresión americana a Vietnam, el
asesinato policial en Berlín del estudiante Benno Ohnesorg y, en especial, el
atentado contra Rudi Duschke y los continuos hostigamientos del diario
reaccionario Der Springer contra los estudiantes e izquierdista fueron
cruciales en Meinhof para determinar su radicalización política que le llevó a
abandonar a sus dos hijas gemelas y, tras la acción armada de liberación de
Andreas Baader, en la que resultó gravemente herido un empleado público, pasar
a la clandestinidad.
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“Protesta es cuando digo, esto y
esto no va conmigo. Resistencia es cuando procuro que lo que no va conmigo no
vuelva a suceder. Protesta es cuando digo que no voy a participar. Resistencia
es cuando procuro que los otros tampoco participen”. Algo parecido - no
textual- se pudo escuchar decir a un negro del Movimiento Blackpower en la
Conferencia sobre Vietnam celebrada en Berlín en enero.
Los estudiantes no llevan a cabo
ninguna insurrección, ellos practican la resistencia. Piedras han volado, los
cristales de las ventanas de la central de Der Springer en
Berlín han acabado hechos añicos, han ardido automóviles, cañones de agua han
sido arrebatados, una redacción de el BILD ha sido demolida,
ruedas pinchadas, el tráfico paralizado, camiones de obras han sido volcados,
cadenas policiales rotas- violencia, violencia física es lo que se ha empleado.
Sin embargo, no se han podido impedir las entregas de prensa de Der
Springer, el funcionamiento del tráfico sólo se ha interrumpido
durante unas horas. El seguro pagará las lunas de las ventanas. Donde los
camiones fueron quemados circularán nuevos camiones, no se reducirá el número
de cañones de agua de la policía ni faltarán balas de goma. Por tanto, volverá
a suceder lo que ya ha sucedido. La prensa del Springer seguirá provocando y
Klaus Schütz ordenará: “mirad a estos tipos a la cara”, y proceded con las
consecuencias, golpearlos directamente- lo que ya pasó el 21 de febrero- y
acabad disparando.
Las protestas masivas contra el
atentado a Rudi Duschke perpetrado durante las pascuas-llevadas a cabo no por
unos cuantos, sino por muchos; no sólo una vez sino a lo largo de varios días;
no solamente en Berlín, sino en muchos lugares; no de forma simbólica, sino de
forma fáctica- han rebasado el límite entre la protesta verbal y la resistencia
física. Tras el 2 de junio solamente se quemaban ejemplares del Springer,
ahora se ha intentado bloquear su publicación. El dos de junio volaron tomates
y huevos, ahora vuelan piedras. En febrero se pasó un divertido y entretenido
film sobre la fabricación de cócteles molotov, ahora se emplean de facto. El
límite entre la protesta y la resistencia ha sido sobrepasado, aunque no de
manera efectiva, volverá a repetirse lo que ya ha sucedido. No se han cambiado
las relaciones de poder. Se ha practicado la violencia pero no se ha podido
ocupar el poder. ¿Se trata de violencia terrorista sin sentido, de violencia
alienada, apolítica e inconsciente?
Constatemos: aquellos que desde
el poder condenan el lanzamiento de piedras y los incendios provocados; sin
embargo, no condenan los acosos del Springer ni las bombas sobre Vietnam, ni el
terror en Persia, ni la tortura en Sudáfrica. Aquellos que podrían expropiar el
Springer, no lo hacen. Forman grandes coaliciones que mediante los massmedia
podrían difundir la verdad sobre el BILD y el BZ y,
en cambio, difunden verdades a medias sobre los estudiantes; su ocupación con
el tema de la violencia es hipócrita, ellos utilizan una doble medida, quieren
exactamente lo que nosotros, los que- con o sin piedras en los bolsillos-
tomamos la calle, no queremos: la política como destino, masas infantilizadas,
una oposición impotente que no moleste a nadie, democráticas carreras de sacos
y el estado de excepción si la cosa se pone seria. Johnson, que declaró a
Martin Luther King héroe nacional; Kiesinger (NOTA: Canciller alemán
entre 1966 y 1969 que fue abofeteado en público por la activista Beate Klarsfeld
para denunciar su pasado como afiliado al partido nazi), que lamento en un
telegrama el atentado contra Rudi Dutschke, ellos son los representantes de la
violencia contra la que se opusieron King y Dutschke, la violencia del sistema,
el sistema que ha producido Der Springer y la guerra de
Vietnam; a ellos les faltan dos cosas: la legitimación política y la
legitimación moral para imponer un recurso contra la voluntad de resistencia de
los estudiantes.
Constatemos: está documentado que
aquí no se puede disparar a la gente así como así, que la protesta de los
estudiantes contra la idiotización de las masas llevada a cabo por Der
Springer va en serio, queDer Springer no está, ni ahora ni
nunca, destinado por Dios para poder decir ni una sola vez: “estamos en contra
de vosotros”; está documentado que costumbre & decencia son cadenas
que se pueden romper si se vapulea y dispara al encadenado. Está documentado
que todavía hay gente en este país que no sólo condena el terror y la violencia
y no se opone secretamente a ellos, sino que sin temor y sin poder callar es
capaz y está dispuesta a ofrecer resistencia para que se puede llegar a
comprender que esto no puede seguir así. Se ha demostrado que el acoso mortal y
el crimen distorsionan la vida pública, que las personas que mantienen una vida
pública no están dispuestas a consentirlo. El valor de un ser humano es algo
distinto a las ventanas, las furgonetas del Springer y los
coches volcados y dañados durante la acción de bloqueo ante la central del Springer, hechos
que fueron registrados en los informes arbitrarios de la policía; que hay una
vida pública que no solamente no está dispuesta a llamar insoportable a lo
insoportable, sino que está dispuesta a enfrentarse a ello, a desarmar al Springer, a
los asistentes de sus asistentes.
Ahora, después de que se haya
demostrado que hay otros medios a disposición mejores que las meras
manifestaciones, Springer-Hearing, acciones de protesta, medios diferentes a
los que han fracasado al no poder evitar el atentado contra Rudy Duschke;
ahora, que las cadenas de la costumbre & la decencia han saltado por los
aires, se puede discutir a posteriori sobre violencia y contra-violencia.
Contra-violencia, como se practicó en aquellos días de pascua, no es adecuada
para despertar simpatías ni para atraer a los liberales asustados a la parte de
la oposición extra parlamentaria. La contra-violencia conlleva el riesgo de
convertirse en violencia cuando la brutalidad policial determina las reglas del
juego, cuando la rabia impotente es capaz de acabar con la superioridad de la
racionalidad, cuando se contesta a la intervención paramilitar de la policía
con medios paramilitares. Pero el establishment, “los señores de la
cúpula”- en palabras de Rudi- han de aprender que sólo hay una forma de
alcanzar la paz & el orden perpetuos: expropiar el Springer. La
diversión ha terminado: “protesta es cuando digo, esto y esto no va conmigo.
Resistencia es cuando procuro que lo que no va conmigo no vuelva a suceder”.
Etiquetas: 68, anti punk, anti-arte, cris corn, Cristóbal, punk rock, RAF, rock (no punk)
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