jueves, febrero 14, 2019
¿OBSOLETO?/Avalancha/Whitesnake/Bombas sobre la soleada Krefen
OBSOLESCENCIA DE LOS FORMATOS DE REPRODUCCIÓN (del
Sonido)
(No estamos hablando nec% de producción/reproducción en
sentido marxiano, o quizás también).
EN BUSCA DE PREMISAS
Estos temas se han estudiado poco. Algo le leí a Chris
Cutler. Algo más a Simon Reynolds en “Retromania” (Perdí ese libro. Se lo
presté a un amigo pero luego olvidé a cuál. Por lo menos lo leí entero y de
corrido anes de ponerlo en circulación). Pocazo a Greil Marcus. Y casi nada a
Lester Bangs. (Sé que Adorno y Hanns Eisler analizaron largo y tendido el tema,
en un libro sobre la música del cine. Como es que se llamaba? Ah, aquí está: “El
cine y la música”, editorial fundamentos, Madrid, 1981. Tenía 10 años ese año).
///
LOS DISCOS DE VINILO
El caso de los LP: Mientras había “desaparecido” el formato
disco de vinilo, los LP nunca costaron más de 3 o 4 lucas en promedio, en
lugares como el persa Bio Bio. Hoy en día su precio promedio es como de 20
lucas, salvo ofertones, y el mismo tipo de pelmazo que en los 90 vendía sus LPs
para comprar CDs porque eran el último grito de la tecnología y prometían durar
para siempre sin gastarse ni sonar a fritura de papas, ahora desprecia el CD y
sólo quiere 180 grams de acetato. //// Un amigo disquero me decía: “los discos
de Recommended Records los vendo como a 30 o 40 lucas, y los hueones las pagan
nomás”.
--
¿Alguien se acuerda del Pong, el Betamax, del VHS o del
Laser disc?/// Por ahí por Isidro (suprimo el San) con Bío-Bío he visto en un
puesto en el suelo una decena de Laser-Discs que yacen ahí tirados como fósiles
de una era que ya parece lejana. No en vano, ya llevamos casi 20 años de siglo
XXI.// A mi hijo (8 años) le trato de explicar el PONG y ni siquiera se lo
puede imaginar.
(Para seguir desarrollando: variaciones en la esfera de la
producción del material “musical”. Tengo que escribir un libro y no se me
ocurre sobre qué).
--
VELVET EN SPOTIFY VS. LOS DISCOS
Una amiga de mi pareja de visita en la casa es consultada
acerca de qué música desearía escuchar. Dice: Velvet Underground. Me acerco al
sector del mueble en que están los 9 CDs de VU que tengo, y le digo que aunque
es difícil escoger, mi álbum favorito es el segundo: White Light White Heat….Ella
mira un poco sorprendida y dice: “no tengo noción de cuáles son sus albums,
pues como yo escucho la música siempre he conocido las canciones sueltas”. Me
quedé como 48 horas reflexionando acerca de eso. /// Se lo comento al amigo
disquero, un tipo que ya entró en la séptima década de vida, mientras yo me acerco
raudo a la quinta (o, más bien, ya la estoy viviendo: hay que considerar los
0-9 como la primera), y me dice: “en los viejos tiempos uno conseguia el LP de
la banda que te gustaba, y tenías uno o dos años para asimilarlo mientras salía
el disco nuevo”. “En cambio ahora –agregó tras salir de su disquería camino a
las carreras de caballos- le recomiendo Etron Fou Leloublan a un cabro, y en 3
días viene y me dice: ‘estoy listo: ¡ya descargué todo!’”. “No es lo mismo”, le
digo yo. “Claro que no es lo mismo”, reafirmamos los dos. Y la verdad, mientras
más pienso en esto, me siento más alejado de esta época de mierda. Mi reino no
es de este mundo, decía
el J.C. (Jesus Christ) y yo no soy de esta época. Viv Albertine dijo al
ir ya casi acabando su libro de memorias, “la única época en la que siento que encajé
fue la del punk….pero eso fue hace ya tanto tiempo….”.
K7 NUNCA MURIÓ
El formato caset tampoco ha muerto, aunque casi nadie tiene
como escucharlos en su domicilio. Yo tampoco. Tengo apilados en un mueble de
libros en el pasillo 3 casets recientes, que yaciendo ahí totalmente vírgenes
se aprecian más como artefacto visual: Supersórdido de Supersordo en su
re-edición 2018 (aun sellado), Tiempo razonable, de Disturbio Menor 2018, y
Deus ExMachina de Manual de Combate.
Siempre me gustó ese formato porque:
-en un caset de 90 podías grabar un LP por cada lado,
quedado a cargo tuyo velar por la compatibilidad/coherencia del lado A con el
lado B.
-los casets de cromo eran casi invencibles
-se podían adelantar o retroceder con un lápiz bic
-podías armar tus propios compilados, y estar pendiente de
cuando poner REC/PLAY ante alguna transmisión relevante en la Radio
-el caset de 60 solía quedarse largo o corto, pero era bueno
para albums punk/hardcore, por lo general promediando la media hora
-el caset de 120 minutos existía, pero era bastante frágil y
a la larga inútil, aunque impresionante.
-de mi enorme colección de casets construída en los 80 y 90,
la gran mayoría todavía sirven si les pones PLAY.
-el excelente titulo del disco en vivo de Bauhaus alude a la
experiencia de escuchar casets: PRESS THE EJECT AND GIVE ME THE TAPE (He aquí el lado 2).
-casets grabados y casets con la cinta virgen: no hay
equivalente de esto último en los LPs, y el CD-R se acerca un poco pero no es
exactamente lo mismo.
-si te aburrías podías hacer fácilmente borrón y cuenta nueva, o romper
con todo y empezar de nuevo, incluso con casets originales, tapando los hoyitos
correspondientes en los dos extremos de la parte de arriba con papel o scotch y
grabando encima. A veces después de mucho tiempo, cabezales malos y cintas gastadas, quedaban varias capas de sonido dentro de los
interiores del caset.
LA AVALANCHA DE LEONARDO (COHEN) Y NICOLÁS (CUEVA)
Conocí en caset tanto a Nick Cave como a Leonard Cohen. En
la primera mitad de los 90, gracias a un amigo que al regresar del exilio alemán
en Bochum (Last Exit tocó ahí) tuvo que dejar allá todos sus LPs, pero copió la
mayoría de ellos en casets. Antes de escuchar a LC, conocí su canción
“Avalanche” en la versión que da inicio al primer álbum de Nick Cave y las
Malas Semillas, From her to eternity, precisamente en uno de sus casets. La
canción de Cohen da inicio, a su vez, al impresionante “Canciones de amor y de
odio”: tercer álbum de LC, que cierra una perfecta trilogía con “Canciones de
Leonard Cohen” y “Canciones desde una pieza” (ya la hemos referido acá).
En sus notas escritas en bolsas de mareo, mucho más
recientemente, NC hace el siguiente mini-reviú en que relata el momento en que
se encontró con el LP de las Canciones:
“Dentro de dos años, el niño que
está paralizado por el miedo sobre el puente tendrá catorce años y recorrerá a
pie los dos kilómetros y medio que hay hasta la casa de su amigo bajo un cielo
plano e inexpresivo mientras el sofocante sol australiano cae sobre él.
Se sentirá como un insecto
atrapado bajo la lupa maligna de un niño; el sol es tan intenso que consume todas
las sombras y los secretos y las ambigüedades con su luz interrogativa. No hay
forma de escapar de él.
La hermana mayor del amigo lo
invitará a su dormitorio, un cobertizo hecho con tablas de madera y situado
junto a la casa principal. En las ventanas han grapado trozos de tela desteñida
para que la habitación sea un poco más oscura y más fresca.
-Mira esto –dirá ella.
Le pasará al chico la funda de un
disco, y el chico verá la cara enloquecida de un hombre riéndose y unas letras
negras que dicen Songs of Love and Hate
y sabrá, antes de que ella ponga la aguja sobre el disco, que tiene en sus
manos algo de un valor incalculable.
Me
metí en una avalancha. Me cubrió el alma.
Cantará Leonard Cohen, y el
chico, de repente, respirará, como si fuese la primera vez, y caerá dentro de
la voz del hombre que se ríe y se quedará ahí escondido.
El chico se hará mayor, y con el
tiempo habrá otras canciones –no muchas, quizá diez o veinte en toda su vida-
que sobresalgan por encima del resto de la música que conozca. Se dará cuenta,
al hacerse todavía más mayor, mientas cruce la frontera canadiense y se dirija
hacia Seattle, de que estas canciones no son sólo santas o sagradas, sino que
son canciones de ocultamiento –lo que
los aztecas llaman canciones carroña-,
que tratan exclusivamente sobre la oscuridad, la ofuscación, el encubrimiento y
el secreto. Se dará cuenta de que, para él, el propósito de esas canciones ha
sido apagar el sol, crear una larga sombra y protegerlo del corrosivo brillo
del mundo”.
(Nick Cave, La canción de la bolsa para el mareo, Sexto
Piso, Coyoacán/Madrid, 2015).
--
El Rock Pichulero never dies: Hoy se lanzó una nueva canción
de Whitesnake (escisión en su tiempo de Deep Purple), para el día del amor, y
se llama “Cállate y dame un beso”. All right. Hermosos Versos que podría haber
escrito el poeta machista-estalinista autodenominado como Pablo Neruda.
A propósito de estalinistas, que notable la declaración de Urquieta
(dirigente del P”C” de Chile) que reaccionando a la dura crítica del “Negro”
Palma Salamanca a la cultura autoritaria e intolerante de dicho partido,
señalara que él “está afectado psicológicamente”. El P”C” chileno nunca se desestalinizó.
Si estuvieran en los viejos tiempos de la URSS lo enviarían a un Psiquiátrico a
rehabilitarse.
Y disculpando al/a lector/a por referencias tan horribles como estas últimas, ofrezco a continuación un texto referido a otro caset
THIS HEAT, en Krefeld, 1980
No estoy seguro si era este el caset de This Heat que
recomendaban en un catálogo ochentero de –valga la redundancia- Recommended
Records. El único que conocí y fotocopié desde un ejemplar a su vez fotocopiado. Era al mismo tiempo placentero y
doloroso leer tantas referencias a músicas que no tenías como cresta conseguir
y que ahora está casi toda ahí, subida a la web, en medio de un mar de mierda
irrelevante. Decía Chris Cutler allí, comentando un caset grabado en vivo en el
continente europeo, que TH era la mejor banda del mundo en ese momento (inicios
de los 80). Tenía razón y la sigue teniendo.
Este caset registra entera una tocata en junio de 1980 en la
ciudad alemana de Krefeld.
Uno de los comentarios musicales más sorprendentes que
recuerde es la reseña de esta obra maestra por el blog Die or D.I.Y.? (Muere o
hazlo tú mismo? En verdad, algo se pierde en la traducción). El autor anuncia
el artefacto sonoro, TH en la soleada Krefeld, ciudad hermana de la también soleada
y británica ciudad de Leicester, y acto seguido suelta el siguiente comentario
histórico/familiar y psicogeográfico: "lamento informar que mi padre participó
como loco en los bombardeos de Krefeld durante la Segunda Guerra mundial,
probablemente matando mujeres y niños inocentes".
Luego pide perdón por su conducta, agregando que obviamente ya está muerto y que nunca se sintió arrepentido por su rol en venganza de los ataques alemanes sobre población civil inglesa. Ya? Pero al menos lo mejor que Gran Bretaña pudo hacer posteriormente por Krefeld fu enviar a This Heat, y que si eso no es suficiente para compensar el terror de los años cuarenta, entonces nada lo podrá hacer…
Luego pide perdón por su conducta, agregando que obviamente ya está muerto y que nunca se sintió arrepentido por su rol en venganza de los ataques alemanes sobre población civil inglesa. Ya? Pero al menos lo mejor que Gran Bretaña pudo hacer posteriormente por Krefeld fu enviar a This Heat, y que si eso no es suficiente para compensar el terror de los años cuarenta, entonces nada lo podrá hacer…
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Etiquetas: alcoholes, carácter cíclico del capitalismo, L. Cohen, memories of you, reflexión, rock (no punk), rock pichulero
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