miércoles, octubre 25, 2023

Lazzarato sobre Milei y el enfrentamiento que viene

Maurizio Lazzarato escribió en revista Crisis sobre “dolarización y guerra civil en argentina”. Según sus editores “el intelectual franco-italiano analiza, a la luz del debate global, el sentido de las propuestas del candidato Javier Milei. Su principal hallazgo: lejos de privatizar o liberalizar el control de la moneda, la dolarización centraliza aun más su comando al poner en manos de la Reserva Federal norteamericana la soberanía económica. ¿Se puede evitar la guerra civil o hay que asumir que ya la tenemos adentro?”.

Los dejo con sus conclusiones (a veces el "spoiler" es necesario), invitando a leer el texto completo. 

En la primera vuelta este seudo-anarquista de derechas no sacó los resultados esperados, y hasta se rumorea que se podría bajar antes de la segunda (a lo Menem en 2003). No me queda claro si una victoria del peronista neoliberal Massa modifique mucho el panorama.

Ideal leer la columna escuchando este concierto de Genocide Organ en Londres 2017: “Attitude Ethics”.

 


qué hacer con el enfrentamiento que viene

No se sabe si este programa ultraliberal llevará a Milei a la presidencia de la República Argentina. Lo que sí se puede afirmar con certeza es que, de aplicarlo, llevará al país a perder su soberanía porque pasará a depender de las opciones y decisiones de otro estado. Argentina se convertiría en una colonia de hecho de los Estados Unidos cuando su mayor socio comercial es China (¡sic!). No estoy en condiciones de saber si este proyecto atrae a las oligarquías del país sudamericano.

Desde el punto de vista político hay dos enseñanzas: el fin del neoliberalismo empuja hacia centralizaciones (económicas, políticas, militares) que pueden adoptar diferentes formas (neofascistas, reaccionarias, populistas u oligárquicas), pero todas ellas parecen conducirnos hacia la guerra. Estas concentraciones de poder no pueden funcionar sin los dispositivos reaccionarios propuestos por Milei. Cada vez más “arcaísmos” coexisten con la innovación más desenfrenada.

Pero la aparición de este “libertario” que niega la libertad de todos los no-propietarios augura una segunda opción estratégica: la guerra civil. Su programa sólo puede conducir a un enfrentamiento más radical porque va a acelerar el empobrecimiento de los pobres y reducirá a la miseria incluso a la clase media. La tendencia hacia la guerra civil es mundial porque la crisis que comenzó en 2008 nunca ha terminado y, después de todo, la guerra entre imperialismos que se desarrolla en el planeta es por definición una guerra civil.

No creo que se pueda oponer un discurso racional al programa "irracional" de Milei. Lo único que se le puede oponer es una propuesta de ruptura revolucionaria. Y ahí está el problema: las fuerzas políticas que se oponen a Milei no parecen compartir este diagnóstico. El pensamiento crítico no vio venir la guerra porque eliminó el concepto mismo de lo bélico, y tampoco percibe el continuo despliegue de los procesos que conducen a una cada vez más probable guerra civil mundial porque ni siquiera consideran su posibilidad.

Lo que queda de los movimientos sociales leen la realidad a partir de las especificidades de las relaciones de dominación y de explotación en las que están atrapados, lo que sin duda es un punto de partida necesario y eficaz. Pero deteniéndonos en este nivel no estaremos en condiciones de resistir el nivel de confrontación que imponen la guerra y la guerra civil: no se trata sólo de enfrentar los dispositivos económicos, racistas, sexistas de dominación y explotación, sino de combatir al poder que los engloba en una gestión más general que se desarrolla a nivel planetario. La crisis del marxismo nos ha hecho perder la capacidad de leer la coyuntura (las relaciones entre fuerzas y la intensidad de sus choques). Las teorías críticas consideran estos análisis como "abstractos" y no "situados", una perspectiva "macro" que no implica a los sujetos sociales. Frente a la vieja estrategia de las "relaciones de fuerzas" que surgen en el mercado mundial, proponen una práctica de resistencia que parte de la "relación consigo mismo", oponiendo esta a aquellas cuando deberían mantenerse estratégicamente unidas.

Sin embargo, como dijo el filósofo, la transformación se hace real cuando "la imposibilidad de cambiar se convierte en imposibilidad de vivir". Ya estamos inmersos en esa situación. Transformarla en acción política parece la imposible pero necesaria tarea actual.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario