miércoles, marzo 27, 2024

LA ÚLTIMA GRAN BANDA DE ROCK AND ROLL

 


He estado escuchando como loco el álbum Black Rose (1978) de Thin Lizzy, al punto que mi hijo ya se aprendió de memoria dos temas: Toughest Street in Town, rebautizada según la ocasión  como “Brigid Street in town” o “Flaitest sreet in town”, y Waiting for an alibi.

Al principio no me gustaron tanto un par de temas: S&M (sobre su enamoramiento con una prostituta), Sarah (dedicada por Phil Lynott a su hija recién nacida), y Roisin Dubh (Black Rose) a rock legend. Pero a las finales, es un álbum perfecto, redondo, aunque nada se te queda más pegado por días y semanas que los dos temas favoritos que señalé en el párrafo anterior.

El primer tema, “Haz lo que quieras”, tiene un toque como de Suzi Quatro con Gary Glitter, así de glam, pero en versión hard rock: una maravilla, y de ahí enlaza de inmediato La calle más Brígida del pueblo, que tiene unos power chords que podrían haberlos hecho los Cockney Rejects, y de hecho hay todo un toque pub/oi! cuasi punk que lo hace adorable. Leí por ahí que Lynott apoyó totalmente el punk cuando surgió, pero que en la era punk de algún modo su banda se vio como algo anticuada: dinosaurios del rock, aunque dentro del linaje degenerado del rock and roll sostengo que Thin Lizzy debe haber sido la última verdadera gran banda, justo después del eclipse de T. Rex.

De hecho, el productor de Rosa Negra es el gran Tony Visconti, de la fama de T.Rex y Bowie, y se nota su toque mágico.


“Esperando una coartada” es pura poseía callejera típica de Phil, la que ha hecho que en allmusic lo definan como especie de Dylan/Springsteen cantando a la clase obrera en formato de rock pesado. Porque claramente la banda debe haber influenciado a gran parte del heavy metal de fines de los 70, sobre todo por esa twin guitar que es una influencia evidente en Iron Maiden. Las dos guitarras, incluyendo acá al luego muy famoso Gary Moore, se lucen y le dan un toque único. Por cierto: el solo de Moore en el segundo tema es una maravilla.

Al igual que Lemmy y Mötörhead, Phil y Lizzy pueden ser del gusto de punks y metalheads, porque lo que hacen finalmente es ni más ni menos que Maximum Rock and Roll.

Hace poco también leí que Phil y algunos miembros de Sex Pistols armaron una banda ad hoc, The Greedies, que lanzó un single navideño en 1979.


De todos modos, sólo conozco una pequeña parte de la amplia discografía de Thin Lizzy, que creo alcanza la cifra de 14 LPs (incluyendo dos dobles en vivo).   

Cuando tenía 15 años, en 1986, el profesor de música del Liceo, que además me enseñaba guitarra eléctrica, me prestaba harta música, y entremedio una vez me pasó el “Renegade”, de un par de años antes. Era el último álbum, que muchos consideran de lejos el peor. A mi me gusta todavía, con canciones como la que le da título, y “Mexican Blood”. No era el mejor momento de Lizzy, y Phil murió poco después, pero sigue siendo superior a casi todo el “rock” posterior y actual. Según un querido y viejo amigo, en este album Lizzy suena como un Dire Straits más lumpenproletario

Y por ahí por el 2014 tuve que ir varias veces por trabajo a unas audiencias judiciales en la localidad costera de Pichilemu, aún bastante averiada por el maremoto del 2010. La copada agenda del tribunal nos dejaba algunos días libres entremedio, y así casi de causalidad llegué a ver varios conciertos de Lizzy en You Tube matando el tiempo en la habitación del hostal mientras juntaba ánimo para ir pasear por la playa. Me encantaron, y después en el Persa Biobío me compré el CD del Jailbreak (no confundir con la obra de AC/DC del mismo nombre, también excelente), de 1976, producido por John Alcock, y que justo ayer cumplió 48 años.



Para muchos esa es la obra cumbre de la banda. No podría confirmarlo porque me falta escuchar como 10 discos más por lo bajo. Pero sí: es un disco maravilloso, de principio a fin. Todo el mundo debería tener una copia en su casa para homenajear al mulato irlandés. Desde “Jailbreak” hasta “Emerald” el álbum te pasea por el mundo de Lynott, hijo del fugaz encuentro de su madre irlandesa con un marinero de Martinica, anunciando un estallido del que no todos saldrán vivos, paseando entremedio por el oscuro romanticismo de “Romeo y la chica solitaria”, y en el tema seis con lo que Greil Marcus dice que es por definición un verdadero hit veraniego: “The boys are back intown”, o "los chicos están de vuelta en el pueblo",que creo hasta hoy es su canción más exitosa y conocida.   

Greil comenta:

Noten la letra cuando dice “El verano no está muy lejos ahora que los cabros están aquí de vuelta”, con la sorprendente sugestión de que con su mera presencia Los Cabros causan un cambio de estaciones!

Y concluye:

Esta canción no es el producto de la realidad sino que del mito del rock; por medio de encantamientos busca restaurar el lenguaje del rock a la simple realidad capturada sin esfuerzo por los Beach Boys en “I get around”.

That´s right, Greil, y en homenaje a todo esto, voy a abrir una lata de cerveza (siendo justo las 12 en punto; soy un hombre de principios, y (casi) nunca bebo alcohol antes de mediodía).

ADDENDUM I:

Un amigo me hizo ver que en este entrada faltaba un dato importante: esas dos portadas de TL (junto a varias más) las hizo el artista irlandés Jim Fitzpatrick, famoso por su retrato del Che Guevara, y que hizo la portada del glorioso Underground Resistance de los gloriosos Darkthrone.



ADDENDUM II:

Buenos días. Ya mataron a Jesus Christ, pero entiendo que está arreglado que mañana va a resucitar en gran estilo.

Yo tampoco.

Me di cuenta de un par de errores que cometí en mi escrito sobre el poeta Philip Lynott y su vehículo expresivo, la banda de rock pesado Thin Lizzy.

Podría ir y arreglarlos, pero no soy un nazi/estalinista en el uso de la publicidad de masas.

Prefiero ir y asumir mis errores derechamente, y ver si de ello algo se aprende.

"Rosa Negra (una leyenda del rock" no es de 1978 (cuando yo iba en tercero básico) sino de 1979 (cuarto básico, Colegio San Antonio de La Serena. dado que en nuestra insignia decía C.S.A., cuando niños/as de colegios rivales nos veían aparecer espetaban: "¡Ahí vienen los Calzones Sucios Amarillos!". Gran anécdota de infancia en La Serena).

El otro error CRASSo en que incurrí es que dije de memoria que "Renegado" era el último álbum de Thin Lizzy. la verdad es que no: es de 1981, y en 1983 salió el doble en vivo Life y su verdadero último album de estudio: "Rayo y trueno".

Otra cosa interesante es que si bien la crítica no ha tratado muy bien al "Life", y yo tendría que analizarlo antes de opinar (por lo general no me gusta hablar de cosas que no sé), conseguí hace poquito el otro album doble en vivo (me gusta ese formato algo excesivo: Kiss Alive, Gong Live etc., Double Live Gonzo!, etc.) , "Live and Dangerous", de 1978.

Muy buen documento del rock, con una banda legendaria en un buen momento, producción de Toni Visconti, último album con el guitarra Brian Robertson, esta selección de 17 temas vendió 600.000 copias en Inglaterra y llegó al número 2 de los rankings, sólo superado por la banda sonora de "Grease" (o Grease brillantina como recuerdo que le decían por acá).  

Pero así y todo, el disco suena algo cansado, y se dice que es solo 75% en vivo, y la cuarta parte restante es trabajo de retoque en estudio. Nada mal en todo caso. Como se puede apreciar en esta presentación en Australia de "Waiting for an Alibi", hacia 1978 la banda tenía un seguimiento MASIVO: Qué curioso que luego Los Cabros de Thin Lizzy hayan sido casi olvidados.

Y esta versión creo que la mejor representación visual del glamour de esta banda, interpretando, sí, una vez mas, Waiting for an Alibi, en el show de Kenny Everett (1979)..


(Mis paseos por la ciudad me hacen concluir que, dejando de lado lo que pueda o no aparecer en los galpones y pavimentos del Persa Bío Bío, los discos más variados y baratos se encuentran en las diversos locales que aún subsisten de la disquería Punto Musical: donde este CD me costó 7500. A un amigo le costó 9.900, misma edición, en la disquería Billboard. Con los 2.400 de diferencia te puedes comprar al menos dos latones de cerveza Quilmes, Cusqueña o Budweiser. Coors: no. muy aguada y con mal sabor)). 



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