lunes, enero 02, 2017
Les Rallizes Denudes 1977 en vivo
Qué punk!
Qué heavy metal!
Qué post punk!
Qué post rock!
Qué hip hop reggaetonero gangsta hardcore!
Qué rock sicodélico sinfónico progresivo y la cachae la espá
Qué hueá!
Dada es nada!
Nada es dadá!
Japrock y punto!
Les Rallizes Denudes en vivo en 1977.
El disco entero!
No hay nada más que valga ni de cerca tanto la pena.
--
Probando otro fragmento de un trabajo que no para de hacerse:
“Esta perspectiva no es exclusiva de Francia, sino que es
internacional. Es el sentido total del movimiento de las ocupaciones lo que
habrá que comprender en todas partes, cómo el ejemplo de 1968 desencadenó o
elevó la gravedad de los problemas a través de Europa, América y Japón”
(“El comienzo de una época”, Internacional Situacionista N° 12, septiembre de
1969).
JAPOS CAN´T?
El japonés más famoso de la
historia de la música y cultura del “rock” no se hizo conocido en Japón sino
que en Alemania Occidental: Damo Suzuki,
con CAN, cuya nombre en sigla a
veces se ha dicho que correspondía a Comunismo Anarquía Nihilismo ¿será verdad?
Lo que sí es verdad es que en sus inicios el público alemán se reía de ellos
porque no sonaban como el modelo de banda anglosajona de rock and roll, y les
decían los “Can´t” –o sea, los “no les sale”, o algo así-.
Algo similar podemos decir de la
japonesa más famosa: Yoko Ono, que
se empezó a hacer conocida en Nueva York por su asociación con el movimiento
Fluxus en los 60, antes de hacerse archifamosa (y hasta odiada) por su relación
con John Lennon de los Beatles.
Por supuesto que todos amamos a
CAN con o sin Damo, y los camaradas de The
Fall hasta cantaron sobre “ser Damo Suzuki” en un simpático álbum de los 80,
y reconocemos la importancia de ciertos artefactos de Ono/Lennon como el álbum Fly (de 1971). Pero ahora no queremos
hablar de eso, sino que trasladarnos a la siguiente escena: el Japón de
principios/mediados/fines de los 70, la década que a nivel global combustionó
lento y sin parar desde el impresionante trienio 1967/8/9 hasta una explosión
final hacia 1977, seguido de una derrota total que tal vez nunca se expresó más
claro que en 1984.
CONTEXTO: EL POST-68
En los inicios, era el caos. La
lucha. Obreros, proletarios de la tierra y estudiantes radicales luchando en
todas partes contra su Imperio fascista, contra la presencia militar poderosa
de los gringos (p.ej. en Okinawa), y contra lo que en occidente se vendía como
el gran milagro económico japonés. Todo un modelo de capitalismo exitoso de
posguerra. A la cabeza (o mejor: a la base) tenían a la Zengakuren: especie de federación de grupos estudiantiles de base,
capaz de acciones coordinadas que iban mucho más allá de la desobediencia hacia
una insurrección en toda línea. No en vano se reunieron con la Internacional
Situacionista cuando fueron de gira a Europa no recuerdo si el 68 o 69 pero por
ahí…(tampoco abunda información sobre dicho encuentro). La consigna central del
movimiento era: “Antiimperialismo,
antiestalinismo”. Lo cual no es poco: revela una compresión que recién el
68 empezó a abrirse paso con toda claridad: la equivalencia fundamental entre
los supuestos dos sistemas rivales de la “Guerra Fría”. Mientras la tendencia
dominante había sido que en cada uno de los bloques los disidentes tendieran a
admirar al bloque contrario, la juventud radical se había dado cuenta de que
había que oponerse a ambos al mismo tiempo (Debord y la I.S. fueron bien claros
en plantear que en los años 60 tanto la sociedad espectacular concentrada como
la difusa eran variedades del capitalismo realmente existente; posteriormente,
en los Comentarios a la sociedad del
espectáculo (1989), Debord da cuenta de que en los 70 ambas se fusionaron
en lo que llamó “espectáculo integrado”).
Esa era la consigna central,
mientras se batallaba con cascos y molotovs contra la construcción de un
aeropuerto, mientras se boicoteaban las visitas de embajadores de los EE.UU,
etc. hay libros sobre eso (Por ejemplo: La izquierda revolucionaria en el
Japón, de Bernard Béraud, Siglo XXI, México, 1971, que tuve la suerte de hurtar
en una vieja librería que hace décadas no existe más en calle Merced, Santiago
de Chile, y cuya edición original en francés era de 1970; Zengakuren: la lucha
de los estudiantes japoneses. Manifiestos. Documentos, Ediciones Insurrexit,
Buenos Aires, 1972. Insurrexit era el núcleo surrealista reunido en torno a
Juan Andralis y la editorial Argonauta, en cuyos talleres y Teatro abandonados
se instalaron décadas después algunos sujetos ligados al grupo Etcétera,
devenidos algo así como una sección de la Internacional Errorista, si no me
equivoco).
De sumo interés para entender los
años y el ambiente que estamos homenajeando son las descripciones de batallas
callejeras que realiza Béraud en su libro. Los más famosos combates fueron los
de octubre de 1967 contra la inauguración del aeropuerto de Haneda, luego del
cual los grupos estudiantiles se mezclaron con obreros en las luchas de Sasebo
y Oji, y con campesinos en Narita. Para
estos encuentros los estudiantes se organizaban en secciones de 200 personas:
10 en primera línea y 20 filas compactas, codo con codo, siguiendo las
consignas de un encargado con altavoz y silbato. “Desde 1967, cada manifestante lleva casco y
guantes; generalmente, un trozo de tela en la parte inferior del rostro le
protege de los gases lacrimógenos, pero le permite a la vez eludir los objetivos
–cámaras de televisión y de fotografía- de los equipos especiales de la policía
que se mezclan con los periodistas. Los cascos son de color diferente según
cada grupo (…) Cada sección va preparada para una tarea precisa: las secciones
de ataque con piedras y cócteles molotov, las secciones de defensa con largos
garrotes; intervienen por turno y se relevan cuando los choques duran más de
quince o veinte minutos”. En los momentos iniciales del film Seizoku (1970), de Koji Wakamatsu, puede
apreciarse lo impresionante de esa dinámica de confrontación.
Para las grandes manifestaciones
de 1969, “los militantes tienden a introducir una táctica más directa y
discreta: grupos de 5 o 6 personas encargadas de un objetivo preciso”. Así, el
21 de octubre durante la jornada internacional contra la guerra, mientras se
realizaba una concentración de más de 20.000 personas en Shinjuku, grupos de
militantes atacaban con molotovs la Federación de Patrones, el Centro de
Investigación Económica “y una decena de comisarías de policía de barrios
populares donde las fuerzas policiacas no gozan de buena reputación”.
Etiquetas: 68, alzamiento, free jazz, I.S., Japo, Koji Wakamatsu, los rayitos desnudos, punk rock, rock (no punk), Zengakuren
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