sábado, febrero 11, 2017
Guy Debord in love/La violenza
Nunca fui a Italia. Una vez conocí a un joven anarquista
suizo de la “suiza italiana” (allá en ese lejano y carero país se hablan como 4 idiomas creo:
alemán, francés, italiano y romaní). Sólo con él pude conversar sin mayor
problema, una vez que estuve por esos lados hace ya hartos años, y lo hacíamos en una especie de “italiñol” -o “casteliano” si prefieren-. Debord sí
que anduvo hueveando harto tiempo por esos lados. Me imagino cómo habrá
disfrutado de todo. Las mejores fotos del personaje aquél creo que son esas
donde sale con su segunda esposa, Alice, y Gianfranco S., tomando vino tinto en unas
callejuelas de esas que cada vez hay menos.
En el Panegírico (consiga su copia en Tercer Asalto), Debord mismo cuenta una interesante anécdota que nos revela una de sus técnicas de
seducción, mediante abordaje callejero. Tomen nota:
“En Italia, ciertamente no fui bien visto por todo el mundo;
pero tuve la fortuna de conocer a las “sfacciate
donne fiorentine” en la época en la que vivía en Florencia, en el barrio
del otro lado del Arno. Estaba aquella pequeña florentina que era tan bonita.
Por la tarde, ella cruzaba el río para venir a San Frediano. Me enamoré de
manera muy imprevista, quizá por su hermosa sonrisa amarga. En resumen, esto
fue lo que le dije: “No guarde silencio; pues yo estoy ante usted como un
extranjero y un viajero. Deme algo reconfortante antes de que me vaya y ya no
esté”.
Muy bien Guy-Ernest. Así se hace. No trabajes nunca. Jamás volveremos
a jotear tan jóvenes.
Me acordé de la canción italiana “La Violencia”, de Alfredo
Vandelli (1968):
Pero hoy he visto en
la manifestación
tantas caras
sonrientes
las compañeras de
quince años
los obreros con los
estudiantes
«El poder a los
obreros
no al sistema del
patrón
siempre unidos
venceremos
viva la revolución».
Cuando después las
camionetas
hicieron las redadas
los compañeros
empuñaron
los palos de los
carteles.
Y vi coches blindados
volcados y luego
quemados
tantos y tantos
policías
con las cabezas rotas.
La violencia, la violencia
la violencia, la
revuelta
quien esta vez haya
dudado
mañana luchará con
nosotros.
[…]
Etiquetas: ¿quien educará a los educadores?, 68, 77, allá abajo
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