jueves, febrero 07, 2019
El sueño de la libertad según David Toop
He aprendido mucho leyendo el enorme
libro (por cantidad y calidad de la investigación) de David Toop sobre la
Improvisación en Caja Negra ediciones, que en Argentina cuesta el equivalente de 9 mil pesos chilenos y
acá sufre un incremento considerable hasta llegar al precio de 21 mil pesos.
Toop fija el período que le
interesa explorar como algo que se da hasta los años 70. Es curioso, pero así
es. De hecho el libro de titula así: “En el Maelström. Música, improvisación y
el sueño de libertad antes de 1970”. ¿Podría uno concluir que ese sueño de
libertad es la misma ola revolucionaria que gustamos de fijar entre 1968 y
1977? Creo que sí. Como sea, David Toop exprime una gran cantidad de datos y
traza líneas de comunicación entre esa escena de la llamada Libre Improvisación
y un amplio conjunto de experimentos previos a lo largo del siglo XX.
No lo he terminado y es demasiado
información como para referir aquí. De todos modos, quiero destacar algunos de
los hallazgos interesantes que han ocurrido hasta ahora.
En materia de saxofonismo,
descubrí acá la interesante obra de Joe Harriott, de origen jamaiquino (¿o se dice
jamaicano?) que merece ser contado entre los pioneros de la improvisación en el
jazz a fines de los 50 e inicios de los sesenta, destacando sus albums “FreeForm” (forma libre) y “Movement” (no confundir con el disco del mismo nombre de
Joy, o sea, de New Order). Un detractor de la deriva libre de Joe dijo que no
se podía confundir “la forma libre con la ausencia total de forma”.
Una década antes, el pianista Lennie
Tristano junto a ensambles de discípulos que incluían al saxofonista Lee Konitz,
avanzaban a tientas hacia la oscuridad de la improvisación en experimentos como
Intuición y Digresión. Otras dos tomas de ese mismo evento experimental fueron destruidas
por el sello (Capitol si no me equivoco). O sea, la humanidad no tuvo derecho a
oírlas. Capital vs. humanidad, manifestándose hasta en estos detalles que no
finalmente no son nada pequeños. Afortunadamente el sello Folkways sí que
registró y dio a conocer adecuadamente las improvisaciones percusionísticas de
Baby Dodds.
Pero el saxofonista que aparece
en esas páginas y que más me ha impresionado hasta ahora es John Butcher, quien
ha volcado sus estudios sobre física cuántica a un abordaje del instrumento
centrado en la combinación de digitaciones que generan sobretonos microscópicos
que trabajan sobre el sonido de una manera que realmente no había escuchado
hasta hoy. Súmenle a eso que Butcher maneja perfectamente la técnica de la
respiración circular, y comprenderán como sus posibilidades sonoras parecen infinitas.
Dos contradicciones o tensiones
del movimiento a favor de la improvisación son destacadas por Toop:
1.- Entre quienes sostienes que
la improvisación es el siguiente paso de quienes han dominado sus instrumentos y
técnicas hasta el virtuosismo (Tristano y Harriott son buenos ejemplos entre
varios más), y quienes por el contrario creen en la capacidad expresiva de todo
ser humano y mejor aún si es que el abordaje se hace desde fuera de las
tradiciones musicales ya aceptadas, en la línea del “art brut” teorizado por
Jean Dubuffet, y las tendencias Fluxus manifestadas en la obra de, por
ejemplo, los japoneses del Group Ongaku. Sin ánimo de chacrear en exceso estas
reflexiones, lo cual siempre es un riesgo, creo que la diferencia corresponde grosso
modo a la misma que hemos identificado en “Barricadas a-go-go” entre free jazz
y free chant.
2.- Tensión ya clara hacia 1962-3
entre los improvisadores que desafiando la hegemonía del pop y el rock
prefieren dar la batalla casi exclusivamente con instrumentos acústicos, y
quienes en cambio ponen grandes expectativas en las posibilidades de la
electrónica. MEV (Música Electrónica Viva) me parece un buen ejemplo de esta última
tendencia.
Se me ocurre que sería
interesante co-relacionar ambas tensiones, y así podríamos llegar a 4
variedades de improvisación:
-virtuosa/acústica (Ej.: Anthonny
Braxton) (La influencia de Webern y su indicación “pensato”: “no toque la nota,
sólo piénsela”)
-virtuosa/electro(acústica) (Ej. Richard Teitelbaum y su moog activado por ondas
cerebrales?)
-fluxus-brut/acústica (El “destruyan
sus instrumentos” de Maciunas)
-fluxus-brut/electro(acústica).
Cabría acá la “terapia traumática”
como abordaje violento de las posibilidades de los instrumentos, preconizada
por el compositor comunista Franco Evangelini al mando del Ensamble Nuova Consonanza?
No lo creo, pues ese conjunto lo único “enchufable” que usaba según entiendo
era un órgano Hammond. Sí cabría acá el tipo de experimento que con tanto éxito
comenzó a realizar por esos años el miembro del grupo conocido como Ennio Morricone?
Tal vez. Como sea, el abordaje de Nuova Consonanza es más virtuoso que brutal…y…
No tengo tiempo para señalar nada más por ahora. Y tampoco
resulta necesario luego de esta avalancha de temas.
Etiquetas: 68, 77, a desalienar, alcoholes, comentario de libros, cualquier cosa, Libre Improvisación
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