<$BlogRSDUrl$>

miércoles, noviembre 03, 2021

Loa de Musci / Descomposición de la policía/ Comentario a "Evade" (JC/GC) 


Hay gente que cuando no tiene nada que decir guarda silencio. Hay otros que cuando no tienen nada que decir copian textos ajenos y tratan de hacerlos pasar por propios. 

Los materiales están ahí para ser usados. Eso es cierto. 

Pero el modo de empleo define al usuario y transforma el material para mejor o para peor. 


Parabien o paramal.




Para dar un ejemplo de manipulación creativa, podemos acudir a la sesión completa de 80 minutos del milanés Roberto Musci en 1983: The Loa of Music

En el cruce entre etnomusicología, grabando sonidos en lejanos viajes, y el montaje y modificación posterior en el estudio.

Homenajes a Wilhelm Reich y Harry Partch. El espíritu de ambos pioneros revivido en la magia del vudú sónico de la Música Musciana.

La "obra individual" queda vinculada a infinitos tiempos y espacios, logrando que el oyente viaje y viva varias vidas en cada escucha atenta.

Hay más obras del italiano y amigos como Giovanni Venosta, Luis Bacalov e incluso Ennio Morricone en el muy recomendable sello: Soave.




Recordé algo que me dijo el niño León a fines del 2018, luego de la ejecución de Camilo Catrillanca:

“al final, todo lo que la policía le dice a la gente que no haga porque está mal, lo hacen ellos igual nomás”. “Por ejemplo, matar; por ejemplo, robar”.

Redacté algo en base a ese recuerdo, que tras ser publicado en El Porteño, Radio Villa Francia y La Voz de los que Sobran, quedó acá en Carcaj, acompañado de esta notable foto de @pauloslachevsky

El conversatorio sobre ACABar con la Policía se puede ver también en su página. 



El sábado 23 de octubre se logró apenas pero bien el objetivo de estar en dos actividades la misma tarde.

Los dejo con el comentario de una vecina y compañera al libro gráfico Evade en el Día de las Asambleas Territoriales:

Evade nos hace una invitación a transitar por aquellos túneles de la memoria colectiva de los últimos dos años.

Hace un ejercicio de memoria en el que podemos cerrar los ojos y sentirnos parte de esa masa enorme que se expande y contrae, como si de sístole y diástole se tratara. Convertida en un solo cuerpo del cuál somos células marchantes

Al mismo tiempo nos sumerge en aquella profunda sensación de miedo y horror de transitar por una ciudad asediada por perros del estado.

Navegamos del odio a la alegría, de la emoción al horror, a una hermosa rebeldía teñida del pánico gris de los recuerdos de los tiempos del tirano.

La ambivalencia del deseo cumplido de ver todo arder después de 40 años, liderada por compas de jumper y vestón saltando torniquetes, de incredulidad ante trenes ardiendo a la triste comprensión de que la ley dejo de existir, solo para ellos.  

Las filas de muertos y mutilados narradas desde la primera línea de defensa legal, del terreno entre piedras, barricadas, postones y lacrimógenas nos recuerdan las protestas territoriales, donde entre barricadas, gritos y consignas, se comenzaba a constituir una organización popular sin precedentes. Las historias de las redes empezaron a tener nombres y caras conocidos- Nos acostumbramos al dolor de guata constante, a la sensación de un fierro atravesándonos las entrañas cada vez que se escuchaba ese pa-pa-pa, cerrando los ojos y esperando no escuchar un grito que alertara un herido, un mutilado, un muerto. 

Otra vez somos nosotros los que ponen su carne a las balas, en primera línea, mientras en los sectores lindos de Ñuñoa, los carnavales y música electrónica no logran apagar el ruido de las balas y el humo de las barricadas.

El 18 de octubre volvimos a existir o en el caso de las asambleas territoriales, nos reconocimos, juntamos y atrevimos a soñar con un país más digno “Hasta que la dignidad se haga costumbre decíamos” A dos años del 18 de octubre seguimos siendo nosotros los que pagamos los costes, los cabros en cana mientras la antigua y enquistada clase política celebra haber cambiado las balas por papelinas electorales. Y enterrar la movilización social entre falsos acuerdos de paz.

Finalmente, la lectura del comic nos permite cuestionarnos si realmente era posible evadir y no pagar ¿Podríamos aseverar que no pagamos los costes de la revuelta?


Etiquetas: , , , , , ,


Comments: Publicar un comentario

This page is powered by Blogger. Isn't yours?