viernes, octubre 21, 2022
Domingo 23 en Villa Olímpica : lanzamiento del libro "Reporte de una insurrección", de Evade Chile.
Título: EVADE CHILE 2019 # Reporte de una
insurrección
Precio de venta: $12.000
Número de páginas: 410
Tamaño: 21x15cms
Contenidos:
Introducciones a la edición
- Introducción de Evade Chile
- La dialéctica en suspenso. A tres años del «estallido social» (Julio Cortés
Morales)
- Retorno a la vida (Raoul Vaneigem)
Reporte
- La batalla de Santiago
- [Primer comunicado] El derecho de vivir no se mendiga, ¡se toma!
- [Segundo comunicado] ¡Evade todo!
- [Tercer comunicado] El momento decisivo: ¡Hermanxs, tenemos derecho a la
autodefensa!
- [Cuarto comunicado] Aviso de utilidad pública: A propósito de la agonía del
viejo mundo
- Carta abierta a Jorge González
- Primera carta
- [Quinto comunicado] ¿Es posible salir de la espiral de la violencia?
- [Sexto comunicado] Cómo (no) organizarse si lo que se busca es subvertir la
lógica mercantil y patriarcal del dinero
- [Séptimo comunicado] Hoy todo es posible
- [Octavo comunicado] ¡La resistencia es vida!
- [Noveno comunicado] ¡Nos quieren dar lecciones!
- Segunda carta
- [Décimo comunicado] Sabemos que el cambio no está en La Moneda…
- [Onceavo comunicado] Llamamiento de una liceana
- El baile de lxs que sobran
- Tercera carta
- Todo comienza aquí y ahora
- Unidad y diferencias en las insurrecciones de Francia y Chile
- [Doceavo comunicado] No escucharemos más sermones
- [Treceavo comunicado] ¡El norte de Chile aún resiste!
- Cuarta carta
- Quinta carta
- [Catorceavo comunicado] El cambio no está en las urnas
- Hacia la Comuna
- Sexta carta
- ¡La pandemia no detendrá la revuelta!
- Coronavirus: Reporte de Chile
- Coronavirus: Reporte de Francia
- Séptima carta
- Octava carta
- Pueblos del mundo, ¡un esfuerzo más!
- Novena carta
- La batalla del 10%
ENTONCES QUEDAN TODXS INVITADXS este domingo a las 17:30 en la Junta de Vecinos de Villa Olímpica, Sócrates 1237. Comentarios de Julio Cortés y Rodrigo Karmy. Set de saxofón solista a cargo de Edén Carrasco.
Los dejó con el capítulo inicial del comentario de JC:
El estallido en la literatura
“Toda revuelta va a pérdida, que sin embargo asumimos con la felicidad de quien ha conquistado el último abrazo en la historia” (Rodrigo Karmy, Asalto).
“No hay documento de cultura que no sea a la vez un documento
de barbarie. Y así como en sí mismo no está libre de barbarie, tampoco lo está
el proceso de la transmisión por el que ha pasado de unas manos a otras. Por
eso el materialista histórico se distancia de él tanto como le sea posible. Considera
como tarea suya pasarle a la historia el cepillo a contrapelo” (Walter Benjamin, Sobre el concepto
de historia).
Cuando estalló la insurrección de octubre en Chile nadie
estaba muy preocupado de como etiquetar o clasificar lo que casi de inmediato
demostró ser el acontecimiento histórico de nuestras vidas, a excepción de
algunos columnistas y redactores de noticias que se preguntaban si la evasión
masiva se ajustaba o no a las definiciones que ellos manejaban acerca de la
“desobediencia civil”. Así, el mismo viernes 18 hacia las dos de la tarde una
periodista de El Mercurio se preguntaba “¿Qué es ‘desobediencia civil’?
El concepto de Thoreau al que algunos aluden por evasiones masivas en el metro” (1).
Dos días antes el entonces diputado y actual presidente Gabriel Boric decía por
tuiter que “Todo acto de desobediencia civil es rechazado por quienes no
quieren que las cosas cambien. La evasión masiva no se soluciona reprimiendo
sino enfrentando el problema de fondo: el alto costo de la vida, bajos salarios
para la mayoría de chilenos y chilenas, y la desigualdad” (2).
El 26 de octubre el tema es analizado por Paula Luengo en CIPER (3),
y un día después desde El Mostrador el pionero del socialismo renovado
Gonzalo Martner nos enseñaba que “La desobediencia civil es necesaria” (4).
La suspensión o interrupción del tiempo histórico que se
produce en cada revuelta de estas magnitudes hacía bastante innecesario, e incluso
inútil, gastar energías en esos ejercicios clasificatorios, cuando lo que había
que decidir cada día y a cada instante era dónde y cómo tomar las calles,
desafiando entre todos la acción de tanques militares, blindados policiales, y
la tormenta de gases lacrimógenos y perdigones que se lanzaban contra el cuerpo
colectivo que se arrojaba “sin miedo” a
conquistar terreno en todas las ciudades, y que era castigado por eso
mediante una estrategia de agresiones y mutilación masiva.
Tres años después, cuando la nueva normalidad se impuso y
nuestros propios recuerdos a veces se debilitan o parecen fallarnos, todavía
muchos nos preguntamos que fue exactamente lo que pasó. Es más, en las
librerías hay estanterías especializadas en libros sobre el “estallido social”,
desde muy distintas posiciones y puntos de vista, casi todas ellas totalmente
ajenas a lo que fue el cuerpo mismo que se desplegó y accionó produciendo la
revuelta.
Sería interesante hacer un listado detallado de este tipo de
producción literaria, y audiovisual (pues también hay varios libros y trabajos
sobre la gráfica, los mensajes y las “performances” que se realizaron durante
esas jornadas revolucionarias, que por supuesto implicaban toda una revolución
estética).
En un extremo tenemos muchos libros que se han promovido y
distribuido como best sellers, con las reflexiones vertidas al papel de destacados
intelectuales orgánicos del partido del orden como el abogado mercuriano Carlos
Peña (5),
el sociólogo del exitoso programa “La cosa nostra” Alberto Mayol (hijo del
periodista Manfredo, colaborador de la dictadura y miembro fundador de la UDI) (6),
el columnista de La Tercera y periodista Daniel Matamala (7),
el convencional constituyente “socialista” Jorge Baradit (8) -fan del escritor nacional-socialista Miguel Serrano- o el filósofo “telúrico” Héctor
Herrera (9).
Poco más abajo nos encontramos la obra de figuras menores o
más recientes del espectáculo local, como las producciones de la filósofa porteña
Lucy Oporto (10), del
arquitecto y urbanista -un crimen por partida doble- Iván Poduje (hijo de
Miguel Ángel, ministro de la dictadura) (11) y las abundantes deposiciones de la inefable dupla de estudiosos de la sociedad
Mansuy & Ortúzar (12).
Todos estos libros han tenido tanta exposición y son tan famosos que casi no
merecen una referencia más detallada.
Además, existen múltiples trabajos de un sinfín de opinólogos,
periodistas policiales y periodistas/policías, pero también de varios especialistas
desde disciplinas como la Filosofía (13),
la Sociología (14),
la Historia (15) y
la Antropología (16),
además del Derecho y las Ciencias Políticas, y unos pocos trabajos que se
abordan desde una perspectiva interdisciplinaria, entre los que cabe destacar Hilos
tensados. Para leer el Octubre chileno, editado por Kathya Araujo (17),
el especial Revueltas en Chile de Revista Pléyade (18),
el volumen colectivo en sobre Violencias y contraviolencias. Vivencias y
reflexiones sobre la revuelta de octubre en Chile, coordinado por Raúl
Zarzuri (19) o Contribuciones en torno a la revuelta popular (Chile 2019-2020),
compilado por Ignacio Abarca (20=.
Le Monde Diplomatique publicó en julio del 2022 el libro Insurrección
Popular; Convención Constitucional y triunfo de Gabriel Boric. Un análisis
social, histórico, político y económico a Chile (2019-2022), editado por Nicol
A. Barria-Asenjo, con textos de diversos autores, incluyendo a Slavoj Zizek (21).
También existen numerosos informes desde el punto de vista de
las masivas violaciones de derechos humanos que se produjeron en ese período (22),
y trabajos que se centran en desnudar ciertos aspectos del trabajo del aparato
represivo durante el estallido, como el libro Los intramarchas de Josefa
Barraza (23),
sobre la labor de los agentes encubiertos e infiltrados de Carabineros.
En cuanto a libros que analizan el estallido chileno y la
revuelta como acontecimiento, desde una posición crítica radical, destacaría
los de Rodrigo Karmy El porvenir se hereda. Fragmentos de un Chile sublevado (24) e Intifada.
Una topología de la imaginación popular (25),
y el de Sergio Villalobos-Ruminott
titulado Asedios al fascismo. Del gobierno neoliberal a la revuelta popular (26).
Mención especial merecen artefactos literarios abiertamente
reaccionarios como el libro Nuestro octubre rojo. Orígenes de un estallido
social (Varios Autores (27))
o el voluminoso dossier La insurrección chilena desde la mirada de la
Fundación Jaime Guzmán, editada a seis meses del estallido. Pocos
meses después la misma Fundación publicó unas Aproximaciones
al anarquismo y su aplicación en el escenario chileno,
donde quedaba claro que sacaban sus propias lecciones del acontecimiento Octubre
cuando hacían notar que “…el escenario político chileno es mucho más complejo
de lo que se observa en la escena institucional. Por eso, no se debe analizar
solo lo que sucede en la política formal o partidaria (de tipo vertical). Pues,
en las bases sociales se han erigido una gran cantidad de agrupaciones que
hacen política desde una perspectiva horizontal. Ejemplo de ello son aquellos
que se organizan bajo el modelo de asambleas, sin jerarquías ni líderes” (28).
Otros artefactos se han dedicado a documentar los afiches, stencils,
murales y la impresionante proliferación de consignas y mensajes en las paredes
durante la revuelta, desde los más mercantilizados libros con fotos a todo
color, partiendo por Hasta que valga la pena vivir (29) de Echeverría, Rebolledo y Tótoro o el libro Alienígenas. El estallido
social en los muros, coordinado por Julio Pasten y Darío Quiroga (socio de
Alberto Mayol y Mirko Macari en “La Cosa Nostra”), que incluye fotos de 200
consignas escritas en un cierto perímetro del epicentro de la revuelta en
Santiago más comentarios de una fina selección de socialdemócratas (30),
a impresiones mucho más artesanales y al alcance del bolsillo
popular/proletario, centradas también en el registro de los textos y gráficas hallados
en los muros. Entre esos dos extremos podemos destacar el libro Rabia dulce
de furiosos corazones. Símbolos, íconos, rayados y otros elementos de la
revuelta chilena (31) y Hablan los muros. Grafitis de la rebelión social de octubre del 2019,
de Raúl Molina (32).
Este último explica al inicio del libro que cuando vio las murallas el lunes 21
de octubre, tras tres días de revuelta, recordó mayo del 68 y entendió la
urgencia de colectar las frases escritas, pues “representan el sentir de la
gente y entregan las claves para comprender la rebelión social que ha
eclosionado”.
En efecto, apenas se veían las paredes en esos días resaltaba
este aspecto “gráfico” de la revuelta chilena, que rememoraba a la francesa de mayo/junio
del 68, que por lo que recuerdo de los años ochenta se conocía más por los
libros de “frases” que por algún relato o análisis más directo del
acontecimiento desencadenado en la primavera de ese agitado año. Uno de los soportes más interesantes que
sobre este aspecto de la revuelta se crearon y aún existe, es https://www.laciudadcomotexto.cl/, un proyecto de Carola Ureta donde
es posible recorrer los muros de la Alameda Bernardo O´Higgins durante los 2,4
kilómetros que separan la Plaza de la Dignidad del palacio de La Moneda -bombardeado
desde aviones Hawker Hunter en 1973 y posteriormente reconstruido como una réplica
exacta-, tal como fueron registrados durante el día 36 de la revuelta.
En el otro extremo de la actividad literaria, tenemos los numerosos
periódicos, libros y folletos autoeditados en cantidades más bien modestas por
pequeñas iniciativas editoriales del medio autogestionado y subterráneo, que
contra viento y marea logran mantener un cierto nivel de presencia en las
calles, posibilitando así un mínimo de circulación de ideas, materiales y
proyectos antagonistas. Es decir, la “literatura subversiva” que es aludida
como delito en el artículo 4 de la Ley de Seguridad del Estado, que en su letra
f) sanciona a “Los que propaguen o fomenten, de palabra o por escrito o por
cualquier otro medio, doctrinas que tiendan a destruir o alterar por la
violencia el orden social o la forma republicana y democrática de Gobierno”,
actividad que en su momento fuera calificada como “editorialismo combativo” por
parte de un director de la Agencia Nacional de Inteligencia que disertaba sobre
“anarquismo insurreccionalista” ante una comisión de Diputados de la República (33).
En especial recuerdo que, a escasas dos semanas desde el
inicio de la insurrección, se repartió masivamente durante un masivo y algo accidentado
concierto punk al aire libre en el Parque de los Reyes un ejemplar de El sol
ácrata en que se incluían relatos en primera persona de cómo se inició la
revuelta en distintas ciudades: Calama, La Serena, Punta Arenas, Concepción y
Santiago (34). Al
leer en detalle este número especial de El sol ácrata era notoria la
evidente diferencia cualitativa entre la experiencia de acceder a estos
materiales generados al calor de la revuelta misma y la del resto de la
literatura especializada a que sabía que en pocas semanas, meses y años iba a
proliferar.
Lo mismo sentí al toparme después con materiales impresos en que
otros sectores del “bloque negro” -el sector difuso y minoritario pero
omnipresente que había apostado desde siempre por la “insurrección
generalizada” o “revuelta permanente”- habían agrupado diversos escritos,
análisis e intervenciones, como es el caso de la llamada corriente comunista
radical en el libro Marx y Bakunin están de vuelta (35) y del anarquismo insurreccionalista/informal en La catástrofe es que todo
siga igual (36).
Cabe destacar también el texto Tiempos mejores. Tesis provisionales sobre la
revuelta de octubre de 2019, difundido ya a mediados de noviembre por el
Círculo de Comunistas Esotéricos (37),
y los diversos panfletos, comunicados y cartas difundidos en terreno por Evade
Chile, los autores de este Reporte. Mal que mal, a ninguno de estos grupos el
estallido los tomó totalmente por sorpresa, pues lo venían anunciando y
anticipando desde hace mucho tiempo (38),
aunque como ellos mismos han declarado, no por haber tenido todas esas
intuiciones y deseos de revuelta estaban preparados para experimentar algo de
la magnitud que tuvo ese inolvidable mes de octubre.
Esa misma diferencia cualitativa entre los materiales sobre
la revuelta y los que surgieron desde ella misma, considerando las densas
capas de olvido y mistificación que a lo largo de tres años se han ido
vertiendo sobre lo que en realidad pasó en esas irrepetibles semanas y meses de
la primavera 2019, es lo que hace tan valioso este “Reporte” que tienes en tus
manos, que funciona como una especie de Almanaque o Diario de la
revuelta chilena, posible de ser abordado en orden o al azar, cada vez que
sientas que quieres y puedes sumergirte de nuevo en la experiencia de esos días
de revuelta en que nadie estaba solo porque todos nos podíamos fundir colectivamente
en ese momento en que “la imaginación popular inunda las calles, rebalsa los
cuerpos, lazos inéditos nutren de erotismo y se inventan nuevas prácticas que
abren otros e improvisados caminos” (39).
Mediante esta inmersión profunda en la experiencia día a día
de esos meses de insurrección, este Reporte nos invita a refrescar y ordenar
nuestras propias vivencias para así desarrollar nuestros propios análisis
individuales y colectivos sobre los “Resultados y perspectivas” de todo este
largo proceso, tal como el título que se le dio a los balances que algunos revolucionarios del
siglo XX hacían sobre los episodios más álgidos de la lucha de clases -como
Trotsky después de la revolución rusa de 1905 (40)-,
y cuya elaboración como ejercicio de balance colectivo constituye la única
manera de mantenerse a flote sin perder la brújula en la actual marea
contrarrevolucionaria local y global. Dos buenos intentos de balance han sido Un
largo octubre. Notas y apuntes sobre lo que abre y cierra octubre de 2019 en
Chile, editado en octubre de 2020 por el Círculo de Comunistas Esotéricos (41),
y Revuelta en la región chilena: un balance histórico-crítico de Pablo
Jiménez C. (42)
Para presentar este valioso libro, documento de cultura y de
barbarie, señalaré algunas cosas que su lectura me hizo evocar, compartiendo
entremedio de la avalancha de recuerdos algunas reflexiones individuales y
colectivas sobre el proceso mismo y sus efectos hasta ahora. Creo que con eso
soy fiel al espíritu de “haga su propio reporte” que destilan estas páginas, en
la búsqueda de mantener una memoria colectiva del acontecimiento Octubre, que
nos sirva como antídoto para los intentos de recuperación/neutralización de la
memoria, y para darnos fuerza en las luchas que vienen.
[3] https://www.ciperchile.cl/2019/10/26/cabros-esto-no-prendio-protestas-estudiantiles-desobediencia-civil-y-estallido-social-en-chile/
[4] https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2019/10/27/la-desobediencia-civil-es-necesaria/
[5]
Pensar el malestar. La crisis de octubre y la cuestión constitucional.
[6]
Big Bang. Estallido social 2019.
[7]
La ciudad de la furia.
[8] Rebelión.
[9]
Octubre en Chile: Acontecimiento y comprensión política: hacia un
republicanismo popular.
[10]
He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza (Agotado).
[11] Siete
Kabezas. Crónica urbana del estallido social (Agotado).
[12]
Del primero podemos citar la reedición de Nos fuimos quedando en silencio,
y del segundo El estallido chileno y El precio de la noche. Diálogo
imaginario sobre la tiranía.
[13] Evadir.
La filosofía piensa la revuelta de octubre de 2019, Libros del Amanecer, 2020.
Este volumen editado por Cristóbal Balbontín reúne los trabajos de 57 filósofos
y académicos de universidades chilenas.
[14]
La Revista de Sociología de la Universidad de Chile dedicó su Vol. 35 Núm. 1
(2020) al Dossier: Teoría política para una época de incertidumbre.
[15]
Por ejemplo: Varios Autores, Chile Despertó. Lecturas desde la Historia del
estallido social en Chile, Universidad de Chile, 2019.
[17]
USACH, 2019. Este volumen reúne los trabajos de 21 expertos en diversas
ciencias sociales.
[18] Pléyade.
Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad de Chile, 2020.
[19] LOM,
2022.
[20] Kurü
Trewa, 2020.
[21]
Se puede descargar acá: https://www.lemondediplomatique.cl/lea-o-descargue-gratis-el-libro-insurreccio%CC%81n-popular-convencio%CC%81n.html
[22]
Destacan los informes del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Human Rights
Watch, Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y
la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
[23]
LOM, 2022.
[24]
Sangría, 2020. Publicado en inglés por Errant Bodies Press, 2022, en
traducción de Sebastián Jatz Rawicz.
[25] Metales
Pesados, 2021.
[26] DobleA,
2021.
[27] El
Líbero, 2020.
[28]
FJG, Ideas & Propuestas N° 302, 29 de julio de 2020. Disponible en: https://www.fjguzman.cl/wp-content/uploads/2020/07/IP_302_anarquismo.pdf
[29]
Publicado por Ceibo en diciembre de 2019, justo a tiempo para ser usado como
regalo de Navidad, y rápidamente pirateado y distribuido en la cuneta.
[30]
Editorial Ocho libros, 2021, que lo promociona como: “Bello libro de gran
formato, con más de 200 fotografías de los rayados callejeros del Estallido
Social, y un profundo análisis social y del discurso detrás de la narrativa de
esta época a cargo de Darío Quiroga y Julio Pasten. Incluye textos breves a
cargo de 16 autores para ampliar esta suerte de polifonía de miradas respecto a
la intensidad del 18 de octubre”.
[31] Tempestades,
2020.
[32]
LOM 2020. Los tres libros de LOM que
hemos referido forman parte de la Colección 18 Oct, que ya lleva 15 títulos.
[33]
Ver los extractos de la declaración de Gonzalo Yusseff ante la comisión
especial investigadora del “Caso Bombas”, en la sección “Contracriminalística y
chanchología aplicada” de Revolución hasta el fin N° 0, año 1, 2014,
págs. 15-20. Disponible en: https://www.yumpu.com/es/document/view/24445650/revolucion-hasta-el-fin-01-
[34]
El sol ácrata, Año VIII/Segunda época/N°5/ octubre de 2019, 1000 copias de
circulación gratuita. Disponible en: https://periodicoelsolacrata.files.wordpress.com/2019/10/el-sol-acc81crata-octubre-revuelta-de-2019.pdf
[35] Pensamiento
y Batalla/Vamos hacia la vida, 2021.
[36] Memoria
Negra, 2021.
[37]
Incluido en Marx y Bakunin están de vuelta.
[38]
Ver a modo de ejemplo dos textos publicados meses antes del estallido por Comunidad
de Lucha: https://lapeste.org/2018/04/saltar-el-torniquete-de-la-no-vida/
y https://comunidaddelucha.noblogs.org/post/2019/06/19/sobre-la-rebelion-estudiantil-y-la-revolucion-social-que-se-avecina/
[39]
Rodrigo Karmy, “Momento destituyente”, El Desconcierto, 26 de octubre de 2019.
Incluido en El porvenir se hereda: fragmentos de un Chile sublevado
(Sangría, 2019).
[40]
Toda historia merece ser contada: El volumen 1 de León Trotsky, 1905-Resultados
y perspectivas, fue publicado en Chile durante los mil días de la Unidad
Popular como segunda parte de la Colección Épocas Revolucionarias de una
“Biblioteca de Educación Política”, cuya primera entrega fue un texto de Lenin
sobre 1905. La tercera entrega de la Colección, que iba a ser el vol. 2 de los
“Resultados y perspectiva”, no alcanzó a materializarse, pues antes sobrevino
el golpe militar de septiembre de 1973.
[42]
Relave ediciones, 2022. Disponible en: https://necplusultra.noblogs.org/post/2022/04/19/revuelta-en-la-region-chilena-un-balance-historico-critico/
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