lunes, agosto 13, 2018
1,2,3,4: segunda edición.
Nueva edición. Nueva intro.
1, 2, 3, 4!!! (o UN-DOS-TRES-CUÁ!!!):
Una necesaria introducción
Apuntes re-elaborados
en base a la libreta de anotaciones usada por al autor a modo de apoyo para la presentación de la
primera edición del libro “1, 2, 3, 4” en la Feria del Libro Punk de Buenos
Aires, el 22 de noviembre de 2017 en Club Atlético Fernández Fierro, junto a
Patricia Pietrafesa.
I.- En primer lugar, es un placer estar en esta ciudad que pude
conocer bien en octubre del año 1997
-cuando vinimos a tocar con Disturbio
Menor y me quedé dos o tres semanas más gracias a la hospitalidad y amistad
de varios punk rockers locales (1)-
y ver que muchxs de lxs que allí pude conocer y con quienes hemos compartido de
una u otra manera a lo largo ya de dos décadas, varias cuestiones decisivas y proyectos vitales, sigan por acá, haciendo cada unx lo
suyo, con menos pelo y más canas, pero la misma pasión de siempre.
En relación al libro, y en honor al tiempo: primero tendría
que explicar de dónde viene su extraño título…”1-2-3-4”.
Cuando mi viejo amigo Monki
(máximo exponente de la disciplina que él mismo llama “derretición
contemporánea”) me invitó a inaugurar una serie de publicaciones de bolsillo
que estaba ideando, le envié 4 textos.
II.- A saber:
1.- El 1er texto era uno que escribí a solicitud del mismo
Monki/aka T. Spicolli, y que fue
publicado en una primera versión dentro del zine Escena Obscena, y en una segunda forma como el cuadernillo N° 2 de
la serie Excursos de lxs compañerxs de 2&3
DORM (Busquen su sitio en la web. El N° 1 de esta serie era la famosa
entrevista a Henri Lefebvre sobre
los situacionistas; el N° 2 es un texto setentero sobre el
“Lumpen-proletariado” escrito por dos ex militantes de la Vanguardia Organizada
del Pueblo, y el N° 4 un dossier de textos traducidos desde la publicación ENDNOTES titulado “La lógica del género
y la comunización”).
Ese texto se llama “Barricadas
A-Go-Go”. Todos sabemos lo que es una barricada (2),
pero lo de “a-go-go” tal vez requiera de
mayor explicación….en verdad, según he podido investigar, viene tanto de “go!
go!”, expresión tan típica del hardcore
o sea algo que en español sería algo así como “Dale!” o mejor, “ándale”, o como
diría el famoso ratón mexicano Speedy
González “ándale ándale, arriba arriba!”. A la vez esa expresión, aplicable
también a bailarines/as a go go, tomaría del francés algo que vendría siendo
una forma de decir “en abundancia”. O sea, ándale arriba con las barricadas en
abundancia, o algo así. Lo cierto es que fue el nombre que se le dio al
festival universitario de fines de los 60 en que la banda Les Rallizes Denudes debutó.
El texto trata de la “escena japonesa”, más o menos entre
1968 y 1977. Discutimos con sus editores acerca de si calificar dicha escena
como “musical” o dejarlo abierto…En todo caso, aclaro de entrada que a mi juicio es imposible analizar la música
solamente como “música”, como parcela separada, puesto que es una actividad
humana que a pesar de todos los esfuerzos de la industria capitalista en el plano
de la cultura, se niega a morir, y sigue brotando espontáneamente del terreno
social, histórico y concreto en que habitamos. Así, de la misma manera en que
algunos han visto y señalado un vínculo evidente entre las insurrecciones socio-políticas
de hace 100 años y su expresión en el terreno cultural con vanguardias como
dadá (cuya expresión japonesa fue Mavo),
el expresionismo, y los primeros momentos del futurismo y el surrealismo, entre
varios otros movimientos que se dieron en los tiempos del llamado Primer asalto
del proletariado contra la sociedad de clases (1917/23: de dadá a los consejos
obreros), en los tiempos del Segundo asalto, 1968/1977: el período que analiza
este texto, se dio también una vinculación profunda y compleja entre las
esferas que tradicionalmente se han separado para confinar algunas expresiones
vitales al Arte y otras a la Política (así, con Mayúsculas).
Acá por el contrario tratamos de barrer con esas
separaciones, para entender la relación real entre las expresiones musicales
del período y el amplio y combativo movimiento de protestas encabezadas por la
famosa Zengakuren, que llevaron a
algunas de las confrontaciones y estallidos más notables de la lucha de clases
de ese tiempo, y que las mismas fuerzas
que han trabajado para hacer olvidar lo que en realidad fue 1968: Una rebelión
global (o una “gran ola revolucionaria y creativa, política y existencial” como
reza el subtítulo del libro La Horda de
oro, de Moroni y Ballestrini, centrado en los impresionantes y explosivos
procesos sociales que ocurrieron en Italia entre el 68 y el 77), han operado también
más o menos efectivamente suprimiendo de raíz la memoria de todos estos hechos.
Con ese fin nos adentramos en la manera en que desde ese
terreno se expresaron musicalmente bandas de rock y psicodelia específicamente
japonesas como la Flower Travellin´ Band
y Les Rallizes Denudes, hasta la
impresionante explosión de un free jazz también específicamente nipón que
aflora desde los tugurios de Shinjuku, donde está la estación de trenes más
usada del mundo y donde también se desenvolvían por ese entonces las “guerrillas
folk” y los disturbios entre jóvenes y policías (o, lo que es lo mismo, entre
el partido de la humanidad y el partido de la cosificación). En esta historia
los héroes principales son el
guitarrista Masayuki Takayanagi y el
saxofonista Kaoru Abe.
A través de esta presentación complemento dos cosas que me
parecen necesarias de aclarar. En el texto se hace referencia al “look” de los
guitarristas Takashi Mizutani (de los Rallizes) y Keiji Haino (Lost Aaraaff
y Fushitsusha), sin describir que
por lo general aparecen en escena vestidos de negro, más bien de cuero negro,
con lentes oscuros, y una cabellera larga, oscura y lisa. En fin: este look queda
ahora adecuadamente graficado en la portada de esta segunda edición.
Y en relación a la frase final del texto, sobre las derrotas
revolucionarias, que atribuía a un texto español de los 70 firmado por “Los
incontrolados”, en realidad faltaría aclarar que se trataba de una especie de détournment de “El orden reina en
Berlín”, escrito por Rosa Luxemburgo
el 14 de enero de 1919, tras el fracaso de la insurrección “espartaquista” y
justo antes de ser asesinada por la expresión socialdemócrata de la contra-revolución.
Ese debe haber sido el momento más trágico y decisivo del siglo, pues el éxito
de la revolución proletaria mundial, partiendo por la propia Rusia de los
soviets, requería del triunfo de la revolución en Alemania. Derrotado ese
intento, la contra-revolución pavimentó el camino para las espantosas décadas
que vinieron después, y de las cuales, a pesar de la gran oleada de creatividad
y luchas de 1968 a 1877, es una época oscura de la que no hemos salido. Para
concluir, junto a Rosa me gustaría gritar: “¡esbirros
estúpidos! Vuestro orden está edificado sobre arena. La revolución, mañana ya
se elevará de nuevo con estruendo hacia lo alto y proclamará, para terror
vuestro, entre sonido de trompetas: ¡Fui,
soy y seré!”.
2.- El texto anterior está dedicado a la memoria del camarada,
periodista y anti-músico Cristóbal
Cornejo (1983/2015), poderosa estrella fugaz que iluminó por breves e
intensos instantes el cielo santiaguino, y de quien sus amigos han editado ya
tres volúmenes con parte de su enorme obra escrita (3).
El 2do texto de este libro fue publicado en Fakxión, la revista en que participaba Cristóbal en la primera
década de este siglo mientras vivía en la ciudad de Rancagua (a hora y media de
la capital de Chile, famosa por sus desastres ya desde los tiempos de la Guerra
de Independencia iniciada en 1810), en
dos partes. En él se trataba de dar a
conocer un clásico olvidado escrito por Lester
Bangs en 1979 para la revista Musician:
“Free Jazz Punk Rock”, donde se
dedicaba en su mejor estilo a explorar el surgimiento de “la fusión menos
probable de todas” tal como se estaba dando en ese momento, que a diferencia de
los 70 en general le parece uno de los más excitantes que haya presenciado.
A estas alturas en que la forma punk parece haber triunfado
de la mano de su banalización y pérdida casi total de contenidos, sigue
llamando la atención que no se hable casi nada acerca de la influencia del free jazz en el punk rock, a pesar de que la evidencia es bastante notoria: las
explosiones de “ruido blanco” y saxo libre en Stooges y MC 5, las
epopeyas sonoras de Velvet Underground
en varias partes de sus dos primeros discos (aclaro que hay un error en este
texto que recién pude advertir: en una parte digo que “Sister Ray” está en el
primer álbum de VU….craso error. En realidad, creo que quería referir “European
son”….en fin, no es por sacarme los
balazos pues asumo mi error, pero todas ellas sirven como muestras tempranas de
esta “fusión”), y de hecho, en uno de los libros de memorias Patti Smith cuenta que estuvo en las
calles de NY, donde vivía muy precariamente por ese entonces, cuando fue el
funeral de Coltrane, y escuchaba el
“Lamento de Amor” de Ayler en un
ambiente que parecía el entierro de un santo.
Bangs se refiere en su escrito sobre todo al estallido de la
llamada “no wave”, una de las formas favoritas del llamado “post punk”,
etiqueta tan exitosa en estos tiempos, muy publicitada desde el famoso libro de
Simon Reynolds, y que en rigor es
bastante imprecisa pues muchas veces sus andas o artistas emblema eran coetáneos
o incluso previo al “punk 77”, así que me parece una etiqueta bastante exitosa
y lucrativa, pero equívoca, sobre todo porque para la Industria Cultural de hoy
es una manera sutil de homenajear al punk, integrándolo, y dándolo al mismo
tiempo por superado. Cuando habla de los Teenage
Jesus, dice que la guitarra de Lydia
Lunch suena como las cámaras de tortura en Chile. Todo un referente
estético.
En fin: este valioso texto de Lester donde explica que tanto
en el punk rock como en el free jazz no hay reglas explícitas y en momentos se
pierde totalmente la noción de estructura, y que por eso es posible que puedan
dialogar muy bien un viejo maestro del saxofón con dos pelotudos que
aprendieron a tocar guitarra antier….este valioso y querido texto, del cual
existe una traducción al mexicano a cargo de Inti Meza, y que yo considero haber traducido más bien al chileno
en un folleto que circulamos hacia el año 2007 y que por ahí quedó, no aparece
en ninguna de las dos antologías de textos de Lester que existen en inglés (ni
en la de Greil Marcus ni en la de John Morthland), y que ahora se están
traduciendo al español para salir en Malpaso, y apostaría mi riñón izquierdo
que este texto no será agregado a ninguna de las ediciones oficiales en nuestro
bello idioma. Ojalá me equivoque, pero creo que no.
Como sea, en mi propio “freejazzpunkrock” no me limito a
homenajear a Bangs, sino que agrego informaciones y reflexiones de mi propia
cosecha, condimentando con una especie de revisión de diversas manifestaciones
históricas de este no-estilo, desde Blue
Humans y Lost Aaraaf a Black Flag instrumental y Flipper.
3.- El tercer texto es el más breve, y consiste en un breve
artículo publicado anónimamente en la revista Antagonismo N° 0, por ahí por el año 2002, por el ya casi mítico Núcleo de IRA, que publicó dos o tres
números más, agitó bastante su entorno, y luego se auto-disolvió. “Ruina o
esbozo” analiza las potencialidades de cierto uso liberador de las tecnologías
en materia musical, en la línea de sus posibilidades plagiarias (sobre todo en
manos de John Oswald y sus
“plunderfónicos”), en las que tenía bastante interés y fe en esos tiempos pero
considerablemente menos hoy en día. Puede ser que ya esté muy viejo, además de
hastiado del posmodernismo en sus múltiples colores, o que los límites de la
época en que estamos finalmente me aparezcan hoy como más opresivos…En fin, todo
ello habría que discutirlo.
El uso del concepto “capitalismo de casino” refleja las lecturas
de Robert Kurz y el grupo Krisis (del cual luego se escindió EXIT!), que en esos años muchos
estábamos haciendo. Hoy no me suena tan bien….pues prefiero entender que el
capitalismo es uno solo, pero ha ido pasando desde la fase de dominación
formal, a una dominación/subsunción real y cada vez más totalitaria de toda la
vida dentro de sus engranajes dedicados a la acumulación eterna de valor.
4.- Finalmente, se incluyó un texto que data más o menos del
2004/5 y que primero viera la luz fragmentariamente en mi viejo y aún activo
blog punkfreejazzdub (más conocido
como Delirio Místico) pero que en el
2007, con ocasión de unas actividades por los “30 años del punk”, circuló como
un folleto con un eficaz diseño del camarada Víctor Jaque, repartiéndose gratuitamente en un par de charlas que
se hicieron, y en cuanta tocata se pudiera, enfrentando ahí más bien la
indiferencia del público musical, qe en general tiende a creer que escribir
sobre música no es tan importante como escucharla. Se llama “Reflexiones sobre
arte, capitalismo y vida cotidiana” (o “AC/VC” para los amigos, de preferencia
poniendo un rayo en vez de la /, para de paso homenajear a los AC/DC), y es de seguro el más
pretencioso de todo el paquete que se nos presenta tan bellamente como un libro
de bolsillo.
Este texto analiza una serie de problemas de la experiencia,
o de la relación entre arte y vida cotidiana, mediatizados por el tipo de
sociedad en que vivimos, y recurriendo tanto a la llamada “Escuela de
Frankfurt” (Teddy Adorno y también Walter Benjamin, aunque este último la
verdad es que no se dejó “escolarizar” tanto) como a la Internacional Situacionista, articulando una especie de
constelación en base a 3 momentos o actitudes que pueden prevalecer en el
terreno “estético”: arte popular/arte autónomo/negación del arte, y tratando de
aplicársela al free jazz y al dub reggae,
pasando por el Rock In Opposition y
otras yerbas. Cabe destacar que en estas reflexiones más antiguas en general
mostraba como un período oscuro de la historia musical reciente los años
transcurridos antes de la explosión punk hacia 1976/1977. Con el tiempo, y tal
como se aprecia en el texto sobre Japón, esa opinión se ha matizado: lo que
estaba agotado en esos años no era el movimiento musical y contracultural en sí
mismo, sino que lo que de él se podía captar a través de los artefactos de la
Industria Cultural. Como siempre, es en el subsuelo donde combustiona y hace
ebullición lo más importante de la cultura humana, y a ese subsuelo nos acercamos
por lo general mucho tiempo después, cuando recién se hace posible una mirada
más panorámica, de conjunto.
Debo reconocer la profunda deuda de dicho escrito con un
texto de Anselm Jappé sobre “el fin
del arte” en Adorno y Debord, llamado SIC
TRANSIT GLORIA ARTIS, que curiosamente sólo he podido encontrar en su
traducción al portugués desde la versión en castellano publicada en el N° 1 la
revista MANÍA, en 1995. Ahí aprendí que era necesario un dialogo entre el
Adorno de la Teoría Estética (1970) y
el capítulo sobre la negación y el consumo en la cultura, dentro de La sociedad del espectáculo (1967).
III.- Bueno, y tal como les iba diciendo, el caso es que cuando adjunté estos 4 archivos
y los envié a los compas de Ercilla ediciones, no tenía un título en mente. Ni
siquiera sabía si iban a usarlos todos o sólo algunos, cuestión que dejé entregada
totalmente al criterio de los editores. Pero de repente me puse a pensar que eran
exactamente 4 textos, y que en el segundo de ellos se concluye en medio de una
gran euforia con la consigna sex pistoliana/thefallista:
REPEAT AFTER
ME:
FREE JAZZ
PUNK ROCK!!! FREE ROCK JAZZ PUNK!!! NO FUTURE!!! PROLE ART THREAT!!!
1!!!
2!!!
3!!!
4!!!
1!!!
2!!!
3!!!
4!!!
…entonces, se me ocurrió que tal vez “1-2-3-4”, tal vez ése
sería un buen título, que homenajearía de paso a lo que tal vez fue el más
famoso grito de batalla del punk rock (“One-two-three-four!”), eso que en
español chileno por lo general traducimos a: “Un-dos-tres-cuá!”, que fue lo que
primero hizo que me fijara en el punk rock, escuchando el “It´s Alive” de los Ramones en una cinta copiada sin saber
qué banda era, y que además expresa muy
bien tanto la inmediatez de nuestras formas de expresión como la tendencia casi
inercial a aprisionarlas en el formato 4/4 (La dialéctica del punk rock como
forma musical bien podría consistir precisamente en la lucha a favor y en
contra de ese 4/4, en acercarse a él y alejarse hacia una liberación rítmica y
sonora). Desde los Ramones y hasta ahora, 1,2,3,4
es ni más ni menos que el llamado-a-tomar-las armas que infinidad de jóvenes y
no tan jóvenes punk rockers han lanzado al aire cuando se disponen a sembrar el
caos, generando el estruendo al que se refería Rosa Luxemburgo en sintonía con
las mismísimas trompetas del Apocalipsis.
No alcancé a comunicar dicha idea a nadie, cuando unas
semanas después me enviaron por mail la primera propuesta de portada, y pude
comprobar con sorpresa (¿o no tanta?) que ellos habían dado con exactamente el
mismo título, sin necesidad de que acordáramos nada.
“Nada es causal” decía
Freud, y bueno, por algo será: disfruten la lectura (aunque, como dijo una
vieja amiga esa tarde, parece que hay más punk rockers escribiendo que leyendo
en estos tiempos).
Lo cual no necesariamente el algo malo. Tan sólo demuestra
que aún tenemos mucho que contar.
Me parece necesario reproducir acá una advertencia que hizo
el editor de Barricadas a-go-go en versión cuadernillo, pues es válida para los
4 textos reunidos:
“Creemos que no se
debiera buscar aquí efemérides revolucionarias ni trivia rockera. No solamente
porque sería un error tomar el esfuerzo historiográfico de este ensayo como una
simple reafirmación del alternativismo, sino también porque lo que se relata
forma parte de una época en general y no de sus anécdotas en particular”.
IV.- Este mensaje no se autodestruirá.
4, 3, 2, 1…¡FUEGO!
1.- A saber: Fun People, She Devil´s,
Ácidos Populares, Delmar, Sentimientos Oprimidos, Cucsifae, Todo Mal, Sopa de
Garrón y Terror & Miseria, entre otros enjambres humanos de esos años.
2.- Según la Real Academia Española: “Obstáculo levantado en la calle con objetos diversos para impedir el paso o parapetarse tras él, especialmente en revueltas populares”.
3.- Escritos (anti)políticos; Narrativa
y poética; Ruido Mutante.
Etiquetas: buenos aires, comunismo difuso, free chant, free jazz, nada mas práctico que una buena teoría, psicogeografía, punk rock, reflexión
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