jueves, marzo 24, 2011
Carta abierta al Fiscal Peña (x Claudio Escobar)
Carta (abierta) al Fiscal Alejandro Peña
Una carta puede ser una rebelión en contra de la injusticia, y créame, este es el ánimo de esta carta.
Lo que quisiera expresarle finalmente es que, si queremos bajo exigencia mínima, cabalgar una historia donde el designio de la injusticia no sea un derrotero obligado, debemos aceptar que toda sociedad esté habitada por espíritus libres y preñada por empeños para empujar la historia por el camino de la libertad y la dignidad. Y aunque no es la única, vivir en rebelión es también una forma de vivir.
Ud. está en la antípoda a esta forma de vivir.
Toda sociedad debe tener un bufón adulador en la corte y créame que tenemos la certeza de que Ud. -y otros acusadores en casos Mapuche- encarnan al "Fiscal Torres de nuestros tiempos".
Ud. asume prácticas reñidas con una verdadera justicia: la mentira, la delación pagada, las pruebas forzadas, la sucia e injustificada imaginación delirante, la represión incluso focalizada a niños y niñas para amedrentar.
No puedo entender el giro en su alma, Ud. fue estudiante en práctica en una institución amada en el ámbito de los derechos humanos, el CODEPU. ¿Fue su paso por el CODEPU un espionaje planificado?, ¿Hacia dónde se disparó su sensibilidad tras haber conocido, de primera fuente, las aberraciones de la dictadura?. Ud. hoy practicó esas aberraciones en los allanamientos y detenciones de las personas que ha vinculado gratuitamente en su mediático "caso bombas".
Conocemos desde los gobiernos de la Concertación, la obsesiva compulsión pro presentar un país "blanco", un "paraíso para las inversiones extranjeras", "donde las instituciones funcionan" y "los negocios resultan". Todo esto -desgraciadamente- construido con represión, no escatimando el sucio montaje como herramienta para uniformar mentes. Lo concreto es que los montajes provocan rabia, provocan indignación-ética y lejos de acallar voces disidentes, se ponen en alerta los espíritus que no aceptan los designios, la camisa forzada del mercado.
Emulando humildemente a Clotario Blest, no me asusta en lo más mínimo si esta carta me provocase personalmente daños, y aunque estoy lejos de ficcionar con ello, prefiero la prisión política al silencio.
Sepa Ud. que cada día se suman más personas conscientes de la realidad de la prisión política en el Chile de hoy, dispuestos a jugar sus pequeñas rebeliones para desenmascarar la brutalidad del sistema.
A diferencia de Ud., vivimos la alegría de no tener precio!
Claudio Escobar Cáceres
Ingeniero Civil Eléctrico - Profesor de Estado en Matemáticas
Libertad a los(as) Prisioneros(as) Políticos(as) del 14 de Agosto!
Libertad a los Prisioneros Políticos Mapuche!
Etiquetas: presos a la calle, solidaridad
niño símbolo (ley del hielo), 13 años después
un 29 de marzo
(Hommodolars)
Ayer, a eso de las 13:00 Hrs, decidimos utilizar el espacio que nos brinda, una vez más, la Universidad de Santiago de Chile, Usach, para combatir. Una cintuentena de compañerxs cogimos materiales que el propio sistema nos entrega para romper la cotidianeidad capitalista. Esto con el objetivo de abrir las jornadas de protesta por el Día del Joven Combatiente.
Por ahí la prensa burguesa, como suele suceder, especuló sobre los motivos de nuestra protesta, como si la propaganda en el lugar no alcanzara para darse cuenta de nuestras motivaciones. Argumentaron que nos basamos en lo sucedido con la PDI en la zona sur de Stgo. y en el centro, pero eso fue mera coincidencia.
Al enterarnos del hecho y ver la desesperación de lxs ratis que pasaban por la Alameda, no pudimos hacer otra cosa que encender nuestras mechas para lanzar el más certero ataque a sus vehículos, que pasaban por el lugar sorprendidos al vernos. Pero recordamos que esta hermosa coincidencia no estaba planificada, ni fue nuestra motivación para realizar el ataque.
Salimos a las calles para recordar y alzar la memoria por los caídos en las manos del poder, tanto en la dictadura del perro que se fue sin pagar, como en la que sostienen quienes están tranquilamente sentados en sus cerros de dinero, financiados por el pueblo explotado.
Aprovechamos también la ocasión para recordar y destacar la huelga de hambre que llevan lxs hermanxs presxs políticos, sin pedir nada menos que su libertad inmediata; ¡Qué el aroma de nuestra barricada llegue a todas las celdas del mundo!. También rechazamos la visita del más terrorista de lxs presidentxs, sin olvidar que todxs y cada unx de ellos merecen nuestra condena. No olvidamos tampoco las alzas a las que Piñera y sus lacayxs nos someten día tras día.
A una semana del día jóven combatiente, levantamos nuestra voz contra todas las demandas del pueblo, para resistir y atacar al sistema y sus defensores, para romper la cotidianeidad del capital y alentar todo grito de protesta venido desde el campo popular organizado, sin distinguir las diferencias que tenemos en nuestra vereda, sólo develando lo que nos separa de la del frente.
No obstante de la fecha en que se enmarca nuestro actuar, creemos que cualquier día es bueno para enfrentarse a los perrxs del Estado. Motivos hay de sobra.
Como decía la propaganda que emitimos: "Este es un homenaje a la pasión de vivir, alimentada por la viva memoria de un compañero asesinado. Y esta es una celebración de la alegría de creer en ciertas cosas que la muerte no puede matar".
PD: Esto fue escrito por una parte mínima de las personas que participaron, por lo que no representa a la totalidad de lxs asistentes. Alentamos la discusión y la diferencia de opiniones entre compañerxs, por lo que esperamos que otrxs compas manifiesten su pensar.
PD2: Supimos que en la mítica esquina de Macul con Grecia, específicamente en Gómez Millas, también salieron compas a enfrentar a la yuta.
Etiquetas: calles para la insurrección, Chantiago, poesía
lunes, marzo 21, 2011
Definición de policía (en 1768)
"El objetivo de la policía es garantizar, tanto como sea posible, la felicidad del Estado por la prudencia de sus reglamentos y el desarrollo de sus fuerzas y su poder. La ciencia de la policía consiste, pues, en regular aquellas cosas que se relacionan con el estado presente de la sociedad, con su fortalecimiento y su mejora, de modo tal que todo concurra a la felicidad de los miembros que la componen. Apunta, asimismo, a lograr que todo cuanto compone al Estado sirva para el fortalecimiento y el incremento de su poder, así como a la felicidad pública" (Von Justi, Éleménts généraux de polic, 1768).
Etiquetas: bellezas de la mierda de estado burgues policiaco
agitprop reciente
(En en el Centro de Justicia, Torre c, piso -1).
(En Rondizzoni)
(En Buenos Aires)
Etiquetas: agitprop, camarada spray tiene la palabra
sábado, marzo 19, 2011
pa-ra pa-ra-gueaaa---guaaaaiii
http://www.youtube.com/watch?v=NqxShOz71fI
"...las posibilidades estaban totalmente reducidas a un nudo corredizo, a un punto de tensión entre la vida y la muerte que no admitía descanso alguno, ni menos el ensueño reformista de que el poder estaba al alcance de la mano.
Era una mentira edulcorada para engañar al pueblo.
Como les había soltado en aquella reunión en casa de Clotario Blest, no es que me haya levantado de mal humor, pero qué se creen ustedes, contesten por favor, ¿es que piensan en serio que a partir del gobierno de Allende debemos cruzranos de brazos?
El que quiera ser revolucionario no tiene que esperar a que llegue la revolución, como decíamos el año anterior, en las conversaciones previas al asalto a la Armería Italiana situada en la calle Arturo Prat"
(Germán Marín, Carne de Perro, pag. 16/17).
Etiquetas: punk rock
le epica shilena (VOP.lautaros, FPseeMeeRREs y demases)
En la novela de Óscar Barrientos El Viento es un país que se fue, se narra, por ejemplo, la posibilidad, paródica, de una épica patagónica. En la Nueva Provincia de Andrés Gallardo también es posible, a partir de zonas que están a medio camino, sin peso administrativo, el surgimiento de una ficción territorial que pone en crisis las grandes políticas que delimitan el territorio. En las prácticas poéticas locales, por otro lado, podemos citar la obra monumental de Yanko González, Alto Volta, en que la propia escritura aparece como un acto territorial, un desplazamiento de citas y marcas que delimitan varios niveles de la subjetividad, que van desde la biografía a secas, hasta los efectos de superficie que produce una frase de la tradición política. Son elementos o ingredientes fundamentales a la hora de producir la (re)escritura. Con el mismo Yanko González, pensábamos hacer un recorrido, en el sentido territorial, siguiendo la propuesta geográfica de De Rokha en su Épica de las comidas y bebidas de Chile.
En el recuento que hacíamos en aquel bar Valdiviano que comenté al comienzo, uno de los tópicos lo constituía la historia política reciente, incluido el periodo revolucionario y de la resistencia, con su proliferación de emergencias del acontecimiento. Yo recordaba los textos que sobre el particular escribiera Germán Marín que relataba el ajusticiamiento de un grupo político, la VOP, cuya raíz estaba en el partido socialista, se trataba del que componían los hermanos Rivera Calderón, que ajusticiaron a Pérez Zujovic en los años setenta. Estos fueron acribillados porque estaban “cagando” el proceso revolucionario que se gestaba. Uno de sus integrantes, por venganza, ingresó tapizado en dinamita y disparando, cubierto por un abrigo, al cuartel de investigaciones de la época, su objetivo era llegar hasta el Coco Paredes, director de investigaciones e importante miembro del partido socialista. Algo análogo habría ocurrido con el aparato de inteligencia que montó la concertación llamado La Oficina, dirigida por Marcelo Shilling, hoy diputado, y que habría dado cuenta de algunos miembros del Lautaro, como el joven Antonioletti (en este punto habría que señalar que había una disputa entre el aparato de Belisario Velasco y el del dirigente socialista, en la que triunfaría el DC). El Lautaro aparecía como una amenaza de la transición democrática. Es decir, el Lautaro sería la VOP de principios de los noventa.
La propuesta.
En este caso no se trata de ilustrar o corregir la historia, sino de ejercer un trabajo de (re)escritura con ella para dotarla de la ficción necesaria, de modo de legitimar su circulación y su regencia analítica. Algo análogo ocurría con la historia guerrillera de este país que siempre tuvo como lugar sagrado el sur de Chile, es el caso de Neltume y Nahuelbuta.
Reviso un libro sobre la guerrilla de Neltume y me provoca una tristeza infinita. Me refugio en una mirada que se sostiene desde la ficción, para neutralizar la ingenuidad brutal de una narración sobre un hecho horroroso que siento que necesita otro relato, al menos una mejor construcción del sistema de imágenes. Aunque no podemos pretender una estrategia retórica en esas circunstancias, tampoco imponer la tranquilidad de un cómodo presente de articulador de historias posibles. Por otra parte es innegable la calidad de la experiencia (benjaminiana, por así decir) de aquellos compañeros que emprendieron la épica guerrillera, a pesar de que uno siempre les criticará, afectuosamente, su militarismo romántico o su actitud de boy scouts con conciencia de clase. Quizás el cinismo sea un recurso de reconteo o de (re)escritura de “izquierda” de la historia; un modo, tal vez, de algodonar la caída vertical o el fracaso absoluto y humillante del que fuimos víctimas y seguimos siendo, lisa y llanamente. La historia del FPMR, organización que fue más efectiva, también nos llena de una sensación…, más que de fracaso, de inutilidad, por lo que ocurrió después y por lo que sigue ocurriendo y por lo que está a punto de ocurrir (el triunfo electoral de la derecha).
Etiquetas: imbeciles autodenominados periodistas, izquierda del capital, lucha armada, lucha de clases
lunes, marzo 14, 2011
Carne de perro: 3 masacres estatales y 2 actos de violencia proletaria
"...en un último desprecio a todo aquello que representaba la política, era preciso dejar claro que frente al poder ellos opondrían el cuerpo".
El compañero Felipe Guerra, actualmente recluido en la Unidad Especial de Máxima Seguridad de la Cárcel de Alta Seguridad (sí: se trata de una cárcel dentro de otra cárcel) y en huelga de hambre hace 21 días, me prestó en la última visita que le hice la novela "Carne de Perro" de Germán Marín, escrita en Barcelona en 1983 y publicada recién el 2002 (Ediciones , colección Ojo X Ojo). "Te va a gustar, es sobre la VOP", me dijo. Y efectivamente, el libro es bueno, se deja leer de un tirón, y no sé si exista otro artefacto cultural que resuma de mejor manera lo que fue dicha organización desde un punto de vista no policíaco ni izquierdista oficial (lo que viene a ser más o menos lo mismo), sino que con una mirada más empática que se centra en la vida de sus protagonistas y en una cruda descripción de las ironías de la historia en esos años. (De hecho, acabo de recordar que hace una década o más, en algún canal de la televisión abierta mostraron su versión de la historia de la VOP y de estos sucesos).
El grueso de la novela está escrito desde el punto de vista de Ronald Rivera Calderón, relatando en primera persona todo lo que pasa por su cabeza en la madrugada del 12 al 13 de junio de 1971, cuando 5 días después de haber ajusticiado a Edmundo Pérez Zujovic él junto a su hermano, 3 mujeres y un minúsculo puñado de militantes de la Vanguardia Organizada del Pueblo fueron cercados por los ratis al mando del socialista Coco Paredes y una amplia cantidad de milicos en la zona norte de la ciudad de Santiago. Esa parte de la historia es relativamente conocida, así como su desenlace fatal: masacre de estado (puesto que según el relato de Marín, los ratis y socialistas pensaban capturarlos vivos, y estuvieron a punto de lograrlo, pero los milicos siguieron la senda de lo que venían haciendo a lo largo de todo el siglo XIX y XX, y que estaban a punto de hacer de nuevo dos años después, y los masacraron cobardemente cuando ellos ya no se podían defender. Luego de eso, torturaron salvajemente a las mujeres, causando el aborto de la compañera de Ronald, Natacha, embarazada de 5 meses).
También es más o menos sabido que el último sobreviviente de la organización, Heriberto Salazar, vengó la muerte de sus compañeros atacando sólo al Cuartel de Investigaciones en General Mackenna, con dos ametralladoras y un cinturón de cartuchos de dinamita, muriendo pulverizado pero llevándose antes la vida de 3 chanchos, "como un kamikaze proletario" al decir de Rojoscuro.
La masacre de estado que originó esta cadena de violencia apenas ha sido tratada en los medios oficiales. Me refiero a la masacre de 10 pobladores en Pampa Irigoin (Puerto Montt), de la cual se cumplen 42 años en estos días, y que fuera ordenada por Pérez Z., "el hombre de la mano dura", Ministro del Interior de Frei Montalva, como respuesta a una toma de terrenos fiscales. Victor Jara cantó a este hecho en "Preguntas por Puerto Montt", afirmando "Usted debe responder, señor Pérez Zujovic"...Y dado que ante este tipo de masacres la respuesta no llega nunca por el lado de la justicia formal burguesa, Ronald, su hermano Arturo y Heriberto Salazar, hombres de la VOP, procedieron a ametrallarlo en pleno barrio alto dos años después de los hechos, mientras Pérez conducía confiadamente su lujoso auto con su hija universitaria de copiloto, "sin saber que tenía aplazada una deuda que debería pagar alguna vez al contado". Todo este evento está muy bien descrito, aunque con una extraña obsesión por la entrepierna de la hija del ajusticiado atribuída a Ronald por Marín...
En rigor, la historia de Ronald termina en el capítulo 7, pero luego viene el capítulo 8 y final, subtitulado "(Panfleto)", donde Marín se refiere al desenlace que un mes y 10 días después materializa Heriberto Salazar, antiguo anarquista porteño y carabinero por 4 años, en el Cuartel central de los ratis. Con ocasión de dicho capítulo final se refiere el autor a lo molesto que resultaba el accionar de la VOP en un contexto en que "las ilusiones políticas de la izquierda empezaban a creer, llevadas por cierto determinismo economicista, que los cambios sucedidos en el país eran irreversibles (...) De ahí que el asesinato de Edmundo Pérez Zujovic fuese considerado una maniobra artera para modificar el curso de los acontecimientos, tanto como la había sido, meses atrás, el atentado ultraderechista que le costara la vida al general René Schneider".
Marín se refiere también, a lo largo del libro, a la "colaboración" de unos misteriosos panameños que entregaron dinero al grupo para luego desaparecer de la noche a la mañana, y que la versión izquierdista oficial identifica con la CIA (también Heriberto Salazar, en contra de la opiinión de todo el resto del grupo).
Hasta aquí, tenemos dos masacres de Estado (Pampa Irigoin y el asesinato de los Rivera Calderón), y dos actos de violencia proletaria (el ajusticiamiento de Pérez Z. y el acto final de Salazar). La mayor ironía de la historia vendría después, cuando el mismo aparato represivo usado por el gobierno de Allende para reprimir a la VOP fuera utilizado en contra del mismo, cayendo ahora como víctimas Coco Paredes y unos cuantos más de los socialistas que participaron de esta sucia operación: tercera masacre de Estado, volviéndose contra sus propios usuarios.
Finalmente, un comentario sobre la "ideología" de la VOP: Marín la describe sumariamente del siguiente modo: “rechazaban el papel que el marxismo-leninismo asignaba a la clase obrera como vanguardia de la lucha social, muy por el contrario, tenían volcada su fe en aquellos desesperados que, al margen de cualquier compromiso, creían en la rebelión a través de la violencia”. Esta convicción práctica es lo que a la distancia hace a la VOP más atractiva para los anarquistas que para los marxistas-leninistas, si bien a mi juicio representaba un fenómeno propio de la época que difícilmente la hace etiquetable dentro de las tiendas más clásicas.
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En el computador de Pablo Morales -también recluido hace 7 meses en la Cárcel de Máxima Seguridad sindicado por la Fiscalía como "líder" de la "asociación ilícita terrorista" que según su teoría del caso está detrás del llamado "caso bombas"-, la policía encontró una cita de Ronald Rivera Calderón donde aludía precisamente al potencial subversivo del "lumpen"...La fiscalía presentó ese hallazgo como una más de las absurdas pruebas en su contra (sin importarle para nada que muy probablemente lo que explica ese hecho es que Pablo sea sociólogo). Pareciera que a 40 años de los sucesos a que se refiere este libro, el sólo hecho de hablar de la VOP no sólo sigue siendo incómodo, sino que resulta peligroso para todo quien no se resigne y no quiera olvidar esos momentos de la historia.
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Hace unos años ví varias copias de este libro en oferta en la galería san Diego (mil o dos mil pesos, no más que eso). Habrá que volver por una.
Etiquetas: 1971, lucha armada, tampoco los muertos estarán seguros cuando el enemigo venza, VOP
sábado, marzo 12, 2011
Tercer comunicado presxs en huelga de hambre
Cinco años investigando, ninguna prueba y 7 meses en prision. Con mas fuerza sigue la huelga de los compas
3 Comunicado Huelga de Hambre
Cada día en que en este apremiante encierro revisamos las “pruebas” que se presentan en los más de 50 tomos de la carpeta de investigación del “caso bombas”, mas razones y fuerzas encontramos para continuar con nuestra firme convicción de mantener nuestra huelga de hambre que iniciamos el 21 de Febrero para lograr nuestra ansiada libertad.
Son 5 años de monitoreos, seguimientos y puntos fijos de vigilancia donde quedaron impresos todos y cada uno de nuestros movimientos. Espionaje a cargo de cientos de funcionarios formados en varios equipos de elite de la Policía de Investigaciones y Carabineros, coordinados por la Agencia Nacional de Inteligencia, quienes acumularon 60.000 escuchas telefónicas (1), en donde nuestra privacidad nunca importó. Todo dirigido por un equipo de Fiscales con dedicación exclusiva, quienes pidieron asesoramiento a expertos italianos en grupos anti sistémicos y solicitaron ayuda al mismísimo FBI para desarticular la disidencia.
¿Y cuales son las irrefutables pruebas que todo este gigantesco aparataje represivo esgrime para inculparnos?, solo como una muestra y para no extendernos, ejemplificaremos con:
1. Una fotografía de Felipe Guerra donde se ve al joven escribiendo su sobrenombre y dibujando una bomba tipo ACME en la orilla del mar.
2. Una conversación telefónica entre Rodolfo Retamales y la madre de su hijo, donde le preguntaba si le había dado comida al gato y si su hijo seguía acostado. Esto según la fiscalía es la prueba de que se “comunicaba en clave”.
3. Un esquema de planificación encontrado en el computador de Camilo Pérez Tamayo, con objetivos específicos y transversales, materiales a utilizar, etc. Estas planificaciones pedagógicas son requeridas por todos los colegios para organizar el año escolar y alcanzar los contenidos mínimos obligatorios de enseñanza. Según la fiscalía sería el “plan criminal” de la organización, nunca dijo que el imputado estudió Pedagogía Básica en la Universidad.
4. 44 imágenes georeferenciales de atentados ocurridos en los últimos años. Según la fiscalía esta “prueba” demostraría la altísima tecnología aplicada en la preparación de los ataques. Lo que se “olvidó” mencionar en la formalización es que estos archivos no fueron creados por ningún imputado, sino por diseñadores del diario La Tercera y fueron bajados de su sitio web.
Como se habrán dado cuenta, ninguna de las “pruebas científicas” nos sitúan en el sitio de algún atentado, no hay filmaciones, ni huellas dactilares, ni muestras de ADN, no hay químicos ni implementos para armar artefactos explosivos en nuestras allanadas casas el 14 de Agosto, ninguna de las pruebas es categórica, solo presunciones y sueños de un fiscal desesperado por fama y gloria quien nos tiene encerrados hace mas de 200 días sin ninguna prueba concreta.
Nos acusan de formar una asociación ilícita terrorista sólo por vivir y visitar casas okupas y bibliotecas libertarias. Lo que intentan es ilegalizar la amistad y criminalizar los afectos entre individuos que tienen ideas emancipadoras similares y de los cuales, por lo menos la mitad, NO se conocían antes de la formalización.
Si bien no se ha demostrado nuestra responsabilidad en los ataques, el gobierno nos condenó hace tiempo. El Ministro del Interior Hinzpeter viene pidiendo reiteradamente resultados al Fiscal Nacional, quien cedió a sus presiones y cambió al antiguo fiscal y pone a cargo al fiscal Peña quién en solo 58 días y con las mismas “pruebas” que el fiscal anterior “resuelve” el intrincado caso, mientras risueño y satisfecho, el Presidente de Chile Sebastián Piñera declara: “Me alegro de que nuestras fuerzas de orden y seguridad hayan podido capturar a una banda que actuaba como una asociación ilícita para colocar bombas y aterrorizar a la población”(2). En cualquier lugar del planeta estas palabras denotarían que no existen garantías judiciales en este caso. Pero desde el gobierno aseguran ridículamente que estos dichos no son una presión para los jueces y que “tendremos un juicio justo”(¿!).
Obviamente este caso tiene varias señales; la primera es hacerle creer a la ciudadanía que la investigación avanza y que los numerosos recursos derrochados en control y vigilancia no han sido despilfarrados. Y la segunda señal es para todo aquel que disienta, individual o colectivamente, que entienda que será perseguido sin piedad por las autoridades.
El poder intenta hacer de los atentados a instituciones y símbolos del capitalismo una “pequeña Bagdad”, argumentando que “aterrorizan a la sociedad”. Nada mas alejado de la realidad!. No existe ningún atentado contra las personas ni ataques indiscriminados contra la población. No conocemos a sujeto alguno que tenga temor a salir a la calle por miedo a ser herido por una bomba.
Por esto creemos que la ley antiterrorista es improcedente. Esta funesta ley que tiene entre sus atribuciones los mundialmente reprobados testigos sin rostro, la triplicación de las condenas, y ante una apelación la unanimidad de la decisión de los jueces para salir en libertad, cuando normalmente es con una mayoría simple.
No creemos necesario seguir extendiendo este comunicado. Pensamos que ha quedado claro la debilidad de las pruebas con las que se nos acusa, porque desde el comienzo el “caso bombas” ha sido un castillo de naipes que se cae a pedazos.
Saludamos afectuosamente a todos los que nos han apoyado en estos 7 meses de encierro y a todos los que han solidarizado y difunden nuestra huelga de hambre. Para ellos vayan nuestros cariños y fuerza.
Seguimos exigiendo:
1. LIBERTAD INMEDIATA.
2. TERMINO A ESTA FARSA JURIDICO-POLICIAL.
3. FIN AL PLAZO DE INVESTIGACION Y JUICIO INMEDIATO.
4. NO AL PROCESAMIENTO POR LA LEY ANTITERRORISTA , ABOLICION DE ESTA LEY DICTATORIAL.
Santiago, 10 de Marzo 2011, a 17 días de iniciada la huelga de hambre.
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Notas:
(1): Diario El Mercurio, 15 de Agosto 2010
(2): Diario La Tercera, 16 de Agosto 2010
En medio del contexto represivo: una pésima decisión o un excelente montaje. Reflexiones sobre lo acontecido la madrugada del 7 de marzo.
Resulta muy difícil realizar esta reflexión que a continuación se presenta para ser compartida con diversxs compañerxs de lucha en esta y otras regiones. Difícil, porque surge como necesidad a partir de un suceso en específico y no de la generalidad ni cotidianidad de la lucha, que hoy, en estas tierras nos sitúa en un escenario lleno de rabia, dolor y búsqueda de claridad: lidiando diariamente en nuestras cabezas con la pregunta de cómo continuar con la lucha en el contexto que pisamos y sin olvidarnos jamás de nuestrxs hermanxs secuestradxs (pero a la vez sin que esto agote y exija todas nuestras energías).
Luego del secuestro de compañerxs anarquistas y antiautoritarixs en la Operación Salamandra liderada por el Fiscal Peña y vigilada de cerca por el Ministerio del Interior (Estado Chileno), se ha podido observar con bastante claridad cómo la represión y el intento de aniquilamiento contra las ideas/acciones que persisten fuera de las prisiones por parte del Poder no se ha detenido, e inclusive, ha caído en desesperadas jugadas que sólo buscan mantener sus patrañas y descaradas mentiras, con el único fin de extender el encierro de quienes ya se encuentran enjauladxs, y generar en el resto una sensación permanente de vigilancia y castigo.
Las tácticas del Poder para hacer sentir su presencia no se distancian mucho de las que se vivieron antes de ese 14 de Agosto: seguimientos descarados, controles de identidad, molestias en casas particulares y centros sociales, registro fotográfico de actividades y acciones públicas, todo para hacer sentir su putrefacto olor a control social. Si bien, aunque aún el Poder no se deja caer en las casas de solidarixs amigxs, antiautoritarixs, anarquistas y rebeldes de corazones indómitos, sí se puede observar con muchas luces que una nueva oleada represiva está a la vuelta de la esquina y que el camino para ella ha sido cuidadosamente preparado por lxs custodixs del orden.
Como las acciones del aparataje represivo no se han detenido, es preciso y urgente estar muy atentos a ellas, de modo que no nos tengamos que encontrar con nefastas sorpresas, como las que con algún tiempo de distancia se vivieron en Italia y Alemania, o incluso en otras regiones más cercanas y más recientes, donde la acción de la “inteligencia” del Poder ha llegado incluso a disfrazarse de grupos de acción, y ha realizado actos con el único fin de allanar aún más el camino para una cada vez más ofensiva oleada represiva en contra de lxs amantes de la libertad.
La madrugada del 7/03…
Decimos esto, y recalcamos lo difícil de la decisión, porque estas palabras apuntan a reflexionar sobre los sucesos acontecidos en la madrugada del lunes 7 de marzo en la comuna de La Reina de la ciudad de Santiago de este maldito $hile. Aclaramos de antemano que esta no es ninguna acusación porque no somos jueces de nada, porque no creemos ni en la culpabilidad ni en la inocencia como valores de relación humana, pero sí creemos fervientemente en la responsabilidad, y sobretodo en la responsabilidad de los actos y más aún cuando estos repercuten en las realidades de otrxs.
Lo que nos llama la atención…
Desde 1911 (cien años atrás) se vienen registrando “atentados explosivos” en la Ciudad de Santiago y en otros sectores de Chile. Cien años de decisión en la acción y moral revolucionaria que ha llevado a muchxs compañerxs a exponer sus propias vidas en cada acción de ataque a esta realidad que nos oprime, cien años en los que se han vivido distintos momentos, unos más intensos que otros: como los de los primeros años del siglo pasado donde comenzaron a explotar las bombas en las iglesias y los conventos, o los de los años 80 y la lucha antidictatorial donde eran atacados recintos simbólicos del poder, del orden, las policías, líneas de ferrocarriles, torres de alta tensión, embajadas, iglesias mormonas, etc. Hasta los últimos diez años en los que con mucha intensidad se han venido multiplicando los ataques contra espacios simbólicos del poderío del Estado y el Capital por parte de diferentes, autónomos y difusos grupos de acción. Cada una de etas acciones y sus reivindicaciones respectivas han presentado algunos matices distintos en cuanto a sus intereses y motivos de ataque, pero por lo general han tenido algo en común: sus mensajes son lo suficientemente claros y no dejan espacio a la duda (y cuando existe, entonces es preciso hacerla evidente, como ya ha ocurrido en debates de algunos grupos de acción), y sus ataques no han sido dirigidos nunca contra sectores residenciales o la “ciudadanía” propiamente tal.
Decimos esto, porque hace apenas unos días la autodenominada “Sección Clandestina Anticarcelaria Xosé Tarrío” a través de un comunicado divulgado por correo electrónico han aclarado que su objetivo fue atacar a la ciudadanía, alejando las especulaciones que la misma prensa a la que solicitan atención hacía sobre la posibilidad de que el artefacto utilizado tuvo que ser dejado de emergencia en el patio de una casa particular de un sector residencial perteneciente a una persona sin injerencia en esferas de poder. Quizá esta respuesta ya la tenían clara algunxs saboteadores que con un mínimo de experiencia saben que un artefacto construido sobre la base de un contenedor metálico relleno con p.n. y con un sistema mecánico de detonación en base a una mecha lenta de fabricación casera es extremadamente difícil, por no decir imposible, que presente una alteración en su mecanismo de detonación. La detonación de dicho aparato es completamente voluntaria, en caso contrario la mecha lenta casera puede ser cortada, apagada, mojada e incluso con bastante precaución, retirada.
De ninguna manera defendemos a la ciudadanía ni su pasividad ni mucho menos a la sociedad en su conjunto, evidentemente son parte del mundo en el que no queremos vivir, pero por lo mismo nos llama la atención que en un comunicado de reivindicación tan explícito en cuanto al objetivo de su ataque y con evidentes aspectos discursivos individualistas (hagamos el vándalo) y primitivistas (leyenda final), se haga una petición casi formal (aunque basada en una amenaza) a la prensa, para que cubra e informe sobre la situación de “los presos del 14 de agosto”, no de los compañerxs, hermanxs, etc… la utilización del nombre genérico es una primera duda, pero no tan profunda como que a la prensa se le acuse de responder a la clase dominante (y aquí se rompe completamente con los principios individualistas, primitivistas, o incluso más ampliamente antiautoritarios) ¿que acaso la prensa debe responder a los intereses de “otra clase”? ¿Por qué entonces se dice “mientras”, porque existirá un momento en que no será así, y si llega ese momento, a los intereses de quién responde, a los de otra clase? ¿Nuestra lucha se limita a las clases? O es por la Liberación Total??? (Y eso que el comunicado se llama “Por la Liberación”).
Incluso más allá de esto llama la atención que el comunicado, además de hacer explícito un mensaje de temor a la población, apuesta a la respuesta de otros sectores a una medida de presión, es decir: demanda respuesta. ¿Qué comunicado de los cientos que hay es demandante de algo? Más bien son multiplicadores y propagadores de la idea, pero no demandante ni al estado ni a otras instituciones de una respuesta específica a una demanda realizada. Y aquí se demanda que la prensa burguesa en su conjunto (canales de televisión, radios y periódicos) informe y de detalles de la situación de los compañerxs en huelga de hambre. E incluso yendo un poco más allá, las primeras diez líneas del comunicado abarcan completamente el primer artículo de la Ley Antiterrorista (contra la que hoy luchan lxs compañerxs secuestradxs) que define las características de un “delito” para ser considerado bajo esta legislación. Casualmente son generar temor en la población (“atacar a la ciudadanía”) y arrancar resoluciones a la autoridad o imponerle exigencias (demandas a la prensa).
Estas son dudas naturales luego de la lectura del comunicado de reivindicación del ataque. Y por ello hablamos de la difícil situación de pronunciarse desde el anonimato y no de la mano con otra acción, pero lo hacemos porque pensamos e insistimos en que no somos jueces de la acción en general, y que nuestra reflexión se refiere exclusivamente a esta acción en específico, y que es también una lucha contra el propio temor que el poder nos ha querido imponer, romper el silencio y referirnos a lo que ocurre a nuestro alrededor cuando ello nos atañe. Una vez más: no estamos acusando a la acción de ser un acto policial, simplemente queremos reflexionar sobre ella y ponerla, efectivamente, en dos escenarios, de la forma más analítica que se pueda.
Y si fuera policial???
No es novedad para nadie que el poder dispone de los recursos y personas necesarias para ser destinadas a la “Inteligencia”. La misma “Inteligencia” que años atrás se lanzó a la cacería de compañerxs de organizaciones marxistas revolucionarias, dejando como resultado a una cincuentena de compañerxs tras las rejas de la democracia. La misma “Inteligencia” que opera en las causas mapuches levantando montajes y falsos sitios de ataque y enfrentamiento. La misma inteligencia cuya oficina fue atacada hace cinco años y dio origen la investigación conocida como “Caso Bombas”.
Si el escenario fuese provocado desde el espectro de la “Inteligencia” creemos que lo menos es felicitar al analista (financiado y asalariado por el Estado) que resolvió esta acción, porque apuntó a muchos puntos sensibles de la acción y la lucha. Se configuró como el primer atentado explícitamente revindicado contra la ciudadanía (el de Falabella de hace algún tiempo nunca fue aclarado porque nunca se revindicó). Su reivindicación abarca todo el ancho de la Ley por la que se quiere condenar a nuestrxs compañerxs y en consecuencia es justificación para que sea utilizada con mayor vehemencia en contra de ellxs y lxs que puedan venir. Se realiza en una fecha muy cercana a un nueva incidencia del proceso judicial y en momentos en que su movilización toma presencia en las calles y sus pequeñas (pero no por eso menos valiosas) acciones comienzan a hacer visible el tema para muchxs (ni hablar de eso de “dormidos”). Ayuda a que la prensa (a la misma que le realiza su demanda) pueda extender (como ya se ha hecho en otros tiempos y otras latitudes, como pensando en Ravachol en la Francia de fin del siglo antepasado) la construcción del imaginario de un “terrorista” en el que si antes fue el abrigo largo y el sombrero de ala ancha, hoy es la ropa oscura, los polerones con gorro y las bicicletas, para ampliar infinitamente el espectro de sospechosxs y hacer que efectivamente eso infunda temor en otrxs. Utilizando el nombre de compañerxs de lucha ya muertos y que recordamos en libros, actividades, escritos, etc… la memoria no es frágil y esto ellxs lo saben, ya a través de los múltiples allanamientos se han hecho de más material del que podemos tener nosotros en nuestras manos actualmente. No olvidemos tampoco que Xosé Tarrío no es un nombre muy rebuscado, en la mayoría de los lugares con Biblioteca que allanaron estaba el libro “Huye Hombre Huye” escrito por él, y además, tampoco hace mucho otro secuestrado desde las mazmorras del capital hizo un nuevo prólogo para este libro recientemente editado en estas tierras.
Si es que fuera policial, felicitaciones: van armando rápidamente la atmósfera para justificar cualquier nueva ofensiva represiva en contra de más compañerxs. Pero están pisando un terreno muy fangoso, llevando a los extremos su propia moral del poder, demostrando que los límites de esta se pueden extender hasta afectar sin ningún remordimiento a “sus propios protegidos”(la ciudadanía), excusas para esto pueden sobrar para mantener su mentira viva, con una opinión pública de que el terrorismo en Chile existe, de que los anarquistas se han desquiciado y empezaron a herir gente (que no se lo merezca), que no nos extrañe si dentro de estos días ponen una bomba, matan a alguien y firman los policías con pseudónimos no muy difíciles de inventar.
y si no fuera policial???
Si la acción no viniera de una decisión de “Inteligencia” policial, entonces por lo menos, podemos decir que nos sorprende, que no la entendemos, que la encontramos completamente desacertada, y lo peor, que más que complicar a quienes pueden ser sus responsables, puede poner en mucho riesgo a otras personas que sí sienten a la represión en sus tobillos y que además no aporta en nada a la situación judicial de lxs compañerxs ni a la masificación y difusión de su movilización.
¿Habrá grupos tan irresponsables teniendo en cuenta la experiencia de años en la lucha directa por estas tierras como para atacar la vivienda de un NN c on el sólo fin de llamar la atención y de paso “atacar” a la ciudadanía?
¿Cuánto de esto beneficia y perjudica a lxs compas ya encarceladxs?
¿Cuánto beneficio pueden sacar los poderosos de este acontecimiento?
¿Cuánto?...
Lamentablemente tenemos que cuantificar el efecto de esta acción.
Sentimos que ni siquiera se vuelve coherente con los diversos discursos y posiciones de vida que pueden nutrir la lucha antiautoritaria. Las acciones en general hablan por sí mismas (y sus necesarias reivindicaciones son extensiones discursivas de las mismas, que apuntan a dejar en completa claridad sus motivos e intenciones), y esta vaya que da que hablar en vez de hablar por ella misma. En televisión lxs asquerosxs “expertos” se cansan en tratar de explicar que esto tiene que ver con aspectos rupturistas dentro de la misma lucha y de grupos cada vez más radicalizados, que es la consecuencia clara con un discurso que nos ahoga y voludeces de ese tipo, para nosotrxs es simplemente una pésima decisión que puede traer nefastas consecuencias o una acción de Inteligencia muy bien elaborada. Una completamente cuestionable, y la otra completamente aborrecible, pero que nos habla de los cuidados que debemos tomar.
El ánimo de estas palabras apunta a romper el miedo, para quebrar la inmovilidad, aquella que incluso nos impide pronunciarnos, y también para pensar con otrxs sobre los últimos sucesos y su naturaleza, sobretodo cuando se está poniendo en el medio a compañerxs y sus intereses. Sabemos que la lucha por lxs presxs no le “pertenece” a nadie, pero aquello nunca será significado de irresponsabilidad ni de silencio frente a la duda.
El llamado es a no decaer, este escrito no tiene la intención de apagar la llama insurrecta, todo lo contrario, es un llamado a estar atentos, cautelosos y sigilosos como gatos, seguir pasando a la ofensiva no significa perjudicar a nuestros compas más “visibles” en este momento, sino que es apoyarlos, animarlos, seguir avanzando en esta lucha por la destrucción de lo que nos oprime, pero siempre con un paso adelante. En estos ya varios años de ataques no han podido atrapar a lxs autorxs reales de los mismos, y esto ellxs lo saben. Sigamos así. La Guerra Social continúa. La lucha por la aniquilación del poder continúa y continuará, con cuidado, creatividad e ingenio. Hay que seguir de pie. Hay que seguir de pie como guerrerxs.
Esta reflexión es escrita con inmenso respeto para quienes están secuestradxs, para quienes vuelan lejos de las garras del Poder, pensado en quienes llevaron con dignidad y orgullo el amor por la libertad en sus corazones y que hoy no están con nosotrxs, y por sobre todo, a quienes siguen pasando a la accion, sin miedo. Respetos a todos quienes continúan con la frente en alto.
Que ninguna lucha sea en vano.
¡¡Presxs a la kalle!!
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viernes, marzo 11, 2011
heavy metal, el año del escorpión
el primer gran evento que pude presenciar por partes en la TV sureña, que incluía actuaciones de Ozzy, Judas Priest, Triumph y Scorpions, fue el US festival (1982/3?).
después varios de ellos (más AC/DC y Iron Maiden) estuvieron en Rio de Janeiro (los jipis socialdemóccratas de la Bicicleta hasta dedicaron un "cancionero" a ese evento llamado Rock In Rio)
(RIO: no confundir con el Rock In Opposition, menjunje ético/estético bastante pretencioso inventado por jipis progres-postestalinistas en la europa de fines de los 70. P. ej., Henry Cow, invitados a tocar en festivales del extinto y otrora enorme partido estalinista llamado "PCI" en Italia -no confundir con los bordiguistas del PCInt, el histórico y cualquira de sus imitaciones actuales, que son al menos 3-).
Scorpions llamaba bastante la atención. Claro está, esto era un poco antes de "Still loving you" y muuuucho antes de "Winds of change" (himno "anti-comunista" del 89 -entendido como anti-68-, que se ha escuchado hasta en versiones en zampoña arriba de la micro). Maestros y pioneros del rock pichulero (formados por ahí por 1969), y que tras ofrecer mal rock sicodélico de quinto enjuague se dedicaron encabezados por Klaus y los hermanos Schenker a afilar el hard rock en dirección a una vertiente de heavy metal que por esos años, por supuesto, sólo triunfaba en japón -por algo será. Digresión acerca del tsunami del día de hoy: Muchos discos de Scorpions, UFO, Rainbow y hasta de Spinal Tap deben estar flotando por las aguas del océano en este momento, así que tal vez mañana en la mañana podamos pillar algunos si nos asomamos a la costa. estoy muy lejos, pero le pido a mis amigxs porteñxs que guarden algo para mí si tienen suerte, ojalá algunos de Fushistusha, Flower Travellin Band, Taj Mahal Travellers o Yura Yura Teikoku aparezcan en la caleta portales.
Dave Chandler, "lead noise" de Saint Vitus en su album homónimo (SST 022, en el orwelliano año de 1984) los listaba entre sus inspiradores, junto a Motorhead, Girlschool, el Black Sabbath y Alice Cooper Group "originales" (es decir, marcaba una diferencia entre el antes y el después de la recuperación total del material). Por eso es que uno también podría decir sin ruborizarse tanto que en estos momentos estoy escuchando por segunda vez al hilo un album del Scorpions "original" de 1977, cuya hermosa portada original fue censurada y tuvieron que reemplazarla por otro en que no hallaron nada mejor que posar los 5 jipis culiaos germanotes juntos. Puaj. Lo voy a poner de nuevo.
Etiquetas: heavy metal, la nostalgia ya no es lo que era antes, rock pichulero
sábado, marzo 05, 2011
electricidad
¿Eddie Van Halen,
o
Glenn Branca?
No niego que el estilo quitarrístico de Eddie es interesante, pero inspiró una legión de imitadores que arruinaron el panorama musical de los 80. El estilo de Branca, en cambio, inspira a agarrar una guitarra y hacerla mierda con puras ganas y sin virtuosismo, por lo cual estimamos que de haber sido tan famoso como el primero habría inclinado la década aquella hacia experimentaciones menos pichuleras y más auténticas. O tal vez no. (Sus "alumnos" de Sonic Youth por ejemplo, hicieron tremendos aportes durante esa década pero entraron muy mal en los 90 y han seguido haciendo puras mierdas hasta el día de hoy).
Etiquetas: anti-arte, punk rock, rock pichulero
martes, marzo 01, 2011
Por una redefinición del concepto 'biopolítica' (x Maurizio Lazzarato)
“Una vida sólo contiene virtuales” (Gilles Deleuze).
1. En el ensayo precedente [La economía de la información como producción de subjetividad] habíamos afirmado que ya no es el "tiempo de trabajo" lo que la economía de la información captura y pone a trabajar, sino el "tiempo de vida". Pero avancemos un paso y busquemos definir el concepto de vida [1]. Foucault ya nos había dicho que el capitalismo se caracteriza por instituir técnicas de poder que definía como “disciplinarias” y “biopolíticas”. Mientras las primeras tienen como objeto el “hombre/cuerpo”, las segundas se encargan del “hombre/especie”. Ambas se aplican a la “multiplicidad de los hombres”, pero mientras las primeras resuelven la multiplicidad en los cuerpos, las segundas se aplican “a la masa global afectada por procesos de conjunto que son propios de la vida, como el nacimiento, la muerte, la producción, la enfermedad, etcétera” [2]. Se trata de "una tecnología en que los cuerpos se reubican en los procesos biológicos de conjunto” [3].
¿Cuál es la novedad que introduce el tiempo de vida que implica el posfordismo respecto al concepto de vida foucaultiano? Nos parece que se puede responder que lo que introduce no es tanto lo inorgánico, como ya hemos subrayado, sino más bien y sobre todo una vida “a-orgánica”. Y por vida “a-orgánica” entendemos fundamentalmente “el tiempo y su virtualidad”. No el tiempo abstracto, el tiempo medida, sino el tiempo-potencia, el tiempo como “fuente de continua creación de imprevisible novedad”, “aquello que hace que todo se haga”, según algunas expresiones de Bergson.
El concepto de biopolítica debe comprender no sólo los procesos biológicos de la especie, sino también esta vida a-orgánica que está en su origen, como también está en el origen de lo viviente y del mundo. El capitalismo posmoderno nos lo impone porque lo “virtual” (en el sentido bergsoniano y no según la vulgata ciber) es el motor de la creatividad. Un vitalismo temporal y ya no sólo orgánico, un vitalismo que remite a lo virtual y no exclusivamente a los procesos biológicos.
2. Puede resultar provechoso expresar una primera traducción sociológica del concepto de vida a-orgánica, del tiempo y de su fuerza de constitución, mediante el concepto de “público” en la sociedad disciplinaria. El objeto de la biopolítica, según Foucault, es la “población”. La hipótesis que se podría desarrollar es que el objeto de la biopolítica debe comprender no sólo a la “población” sino también al “público”. Por público entendemos, de manera muy simple, el público de la prensa, la televisión o las redes informáticas [4]. El concepto de público (“le public, est une foule dispersée, où l’influence des esprits les uns sur les autres est devenue une action à distance” [5]) lo tomamos de la sociología de Gabriel Tarde, quien a caballo del siglo XIX, en plena jauría reaccionaria contra las “multitudes” (el concepto de multitud expresa el miedo que generaba en la burguesía el nacimiento del movimiento obrero), escribía: “No puedo conceder a un escritor vigoroso como el doctor Le Bon que nuestra época sea ‘la era de las multitudes’. Es la era del público o de los públicos, que es bien diferente” [6]. La genealogía de este concepto está por tanto directamente ligada a la necesidad de definir las políticas de control de las prácticas subversivas (anarquistas y sindicales) que explotan en Francia a finales del siglo XIX [7].
Es a través de una presencia en el tiempo y no en el espacio que el público se constituye. La subordinación del espacio al tiempo define un bloque espacio-temporal que Tarde ve encarnado en las tecnologías de la velocidad, de la transmisión, del contagio y de la propagación a distancia. Mientras las técnicas disciplinarias se organizan fundamentalmente a través del espacio, las técnicas de control y de constitución del público ponen en primer plano el problema del tiempo y de su virtualidad.
3. Ya en el concepto foucaultiano de biopolítica emerge claramente el problema del tiempo-duración. En efecto, considerados en sí mismos, los fenómenos de la población:
“[...] [S]on fenómenos aleatorios e imprevisibles... que se desarrollan esencialmente en la duración, que deben considerarse en un límite de tiempo más o menos largo; son fenómenos de serie. La biopolítica abordará, en suma, los acontecimientos aleatorios que se producen dentro de una población tomada en su duración” [8].
Pero de este concepto de “población”, que sólo puede constituirse y captarse por medio de series temporales, Foucault tenderá más bien a subrayar los aspectos biológicos y de poder. La dimensión temporal que Foucault introduce en la definición de la relación social adquiere todo su sentido en el “público”. Remitirse aquí a los procesos biológicos de la especie no tiene sentido.
Los mecanismos “reguladores” instaurados por la biopolítica son radicalmente diferentes de los mecanismos disciplinarios, y remiten, de manera sorprendente, a los mecanismos de regulación y de producción del público:
“En los mecanismos introducidos por la política, el interés estará en principio... en las previsiones, las estimaciones estadísticas, las mediciones globales; se tratará... no de modificar tal o cual fenómeno en particular, no a tal o cual individuo en tanto que lo es, sino, en esencia, de intervenir en el nivel de las determinaciones de esos fenómenos generales [...]. Y se trata, sobre todo, de establecer mecanismos reguladores que, en esa población global con su campo aleatorio, puedan fijar un equilibrio, mantener un promedio, establecer una especie de homeostasis, asegurar compensaciones" [9].
Por un lado tenemos una tecnología del adiestramiento que individualiza el cuerpo como organismo y por el otro una tecnología de la seguridad que reubica los cuerpos dentro de los procesos de conjunto. Foucault define estos procesos de conjunto solamente como biológicos. Pero estos “mecanismos biopolíticos” conciernen también a la constitución del público que presenta las mismas características de aleatoriedad y de imprevisibilidad, y que no puede ser captado y regulado más que a través de series temporales.
Si la regulación de la “población” nos obliga ahora a abandonar el par disciplinario “individuo-masa”, el concepto de público nos conduce definitivamente a otra dimensión. “Los individuos se han vuelto ‘dividuales’, y las masas de “muestras’ [echantillons] se han vuelto datos, mercados o ‘bancos’” [10].
4. La cita de Deleuze nos remite explícitamente a las técnicas de la estadística y el sondeo. Para Gabriel Tarde, quien sostiene que en nuestra sociedad existe la tendencia a “transfigurar todos los grupos sociales en públicos”, el instrumento principal de regulación de estos últimos sería la estadística. Lo que la estadística debe traducir en series temporales no son los datos, sino los actos sociales (morir, nacer, comprar, vender, etc.) y la intensidad (“los deseos” y las “creencias”), pudiendo así definir la relación social mediante las tendencias y las variaciones que pueden regular lo aleatorio, lo cual constituye la especificidad de los públicos. Estos actos y esta intensidad son infinitesimales y moleculares, conscientes e inconscientes y constituyen los “flujos” (las “corrientes”, según su definición) más allá de la distinción entre lo individual y lo colectivo. Se difunden por medio de imitación, por “contagio” y “propagación” más allá del contacto físico característico de las masas [11]. Estos actos y esta intensidad, por su naturaleza y número, no son “disciplinables”. Sólo un tratamiento probabilístico puede asegurar la regulación. Estos actos, añadimos nosotros, son definidos en el tiempo y por el tiempo.
No se trata por tanto, según Tarde, de diseñar una “cartografía” de la sociedad, sino una “curvografía” (un neologismo nuestro, cuya raíz es la “curva” de los gráficos), ya que la primera nos da una imagen estática de lo que acaecerá, mientras que la segunda describe una dinámica temporal, las tendencias. La estadística debe aprehender lo social como acontecimiento.
5. El concepto de público (más aún que el de “población”) pone en crisis la regulación de la multiplicidad mediante tecnologías sociales centradas en el espacio [12]. Es evidente entonces que la reclusión (enfermement) no puede ser el paradigma del poder para controlar al “público”. El cuerpo puede ser reducido a organismo mediante la reclusión y la disciplina, pero no el “público”. El “público” no es un hecho social estático reducible a organismo, sino una variación, una tendencia, un devenir. No podrá ser adiestrado en un espacio cerrado como sucede con una multiplicidad poco numerosa (obreros, enfermos, prisioneros). La multiplicidad, en el público, tiende a volverse simultáneamente molecular e inmediatamente colectiva y a asumir la forma del flujo, de la variación, de la velocidad. Si los lugares de reclusión eran los relés para controlar la velocidad de lo que escapaba a la máquina de captura capitalista, ante el público el movimiento se ha vuelto talmente molecular y colectivo que esta reducción ya no es posible. El público podrá ser regulado y controlado solamente en un espacio abierto; hay que controlar los flujos, en cuanto tales, mediante los elementos que lo constituyen: el tiempo, la velocidad, la “acción a distancia”.
Gabriel Tarde tiene una intuición genial cuando dice que el público es la dimensión sociológica del porvenir, justamente porque este grupo social es regulado por medio de un bloque de espacio-tiempo organizado por series temporales.
“Cuerpo”, “población” y “público” son modos diferentes de disciplina y de regulación que no se oponen ni se contradicen, sino que pueden articularse los unos sobre los otros. No es que la disciplina del cuerpo y la regulación de la población desaparezcan, sino que el método del control temporal asume una relevancia extraordinaria. La biopolítica viene a ser recualificada por esta dimensión virtual (siempre en sentido bergsoniano). Nos parece que se puede definir al público como el modelo más dinámico y más desterritorializado y, por tanto, como el modelo que tiende a dominar y reorganizar a los otros. El público, en efecto, es un acontecimiento.
6. No sabemos si la distinción entre “sociedad disciplinaria” y “sociedad de control” es suficiente para aprehender las transformaciones del capitalismo una vez que introducimos el problema del tiempo, una vez que el tiempo ya no es solamente la materia-medida del trabajo y de las mercancías, sino que ordena la vida en su totalidad. En efecto, esta distinción corre el riesgo de no aprehender la dimensión del “espectáculo” [13] apenas esbozada por el concepto de “público-opinión” de Tarde. El fordismo es incomprensible (ni siquiera en su simple fenomenología) sin esta dimensión. El fordismo cumple en efecto la articulación de la disciplina y del control biotemporal haciendo madurar la tríada cuerpo-población-público en la tríada “institucional” fábrica-welfare-espectáculo.
En la fábrica, el taylorismo radicaliza “científicamente” la reducción del cuerpo a organismo (su reducción a esquemas sensomotores). El welfare articula y dispersa la “población” en procesos de reproducción, multiplicando las figuras de “sujección” (control e institución de la familia, de las mujeres y de los niños, de la salud, de la formación, de la vejez, etc.). El espectáculo articula y multiplica el público en una relación cada vez más estrecha entre comunicación y consumo recualificando incluso lo “político”. Cuerpo, población y público son entonces en el fordismo técnicas disciplinarias, de regulación y de control, centradas en constituir la multiplicidad como fuerza de trabajo. Fábrica, welfare y espectáculo son dispositivos de “maximización” de lasfuerzas sociales para “extraerles” el trabajo.
Desde un punto de vista más general se podría decir que las técnicas disciplinarias, biopolíticas y espectaculares buscan controlar “el tiempo” (forma subjetiva de la riqueza) mediante la institucionalización de la división entre “tiempo de trabajo” y “tiempo de vida”. Es sólo por medio de esta división que la fábrica opone su productividad a la no-productividad de la sociedad. Los mecanismos biopolíticos, disciplinarios y espectaculares capturan la fuerza creativa del tiempo “liberado” de toda referencia mítica, religiosa o natural oponiendo el tiempo que produce valor (tiempo de trabajo) al “tiempo de vida” (que desde el punto de vista del poder debe producir control y sujeción).
Fábrica, welfare y “espectáculo” son así las instituciones que organizan, codifican y reproducen esta división del tiempo.
7. El fordismo (“la época de la gran industria”) transforma profundamente las formas de control y de regulación que se organizan en torno al público. Aquí no podemos dejar de referirnos a los análisis de Walter Benjamin sobre el cine y la información, los cuales pueden servir como articulaciones de un tránsito desde el concepto de “público” en Tarde hasta el concepto situacionista de “espectáculo”.
El cine, y en general la producción cultural (que en el fordismo comienza a asumir un carácter de masas), transforma radicalmente los modos de percepción colectiva: la diferencia entre autor y público tiende a perder su carácter unilateral. “Se convierte en funcional y discurre de distinta manera en distintas circunstancias. El lector está siempre dispuesto a pasar a ser un escritor” [14]. La técnica del film, como la del deporte, suscita la participación del público en cuando “conocedor”, en cuanto experto. El público-masa, nuevo “experto” que quiere intervenir como “autor”, es el sujeto adecuado no sólo para la percepción, sino también para el proceso de producción de las obras. Benjamin tiene el mérito de vincular esta transformación del público en “experto” a las transformaciones del trabajo y la ruptura de la separación entre trabajo intelectual y trabajo manual que la producción cinematográfica muestra de forma paradigmática. La constitución del obrero colectivo y la constitución del público son las dos caras de un mismo proceso: así como el obrero está sometido al choque de la cadena de montaje, el público está sometido al choque de la cadena de imágenes montadas. Trabajo y percepción son ambos organizados por dispositivos maquínicos.
Lo que nos interesa subrayar es que a diferencia del análisis de Tarde, el público y sus instrumentos de regulación no producen aquí solamente control y seguridad, sino que tienden a volverse directamente productores (productores de valor, pero también de otras formas de creación y de innovación colectiva).
8. En las diferentes formas analizadas por Tarde y Benjamin, el concepto de público parece socializarse y ocupar un puesto central en el análisis del posfordismo. En efecto, bien sea que consideremos al posfordismo como un modo de producción remolcado y dominado por la economía de la información o bien como generalización de las “relaciones de servicios”, en ambos casos parece cumplirse el análisis de Tarde según el cual “todos los grupos sociales tienden a transformarse en público”.
La forma del trabajo, los procesos de control y subjetivación del welfare y la figura del consumidor se redefinen mediante relaciones y métodos de regulación que remiten a la gestión del público, antes que a la disciplina y a la biopolítica. El trabajo, el consumo y la vida tienden a volverse flujos (como decía Tarde) que al mismo tiempo asumen la forma molecular y colectiva [15]; por eso se caracterizan cada vez más por la “aleatoriedad”, por la “imprevisibilidad”; se convierten en “fenómenos en serie”, deben por tanto “ser considerados dentro de una cierta duración” y se refieren a una “multiplicidad numerosa”, como decía Foucault a propósito de la población.
Pero al mismo tiempo que el “público” parece imponerse como forma general de la relación social, entra él mismo en crisis, ya que la reversibilidad entre “percepción y trabajo” que Benjamin había anunciado se realiza en la economía de la información. Formas colectivas de la percepción, formas colectivas del autor, tendencia a la reversibilidad de la relación entre autor y público, papel activo del espectador mediante el cual Benjamin definía la “producción cultural”, se realizan, pero en la indistinción-reversibilidad de percepción y trabajo.
Las diferencias entre trabajo manual y trabajo intelectual, entre autor y público, entre productor y consumidor, entre máquina que produce valor y máquina que produce percepción, entre producción material y producción semiótica, se redefinen “productivamente” (tanto desde el punto de vista del valor como del de la “autovalorización”) en la economía de la información, la cual se convierte en el modelo paradigmático y la tendencia real del desarrollo.
9. La economía de la información es la nueva máquina de captura de “las fuerzas y los signos” producidos en los movimientos de desterritorialización (como fenómenos histórico-colectivos) que, sustrayéndose a los códigos y a los procesos de sujeción de la fábrica, del welfare y del espectáculo, desestructuran las viejas estratificaciones (del organismo, del lenguaje, de la vida) y abren a otros dispositivos colectivos de producción de subjetividad.
Los movimientos colectivos de desterritorialización han refutado, roto y sorteado el trabajo que jerarquizaba y dominaba el conjunto del trabajo social y definía lo que era productivo (el trabajo obrero) y lo que no lo era (el trabajo de las mujeres, de los niños, de los artistas, de los viejos, etc.). A los dispositivos de subjetivación del welfare, centrados en la reproducción de la fuerza de trabajo, los movimientos de mujeres, de estudiantes, por el derecho a la casa, etc., oponen reivindicaciones centradas en la especificidad de cada movimiento. Es sobre la base de la “relación consigo mismo” y sobre procesos autónomos e independientes de subjetivación que el movimiento de mujeres entra en relación y en conflicto con el poder, rompiendo así la subordinación de la “reprodución” a la reproducción económico-afectiva del trabajo, subordinación que el biopoder organizaba. Al lenguaje que caracterizaba y dominaba la multiplicidad de lo semiótico bajo el imperialismo del significante y de lo simbólico, la desterritorialización le ha impuesto la pluralidad de los flujos y de las formas de semiotización no-humana y no-consciencializada (a-individual y a-significante). Al “espectáculo concentrado” y al “espectáculo difuso”, que neutralizaban la virtualidad del “público-experto” que quiere intervenir “activamente” atravesando la pasividad de la recepción televisiva, los movimientos se sustraen creando otras formas de comunicación y de creatividad.
Podemos decir que los movimientos en general rechazan la reducción del cuerpo a “mecanismo” y a “organismo” (a organismos sensomotores) y rechazan la reducción de la reproducción del cuerpo a los procesos “biológicos” de reproducción de la especie en función del trabajo. Para escapar positivamente de las formas de subjetivación fordista, los movimientos constituyen procesos de producción de subjetividad centrados en el cuerpo y en su tiempo. Pero sobre un cuerpo que va de lo molecular a lo cósmico y sobre un tiempo no cronológico.
10. El posfordismo articula y desarrolla el cambio de paradigma que el concepto de “espectáculo” había tan sólo anunciado. La indistinción entre imagen y objeto, real e imaginario, esencia y fenómeno, no remite a la “desaparición del mundo” y al “fin de la historia”, sino a una caracterización de lo real como cada vez más artificial, temporal, virtual. Los flujos que desestructuran el trabajo, la vida y el espectáculo no pueden ser caracterizados solamente por su fuerza de desterritorialización. Deben también ser definidos, sobre todo, intensivamente.
La desterritorialización operada por los movimientos (como fenómenos histórico-colectivos) a finales de los años sesenta, echa por tierra la distinción entre “tiempo de trabajo” y “tiempo de vida”, liberando al tiempo de sus “cristalizaciones” fordistas. Rompe el tiempo-medida y hace emerger el tiempo-creación, el tiempo potencia cuya virtualidad no puede ser ya regulada y capturada por la división entre “tiempo de trabajo” y “tiempo de vida”. El capitalismo debe asumir este nuevo plano de inmanencia temporal y recualificar su valorización y la explotación en este tiempo-potencia.
Por lo tanto, cuando decimos que el “trabajo” coincide con la “vida” hay que evitar todos los malentendidos “trabajistas” o vitalistas, ya que no se trata de la subsunción de una categoría en la otra, sino de un cambio de paradigma que requiere una redefinición tanto del trabajo como de la vida. El trabajo no se extiende y recubre la vida sin que estas dos categorías cambien de naturaleza. “Bios” no puede ya referirse a su reproducción en los “procesos biológicos de conjunto”, así como el trabajo no puede ya definirse según las categorías de la división entre fábrica y sociedad, trabajo manual y trabajo intelectual. El trabajo escapa a su reducción a mecanismo sensomotor, como la vida escapa a su reducción biológica. Trabajo y vida no solamente tienden a la reversibilidad, sino que también se caracterizan en lo “virtual” como apertura a la creación.
11. La crítica del “trabajo” debe ser también una crítica del concepto de “vida”. El rechazo de la reducción de la vida a los “procesos biológicos de reproducción de la especie” es un fenómeno de máxima importancia. Un análisis genial de Foucault demuestra cómo la emergencia del biopoder “ha permitido la inscripción del racismo en el interior de los mecanismos del Estado”. En efecto, ¿cómo puede el poder de normalización moderno ejercer el antiguo derecho soberano de decidir sobre la vida y sobre la muerte una vez que se ha asumido la tarea de controlar, reproducir y aumentar la vida?
“La raza, el racismo, son la condición que hace aceptable dar muerte en una sociedad de normalización [...]. Desde luego, cuando hablo de dar muerte no me refiero simplemente al asesinato directo, sino también a todo lo que puede ser asesinato indirecto: el hecho de exponer a la muerte, multiplicar el riesgo de muerte de algunos o, sencillamente, la muerte política, la expulsión, el rechazo, etcétera" [16].
El racismo permitirá establecer “entre mi vida y la muerte del otro” una relación que no es de enfrentamiento militar o guerrero, sino de tipo biológico. El racismo no es por tanto la supervivencia de un pasado arcaico, sino el producto de mecanismos estatales ligados a los métodos más modernos y progresistas de gestionar la vida. El nazismo, que realizará plenamente “la extrapolación biológica del tema del enemigo político”, no es el mal oscuro que de improviso contagia al pueblo alemán, sino la generalización absoluta del biopoder que ha vuelto común, en su conjunto, el derecho soberano de matar ("absolutamente asesino y absolutamente suicida") [17].
Cuando en la posguerra el biopoder está estrechamente subordinado a la reproducción de la “sociedad del trabajo”, los mecanismos del Estado que lo regulan no cesan de producir y alimentar el “racismo”. La producción del “racismo” es bloqueada solamente por los conflictos de clase que, contra los partidos de izquierda mismos [18], perturban al biopoder mediante procesos de autovalorización. Pero, siempre según el análisis de Foucault, hay que subrayar que el “socialismo” (en el sentido marxiamo del término: socialismo del trabajo) produce y reproduce necesariamente el racismo. Esto es particularmente evidente en las situaciones en las que la integración entre instituciones del movimiento obrero, Estado y welfare es más fuerte. Es el caso de los así llamados países “comunistas”, donde la explosión de los conflictos raciales y étnicos, tras la caída del Muro de Berlín, puede ser interpretada como el puro producto del biopoder “trabajador” sin lucha de clases. Es también el caso de los países en los que la izquierda ha llegado al poder, como en Francia, y ha recreado las condiciones de una estrecha relación entre trabajo, vida y Estado. Le Pen y las políticas de inmigración no son por tanto el producto de la Francia profunda, sino de los mecanismos republicanos de gestión de la vida. También es el caso de la Europa que, queriendo reproducir la “sociedad del empleo”, desarrolla un Estado “asediado” por la emigración (los extranjeros) por dentro y por fuera. La ideología democrática del “trabajo para todos” recualifica “la extrapolación biológica del tema del enemigo político”.
Es por tanto de gran importancia que el biopoder no se reduzca a la “reproducción de la especie” y a la reproducción de la sociedad del “trabajo-empleo”. El concepto de vida debe ser recualificado por el tiempo-potencia, esto es, por la capacidad de llevar hasta el final los mecanismos del welfare, contra el Estado y contra el trabajo. Cuando hablamos de vida a-orgánica que debe sustraerse a la reducción del concepto de vida a “los procesos biológicos de conjunto”, nos referimos a la necesidad de inventar dispositivos de producción de subjetividad que correspondan al tiempo-potencia.
12. Trabajo y vida ya no se definen más por lo económico y por lo biológico, sino por una nueva dimensión de la actividad que recualifica el “producir” y la “reproducción de la especie” mediante el tiempo-potencia. A la producción de subjetividad del fordismo (el obrero, las formas de subjetivación del welfare y del espectáculo) los movimientos contraponen la producción concatenada de una subjetividad “cualquiera”, caracterizada por la capacidad de “afectar y de ser afectada” [19]. La desterritorialización, para escapar del trabajo, de la vida y del lenguaje que aprisionaban la fuerza de acuerdo con los imperativos de la valorización, define una actividad que se refiere solamente a “las fuerzas y los signos” y a los movimientos y la velocidad que los constituyen [20].
El concepto de “bios”, por tanto, es recualificado no sólo extensivamente (ya no se opone al trabajo y al “espectáculo”) sino también intensivamente por el nuevo plano de inmanencia del capitalismo posfordista. Trabajo y vida son definidos por los afectos (por la capacidad de afectar y de ser afectado), por su velocidad e intensidad y por tanto por el tiempo. Si percepción, memoria, intelecto y voluntad se vuelven, según la intuición bergsoniana, diferentes “tipos de movimiento”, de “relaciones entre los flujos”, entonces también los afectos son flujos, diferenciales de intensidad, síntesis temporales. No solamente los fenómenos sociales (como habíamos visto con el concepto foucaultiano de “población”) “se verifican esencialmente en la duración”, sino también la fuerza y sus afectos. La fuerza y sus afectos son ellos mismos “cristalizaciones del tiempo”, “síntesis temporales” de una miríada de vibraciones, de “actos” infinitesimales, de intensidad, de “pequeñas percepciones”.
El tiempo, de acuerdo con la profunda intuición marxiana, es el tejido del ser en el capitalismo. Pero según modalidades que han roto con la captura del tiempo por lo económico (“el tiempo de trabajo”), lo biológico (“tiempo de la vida”) y el “espectáculo” (“el tiempo vacío del aplazamiento infinito de lo real y de lo virtual”).
13. La economía de la información y sus dispositivos electrónicos y digitales pueden explicar provechosamente y de manera empírica esta implicación intensiva y extensiva del “tiempo” (de la vida). Intensivamente las tecnologías electrónicas y digitales delimitan (reproduciéndolo) este nuevo plano de inmanencia hecho de intensidad, de movimientos, de flujos a-significantes, de temporalidad. Percepción, memoria y concepción entran en relación con el nuevo plano de inmanencia delimitado por los flujos de los dispositivos electrónicos y digitales. Las tecnologías electrónicas y digitales realizan (reproduciéndola) la percepción, la memoria, la concepción como “diferentes tipos de movimiento”, como “relación entre flujos”, como “síntesis temporales”. Extensivamente son también estas máquinas las que cubren con sus redes la totalidad de la sociedad y de la vida.
Las tecnologías digitales y electrónicas organizan materialmente la reversibilidad entre cuerpo individual y práctica social. Lo colectivo en nosotros y lo colectivo fuera de nosotros están interconectados mediante “máquinas” que lo atraviesan y lo constituyen, como atraviesan y constituyen las condiciones preindividuales y supraindividuales de la producción de lo real y de la subjetividad.
Las máquinas electrónicas y digitales funcionan como los motores que acumulan y producen no ya energía mecánica o termodinámica, sino justamente esta “energía” a-orgánica. Máquinas que cristalizan, acumulan, reproducen y capturan el tiempo de la vida y no solamente el tiempo de trabajo, que regulan y capturan la fuerza de lo virtual. Aquí es lo digital, y no la estadística como en Tarde, lo que tiene la capacidad de capturar (de sintetizar) lo molecular y lo colectivo que caracteriza tanto la “naturaleza” como lo “social” [21].
Lo digital permite aprehender y reproducir tanto las “pequeñas vibraciones” y su dinámica temporal de la que la vida se constituye intensivamente, como los “actos sociales”, por expresarnos como Tarde, definidos no ya como “hechos”, sino como tendencias y variaciones que constituyen extensivamente la vida.
14. El concepto de vida contenido en la expresión “tiempo de vida” remite así, antes que nada, a la capacidad de afectar y de ser afectado, a su vez caracterizada por el tiempo, por lo virtual. La economía de la información [22] captura, exige, regula e intenta componer esta nueva relación entre “la fuerza y los signos” y los dispositivos colectivos organizados mediante motores temporales. Es en este sentido que la economía de la información puede ser identificada con la “producción de subjetividad”.
La forma de la red y del flujo expresa al mismo tiempo la capacidad que tienen estos dispositivos de capturar no sólo las formas de cooperación y de producción de subjetividad caracterizadas por la nueva capacidad de “actuar”, sino también las formas de cooperación y de producción de subjetividad fordista y prefordista que se reproducen en la economía-mundo. Junto con la moneda [23], expresan la nueva forma del dominio.
La economía de la información nos permite criticar el concepto de trabajo porque ya no es su tiempo, sino el de la vida, lo que es el motor de las formas de cooperación. No es que el trabajo cumpla las funciones de control de las potencias de la técnica, de la ciencia y de las fuerzas genéricamente sociales, sino del cambio de su naturaleza. El desarrollo de la capacidad de afectar y de ser afectado es el fundamento de las formas de cooperación. Las fuerzas genéricamente “humanas” (de percepción, memoria, inteligencia, imaginación, lenguaje) y sus afectos, son deshumanizadas por estar directamente conectadas, en las máquinas cibernéticas y electrónicas, con los flujos cósmico-moleculares y con los dispositivos colectivos. Estas máquinas demarcan un plano de inmanencia en el que la separación entre“percepción” y “trabajo”, entre cuerpo y espíritu, entre objetivo y subjetivo pierde su carácter unilateral y crea las condiciones de un nuevo poder de metamorfosis y de creación.
15. El tiempo de la vida en el posfordismo remite, en primer lugar, no a los procesos biológicos de los que habla Foucault sino a la “máquina-tiempo”. Tiempo de vida es también sinónimo de la complejidad de las semióticas, de las fuerzas y de los afectos que participan en la producción de la subjetividad y del mundo. Tiempo de la vida es también la multiplicidad de los “actos sociales” definidos como tendencias y variaciones. Tiempo de la vida es también el “devenir minoritario” de la “subjetividad cualquiera” que no se define por ser “genérica” sino por su poder de singularización y de metamorfosis. Tiempo de la vida es una definición de lo político que no remite ya a la “biología” sino a una política de lo “virtual”. Trabajo y explotación, pero también “autovalorización” y “revolución” son recualificados por esta definición de la vida.
“Per una ridefinizione del concetto di ‘bio-política’”, en Maurizio Lazzarato, Lavoro immateriale. Forme di vita e produzione di soggettività, Ombre Corte, Verona, 1997. Traducción castellana de Marcelo Expósito, revisada por Joaquín Barriendos.
[1] Hay que considerar estos puntos como notas de un trabajo todavía en curso.
[2] Michel Foucault, Hay que defender la sociedad. Curso del Collège de France (1975-1976), traducción de Horacio Pons, Akal, Madrid, 2003, pág. 208.
[3] Ibídem, pág. 214.
[4] En realidad estas últimas ponen en cuestión, como veremos, el concepto de público.
[5] “El público es una multitud dispersa, en la que la influencia de unos espíritus sobre otros se ha convertido en una acción a distancia”, Gabriel Tarde, L’opinion et la foule, Félix Alcan, París, 1901, pág. VI [castellano: La opinión y la multitud, Taurus, Madrid, 1986].
[6] Ibídem, pág. 11.
[7] Es evidente la diferencia abismal que separa esta definición de “público” de la habermasiana, la cual se centra en el concepto de “esfera pública burguesa” [véase Jürgen Habermas, Historia y crítica de la opinión pública, Gustavo Gili, Barcelona, 2004 (NdT)].
[8] Michel Foucault, Hay que defender la sociedad, op. cit., págs. 210-211.
[9] Ibídem, pág. 160.
[10] Gilles Deleuze, Pourparlers 1972-1990, Les Éditions de Minuit, París, 1990, pág. 244 [castellano: Conversaciones 1972-1990, Pre-Textos, Valencia, 1995].
[11] Hemos introducido la teoría de Tarde no solamente porque anticipa los desarrollos de las técnicas de control y de regulación de los “públicos”, sino sobre todo porque busca introducir en la sociología la “revolución molecular” operada en las ciencias. A las similitudes del mundo físico, químico y astronómico, que no son sino “repeticiones” del movimiento atómico y de las vibraciones (“átomos de un mismo cuerpo, ondas de un mismo rayo luminoso”), se corresponden las similitudes del “mundo social” que no son sino “repeticiones” de flujos infinitesimales o moleculares de imitación (imitación-moda, imitación-tradición).
[12] Foucault ejemplifica los mecanismos “disciplinarios” y “reguladores” en la “ciudad obrera” del siglo XIX. Los primeros funcionan mediante “una especie de control policial espontáneo que se ejerce así por la misma disposición espacial de la ciudad” y la distribución arquitectónica de “las familias (cada una en una casa) y los individuos (cada uno en una habitación)”. Los mecanismos reguladores, en su lugar, “recaen sobre la población como tal y que permiten e inducen a [determinadas] conductas”. Se trata de mecanismos ligados a los sistemas de seguridad sobre los enfermos o la vejez, a las reglas de higiene, a la sexualidad y por tanto a la procreación, al cuidado de los niños y por tanto a la escolaridad. Estos mecanismos reguladores remiten de esta forma a las presiones de la propia organización de la ciudad ejercidas sobre la población. [Michel Foucault, Hay que defender la sociedad, op. cit., pág. 215.] Las series temporales se subordinan por tanto a la organización del espacio. La ciudad posmoderna articula de manera diferente, en sus propios mecanismos de control, la relación entre espacio y tiempo, a través de una primacía del tiempo sobre el espacio.
[13] La categoría de “espectáculo”, mientras capta la manera en que se cumple la complejidad del paradigma posfordista, nos lleva también a los umbrales de otro mundo. El espectáculo no es una definición “sociológica” de un aspecto particular de la sociedad (los media y el público), sino que define la subordinación de todo lo real al capital. Por lo que las distinciones entre imagen y objeto, concepto y realidad, verdadero y falso, tienden a volverse reversibles. Los límites de la teoría de la “sociedad del espectáculo” estriban en que registra este desplazamiento solamente desde el “punto de vista del capital”, desde el punto de vista del “espectáculo”.
[14] Walter Benjamin, “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, traducción de Jesús Aguirre, Discursos interrumpidos I, Taurus, Madrid, 1987 (3ª), pág. 40.
[15] En el trabajo, al límite, se tiende a una configuración que muestra, por un lado, la “empresa individual” y, por otro, los niveles de socialización de la economía-mundo cada vez más desterritorializados y colectivos. En estas condiciones es la red, y ya no la fábrica, la que “controla” a los trabajadores y la que captura lo singular y lo colectivo (humano e inhumano). Sociológicamente es la intermitencia (la precariedad, según la terminología capitalista), el movimiento (la movilidad), la metamorfosis (la polivalencia) lo que define “temporalmente” la actividad.
[16] Michel Foucault, Hay que defender la sociedad, op. cit., págs. 219-220.
[17] [Ibídem, pág. 223.] El gran economista Kalecki ha demostrado cómo las primeras políticas de Welfare State [Estado de bienestar] y de gestión keynesiana de la deuda pública habían sido experimentadas por el nazismo.
[18] No hace tanto tiempo, el racismo “obrero” del PCF [Partido Comunista Francés], por ejemplo, se caracterizaba no sólo por una hostilidad contra los extranjeros en general, sino en particular contra su presencia en la fábrica (enfrentamientos durísimos durante el fordismo entre los obreros sin cualificación magrebíes y los obreros profesionales franceses o integrados en Francia). Si bien estos momentos de enfrentamiento (piénsese en la destrucción de residencias de inmigrantes al inicio de los años ochenta que fue obra de un ayuntamiento comunista) no son ciertamente generalizables a todas las situaciones del partido, ni mucho menos han sido codificados en una línea política, son sin embargo suficientes para mostrar la ambigüedad de la política “comunista” en este terreno.
[19] La subjetividad, como habíamos afirmado en Trabajo inmaterial y subjetividad [con Antonio Negri, en este volumen, Brumaria, nº 7, Arte, máquinas, trabajo inmaterial], ya no se debe definir como indeterminación absoluta (“indeterminación capaz de toda determinación”), sino como potencia absoluta. Y aquí se trata, entiéndase bien, de subjetividad “maquínica”.
[20] El sujeto y el objeto, el espíritu y la materia, son redefinidos por los flujos que los exceden y que hacen discurrir, bajo la estabilidad de las codificaciones, las fuerzas preindividuales y prepersonales y las fuerzas supraindividuales y suprapersonales.
[21] En estas temáticas nos hemos detenido largamente en nuestro Videofilosofie. La percezione del tempo nel post-fordismo, Manifestolibri, Roma, 1997.
[22] Desde el punto de vista más directamente económico: según el Observatorio Mundial de los Sistemas de Comunicación el conjunto de las industrias de la información (audiovisuales, informática, telecomunicaciones) superará en el año 2000 el 6’3% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial, mientras que hoy representa el 5’7%, o sea el equivalente al mercado mundial del automóvil. Según el Consejo de las Telecomunicaciones japonés el conjunto de las tecnologías de la información constituirá en 2010 el 6% del PIB. A título de comparación, la industria del automóvil representaba en 1990 el 4’6% del PIB de Japón. Según el World Telecommunications Development Report de 1995, “el sector de la infocomunicación (el conjunto de las telecomunicaciones, la informática y el audiovisual) crece a un ritmo cercano al doble respecto al resto de la economía. Hoy, de cada mil dolares ganados en el conjunto del mundo, 59 tienen que ver, directa o indirectamente, con la infocomunicación”. El valor que produce el sector no procede principalmente de las industrias de equipamiento, sino de la producción y gestión de servicios. Actualmente, por ejemplo, el mercado de equipamientos para telecomunicaciones totaliza un 0’39% del PIB mundial y el mercado de servicios el 1’83%, un total del 2’22%. En el año 2000, suponiendo una tasa de crecimiento del PIB mundial del 2’2%, la parte relativa a cada uno de los mercados en el PIB mundial será respectivamente del 0’4% y del 1’97%. Por tanto más de tres cuartos de la producción estará asegurada a los servicios.
[23] El dinero, en cuanto cristalización del tiempo, es el primer mecanismo de control y de regulación capitalista que “consiente o induce determinados comportamientos” a través de series temporales. Quizá haya que entender en este sentido la afirmación de Deleuze según la cual “el hombre moderno ya no es el hombre enfermé [encerrado], sino el hombre endeudado”.
(Tomado de Brumaria 7 arte, máquinas, trabajo inmaterial)
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