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viernes, agosto 31, 2018

Conmemoración Claudia López/Lanzamiento Cuadernos de Negación/Desclasados (según César Vallejo) 


-Aún recuerdo a la chica Claudia, 20 años atrás, sentada en el interior de la Escuela de Derecho de la Chile, en la parte que llamaban "Matto Grosso", junto a un grupo de conocidos que venían de Macul con Grecia, a apoyar las barricadas que la pequeña pero significativa "ultra" de esa casa de estudios había organizado para ese día en el Puente.

Yo ya había egresado y estaba trabajando, pero me tocaba ir a veces a la Escuela, y esa vez no me quise perder a lo menos el inicio del rocanrol, aunque el andar "terneado" me dejara relegado a la retaguardia (¿la vanguardia de la retaguardia, o la retaguardia de la vanguardia?). 

Nos saludamos sólo con la vista. No eramos amigos, pero la ubicaba perfectamente puesto que en mis años finales de estudios pasaba mucho más tiempo en los amplios y libres pastos del Peda que en la pesada y fea estructura de Pio Nono. 

Un par de días después supe que Claudia, o "la chica Claudia" como todos le decían, había muerto por balas policiales en las barricadas de La Pincoya.

La sensación de asombro, pena y rabia nunca se me pasó.


Pero en la fría noche (B. Brecht)

Pero ya sólo el hielo, en la fría noche, agrupaba
los cuerpos blanquecinos en el bosque de alisos.
Semidespiertos, escuchaban de noche, no susurros de amor
sino, aislados y pálidos, el aullar de los perros helados.

Ella se apartó por la noche el pelo de la frente, y se esforzó
por sonreír,
él miró, respirando hondo, mudo, hacia el deslucido cielo.
Y por las noches miraban al suelo cuando sobre ellos
infinitos pájaros de gran tamaño en bandadas procedentes
del Sur se arremolinaban, excitado bullicio.

Sobre ellos cayó una lluvia negra.

-Lanzamiento del Cuaderno N° 11. Buena ocasión para ir con los materiales de distribución señalados en la entrada anterior. Si es que quedan...



-Desclasamiento.

Dado que hay dos clases principales (burguesía y proletariado), los desclasamientos pueden darse en cualquiera de las dos direcciones: burgueses que se “proletarizan”, y proletarios que se “aburguesan”.

En la novela “El tungsteno” de César Vallejo se describen dos ejemplos paradigmáticos de desclasamiento, uno en cada sentido: los Hermanos Marino (proletarios convertidos en explotadores), y el caso de Leonidas Benites (profesional “degradado” que intenta ser de utilidad para los proletarios, conversando con el herrero comunista Servando Huanca).

Esta “novela social” de quien es conocido principalmente por su labor de poeta (“Los Heraldos Negros” y “Trilce” deben estar en la cima de la poesía no sólo latinoamericana sino que mundial) describe el ambiente de las explotaciones mineras en el Perú de hace 100 años, en un complejo entramado de empresas capitalistas norteamericanas que emplean los servicios locales de policía/política y ejército, además de la Iglesia, para poder explotar en régimen de semi-esclavitud a los indios del lugar.

Leyéndola recordaba la impresionante novela “La rebelión de los colgados” (aún circulan copias de la masiva edición de Quimantú hace 4 décadas, de nuestro misterioso Ret Marut/B. Traven, que describe un régimen similar de explotación también a inicios del siglo XX, pero un poco más al norte, en la selva mexicana). Vale la pena leer ambos clásicos.

Acá van los dos extractos.


I.-
Los hermanos Marino eran originarios de Moliendo. Hacía unos doce años que fueron a establecerse a la sierra, empezando a trabajar en Colca, en una tienducha, situada en la calle del Comercio, donde ambos vivían y vendían unos cuantos artículos de primera necesidad: azúcar, jabón, fósforos, kerosene, sal, ají, chancaca, arroz, velas, fideos, té, chocolate y ron. ¿Con qué dinero empezaron a trabajar? Nadie, en verdad, lo sabía a ciencia cierta. Se decía solamente que en Moliendo trabajaron como cargadores en la estación del ferrocarril y que allí reunieron cuatrocientos soles, que fue todo el capital que llevaron a la sierra.

¿Cómo y cuándo pasaron de la conducta o contextura moral de proletarios, a la de comerciantes o burgueses? ¿Siguieron, acaso -una vez de propietarios de la tienda de Colca-, siendo en los basamentos sociales de su espíritu, los antiguos obreros de Moliendo? Los hermanos Marino saltaron de clase social una noche de junio de 1909. La metamorfosis fue patética. El brinco de la historia fue cruento, coloreado y casi geométrico, a semejanza de ciertos números de fondo de los circos.

Era el santo del alcalde de Colca y los Marino fueron invitados, entre otros personajes, a comer con el alcalde. Era la primera vez que se veían solicitados para alternar con la buena sociedad de Colca. La invitación les cayó tan de lo alto y en forma tan inesperada, que los Marino, en el primer momento, reían en un éxtasis medio animal y dramático, a la vez. Porque era el caso que ni uno ni otro tenía el valor de hacer frente a tamaña empresa. Ni José ni Mateo querían ir al banquete, de vergüenza de sentirse en medio de aristócratas. Sus pulmones proletarios no soportarían un aire semejante. Y tuvieron, a causa de esto, una disputa. José le decía a Mateo que fuese él a la fiesta, y viceversa. Lo decidieron por medio de la suerte en un centavo: cruz o cara. Mateo fue a la comida del alcalde. Se puso su vestido de casimir, su sombrero de paño, camisa con cuello y puños de celuloide, corbata y zapatos nuevos de charol.

Mateo se sintió elegante y aun estuvo a punto de sentirse ya burgués, de no empezar a ajustarle y dolerle mucho los zapatos. Primera vez que se los ponía y no tenía otro par digno de aquella noche. Mateo dijo entonces, sentándose y con una terrible mueca de dolor:

—Yo no voy. Me duelen mucho. No puedo casi dar paso... José le rogó:
—¡Pero fíjate que es el alcalde! ¡Fíjate el honor que vas a tener de comer con su familia y el subprefecto, los doctores y lo mejor de Colca! ¡Anda! ¡No seas zonzo! Ya verás que si vas al banquete, nos van a invitar siempre, a todas partes, el juez, el médico y hasta el diputado, cuando venga. Y seremos nosotros también considerados después como personas decentes de Colca. De esta noche depende todo. Y vas a ver. Todo está en entrar en la sociedad, y el resto ya vendrá: la fortuna, los honores. Con buenas relaciones, conseguiremos todo. ¿Hasta cuándo vamos a ser obreros y mal considerados?...

Ya se hacía tarde y se acercaba la hora del banquete. Tras de muchos ruegos de José, Mateo, sobreponiéndose al dolor de sus zapatos, afrontó el heroísmo de ir a la fiesta. Mateo sufría lo indecible. Iba cojeando, sin poderlo evitar. Al entrar a los salones del alcalde, entre la multitud de curiosos del pueblo, con algo tropezó el pie que más le apretaba y le dolía. Casi da un salto de dolor, en el preciso instante en que la mujer del alcalde aparecía a recibirle a la puerta.

Mateo Marino transformó entonces y sin darse cuenta cómo, su salto de dolor, en una genuflexión mundana, improvisada e irreprochable. Mateo Marino saludó con perfecta corrección:
—¡Señora, tanto honor!...
Estrechó la mano de la alcaldesa y fue a tomar asiento, con paso firme, desenvuelto y casi flexible. El puente de la historia, el arco entre clase y clase, había sido salvado. La mujer del alcalde le decía, días después, a su marido:
—¡Pero resulta que Marino es un encanto! Hay que invitarle siempre.

En Colca no tenían los Marino más familia que Cucho, hijo de Mateo y de una chichera que huyó a la costa con otro amante.

Mateo vivía ahora en una gran casa, que comunicaba con el bazar, ambos -casa y establecimiento- de propiedad de la firma "Marino Hermanos". Allí, en una de las habitaciones de esa casa, estaban ahora conferenciando acerca de sus negocios y proyectos.

II.-
—¡Sí! ¡Sí! -dijo Servando Huanca-. Los obreros no debemos confiarnos de nadie, porque nos traicionan. Ni de doctores, ni de ingenieros, ni menos de curas. Los obreros estamos solos contra los yanquis, contra los millonarios y gamonales del país, y contra el Gobierno, y contra los comerciantes, y contra todos ustedes, los intelectuales...

Leónidas Benites se sintió profundamente herido por estas palabras del herrero. Herido, humillado y hasta triste. Aunque rechazaba la mayor parte de las ideas de Huanca, una misteriosa e irrefrenable simpatía sentía crecer en su espíritu, por la causa en globo de los pobres jornaleros de las minas. Benites había también visto muchos atropellos, robos, crímenes e ignominias practicados contra los indios por los yanquis, las autoridades y los grandes hacendados del Cusco, de Colca, de Accoya, de Lima y de Arequipa. Sí. Ahora los recordaba Benites. Una vez, en una hacienda de azúcar de los valles de Lima, Leónidas Benites se hallaba de paseo, invitado por un colega universitario, hijo del propietario de ese fundo, senador de la República este y profesor de la Facultad de Derecho en la Universidad Nacional. Este hombre, célebre en la región por su despotismo sanguinario con los trabajadores, solía levantarse de madrugada para vigilar y sorprender en falta a los obreros. En una de sus incursiones nocturnas a la fábrica, le acompañaron su hijo y Leónidas Benites. La fábrica estaba en plena molienda y eran las dos de la mañana. El patrón y sus acompañantes se deslizaron con gran sigilo junto al trapiche y a las turbinas, dieron la vuelta por las máquinas wrae y descendieron por una angosta escalera a la sección de las centrifugas. En un ángulo del local, se detuvieron a observar, sin ser vistos, a los obreros. Benites vio entonces una multitud de hombres totalmente desnudos, con un pequeño taparrabo por toda vestimenta, agitarse febrilmente y en diversas direcciones delante de enormes cilindros que despedían estampidos isócronos y ensordecedores. Los cuerpos de los obreros estaban, a causa del sofocante calor, bañados de sudor, y sus ojos y sus caras tenían una expresión angustiosa y lívida de pesadilla.

—¿Qué temperatura hace aquí? -preguntó Benites.
—Unos 48 a 50 grados -dijo el patrón.
—¿Y cuántas horas seguidas trabajan estos hombres?
—De seis de la tarde a seis de la mañana. Pero ganan una prima.
El patrón dijo esto y añadió, alejándose en puntillas en dirección a los obreros desnudos, pero sin que estos pudiesen verlo:
—Un momento. Espéreme aquí. Un momento...
El patrón avanzó a paso rápido, agarró un balde que encontró en su camino y lo llenó de agua fría en una bomba. ¿Qué iba a hacer ese hombre? Uno de los obreros, desnudos y sudorosos, estaba sentado, un poco lejos, en el borde del rectángulo de acero. Acodado en sus rodillas, apoyaba en sus manos la cabeza inundada de sudor. Dormía. Algunos de los otros obreros advirtieron al patrón y, como de ordinario, temblaron de miedo. Y fue entonces que
Leónidas Benites vio con sus propios ojos estupefactos una escena salvaje, diabólica, increíble. El patrón se acercó en puntillas al obrero dormido y le vació de golpe el balde de agua fría en la cabeza.
—¡Animal! -vociferó el patrón, haciendo esto-. ¡Haragán! ¡Sinvergüenza! ¡Ladrón! ¡Robándome el tiempo!... ¡A trabajar! ¡A trabajar!...
El cuerpo del obrero dio un salto y se contrajo luego por el suelo, en un temblor largo y convulsivo, como un pollo en agonía. Después se incorporó de golpe, lanzando una mirada larga, fija y sanguinolenta en el vacío. Vuelto en sí, y aún atontado un poco, reanudó su trabajo.
Aquella misma madrugada murió el obrero.

Benites recordó esta escena, como en un relámpago, mientras Servando
Huanca le decía a él y al apuntador:
—Hay una sola manera de que ustedes, los intelectuales, hagan algo por los pobres peones, si es que quieren, en verdad, probarnos que no son ya nuestros enemigos, sino nuestros compañeros. Lo único que pueden hacer ustedes por nosotros es hacer lo que nosotros les digamos y oírnos y ponerse a nuestras órdenes y al servicio de nuestros intereses. Nada más. Hoy por hoy, esta es la única manera como podemos entendernos. Más tarde, ya veremos. Allí trabajaremos, más tarde, juntos y en armonía, como verdaderos hermanos...
¡Escoja usted, señor Benites!... ¡Escoja usted!...

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miércoles, agosto 29, 2018

Libros/Apocalipsis ambiental 


DISTRIBUCIÓN



Quedan unas cuantas copias de la segunda edición de “1-2-3-4”, ahora por Ercilla/Tren en Movimiento. Hay unas pocas imágenes del lanzamiento en La Sala, que se vio agradablemente intervenido por la presencia de infantes.

Además de dicho libro y los materiales 2&3 DORM ya referidos (el N° 1 de la revista, y los Excursos 3 y 4), contamos con otros libros/folletos listos para circular a los más bajos precios posibles:

-Anarquía & Comunismo N° 11. (72 páginas).

-Guy Debord, In girum imus nocte et consumimur igni, editado por Mariposas del Caos, 2015. (64 páginas).

-Contra el Estado y la Mercancía. Compilación de Cuadernos de Negación N°s 2 al 5. Lazo ediciones. (234 páginas).

Lo ideal es poder distribuirlos directamente, puesto que al dejarlo en librerías necesariamente el “precio” sube.

¡Más valor de uso, y abajo el valor de cambio!

QUINTERNOBYL



El apocalipsis capitalista parece cada vez más concreto, y ya no solo en lugares lejanos.


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viernes, agosto 17, 2018

Lanzamientos masivos este domingo en La Sala (Buenos Aires) 

Ahí estaremos, presentando 1-2-3-4, 2&3 DORM, y Anarquía & Comunismo N° 11, recién salida del horno en su nueva versión.




Te he amado desde hace tanto tiempo...., por Otis.

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lunes, agosto 13, 2018

1,2,3,4: segunda edición. 

Nueva edición. Nueva intro.


1, 2, 3, 4!!! (o UN-DOS-TRES-CUÁ!!!): Una necesaria introducción
Apuntes re-elaborados en base a la libreta de anotaciones usada por al autor  a modo de apoyo para la presentación de la primera edición del libro “1, 2, 3, 4” en la Feria del Libro Punk de Buenos Aires, el 22 de noviembre de 2017 en Club Atlético Fernández Fierro, junto a Patricia Pietrafesa.

I.- En primer lugar, es un placer estar en esta ciudad que pude conocer bien en  octubre del año 1997 -cuando vinimos a tocar con Disturbio Menor y me quedé dos o tres semanas más gracias a la hospitalidad y amistad de varios punk rockers locales (1)- y ver que muchxs de lxs que allí pude conocer y con quienes hemos compartido de una u otra manera a lo largo ya de dos décadas,  varias cuestiones decisivas y proyectos  vitales, sigan por acá, haciendo cada unx lo suyo, con menos pelo y más canas, pero la misma pasión de siempre.

En relación al libro, y en honor al tiempo: primero tendría que explicar de dónde viene su extraño título…”1-2-3-4”.

Cuando mi viejo amigo Monki (máximo exponente de la disciplina que él mismo llama “derretición contemporánea”) me invitó a inaugurar una serie de publicaciones de bolsillo que estaba ideando,  le envié 4 textos.

II.- A saber:

1.- El 1er texto era uno que escribí a solicitud del mismo Monki/aka T. Spicolli, y que fue publicado en una primera versión dentro del zine Escena Obscena, y en una segunda forma como el cuadernillo N° 2 de la serie Excursos de lxs compañerxs de 2&3 DORM (Busquen su sitio en la web. El N° 1 de esta serie era la famosa entrevista a Henri Lefebvre sobre los situacionistas; el N° 2 es un texto setentero sobre el “Lumpen-proletariado” escrito por dos ex militantes de la Vanguardia Organizada del Pueblo, y el N° 4 un dossier de textos traducidos desde la publicación ENDNOTES titulado “La lógica del género y la comunización”).

Ese texto se llama “Barricadas A-Go-Go”. Todos sabemos lo que es una barricada (2), pero  lo de “a-go-go” tal vez requiera de mayor explicación….en verdad, según he podido investigar, viene tanto de “go! go!”, expresión tan típica del hardcore o sea algo que en español sería algo así como “Dale!” o mejor, “ándale”, o como diría el famoso ratón mexicano Speedy González “ándale ándale, arriba arriba!”. A la vez esa expresión, aplicable también a bailarines/as a go go, tomaría del francés algo que vendría siendo una forma de decir “en abundancia”. O sea, ándale arriba con las barricadas en abundancia, o algo así. Lo cierto es que fue el nombre que se le dio al festival universitario de fines de los 60 en que la banda Les Rallizes Denudes debutó.

El texto trata de la “escena japonesa”, más o menos entre 1968 y 1977. Discutimos con sus editores acerca de si calificar dicha escena como “musical” o dejarlo abierto…En todo caso, aclaro de entrada que  a mi juicio es imposible analizar la música solamente como “música”, como parcela separada, puesto que es una actividad humana que a pesar de todos los esfuerzos de la industria capitalista en el plano de la cultura, se niega a morir, y sigue brotando espontáneamente del terreno social, histórico y concreto en que habitamos. Así, de la misma manera en que algunos han visto y señalado un vínculo evidente entre las insurrecciones socio-políticas de hace 100 años y su expresión en el terreno cultural con vanguardias como dadá (cuya expresión japonesa fue Mavo), el expresionismo, y los primeros momentos del futurismo y el surrealismo, entre varios otros movimientos que se dieron en los tiempos del llamado Primer asalto del proletariado contra la sociedad de clases (1917/23: de dadá a los consejos obreros), en los tiempos del Segundo asalto, 1968/1977: el período que analiza este texto, se dio también una vinculación profunda y compleja entre las esferas que tradicionalmente se han separado para confinar algunas expresiones vitales al Arte y otras a la Política (así, con Mayúsculas).

Acá por el contrario tratamos de barrer con esas separaciones, para entender la relación real entre las expresiones musicales del período y el amplio y combativo movimiento de protestas encabezadas por la famosa Zengakuren, que llevaron a algunas de las confrontaciones y estallidos más notables de la lucha de clases de ese tiempo, y que  las mismas fuerzas que han trabajado para hacer olvidar lo que en realidad fue 1968: Una rebelión global (o una “gran ola revolucionaria y creativa, política y existencial” como reza el subtítulo del libro La Horda de oro, de Moroni y Ballestrini, centrado en los impresionantes y explosivos procesos sociales que ocurrieron en Italia entre el 68 y el 77), han operado también más o menos efectivamente suprimiendo de raíz la memoria de todos estos hechos.
Con ese fin nos adentramos en la manera en que desde ese terreno se expresaron musicalmente bandas de rock y psicodelia específicamente japonesas como la Flower Travellin´ Band y Les Rallizes Denudes, hasta la impresionante explosión de un free jazz también específicamente nipón que aflora desde los tugurios de Shinjuku, donde está la estación de trenes más usada del mundo y donde también se desenvolvían por ese entonces las “guerrillas folk” y los disturbios entre jóvenes y policías (o, lo que es lo mismo, entre el partido de la humanidad y el partido de la cosificación). En esta historia los héroes principales son  el guitarrista Masayuki Takayanagi y el saxofonista Kaoru Abe.

A través de esta presentación complemento dos cosas que me parecen necesarias de aclarar. En el texto se hace referencia al “look” de los guitarristas Takashi Mizutani  (de los Rallizes) y Keiji Haino (Lost Aaraaff y Fushitsusha), sin describir que por lo general aparecen en escena vestidos de negro, más bien de cuero negro, con lentes oscuros, y una cabellera larga, oscura y lisa. En fin: este look queda ahora adecuadamente graficado en la portada de esta segunda edición.

Y en relación a la frase final del texto, sobre las derrotas revolucionarias, que atribuía a un texto español de los 70 firmado por “Los incontrolados”, en realidad faltaría aclarar que se trataba de una especie de détournment de “El orden reina en Berlín”, escrito por Rosa Luxemburgo el 14 de enero de 1919, tras el fracaso de la insurrección “espartaquista” y justo antes de ser asesinada por la expresión socialdemócrata de la contra-revolución. Ese debe haber sido el momento más trágico y decisivo del siglo, pues el éxito de la revolución proletaria mundial, partiendo por la propia Rusia de los soviets, requería del triunfo de la revolución en Alemania. Derrotado ese intento, la contra-revolución pavimentó el camino para las espantosas décadas que vinieron después, y de las cuales, a pesar de la gran oleada de creatividad y luchas de 1968 a 1877, es una época oscura de la que no hemos salido. Para concluir, junto a Rosa me gustaría gritar: “¡esbirros estúpidos! Vuestro orden está edificado sobre arena. La revolución, mañana ya se elevará de nuevo con estruendo hacia lo alto y proclamará, para terror vuestro, entre sonido de trompetas: ¡Fui, soy y seré!”.

2.- El texto anterior está dedicado a la memoria del camarada, periodista y anti-músico Cristóbal Cornejo (1983/2015), poderosa estrella fugaz que iluminó por breves e intensos instantes el cielo santiaguino, y de quien sus amigos han editado ya tres volúmenes con parte de su enorme obra escrita (3). El 2do texto de este libro fue publicado en Fakxión, la revista en que participaba Cristóbal en la primera década de este siglo mientras vivía en la ciudad de Rancagua (a hora y media de la capital de Chile, famosa por sus desastres ya desde los tiempos de la Guerra de Independencia iniciada en 1810),  en dos partes.  En él se trataba de dar a conocer un clásico olvidado escrito por Lester Bangs en 1979 para la revista Musician: “Free Jazz Punk Rock”, donde se dedicaba en su mejor estilo a explorar el surgimiento de “la fusión menos probable de todas” tal como se estaba dando en ese momento, que a diferencia de los 70 en general le parece uno de los más excitantes que haya presenciado.

A estas alturas en que la forma punk parece haber triunfado de la mano de su banalización y pérdida casi total de contenidos, sigue llamando la atención que no se hable casi nada acerca de la influencia del free jazz en el punk rock, a pesar de que la evidencia es bastante notoria: las explosiones de “ruido blanco” y saxo libre en Stooges y MC 5, las epopeyas sonoras de Velvet Underground en varias partes de sus dos primeros discos (aclaro que hay un error en este texto que recién pude advertir: en una parte digo que “Sister Ray” está en el primer álbum de VU….craso error. En realidad, creo que quería referir “European son”….en fin,  no es por sacarme los balazos pues asumo mi error, pero todas ellas sirven como muestras tempranas de esta “fusión”), y de hecho, en uno de los libros de memorias Patti Smith cuenta que estuvo en las calles de NY, donde vivía muy precariamente por ese entonces, cuando fue el funeral de Coltrane, y escuchaba el “Lamento de Amor” de Ayler en un ambiente que parecía el entierro de un santo.

Bangs se refiere en su escrito sobre todo al estallido de la llamada “no wave”, una de las formas favoritas del llamado “post punk”, etiqueta tan exitosa en estos tiempos, muy publicitada desde el famoso libro de Simon Reynolds, y que en rigor es bastante imprecisa pues muchas veces sus andas o artistas emblema eran coetáneos o incluso previo al “punk 77”, así que me parece una etiqueta bastante exitosa y lucrativa, pero equívoca, sobre todo porque para la Industria Cultural de hoy es una manera sutil de homenajear al punk, integrándolo, y dándolo al mismo tiempo por superado. Cuando habla de los Teenage Jesus, dice que la guitarra de Lydia Lunch suena como las cámaras de tortura en Chile. Todo un referente estético.

En fin: este valioso texto de Lester donde explica que tanto en el punk rock como en el free jazz no hay reglas explícitas y en momentos se pierde totalmente la noción de estructura, y que por eso es posible que puedan dialogar muy bien un viejo maestro del saxofón con dos pelotudos que aprendieron a tocar guitarra antier….este valioso y querido texto, del cual existe una traducción al mexicano a cargo de Inti Meza, y que yo considero haber traducido más bien al chileno en un folleto que circulamos hacia el año 2007 y que por ahí quedó, no aparece en ninguna de las dos antologías de textos de Lester que existen en inglés (ni en la de Greil Marcus ni en la de John Morthland), y que ahora se están traduciendo al español para salir en Malpaso, y apostaría mi riñón izquierdo que este texto no será agregado a ninguna de las ediciones oficiales en nuestro bello idioma. Ojalá me equivoque, pero creo que no.

Como sea, en mi propio “freejazzpunkrock” no me limito a homenajear a Bangs, sino que agrego informaciones y reflexiones de mi propia cosecha, condimentando con una especie de revisión de diversas manifestaciones históricas de este no-estilo, desde Blue Humans y Lost Aaraaf a Black Flag instrumental y Flipper.

3.- El tercer texto es el más breve, y consiste en un breve artículo publicado anónimamente en la revista Antagonismo N° 0, por ahí por el año 2002, por el ya casi mítico Núcleo de IRA, que publicó dos o tres números más, agitó bastante su entorno, y luego se auto-disolvió. “Ruina o esbozo” analiza las potencialidades de cierto uso liberador de las tecnologías en materia musical, en la línea de sus posibilidades plagiarias (sobre todo en manos de John Oswald y sus “plunderfónicos”), en las que tenía bastante interés y fe en esos tiempos pero considerablemente menos hoy en día. Puede ser que ya esté muy viejo, además de hastiado del posmodernismo en sus múltiples colores, o que los límites de la época en que estamos finalmente me aparezcan hoy como más opresivos…En fin, todo ello habría que discutirlo.

El uso del concepto “capitalismo de casino” refleja las lecturas de Robert Kurz y el grupo Krisis (del cual luego se escindió EXIT!), que en esos años muchos estábamos haciendo. Hoy no me suena tan bien….pues prefiero entender que el capitalismo es uno solo, pero ha ido pasando desde la fase de dominación formal, a una dominación/subsunción real y cada vez más totalitaria de toda la vida dentro de sus engranajes dedicados a la acumulación eterna de valor.

4.- Finalmente, se incluyó un texto que data más o menos del 2004/5 y que primero viera la luz fragmentariamente en mi viejo y aún activo blog punkfreejazzdub (más conocido como Delirio Místico) pero que en el 2007, con ocasión de unas actividades por los “30 años del punk”, circuló como un folleto con un eficaz diseño del camarada Víctor Jaque, repartiéndose gratuitamente en un par de charlas que se hicieron, y en cuanta tocata se pudiera, enfrentando ahí más bien la indiferencia del público musical, qe en general tiende a creer que escribir sobre música no es tan importante como escucharla. Se llama “Reflexiones sobre arte, capitalismo y vida cotidiana” (o “AC/VC” para los amigos, de preferencia poniendo un rayo en vez de la /, para de paso homenajear a los AC/DC), y es de seguro el más pretencioso de todo el paquete que se nos presenta tan bellamente como un libro de bolsillo.

Este texto analiza una serie de problemas de la experiencia, o de la relación entre arte y vida cotidiana, mediatizados por el tipo de sociedad en que vivimos, y recurriendo tanto a la llamada “Escuela de Frankfurt” (Teddy Adorno y también Walter Benjamin, aunque este último la verdad es que no se dejó “escolarizar” tanto) como a la Internacional Situacionista, articulando una especie de constelación en base a 3 momentos o actitudes que pueden prevalecer en el terreno “estético”: arte popular/arte autónomo/negación del arte, y tratando de aplicársela al free jazz y al dub reggae, pasando por el Rock In Opposition y otras yerbas. Cabe destacar que en estas reflexiones más antiguas en general mostraba como un período oscuro de la historia musical reciente los años transcurridos antes de la explosión punk hacia 1976/1977. Con el tiempo, y tal como se aprecia en el texto sobre Japón, esa opinión se ha matizado: lo que estaba agotado en esos años no era el movimiento musical y contracultural en sí mismo, sino que lo que de él se podía captar a través de los artefactos de la Industria Cultural. Como siempre, es en el subsuelo donde combustiona y hace ebullición lo más importante de la cultura humana, y a ese subsuelo nos acercamos por lo general mucho tiempo después, cuando recién se hace posible una mirada más panorámica, de conjunto.

Debo reconocer la profunda deuda de dicho escrito con un texto de Anselm Jappé sobre “el fin del arte” en Adorno y Debord, llamado SIC TRANSIT GLORIA ARTIS, que curiosamente sólo he podido encontrar en su traducción al portugués desde la versión en castellano publicada en el N° 1 la revista MANÍA, en 1995. Ahí aprendí que era necesario un dialogo entre el Adorno de la Teoría Estética (1970) y el capítulo sobre la negación y el consumo en la cultura, dentro de La sociedad del espectáculo (1967).

III.- Bueno, y tal como les iba diciendo,  el caso es que cuando adjunté estos 4 archivos y los envié a los compas de Ercilla ediciones, no tenía un título en mente. Ni siquiera sabía si iban a usarlos todos o sólo algunos, cuestión que dejé entregada totalmente al criterio de los editores. Pero de repente me puse a pensar que eran exactamente 4 textos, y que en el segundo de ellos se concluye en medio de una gran euforia con la consigna sex pistoliana/thefallista:

REPEAT AFTER ME:
FREE JAZZ PUNK ROCK!!! FREE ROCK JAZZ PUNK!!! NO FUTURE!!! PROLE ART THREAT!!!
1!!!
2!!!
3!!!
4!!!

…entonces, se me ocurrió que tal vez “1-2-3-4”, tal vez ése sería un buen título, que homenajearía de paso a lo que tal vez fue el más famoso grito de batalla del punk rock (“One-two-three-four!”), eso que en español chileno por lo general traducimos a: “Un-dos-tres-cuá!”, que fue lo que primero hizo que me fijara en el punk rock, escuchando el “It´s Alive” de los Ramones en una cinta copiada sin saber qué banda era,  y que además expresa muy bien tanto la inmediatez de nuestras formas de expresión como la tendencia casi inercial a aprisionarlas en el formato 4/4 (La dialéctica del punk rock como forma musical bien podría consistir precisamente en la lucha a favor y en contra de ese 4/4, en acercarse a él y alejarse hacia una liberación rítmica y sonora). Desde los Ramones y hasta ahora, 1,2,3,4 es ni más ni menos que el llamado-a-tomar-las armas que infinidad de jóvenes y no tan jóvenes punk rockers han lanzado al aire cuando se disponen a sembrar el caos, generando el estruendo al que se refería Rosa Luxemburgo en sintonía con las mismísimas trompetas del Apocalipsis.

No alcancé a comunicar dicha idea a nadie, cuando unas semanas después me enviaron por mail la primera propuesta de portada, y pude comprobar con sorpresa (¿o no tanta?) que ellos habían dado con exactamente el mismo título, sin necesidad de que acordáramos nada.

“Nada es causal”  decía Freud, y bueno, por algo será: disfruten la lectura (aunque, como dijo una vieja amiga esa tarde, parece que hay más punk rockers escribiendo que leyendo en estos tiempos).
Lo cual no necesariamente el algo malo. Tan sólo demuestra que aún tenemos mucho que contar.
Me parece necesario reproducir acá una advertencia que hizo el editor de Barricadas a-go-go en versión cuadernillo, pues es válida para los 4 textos reunidos:

“Creemos que no se debiera buscar aquí efemérides revolucionarias ni trivia rockera. No solamente porque sería un error tomar el esfuerzo historiográfico de este ensayo como una simple reafirmación del alternativismo, sino también porque lo que se relata forma parte de una época en general y no de sus anécdotas en particular”.

IV.- Este mensaje no se autodestruirá.
4, 3, 2, 1…¡FUEGO!



1.- A saber: Fun People, She Devil´s, Ácidos Populares, Delmar, Sentimientos Oprimidos, Cucsifae, Todo Mal, Sopa de Garrón y Terror & Miseria, entre otros enjambres humanos de esos años.
2.-  Según la Real Academia Española: “Obstáculo levantado en la calle con objetos diversos para impedir el paso o parapetarse tras él, especialmente en revueltas populares”.
3.-  Escritos (anti)políticos; Narrativa y poética; Ruido Mutante.

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viernes, agosto 10, 2018

DOS Y TRES DORMITORIOS 




EDICIONES  2&3 DORM

Revista 2&3 DORM N° 0 (AGOTADA)

Revista 2&3 DORM N° 1

Serie Excursos:

1.- Henri Lefebvre y los situacionistas. Entrevista. (AGOTADO)
2.- Barricadas A-Go-Go. Apuntes sobre la escena musical japonesa de 1968 a 1977, Julio Cortés (AGOTADO).
3.- El rol del lumpen-proletariado en Chile (1970-1973), Fabiola Jara y Edmundo Magaña.
4.- La lógica del género y la comunización, Endnotes Collective Dossier.

PUNTOS DE VENTA EN SANTIAGO: Caleta de Libros, San Diego 444, Local 10. Parque Almagro; Sarri Sarri (https://www.sarrisarri.org/). También es posible encargar directamente al correo contacto@dosytresdorm.org , y coordinar con nuestro repartidor en Santiago.

“Pronto todas las ciudades van a tener los mismos monumentos, los mismos paseos, los mismos accidentes, los mismos gobiernos” (The Ex, Soon All Cities).

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miércoles, agosto 08, 2018

Literatura Infantil: A trabajar, Igor, y Andromedar SR 1. 


Según una cierta declaración de derechos de mediados del siglo pasado, la humanidad debe dar a los niños lo mejor que pueda dar de sí. Si aplicáramos ese estándar a los productos de todo tipo que se ofrecen a la infancia (literatura, cine, alimentos, música, etc.)  saltaría a la vista que esta oferta dista bastante de dicha idea, y de hecho es en relación a este “capitalismo infantil” donde queda demostrada fácilmente la estupidez generalizada y miseria creciente que este sistema social reserva como destino a toda la humanidad.

Pero hay excepciones destacables. Dentro del rubro de literatura y arte gráfico para niños queremos destacar en esta ocasión estos tres títulos, no tan difíciles de encontrar (incluso algunos de ellos los hemos divisado en puestos del Bibliometro). 

-A TRABAJAR


Este es uno de los libros más grandes y coloridos que se puedan ver por ahí. Obra de unos denominados “pelagatos”, relata un curioso sistema en que diversos animales acuden a vender su fuerza de trabajo a la agencia de empleos de un cocodrilo, y el estallido de una rebelión espontánea en contra de la explotación. Imperdibles son precisamente las imágenes en que una rabiosa multitud de animales pide la cabeza Nicanor (el cocodrilo explotador), incluyendo el uso de un cartel con una consigna tomada directamente de Mayo del 68 (y que un Lyotard aún combativo analizó en su libro “Derivas a partir de Marx y de Freud”): ¡ABAJO LOS RITMOS INFERNALES! Como dice en la página del FCE: “Este es un gran libro para no trabajar, para jugar a trabajar y en compañía del camaleón, el cocodrilo, el pulpo, las jirafas y muchísimos animales más, pensar en lo que significa trabajar”. ¡Y protestar!

-IGOR, EL PÁJARO QUE NO SABÍA CANTAR


Igor es un pequeño pajarito que ama cantar, pero desde el resto de las aves hasta todo el mundo le dice que no sabe cantar, que es desafinado, y que debería dejar de intentarlo. Igor, muy apenado, toma clases con Gansa Sonata, que luego de varios intentos no logra disciplinar el sonido del pajarito sino que, al contrario, empieza a modificar el suyo propio en sentido similar al de su pésimo alumno. Igor abandona todo, y se dedica a viajar, comprobando que todos los otros animales se dedican con éxito a variadas expresiones musicales. Hasta que llega a un paisaje solitario y melancólico donde se siente en confianza para cantar a pleno pulmón, despertando con su música a un pájaro dodo petrificado, que aprecia con entusiasmo su música, por su originalidad, y deciden recorrer el mundo como dúo. No por nada el libro tiene esta dedicatoria: “por admiración a la música de Ornette Coleman”.

El autor es Satoshi Kitamura, y la edición en español es del FCE. Hay una versión en PDF, pero por alguna razón no me resulta posible pegar el vínculo aquí. 

-ANDROMEDAR SR 1


Entiendo que los responsables de este bello libro tuvieron algo que ver con los dibujos de El submarino amarillo, de los Beatles. Y se nota. Acá se trata de las aventuras de dos astronautas que abordan la nave Andromedar (que a causa de un accidente cuando la están terminando de armar tiene una joroba, y de ahí su nombre). El maligno Octopus, un pulpo capitalista muy codicioso, les encarga robar unas flores cobalto a los ratones marcianos, pero el desenlace apunta en sentido contrario, derrotando ingeniosamente el dominio del maldito pulpo. Un verdadero final feliz. 

Escrita por Martin Ripkens y Hans Stempel, e ilustrada por Heinz Edelmann. Editorial Gustavo Gili.

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