Delirio Místico: "A mon seul désir" (Según mi solo deseo)
"La discusión sobre el comunismo no es académica. No es un debate sobre lo que se hará mañana.
Desemboca en, y forma parte de un conjunto de tareas inmediatas y lejanas de las que no es más que un aspecto, un esfuerzo de comprensión teórica" (Gilles Dauvé)
jueves, mayo 28, 2015
Taller 1000, resumen tercera y anuncio cuarta sesión
TERCERA SESION TALLER MIL
Exposición del capitulo 4:
"El concepto de proletariado", discusión en torno a la actual validez
del concepto superando la concepción del marxismo vulgar (obrerismo, su
"rol" en la producción material, etc...). Se comprende al
proletariado en su relación antagónica con la mercancía, existe como clase
porque sin explotación en el trabajo no hay producción de capital, por ende sus
intereses se contraponen en los hechos a los de la clase capitalista. Esto como
actividad medular de la producción de mercancías, pero no la única, se plantean
las nuevas formas económicas donde no hay explotación asalariada directamente
pero que no entran por eso en una relación de clase distinta (trabajadores
independientes, vendedores ambulantes, pequeños "empresarios") y
también la cuestión de las clases medias, o empleados con cargos
administrativos: se reconoce lo difuso que es para el proletariado reconocer
hasta donde llega como clase, pero como contraparte lo fácil que es para la
burguesía reconocer quien no es burgués.
En ese sentido principalmente se
reconoce a la extensión de la cultura burguesa y el "modo de vivir"
burgués como herramienta de la clase dominante para contrarrestar el
reconocimiento de las clases por parte del proletariado. Se reconoce la
alienación, el aislamiento del individuo y la división social del trabajo como
ejes centrales de la dominación capitalista.
En ese sentido se reconoce y
apela a la actividad social misma como arma revolucionaria, romper con el
aislamiento y generar formas de comunidad y lucha sigue siendo el punto de
encuentro para l@s que combaten al capitalismo y al Estado.
Próximo taller (sesión 4), el viernes 29, donde siempre, a la hora de
siempre:
Capitulo 6 "La ideología es
el opio del pueblo".
--
Sobre el concepto de ideología, se recomienda revisar:
-además de los bodriazos académicos de Zizek e Eagleton y Larraín, que
a estas alturas se pueden recuperar de varios lugares. Particularmente útil el
Tomo 1 del profesor J. Larraín (¡Es verdad que en este país Todo viene del
MAPU!?).
“Es preciso recordar que el sentido de esta doctrina se
infiere ante todo de la posición que la misma asume y ocupa enfrente de
aquellas contra las cuales efectivamente se levantó, y especialmente contra
todas las ideologías”. (Antonio Labriola, Del materialismo histórico,
1899).
“Hay que interpretar la célebre máxima: ‘sin teoría revolucionaria
no hay acción revolucionaria’, del modo más amplio posible, y darle su
verdadero significado. Lo que distingue al movimiento proletario de todos los
movimientos políticos anteriores, por importantes que éstos hayan sido, es que
es el primero claramente consciente de sus objetivos y de sus medios. En ese
sentido, no sólo es para él la elaboración teórica uno de los aspectos de la
actividad revolucionaria: es inseparable de esa actividad. La elaboración
teórica ni precede ni sigue a la acción revolucionaria práctica: las dos son
simultáneas, y se condicionan mutuamente (…). La teoría revolucionaria sólo
puede conservar su validez si se desarrolla constantemente, si se enriquece
incorporándose todas las conquistas del pensamiento científico y del pensamiento
humano en general, y en particular sabe asimilar la experiencia del movimiento
revolucionario, si se somete, cuantas veces sea necesario, a todas las
modificaciones y revoluciones internas que la realidad le imponga. La máxima
clásica sólo tiene por lo tanto sentido si se interpreta así: ‘sin desarrollo
de la teoría revolucionaria, no hay desarrollo de la acción revolucionaria’” (Presentación
de la revista Socialisme ou Barbarie, 1949).
“La teoría revolucionaria es ahora enemiga de toda
ideología revolucionaria y sabe que lo es” (Guy Debord, 1967).
Movilización
2011. Relatos en un presente invariable. Santiago
(Comunismo Difuso 2/3, 2012).
Vengo
llegando del rock callejero. Luego de mis labores asalariadas me saqué la
polera y me uní. Impresionante acción en las calles intermedias del centro de
Stgo. (San Ignacio, 18, Lord Coltrane). Me topé justo con el choque de un
furgón de FFEE con una micro Transtgo. Lesionado sólo un paco. Justo quedó
fuera de la Utem en toma. No dejaron salir al paco herido, bombardeándolo con
todas las botellas que se tomaron ("y eso que estamos en zona seca",
gritó unx que arrojaba desde el edificio), mientras por el otro lado, otro
anti-batallón les daba a los chanchos con piedras. Salieron al ruedo Catrileo,
Lemún, Cisternas, etc. Justicia prole.
Luego, en
Sta. Isabel con San Ignacio, barricadas potentes, centenares de juveniles,
huestes mixtas, donde las mujeres y los púberes demostraban asombrosa
combatividad. Se acabó con todo lo que se podía para tapar la calle, se tuvo el
control por harto rato, desviando el tráfico y en buena relación con los
ciudadanos. Una zona liberada por largo rato que me inspiró hasta pa’ escribir
unas líneas poéticas y declamarlas al viento. También se escuchaban himnos
anarquistas, de esos españoles que nunca me he aprendido.
Se encontró
un auto cerca del parque almagro, se dio vuelta y se encendió. No fue que los
pacos estuviesen débiles, sino que los rebeldes estábamos más fuertes y
espontáneamente unidos que nunca.
Luego,
dispersión paca, me quedé solo y retomé las actividades asalariadas,
cambiándome la pinta en un recoveco de calle Eyzaguirre y tomando la micro
hacia..., claro, sin ni siquiera intentar sacar la Bip.
Preciosa
jornada. La autoridad señala que el movimiento está perdiendo fuerza, claro
igual no eran más personas que la última vez, sin embargo, hay otros sectores
que se han unido y yo veo un crecimiento cualitativo. De la idea de la
educación defendida por estudiantes, se pasa a una defensa que incluye
trabajadores, pobladores, etc, y se integran otras temáticas (nacionalización,
recursos naturales, afp, salud, etc). La mirada crítica se amplía y hay que
agitar (aunque no sé si en las movilizaciones mismas, hay un poco de exceso de
información, volantes, panfletos, discursos, etc), considerando que si la
crítica se profundiza (tarea nuestra también), las contradicciones entre las
"demandas de fondo" de los manifestantes y las imposiciones
capitalistas-estatales se harán evidentes hasta el límite. Y ahí hay que darle.
"Contra
todo poder e idiología", decía un rayado en 10 de julio.
Buen resumen de los efectos educativos y el horizonte de los rebeldes
juveniles.”
"Los vehículos lanza aguas es el sistema más inofensivo que tenemos para el control de muchedumbre y sobre todo teniendo en cuenta que esta era (manifestación) muy violenta, eso habrá que verlo, pero los antecedentes que tenemos por el momento es que fue una caída de la persona sola". (General de Carabineros Julio Pineda).
Taller 1000: resumen
y acuerdos de la PRIMERA SESIÓN.
Tras aportarse datos
sobre la época y contexto de surgimiento del MIL (fines de los 60, principios
de los 70), y su relación con las luchas de su tiempo, leímos y comentamos el
“prólogo inédito” y el primer capítulo, sobre “teoría revolucionaria”.
Destacamos varias cosas al leer esas partes, pero no es ésta la ocasión de
comentarlas.
Para la presentación
de datos sobre el grupo 1000/GAC, nos basamos sobre todo en el texto de Sergi
Rosés: “Un esbozo de la historia del MIL” (http://www.mil-gac.info/spip.php?article118
).
Para la segunda sesión
se quedó de traer leídos los capítulos 2 a 4:
Léalo
y venga con nosotrxs este viernes
15 de mayo a las 18:30. Habrá mate, tecito y tal vez pan con palta. Para
no llegar tan desenchufadx, lea al menos el texto de Rosés.
36+68: 1000. Comentario en "Revolución hasta el fin N° 0".
36+68=1000. Revolución hasta
el fin y otros textos del MIL.
Ediciones Pukayana.
2013.
(Comentario en RHF N° 0:http://hommodolars.org/web/IMG/pdf/Revolucion-hasta-el-fin-01_.pdf )
Dentro de la historia de la lucha
de clases existen bastantes opacidades.
Desde la instalación de
dos bloques que administraban el
mundo, donde la diferencia esencial
se encontraba en el color de las
banderas y no precisamente en el
contenido de las relaciones sociales
que las constituían, se estableció
un silencio respecto a las voces
criticas con lo que se suponía era
la realización de la critica critica:
la URSS y todo el bloque del este.
Quizás a estas alturas patear en el
suelo a ese capitalismo de estado
que se hizo llamar “socialismo real”
pueda resultar poco decoroso, casi
como patear la cabeza de un perro
muerto en la calle.
En este lado del mundo nos enteramos
bastante tarde que durante
esos años en que la humanidad se
preocupaba por el “dedo que apretara
el botón”, existían voces que
se levantaban para combatir en la
practica esa falsa concepción que
hasta el día de hoy se enquista en
las cabezas de muchos proletarios:que el llamado bloque del Este era
lo que Marx había pensado. La izquierda
alemana, italiana, holandesa,
el consejismo, los situacionistas,
socialismo o barbarie, etc. Toda una corriente de pensamiento que
los dos bloques capitalistas intentaron
liquidar. Un conjuro sobre aquello
que venia a desarrollar la critica al
“mundo libre” y los “estados obreros”.
La riqueza de ese pensamiento no la
expondremos aquí. Solo pondremos
el acento en como existió un sector
del proletariado que no petrificó la
crítica para convertirla en ideología,
sino que la siguió desarrollando.
¿Para que hablar de ellos tantas
décadas después? Bueno, no nos
interesa realizar un comentario sobre
alguna obra de museo. La mera
existencia del capitalismo en su periodo
espectacular y el parto de ese
engendro llamado “Socialismo del siglo
XXI” hacen que este pensamiento,
por su propia esencia, no pueda
aquietarse para ser observado.
Para eso resulta importante recuperar
una memoria que lejos de ser
representación de un pasado, ha de
ser crítica viva de un presente que en
sus formas ha cambiado pero no en
lo que lo hace ser lo que es: el capitalismo
como dictadura del valor. De
ahí que la publicación sobre el MIL
sea un potente alimento para el anti
capitalismo comunista-anárquico.
Pero hay que tener cuidado. Si algo
sabe hacer el capital es recuperar lo
subversivo para volverlo una mera
imagen inofensiva, carente de contenido y validando una forma estética
que transgrede los limites precisamente
establecidos para transgredir. Esta
advertencia tiene que ver precisamente
con el libro sobre el MIL. Existe
una película llamada “Salvador”, en
relación a uno de sus integrantes, en
donde se los presenta como luchadores
antifranquistas y todo se centra
en la condena a muerte de Salvador.
Muy lindo. Pero la cuestión es distinta,
con sus contradicciones y aspectos
lúdicos.
Quitada esa romántica visión no les
vamos a dar un resumen del libro.
Tampoco les diremos “léalo y guárdelo
en su pieza”. No. Evite considerar lo
que leerá como un “saber”, una representación
externa. Piénselo, vívalo.
Y planteémonos una de las grandes
problemáticas que podríamos instalar:
la dicotomía entre teoría y práctica.
Y es que el MIL era un grupo
armado, realizaba expropiaciones y
con ello buscaba financiar las luchas
obreras como realizar una biblioteca
socialista. Pero por otro lado desarrollaba
el pensar del proletariado. Es ahí
donde llama la atención para la visión
común que se tiene sobre los grupos
armados. Análisis sobre las huelgas,
la situación en Europa y demases
se coronan con el texto “Revolución
hasta el fin”, donde nos encontramos
con una bella lucidez en el análisis del capitalismo: el desarrollo sin dogma de cuestiones tales como la “mercancía”
o “el proletariado”, la publicidad
y el mercado mundial; resultan
cuestiones vitales para nuestra
propia practica, para nuestro propio
pensamiento.
Con esto no estamos
afirmando que la problemática que
consideramos nos invita el libro se
encuentre solucionada al mencionar
este aspecto de desarrollo “teórico”.
Al revés. El MIL, dicho groseramente,
se componía de algo así
“los teóricos” y “los expropiadores”.
Nuevamente aparece la separación,
esta vez dentro del mismo grupo.
Lo valioso claro esta, es que conformaban
una unidad. Pero dentro
se volvía a reproducir esta dinámica
dicotómica. Entonces por una parte
nos encontramos con una expresión
del proletariado en la que se reunía
la necesidad de la violencia política
como la necesidad del desarrollo de
todo un corpus categorial (para comprender
y actuar sobre las relaciones
capitalistas) que esta en constante
movimiento. Ambas necesidades parecen
petrificarse en ideología cada
vez que algún sector agrupado del
proletariado intenta subvertir el orden
capitalista. Y es que cuando hablamos
de un “desarrollo necesario”
nos referimos a un devenir del ser
proletariado hacia su negación.
Pero
cuando anteponemos voluntades individuales que buscan “organizarse”
en términos cuantitativos, esta
necesidad queda abolida. Es aquí
donde encontramos otro aspecto importante
de la lucha del MIL: liberar
la necesidad del proletariado en su
negación para afirmar su libertad. Lo
que en otras palabras es desarrollar
una crítica practica unitaria.
Pero retomemos lo anterior. El MIL
como unidad es la expresión del
proletariado negándose, si consideramos
las necesidades ya expuestas
como básicas para aquello. (Y lógicamente
admitiendo la simplicidad
del argumento). Pero en su interior reproducía cierta división de tareas.
¿Qué podemos pensar frente a esto?
¿Acaso todos debemos tener la capacidad
de desarrollar la critica como
empuñar un arma? ¿Es posible? ¿O
el proletariado como clase se separa
en tareas pero se mantiene unificado
en su lucha, sin que esto lleve a una
petrificación del todo?
No somos quienes para responder
aquello, quizás si asumir una posición.
Esta problemática no debe dejarnos
pasar por alto un aspecto que puede
derivarse de lo anterior: su auto-disolución.
El grupo decide disolverse
cuando se considera alejado de las
luchas reales. ¿La misma “división”
de tareas puede llevar a un aspecto
inorgánico dentro de la agrupación
que termine en esto? La auto-disolución
de todas maneras resulta valiosa:
cuando actuamos ya por la simple
rutina del actuar y sin un compromiso
con las luchas reales, terminamos
justificando nuestra propia existen cia en lo que hacemos. Es ahí donde
hay que dotarse de nuevas formas de
lucha.
EL MIL es una dislocación, como muchas
otras, en la marcha triunfal del
capitalismo. Pero como tal, es evidencia
que las contradicciones en las que
se sustenta el capital son a su vez el
germen de la expresión de fuerzas que
tienden a su abolición. Esta dislocación
es entonces un momento de la lucha de
clases, y la lucha de clases corroe toda
la historia. Esta anomalía para el capital
es la molesta negación en la cual se
basa para mantenerse con vida pero
que al mismo tiempo es la condición de
su destrucción.
la sangre se arrastre y mis nervios se alteren
con punzadas dolientes.
El corazón enfermo
y las ruedas del tiempo giren lentamente.
Permanece a mi lado, cuando a mi frágil cuerpo
le atormenten dolores que alcanzan la verdad.
El tiempo maníaco siga esparciendo el polvo.
Y la vida furiosa siga arrojando llamas.
Permanece a mi lado, cuando vaya apagándome.
Y puedas señalarme el final de mi lucha.
en el atardecer de los días eternos
en el bajo y oscuro borde de la vida.
Permanece a mi lado, cuando el camino se acabe.
Y lo recorrido no sea más que un recuerdo,
un instante suspendido en el tiempo, en la eternidad.
La verdad me alcance, y la vergüenza se rinda.
Permanece a mi lado, cuando todos se hayan ido.
La soledad me amenace,
y la oscuridad me envuelva.
Cuando el sonido de tu voz sea el último nexo con la vida.
tus ojos me miren y tus labios me besen.
Permanece a mi lado, cuando la vida me deje,
y no pueda cantar, y no pueda gritar.
Cuando las olas del mar no me lleguen
y la brisa desprenda la verdad de mis días.
Permanece a mi lado, cuando todo parezca sucumbir al hastío.
Y el tedio se canse y la esperanza no nazca.
Y la música se ahogue, callada, lenta, mojada,
en mi burlada garganta.
Permanece a mi lado para no perderte ahora,
para quererte siempre, y así protegerte
de la llama incandescente que derriba las puertas
y aplasta las vidas, dejándolas muertas,
en espantosa huida.
1.-EL PROBLEMA
DE LA TEORÍA REVOLUCIONARIA Adecuar los viejos conceptos a las
nuevas realidades. Maximalismo y minimalismo en la interpretación de Marx.
Arcaísmo y modernismo, hoy. Liberar el presente del pasado.
2.- EL CONCEPTO
DE “MERCANCÍA”. El capitalismo, reino de la mercancía. El
fetichismo de la mercancía. Alienación del trabajo asalariado. La lucha contra
la alienación.
3.- LA “MISIÓN
HISTÓRICA” DEL PROLETARIADO. ¿Un malentendido histórico? Posiciones
de autojustificación. Validez actual del Manifiesto.
4.-EL CONCEPTO
DE “PROLETARIADO”. Explotadores y explotados. El oportunismo en torno
de las clases medias. Proletariado y teoría revolucionaria.
5.- CONCIENCIA
DE CLASE Y REVOLUCIÓN. El proletariado como clase alienada.
Conciencia real y conciencia posible. El proletariado como “negatividad creadora”.
6.- LA
“IDEOLOGÍA” ES EL OPIO DEL PUEBLO. La ideología como
“cosificación”. Las “Tesis sobre Feuerbach” de Marx. Ideas separadas y poder.
El espectáculo de la ideología, hoy. Alternativa al mundo de la ideología.
Segunda Parte
7.- LA CRISIS
MUNDIAL DEL CAPITALISMO. No es una crisis únicamente económica.
Acumulación y reproducción del capital. La tendencia decreciente de la tasa de
ganancia. Métodos artificiales de supervivencia del capitalismo. ¿Puede esta
agonía prolongarse indefinidamente?
8.- LA
“CONTRADICCIÓN FUNDAMENTAL” DEL CAPITALISMO HOY. La
“contradicción fundamental” según Marx. Contradicción fundamental y
Neocapitalismo. La “racionalidad” capitalista en crisis. La publicidad: la
mercancía se ha vuelto espectacular. La automatización (en el original dice
“automación”): un umbral tecnológico a franquear. Automación y límite a
franquear.
9.- SOCIEDAD
TECNOCRÁTICA Y AUTORITARISMO. La era del Bajo Capitalismo. Bajo
Capitalismo y guerra. El modelo americano: tecnocracia y fascismo. España ante el
modelo tecnocrático europeo.
10.- LOS PAÍSES
MAL LLAMADOS “COMUNISTAS”. Debate sobre el llamado “bloque
comunista”. La dictadura del proletariado. Sobre el “modo de producción
asiático”. El “modelo soviético” como Capitalismo de Estado. La “guerra fría” y
la coexistencia pacífica. Perspectivas revolucionarias.
Tercera Parte
11.- LA
REVOLUCIÓN MUNDIAL DE LOS CONSEJOS OBREROS. Introducción.
La dictadura del proletariado. Formas de organización de la clase. La
revolución mundial de los Consejos Obreros.
12.- EL PROYECTO
REVOLUCIONARIO. El “Consejismo” como coartada. Los estigmas del
viejo mundo. Sociedad comunista.
Consideraciones finales del libro del M.I.L. "REVOLUCIÓN HASTA EL FIN" (1971)
"Consideramos alienada toda clase de actividad separada: el pensamiento, la cultura, el arte, la política, la vida cotidiana entendida como “vida privada” separada de la vida pública, el valor de cambio, el espectáculo de la mercancía, etc. -Consideramos que el proyecto revolucionario es el intento de extirpar de raíz toda clase de alienación, con plena conciencia de que la alienación y la separación entre valor de uso y apropiación real tiene su más profunda raíz en la cosificación, el fetichismo, etc. inherentes en el reino de la mercancía; el Capitalismo es el reino de la mercancía llevado a su punto límite, el grado máximo de cosificación y fetichismo, el estadio supremo de la alienación humana. -Para que el proyecto revolucionario no sea desviado ni recuperado por el viejo mundo de la mercancía, del valor de cambio, de la alienación, etc. debe adecuar sus medios al fin que se propone; no es que el fin no justifique los medios, sino que el fin juzga, en la práctica, a los medios. Ello implica: -A nivel de pensamiento: no puede lucharse contra la alienación bajo formas alienadas (separadas, fetichistas, cosificadas...). -A nivel político: no puede lucharse contra el Capitalismo y todo el viejo mundo desde dentro del sistema. -A nivel organizativo: para poder llegar a plantear realmente una etapa transitoria hacia el comunismo, hemos de ser fiel reflejo de la auténtica sociedad comunista, incluso organizativamente. -Las consecuencias de tales afirmaciones no son abstractas sino que se nos plantean a diario de forma muy concreta. En resumen: -Rechazamos el reformismo, todo intento de luchar contra el sistema desde dentro del sistema. -Rechazamos igualmente toda clase de grupúsculos, vanguardias, izquierdismos verbales, etc. en la medida que constituyen formas alienadas y recuperables de luchar contra la alienación y el viejo mundo. -Rechazamos asimismo la constitución del pensamiento revolucionario en “especialización” o “actividad separada”, en abierto desfase con el movimiento obrero real, desvinculado de su profunda problemática. -No planteamos, en absoluto, una posición en la que el aporte de la obra de Marx sea “dogma”; nos limitamos a considerar más contundente el realizar una crítica del Estado, de la mercancía, de la alienación, etc. desde una reinterpretación de las auténticas posiciones de Marx y Engels que no a partir de elementales e ineficaces posiciones anarquistas-Nos desentendemos por completo del Capitalismo de Estado que, bajo el nombre de “socialismo” o “comunismo” detenta el poder no sólo de los Estados del bloque del Este sin excepción, sino también el de lasburocracias político-sindicales occidentales."
Miserias de la industria cultural (por Cristóbal Cornejo). Publicado en Comunismo Difuso 2/3, 2012.
¿Qué podría
parecernos más bello que lapropagación e intensificación del
incendio y elderrumbe de las condiciones actualesde
sobrevivencia humana?
Cada cierto
tiempo nos abruman con manifestaciones de arte espectacular como La Pequeña
Gigante (Stgo. a Mil), la Trienal de Artes, el Día de la Música y otras plastas
de nuestro tiempo. Ellas quedarán en nuestra memoria como claros ejemplos de un
arte industrial y de un arte burocrático. Ambas ocurridas bajo el reinado del
espectáculo integrado. Manifestaciones culturales como vivos ejemplos de la
distinción existente entre un arte masivo y un arte elitista, entre un arte
para masas y un arte para profesionales, aunque los convocantes hagan hincapié
en el carácter “ciudadano” de dichos eventos. Y no es que creamos a priori que
los organizadores sean mercaderes declarados o ególatras, iluminados e
incomprendidos genios ocupando un merecido espacio en el debate cultural. No.
Lo que ocurre es que la cultura en general, y el arte en particular, han
devenido en cadáveres mil veces ultrajados por la necrofilia especialista. Lo
que ocurre es que, siguiendo a Marx, bajo el régimen de propiedad privada
capitalista el arte cae bajo la “ley general de la producción”, que configura
una contradicción cada vez más sofisticada en nuestros días entre arte y
capitalismo, producción mercantil y libertad de creación. No obstante, este
hecho no es nuevo y los eventos mencionados no son más que ramplonas
manifestaciones de un fenómeno históricamente constituido. Las primeras
colecciones de arte comienzan a conformarse en el siglo XVI. Se inician como
encargos de la nobleza, viajes de compra (tours, de los que deriva la palabra
turismo), pero no es sino hasta la consolidada burguesía del siglo XIX cuando
el coleccionismo masivo se hace patente y se vuelve grotesco en el siglo pasado
con el sistemático saqueo nazi y la política de compra de arte patrocinada por
el gobierno norteamericano tras la Segunda Guerra Mundial. Sin duda, el interés
que movía a unos y otros, burgueses y burócratas, “totalitarios” y “demócratas”,
era la misma: acumular capital simbólico, status, prestigio social o nacional,
incentivar el turismo cultural (que expande la tercerización del trabajo hasta
hoy).
En otras
palabras, la posesión de una mercancía de alto valorde cambio, nulo valor de uso;
inservible, pero decorativa.
Tras la
revolución burguesa de 1789, el artista se vio arrojado al mercado, tal como el
resto de los artesanos (en progresiva proletarización); ahora con una libertad
que realizar, pero lanzado al reino de la mercancía, en el que sus antiguos
clientes cautivos (reyes, nobles, monasterios, iglesias, palacios, salones)
ahora son quienes ponen los precios. Porque la nueva mentalidad exigió un
mercado del arte, que separó a los artistas de su obra, mitificó al “genio” y
la “obra maestra”, elitizó el acceso y producción de arte, alejó
progresivamente a la clase embrutecida en largas jornadas de trabajo de las
discusiones en torno a él, alimentó las apariencias y se coronó como la más
siniestra de las mercancías hasta nuestros días.
Simplificando,
en este escenario al artista le quedaban dos caminos: convertirse en el actual
artista de becas y subvenciones del poder, la caricatura del artista “crítico”
y profesional o, en el marco de la relativa autonomía, independencia y originalidad
del desarrollo artístico, llegar a la conclusión de que es hora de cambiar la
vida, más allá de lo estrictamente estético e integrar sus investigaciones a la
lucha del proletariado por la destrucción de la sociedad de clases, es decir,
integrarse a la crítica unitaria de las condiciones de vida, transformar el
mundo, cuestionando la propia significación de la actividad artística y la de
los contemporáneos, y las condiciones de la vida, en general.
Y no es que
creamos que los/as artistas son una lacra. Es un sistema que los/as controla de
manera objetiva y subjetiva, mimándolos y disociándolos del conjunto social, el
que los hace no llevar la crítica hasta la raíz. A pesar de eso, sabemos que la
complacencia frívola y el éxito (Warhol, el trivial mercader por excelencia,
como ícono), motivan la reproducción del modelo de vida y la integración y
recuperación de los posibles “revoltosos” al engranaje.
Las
vanguardias históricas, especialmente el futurismo, dada y el surrealismo,
fueron potentes gestos negadores de la triste historia garabateada más arriba,
pero más triste resulta ver convertida hoy su lucha en una mercancía más, en
decoración de museos, en vestigios de un asalto nunca perpetrado con éxito.
¿Qué pensaría el fantasma de Breton sobrevolando la galería Sotheby's en 2008,
cuando se pagaron 3,2 millones de euros por nueve de sus manuscritos? Las
vanguardias idearon y difundieron nuevos valores subversivos, pero fueron rápidamente
trivializados por el poder dominante. La clave estuvo en lo mismo: esterilizar
los descubrimientos al separarlos de la investigación global y de la crítica
total. El mecanismo comercial y la especialización alejaron estos elementos del
proletariado, evitando así la comprensión y utilización de estos gestos
potencialmente revolucionarios por parte del movimiento obrero. Luego de esto,
la mayoría de los artistas han optado por la primera de las opciones
anteriormente enunciadas.
Las
vanguardias nos dieron la posibilidad de negarlo todo y recomenzar. Hoy los
artistas ni siquiera niegan, tan solo buscan y describen la miseria que
encuentran o entregan elementos para una evasión colorida. Una crítica que se
aísle del todo antagónico, que no entregue posibilidades, que hoy no pueden ser
sino radicales, es reaccionaria. En el actual estado de descomposición del
arte, nada mejor que enterrar el cadáver mil veces ultrajado: la crítica
radical del mismo y del mundo como la mejor obra de arte, el comienzo de la
obra de arte total.