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sábado, marzo 31, 2007

Lo queremos todo 




Empezar el mes nuevo, de una estación más fría, con dos discos de Chrome. Halp Machine Lip Moves y Alien Soundtracks. Su época les permite estar arriba de una ola que se nutre del mar pantanoso del psych rock que ya se había mezclado con lo que algunos han llamado krautrock (sobre todo la herencia de Can), la revolución punk (que vuelve a imprimir urgencia y la destrucción de las ilusiones), y restos de radiación transparente en el ambiente turbio de una época de derrota y reacción. Apuntan al futuro, en todo caso. Luego de eso, abrirse a lo que pueda ofrecer en solitario Kaneko Jutok, fallecido hace unas pocas semanas, y más conocido como el líder y guitarrista de la oscura banda japonesa “Kousokuya” (noche de rayos). El album: Endless Ruin. Ray Night 1991/1992 Live de Kousokuya es uno de los tres discos de la banda que circulan por ahí. Uno diría que es bastante extraño que una banda que se inició a finales de los 70 y que estaba en actividad a fines del año pasado ofrezca tan pocos productos a los coleccionistas de discos. Pero parece que a Kaneko no le interesaba promocionar su material, o no de la forma habitual. Este disco en vivo fue editado por los gringos de Forced Exposure, que entiendo fue una revista, es un sello, y además una enorme distribuidora de música (ver su página que sirve de catálogo y diccionario alfabético). Poco después de encargar el disco, me enteré de la muerte del señor Jutok. Raro de asimilar, luego de llevar un par de meses de audición intensiva del primer album de Kousokuya. Descubro el sitio oficial de la banda, y dejo en mensaje de condolencias. Al estar a un clic de enviarlo, me doy cuenta de que el mail va dirigido al mismo finado. Lo envío igual. No he recibido respuesta.

Ya que mencionamos esa entidad conocida como krautrock, que no vendría sino a designar a las bandas de rock psicodélico que se desarrollaron en la parte occidental de Alemania entre fines de los 60 y mediados de los 70. La originalidad e interés de dichas bandas, reconocida hoy en día hasta por cualquier pelmazo, es que era rock, pero hecho por quienes lo habían en un primer momento presenciado desde fuera. Si se hubieran contentado con imitar, o si las imitaciones fueran siempre 100% exitosas, el asunto no ofrecería mayor interés que el que presenta el fenómeno de bandas japonesas que ejecutan fielmente música tropical o tango argentino. Y si el krautrock en sus mejores momentos ofrece incursiones en aspectos sónicos del rock que lo acercan a territorios de experimentación que hacen de esa tradición un legado apreciado por los terroristas culturales del presente (estoy pensando, por ejemplo, en Can, y Faust), por obra de quien sabe qué combinación precisa de factores sociales, culturales y la acción de unas cuantas individualidades más o menos conscientes de su lugar, la psicodelia que desde el vehículo llamado rock (es decir, básicamente, una cierta actitud, y una instrumentación estándar) se comenzó a desarrollar por esa misma época en Japón, comparte la mirada externa del rock y , por ende, la posibilidad y hasta necesidad de que el abordaje nipón del sonido rock tenga diferencias esenciales que definen necesariamente una cierta idiosincrasia o especificidad absoluta de su acción. Lo de la época de desarrollo de estos lenguajes y formas de acción estética no es casual. Si el dadaismo y el futurismo acompañaron el primer gran asalto proletario contra la sociedad de clases, entre 1917 y 1923, y hasta 1936, la oleada de luchas por el rechazo al trabajo desde 1968 a 1977, el segundo asalto, producía también su banda sonora, además de los sonidos propios de la revuelta en su plano físico.



En lo formal, muchos críticos y expertos certificadamente pedantes y sabios han declarado que le especificidad del rock psicodélico japonés es la influencia masiva de números y actos como el de Arthur Doyle (brutal saxofonista, flautista y chantista que ha dejado se marca ya legendaria en albums como Black Ark de Noah Howard, Babi Music de Milford Graves, el album azul de Blue Humans, su Alabama Feeling, especie de santo grial del free jazz más bruto) y el combo Blue Cheer. Lo cierto es que una excelente convivencia entre libertad rítmica y armónica y ramalazo metálico de alto volumen sirve para intentar definir el sonido tanto del capitán Kaneko como del almirante del espacio monseñor Keiji Haino. Pero bueno, la realidad es más rica que esta sarta infinita de palabras de mierda, así que es mejor concentrarse en escuchar estos dos discos. Uno es harto mejor que el otro, pero ambos son mejores que el promedio de las mierdas que escuchaste desde antes de ayer.

Las luchas en Japón, con la Zengakuren y las huelgas y el enfrentamiento violento con la policía en las calles y esas yerbas ya lo hemos comentado a propósito de los Rallizes Denudes y su relación cercana con el Ejército Rojo japonés (grupo que, entre otras cosas, se adjudicó en su momento el atentado contra las Torres gemelas). El enfrentamiento violento en las calles vuelve a estar a la orden del día en Chile. Los amantes del orden deberían más bien agradecer que las cosas no estén como, por ejemplo, los proles adolescentes en los barrios de inmigrantes de París.

¡ESTO ES VIOLENCIA!:

-Los medios de información siguen refiriéndose al asesinato de los hermanos Vergara Toledo en 1985 como un “supuesto enfrentamiento”. La verdad es que fueron masacrados por los pacos. Todos los autores de esa ejecución brutal y cobarde están en libertad, tras pagar fianzas de 50 mil pesos.

-Belisario Velasco, conductor de una guerra sucia contra la izquierda consecuente durante el primer gobierno de la Concertación, traído de nuevo a dirigir las fuerzas represivas del Estado. Cuando sus agentes fueron al operativo que se montó tras la fuga de Ariel Antonioletti en 1990 y posterior sapeo de Juan Carvajal (destacado militante PS y asesor bacheletista), les dijo “no lo detengan”. Y Ariel fue eliminado.

-Daniel Menco, Claudia López, Alex Lemún, jóvenes asesinados en el norte, centro y sur del país por las fuerzas policiales que ante la protesta social combativa responde con balas, sin que nadie en el gobierno de “demócratas” sociales y cristianos se conmueva. Ningún policía está preso.

-Cristián Castillo. Adolescente de 16 años, de Peñalolén, asesinado de un balazo disparado por Carabineros en las barricadas del 11 de septiembre de 2005. Las noticias ni se molestaron en informar hace unos meses que la investigación judicial ya estableció claramente que la bala fue disparada por el arma de un Carabinero. Ningún paco preso.

-Empresas de “construcción” que ganan millones afeando sistemáticamente la ciudad, además de explotar con altas tasas de plusvalía a sus trabajadores, muestran un total desinterés por la seguridad de las condiciones de trabajo de su mercancía viviente. En marzo ya van 3 obreros muertos por derrumbes y otras estupideces e irresponsabilidades patronales.

-El último informe sobre Chile del Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas califica la situación de los niños mapuche como de víctimas constantes de la “brutalidad policial”. La represión de la protesta mapuche mediante legislación antiterrorista de la dictadura ha causado no solo una enorme cantidad de encarcelamientos, sino que heridos y muertos por la violencia policial, sin respetar edades. Pero la lucha sigue.

-Ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas el “gobierno ciudadano” no tiene problemas en mentir descaradamente, y declara sin arrugarse: “El Estado de Chile en caso alguno ha utilizado la legislación que sanciona conductas terroristas para evitar las legítimas demandas de comunidades indígenas por hechos vinculados a la lucha social de la tierra y los legítimos reclamos en torno a ello”. Además, afirman que la Ley de Amnistía no se aplica en los tribunales, y que al Consejo de Estado “le ha correspondido un papel destacado en un conjunto de causas vinculadas a gravísimas violaciones de derechos humanos … desempeñando en todos ellos un rol activo y de colaboración permanente dirigido a lograr avances y progresos sustantivos en cada una de estas causas…” (de declaración pública CODEPU 23 de marzo de 2007).

-Si sumamos la violencia del Estado, la violencia del capital, y las violencias que soportan a diario todos los que viven y sobreviven en esta sociedad vendiendo su tiempo y sus energías vitales, comprendemos que la violencia contra la propiedad y los símbolos del poder y el dinero no sólo es inevitable y necesaria, sino que merece ser mucho más intensa, creativa, colectiva y bien dirigida. Hoy en día, ser rebelde pasa necesariamente por ser vándalo. Nosotros no embelleceremos la violencia.


Luther Blissett


Interesante comunicado. Tomado de clajadep/la haine. Poco original la firma,…Luther Blissett, ya, OK. Comunismo cognitivo y entusiasmo por los soviets de la red. ¿y que fue de Karen Eliot? Creo que me la he topado por ahí en las paredes por el parque forestal.

Ahora me gustaría acordarme de las luchas en Italia, 1977.

Extracto del Capítulo 9, La Asamblea, del libro Lo queremos todo, de Nanni Ballestrini, descargable en el sitio de la editorial Traficantes de Sueños. Tambien se puede acceder libremente al interesante libro de más de 600 páginas La Horda de oro, sobre el movimiento en Italia entre 1968 y 1977, coordinado/compilado por Ballestrinni y más gente. En La Asamblea se reproducen apuntes de las intervenciones de obreros en una asamblea en la FIAT de Turín. La siguiente es larga, pero es la que da cierre a la asamblea previa a una manifestación gigantesca.

compañeros después de todas estas semanas de huelga en las que
pusimos de rodillas al patrón nos dicen que no tenemos que exagerar.
Nos lo dicen los sindicalistas en la fábrica nos lo dicen los
periódicos fuera. Que si las cosas siguen así terminarán en una
crisis que este descenso de la producción arruina la economía
italiana. Y luego acabaremos estando peor que antes que habrá
paro y hambre. Pero a mí no me parece que las cosas estén yendo
así. Digamos por otro parte que como ha dicho el compañero
hace un rato que si la economía de los patrones cae en picado a
nosotros no nos importa propiamente nada. Es más nos alegra.
todo esto es cierto pero hay algo más. Y es que a nosotros no nos
importa nada porque sabemos que hasta que no cambie todo
siempre seremos los que estaremos peor. ¿Acaso no somos nosotros
quienes siempre hemos pagado el precio más alto en todas
las luchas? Compañeros yo soy de Salerno he hecho toda clase
de trabajos tanto en el Sur como en el Norte y he comprendido
algo. Que el obrero sólo tiene dos posibilidades o un trabajo
masacrante cuando las cosas van bien o el paro y el hambre
cuando van mal. No se muy bien cuál de las dos es peor. En
cualquier caso no es el obrero quien puede decidir sobre esto
sino que es siempre el patrón quien las decide.
es inútil entonces que cuando nos cabreamos porque ya no
podemos más nos vengan luego a suplicar que volvamos al trabajo.
Nos vienen con cuestiones morales de que si somos un
solo país con un solo interés general que cada uno tiene una función
y un deber y ese tipo de cosas. Vienen con la vieja historia
de que el estómago no puede comer si los brazos no trabajan y
que así todo el cuerpo se muere. Nos piden nos amenazan con
que volvamos a trabajar porque si no será peor también para
nosotros. Pero las cosas no son así porque como he dicho antes
mientras ellos tengan el poder nosotros moriremos siempre y en
cualquier caso trabajemos o no.
no caigamos más en esta trampa no formamos parte de un
mismo cuerpo. No tenemos nada en común somos dos mundos
diferentes somos enemigos y punto. La fuerza más grande de la
que disponemos es precisamente el hecho de habernos convencido
de una vez por todas de que no tenemos ningún interés en
común con el trabajo de los patrones y con el Estado de los
patrones. Más bien tenemos intereses encontrados. Todos nuestros
objetivos materiales se oponen a esta economía a este desarrollo
están contra el interés general que no es sino el del Estado
de los patrones. Ahora nos dicen que la Fiat va abrir una fábrica
en Rusia en Togliattigrad y que todos tendremos que ir allí a
aprender como se trabaja bajo el comunismo.
y qué coño nos importa eso si también en Rusia los obreros son
explotados por el Estado socialista en lugar de por los patrones
capitalistas. Quiero decir que eso no es comunismo que es algo
que no anda bien. De hecho me parece que se preocupan más por
la producción y por ir a la luna que por el bienestar de la gente.
Porque el bienestar está antes que nada y pasa por trabajar menos.
Es por esta razón por la que les decimos no a los asustados patrones
que ahora nos piden que les ayudemos con su producción.
Que nos explican que tenemos que participar porque a nosotros
también nos conviene.
decimos no a las reformas por las que nos quiere hacer luchar el
partido y el sindicato. Porque hemos entendido que sólo sirven
para mejorar el sistema con el que nos explotan los patrones. No
nos interesa ser explotados mejor con algo más de casas de
escuelas y de medicinas. Todo esto sólo mejora el Estado el interés
general el progreso. Pero nuestros objetivos se oponen al progreso
se oponen al interés general son nuestros y punto.
Nuestros objetivos los objetivos materiales de la clase obrera son
enemigos mortales del capitalismo y de sus intereses.
hemos comenzado esta lucha reclamando más dinero y menos
trabajo. Ahora sabemos que ésta es una consigna subversiva que
hace saltar por los aires los proyectos patronales todo el plan del
capital. Ahora tenemos que pasar de la lucha por el salario a la
lucha por el poder. Compañeros rechacemos el trabajo.
Queremos todo el poder queremos toda la riqueza. Será una
lucha larga de años con éxitos y fracasos derrotas y victorias.
Pero es esta lucha la que ahora debemos comenzar una lucha a
fondo dura violenta. Tenemos que luchar para que ya no exista
el trabajo. Tenemos que luchar por la destrucción violenta del
capital. Tenemos que luchar contra un Estado fundado sobre el
trabajo. Digamos sí a la violencia obrera.
porque somos nosotros los proletarios del Sur nosotros los obreros
masa esta enorme masa de obreros los ciento cincuenta mil
trabajadores de la Fiat los que hemos construido el desarrollo del
capital y de su Estado. Somos los que hemos creado toda esta
riqueza y de la que no nos dejan más que las migajas. Hemos
creado toda esta riqueza dejándonos la vida en el trabajo de la
Fiat o muriéndonos de hambre en el Sur. Pero ahora que somos
la gran mayoría del proletariado ya no tenemos ganas de trabajar
y de dejarnos la vida por el progreso del capital y de su
Estado. Estamos hartos de mantener a todos estos cerdos.
y decimos que es hora de acabar con estos cerdos que desperdician
y destruyen toda esta riqueza que producimos aquí y en
el resto del mundo más aún que no saben si no desperdiciarla
y destruirla. La desperdician construyendo miles de bombas
atómicas o yendo a la luna. Destruyen incluso la fruta toneladas
de melocotones y peras porque hay demasiada y tiene poco
valor. Porque para ellos todo tiene que tener un precio tiene
que tener un valor. Eso es lo único que les interesa y no los
productos que no pueden existir si no tienen valor. Para ellos
estos productos no pueden servir a la gente que no tiene que
comer. En cambio con toda esta riqueza la gente ya no tendría
que morir de hambre ya no tendría que trabajar. Tomemos
toda esta riqueza tomemos todo.
¿pero es qué estamos locos? Los patrones nos hacen trabajar
como animales y luego destruyen la riqueza que hemos producido.
Es hora de terminar con esta gente. Es hora de que
demos por culo a estos cerdos que nos los quitemos de en
medio y nos liberemos de ellos para siempre. Que el Estado y
el patrón presten atención esto es la guerra es la lucha final.
Adelante compañeros adelante como en Battipaglia lo queremos
todo eliminemos a estos canallas destruyamos esta república.
Larguísimos aplausos.

Extracto del capítulo 10 y final, La Insurrección:

Delante del
portón 2 había muchas banderas rojas carteles pancartas.
Estábamos esperando a que comenzase la manifestación cuando
empezaron las provocaciones de la policía.
pero lo que la policía no había pensado lo que el jefe de policía
no había pensado lo que el ministro de interior no había pensado
lo que Agnelli no había pensado era que aquella tarde no se
trataba de una típica manifestación de estudiantes de lo que se
llamaba entonces una manifestación de extremistas. Es decir de
los hijos de papá que se divierten jugando a la revolución tal y
como decían los periódicos burgueses.
los obreros que estaban frente al portón 2 de Mirafiori eran los
trabajadores de la Fiat que habían luchado durante todas aquellas
semanas. Obreros que habían sostenido luchas victoriosas.
Mientras la manifestación se preparaba para partir la policía
inició sus maniobras. En uno de los flancos se colocó un doble
cordón de carabinieri que se entrelazaron de los brazos empunjando
hacía al centro a los manifestantes. Otros pelotones de
carabinieri se habían organizado en filas de a cuatro y avanzaban
lentamente en medio de la manifestación.
mientras el subcomisario Voria daba indicaciones moviendo a los
carabinieri con el fin de encerrarnos le dijo a un obrero que estaba
cerca suyo que debía irse de allí. Éste en cambio le metió un
puñetazo y le tiró al suelo. Entre tanto los pelotones de carabinieri
que hacían maniobras empiezan a trotar casi a correr como soldados
de infantería en medio de los manifestantes. Empuñan sus
carabinas como porras como garrotes. De improviso suena la
orden de cargar naturalmente quién hostias podía escucharla.
empezaron a caer lacrimógenos una lluvia espesísima de lacrimógenos
de la que instintivamente todos trataron de escapar.
Y mientras escapaban los carabinieri comenzaron a dar golpes
a diestro y siniestro con las culatas de las fusiles. Nos empujaban
contra el cordón de carabinieri que estaba allí mismo
firme con el fin de rodearnos. Yo estaba muy cerca de ese cordón
tenían la cara pálida blanca verde del miedo. Porque se
encontraban casi frente a nosotros cara a cara. Un poco antes
me había reído de uno diciéndole Vas a ver como te saco la pistola
y te disparo. No me había dicho nada.
luego detuvieron a un compañero se lo querían llevar pero no lo
consiguieron porque nosotros se lo arrancamos de las manos y
les amenazamos. Con esa lluvia imprevista de lacrimógenos nos
dispersaron de delante de la Mirafiori. Escapamos de la fachada
de la Mirafiori y en ese momento los carabinieri que formaban el
cordón empuñaron sus fusiles como si fueran garrotes y empezaron
a perseguirnos. Fue una pequeña masacre con las culatas de
los fusiles daban golpes a cualquiera ciegamente a mansalva.
Arrestaron a una decena de compañeros. No teníamos ni palos
ni piedras. Mientras corro me encuentro con un grupo de carabinieri
que estaba golpeando bestialmente a un compañero tirado
en el suelo. Le grito a uno ¿Qué coño haces quieres matarlo?
me mira con la cara torcida da media vuelta y se va con los otros
arrastrando al compañero golpeado. Poco después veo a tres o
cuatro metros de distancia a un compañero un estudiante que
escapaba en ese momento de cuatro o cinco carabinieri. Le
alcanza uno y le arroja la bocacha a la cabeza le rompe la cabeza.
Yo y algunos otros corremos hacia ellos los carabinieri escapan.
Cogemos al compañero que estaba desvanecido en el suelo
y lo sacamos de ahí. Se lo dejamos a unas señoras que estaban
junto al portón. Ya en la zona de las casas de alrededor todos
habían salido a la calle o a los balcones para ver qué sucedía
mujeres chicos y niños pequeños.
en definitiva habían logrado dispersarnos pero no habían acabado
con la voluntad de enfrentamiento de los obreros. Diez mil
personas se reunieron entre la calle Agnelli y la calle Unión
Soviética. Ahí estaban los rieles del tranvía con un montón de
piedras en medio que empezaron a volar contra la policía y los
carabinieri. Y así también ellos comenzaron a recibir. Logramos
rehacer la manifestación que habían disuelto al principio. Un
policía había sido desarmado y el escudo y el casco se mostraban
como trofeos. Había pancartas que decían Todo el poder a los
obreros. Y La lucha continúa. De repente una ambulancia de la
policía se encara velozmente hacia el centro de la manifestación.
Pasa por medio mientras sonaba la sirena sin razón alguna porque
después se la vio seguir tranquilamente su camino. Era otra
provocación de la policía. En cualquier caso la manifestación
arranca y luego tuerce por corso Traiano.
Corso Traiano está justo enfrente del palacete de las oficinas de
la Fiat. Tiene dos carriles y otro carril central donde están los raíles
del tranvía y las piedras. Nosotros caminábamos por el carril
derecho y en sentido contrario y por el otro lado venían los policías.
Que luego frenan y esperan bloqueando el tráfico. Querían
cerrar la calle querían que no nos moviéramos de ahí. Es decir
querían aislar la lucha en la Fiat y en torno a la Fiat la lucha no
debía llegar a la ciudad. Creían que queríamos ir al centro y
efectivamente ese era nuestro propósito.
la gente nos veía desde las ventanas mientras la manifestación
avanzaba por corso Traiano. Se asomaban a los balcones bajaban
a la calle y escuchaban lo que decíamos. Estaban de acuerdo con
nosotros. Todos eran obreros. De repente de los policías que
teníamos enfrente salen varias descargas de lacrimógenos. Un
número delirante increíble de botes disparados directamente
contra la gente y que acababan en todas partes. Algunos acababan
en los balcones del primer piso de las casas y luego el gas
invadía las habitaciones porque era verano y las ventanas estaban
abiertas. Otros terminaban cayendo sobre los coches estacionados
rompiéndolos o incendiándolos. Todo esto cabreaba mucho
a la gente que vivía por allí.
mientras tanto en corso Traiano apareció un camión cargado
de Fiat 500 un portaviones tal y como los llamábamos.
Apedreamos la cabina y el conductor se bajó. Empezamos a
destruir los coches a pedradas después pusimos un trapo en
el tanque de gasolina. Lo incendiamos para hacer explotar el
camión pero la gasolina no prendió. Entonces lo empujamos
entre todos hacia la calle y lo dejamos allí atravesado.
Llamaron a los bomberos y cuando éstos llegaron recibieron
también una buena dosis de piedras. Les fue imposible desplazarlo
y el camión permaneció allí.
eran las cuatro y aquello fue el comienzo de una batalla que
duraría más de doce horas. Los policías avanzaban en columnas
cargando contra nosotros mientras los carabinieri avanzaban
desde la otra parte con el fin de encerrarnos en una pinza.

Nosotros en lugar de dispersarnos respondimos con las piedras
que recogíamos en todas partes. La mayoría nos apostamos en
un descampado de uno de los flancos de corso Traiano donde
había también una obra. Allí nos aprovisionamos de maderas
palos y materiales para hacer barricadas. Había también una
gran reserva de piedras.
mientras estábamos en el descampado llegaron los policías con
sus furgones y los carabinieri con sus camiones. Los caribinieri
recibieron una cantidad enorme de pedradas porque estaban al
descubierto y se les podía dar con facilidad. Llegamos hasta las
puertas de los camiones para apalearlos pero nos amenazaron
con las ametralladoras y tuvimos que detenernos. Aprovecharon
la ocasión para irse. Mientras tanto los policías metidos en sus
furgones blindados escuchaban el rumor continuo de la lluvia
de piedras que caía sobre sus vehículos. No querían nada que
tuviese que ver con bajar a la calle. Les habíamos rodeado y
corríamos alrededor tirándoles piedras. Si se hubiesen bajado los
habríamos masacrado a palos. Intentamos incluso volcar algunos
furgones. Los policías aterrorizados pedían al conductor que
los sacara de allí y de hecho se escaparon todos.
un cuarto de hora más tarde reemprendieron el ataque bajando
a pie al descampado. Con los escudos los cascos las bocachas los
fusiles los botes lacrimógenos. Les esperábamos en el descampado.
Se acercaron a una distancia de quince veinte metros.
Empezamos a tomarles el pelo a decirles ¿Por qué no intentáis
pegarnos ahora como habéis hecho en el portón 2? Aquí os
damos por culo. Solo uno de ellos respondía. Vente tú solo pelea
de hombre a hombre y te doy por culo yo también y cosas de ese
género. Pero no se movían de donde estaban tenían miedo.
nosotros teníamos piedras preparadas en la mano y delante de
nosotros esparcidas por el suelo había más piedras palos y mazas.
Se quedaron quietos durante un tiempo hasta que les dieron la
orden de disparar lacrimógenos y de cargar contra nosotros. No
calcularon que estábamos en un descampado un espacio abierto.
Es decir veíamos llegar los botes lacrimógenos. Los agarrábamos
con las manos y se los devolvíamos así el humo les cubría tanto
a ellos como a nosotros. Les tirábamos piedras y como cuando
corrían estaban desprotegidos les dimos un montón. Cuando se
dieron cuenta de que no iban a poder con nosotros empezaron a
escapar como liebres entonces les perseguimos con palos.
mientras tanto la gente de corso Traiano estaba harta de tanto
gas lacrimógeno que acababa en sus balcones en sus ventanas y
del humo que entraba en sus casas. Los policías golpeaban a
todos los que estaban en las puertas de los edificios. Mujeres
viejos y niños a todo aquel que encontraran. Golpeaban con
especial saña a los chavales aunque tuviesen diez once años.
Todos se habían puesto a luchar con los obreros. Los jóvenes
tirando piedras las mujeres repartiendo pañuelos mojados para
contrarrestar el gas. Los compañeros perseguidos encontraban
escondite en las casas. Desde las ventanas y desde los balcones
todos tiraban cosas a los policías.
la policía nos perseguía por todas partes nos había dispersado y
dividido en pequeños grupos. Ni siquiera en las calles transversales
se respiraba más que humo. El humo cubría todo. Yo estaba
con un grupo de estudiantes que decidió ir a la facultad ocupada
de Arquitectura con el fin de hacer una asamblea y de reunir a los
grupos dispersos. En el momento en que empezamos a movernos
para retirarnos apareció una columna de furgones blindados
haciendo sonar sus sirenas. Nos dividimos en dos grupos uno
que fue a Arquitectura y el otro que se quedó a combatir.
mientras la gente estaba llegando a Arquitectura y apenas se izó la
bandera roja en el mástil de la puerta llegaron los carabinieri.
Comenzaron a cargar a disparar lacrimógenos arrestando a una
decena de compañeros. Nos defendimos respondimos a pedradas.
De todas formas no consiguieron entrar en la Universidad.
Disparaban botes contra las ventanas pero un grupo de los nuestros
las defendía a pedradas no dejándoles entrar mientras nosotros
nos reuníamos. Llegaron unos compañeros y nos dijeron que
los enfrentamientos en corso Traiano se habían extendido e intensificado.
Y que también había grandes combates en Nichelino.
las informaciones también hablaban de enfrentamientos en
Borgo San Pietro Moncalieri y otros municipios de Turín. Se
luchaba en todos los barrios proletarios. Mientras tanto en las
inmediaciones de la Universidad aumentaba la violencia de las
cargas policiales y de las pedradas. El enfrentamiento se extendía
por la avenida por las calles transversales y por las puertas
de entrada a los edificios. Botes piedras cuerpo a cuerpo.
Decidimos dividirnos en equipos de intervención y distribuirnos
por los barrios en lucha de la ciudad para controlar hasta
qué punto se había generalizado el conflicto. Yo estoy con un
grupo de compañeros que va a Nichelino. Para ir debíamos
atravesar corso Traiano.
llegamos de nuevo a corso Traiano cerca de las seis y media.
Frente a nosotros veíamos un campo de batalla increíble. Los
obreros de la construcción y los demás trabajadores que vivían
en la zona comenzaban a volver a casa. No habían participado
en la huelga y no sabían una mierda. Volvían a casa y se encontraron
con el humo con la policía con la calle repleta de piedras.
Se unieron de inmediato a los compañeros y empezaron a tirar
materiales de construcción en medio de la calle para levantar
barricadas. Alrededor habia muchísimas obras con ladrillos
maderas carretillas y aquellos bidones de hierro donde está el
agua para los morteros de cemento.
poniamos todo en mitad de la calle hacíamos barricadas con los
automóviles y luego incendíabamos todo. La policía se mantenía
lejos al final de corso Traiano cerca de corso Agnelli. De vez
en cuando se lanzaban algunas columnas y había cargas.
Desalojaban las barricadas mientras la gente los llenaba de piedras
y luego escapaban hacia los flancos. Después cuando se iba
la policía regresaban. Llevaban a la calle todo lo necesario y
reconstruían las barricadas con tablas de madera y todo lo demás.
Le echaban gasolina encima y cuando la policía volvía la encendían.
También prendían fuego a los neumáticos que hacían rodar contra
la policía. Se empezaban a ver cada vez más molotovs.
sobre las barricadas había banderas rojas y sobre una de ellas había
un cartel que decía ¿Qué queremos? Todo. Seguía llegando gente
de todas partes. Se sentía un rumor sórdo continuo el tam tam
tam de las piedras estrellándose rítmicamente contra los postes del
cableado eléctrico. Hacían aquel ruido sordo impresionante continuo.
La policía no lograba rodear y peinar completamente la
zona llena de obras talleres casas populares y descampados. La
gente continuaba atacando toda la población luchaba. Los grupos
se organizaban golpeaban en un punto se dispersaban y volvían al
ataque en otro. Pero ahora lo que les impulsaba era más la alegría
que la rabia. La alegría de ser finalmente fuertes. De descubrir
que estas exigencias que esta lucha que llevaban adelante eran las
exigencias de todos era la lucha de todos.
sentían su propia fuerza sentían que en toda la ciudad se daba una
explosión popular. Experimentaban realmente esta fuerza esta
unidad. Por eso cada piedra que se estrellaba contra la policía era
alegría y no rabia. Porque en definitiva todos éramos fuertes. Y
sentíamos que éste era el único modo de vencer al enemigo golpeándolo
directamente con piedras y palos. Destruíamos los carteles
luminosos la publicidad. Destruímos y tirábamos a la calle
los semáforos y todos los postes que hubiera por allí. Se trataba
de hacer barricadas con cualquier cosa donde fuera. Un
rodillo compresor volcado grupos electrógenos quemados.
Mientras tanto empezaba a oscurecer y se veía fuego por todas
partes en medio del gas lacrimógeno de los molotovs lanzados
y de las llamaradas.

(Final. Esquivel, Infinity in sound, vols. 1 &2).

jueves, marzo 15, 2007

Ir a Marx 

Difícil encontrar un tema donde abunden más prejuicios y falta de información y conciencia histórica. Ayer fue el aniversario de la muerte de Marx. Más que "volver a Marx", se impone la necesidad de ir desprejuiciadamente al encuentro de su obra.



¿Qué relación hay entre la visión de personas como Marx y los monstruos que se llamaron a sí mismos marxistas en el siglo XX? Sin duda hay una conexión. El capitalismo organizado por el Estado es indudablemente contrario al espíritu de la actividad y los escritos de Marx a lo largo de su vida, pero podría reclamar que es fiel a algunos de sus aspectos. Permítasenos sólo un ejemplo.
El volumen I del Capital no acaba en una conclusióncompletamente comunista (cómo llegar a un mundo sin mercancía, sin Estado y sin dinero), sino en la expropiación de los expropiadores a través de la socialización del capitalismo que ha acontecido por necesidad histórica. Pero esto no es
suficiente para justificar que el SPD tomase parte en el gobierno de Alemania después de 1918, mucho menos la represión de Kronstadt o el Gulag. Pero esto está ciertamente lejos de la afirmación clara del comunismo que leímos en los primeros textos de Marx y en sus numerosos cuadernos sobre el mir y las sociedades “primitivas” que mantuvo en sus últimos años (ninguno de los cuales, como sabemos, hizo públicos). En los últimos años sesenta y en los setenta, nosotros no fuimos los únicos en “volver a Marx”, en la medida en que pensábamos que era necesario para una mejor comprensión de lo que estábamos experimentando. Los ensayos recogidos aquí forman parte de este esfuerzo. Esto significó el retorno a toda la historia y pensamiento revolucionarios, e incluyó la oposición de Izquierda en la III Internacional (las Izquierdas “italiana” y “germano-holandesa”), pero también el anarquismo de antes y después de 1914. Estábamos, y seguimos estando convencidos (contrariamente a la declaración de Marx en una de sus obras más endebles), de que a mitad del siglo XIX se produjo una verdadera escisión dentro del movimiento revolucionario entre lo que fue convertido en necedad como marxismo y anarquismo. Más tarde, por supuesto, la escisión se hizo peor.

El lector de este libro comprobará que no estamos añadiendo bocaditos de Bakunin a grandes trozos de Marx (o viceversa). Semejante chapuza parecería un rompecabezas fuera de lugar. Únicamente estamos intentando valorar a Marx y a Bakunin como Marx y Bakunin tuvieron que valorar, por
ejemplo, a Babeuf o a Fourier.

Es difícil negar la dimensión progresiva en Marx: en cuanto al tiempo, compartió la opinión de que hoy es “mejor” que ayer y mañana con seguridad mejor que hoy. Mantuvo un punto de vista lineal de la historia, y construyó una continuidad determinista desde la comunidad primitiva hasta el comunismo. Básicamente, reconstruyó la historia primitiva como si, cuando los grupos humanos habían sido capaces de producir más de lo necesario para la supervivencia inmediata, este excedente
hubiese creado la posibilidad de la explotación, por tanto, su necesidad histórica. Una minoría obligó a la mayoría a trabajar y arrebató la riqueza. Miles de años más tarde, gracias al capitalismo, la enorme expansión de la productividad crea otra posibilidad: el fin de la explotación. Las mercancías de todas clases son tan abundantes que llega a ser absurdo que una minoría los monopolice. Y la organización de la producción está tan socializada que es inútil (y aun contraproducente) que se la tenga funcionando por un puñado de dirigentes, cada uno de los cuales administrando su propio negocio privado. Los burgueses eran históricamente necesarios: después, su propia realización (el desarrollo de la economía moderna) los convierte en parásitos. El capitalismo se hace a sí mismo inútil. De este modo, la historia se ha movido desde la escasez a la
abundancia.

Ciertamente, semejante modelo de evolución jamás fue realmente escrito por Marx, pero es la lógica que subyace bajo un montón de sus textos y (lo que es más importante) muchas de sus actividades políticas. No es un accidente o error que apoyase a la burguesía nacional alemana o a los líderes sindicales o de partido claramente reformistas: los consideraba como agentes del cambio positivo que finalmente traería el comunismo. Por el contrario, miró por encima del hombro a
insurrectos como Bakunin, a quien consideró que estaba fuera del movimiento real de la historia.

Es interesante señalar que figuras anarquistas tan importantes como Kropotkin y Elisée Reclus (ambos renombrados geógrafos profesionales) también apoyaron puntos de vista deterministas, con un énfasis mayor sobre la organización social que sobre la producción. Para ellos, la expansión mundial de la industria y el comercio creaban potencialmente una sociedad universal humana y abierta en la que ya no tenían significado las diferencias étnicas, las fronteras y los Estados.

Tanto en el caso de Marx como en el de Kropotkin, la “sociedad” dejaba de ser el resultado de las relaciones entre las personas y las clases, y se suponía que la revolución tenía que suceder a causa de una marcha universal hacia una humanidad unificada. Esta era más una explicación tecnológica que social de la historia.

Sin embargo, el Marx determinista no fue el único Marx, quien mostró un profundo interés duradero en lo que no se ajustaba a la sucesión lineal de las fases históricas. Escribió largamente sobre las comunas campesinas autoorganizadas con propiedad colectiva de la tierra, y encaró claramente la posibilidad de saltarse el estadio capitalista en Rusia. Pensase lo que pensase Kropotkin de Marx, sólo unas pocas ideas del anarquista ruso reverberan las del famoso exiliado de Londres.

Sin embargo, como sabemos, estas percepciones fueron descartadas más tarde tanto por los marxistas reformistas como por los revolucionarios. El marxismo se convirtió en la ideología del desarrollo económico. Acorde con ello, a medida que el capitalismo se socializa más y más, hay escasa necesidad de una revolución: las masas organizadas pondrán fin a la postre (principalmente de modo pacífico) a la anarquía burguesa. Resumiendo, el socialismo no rompe con el
capitalismo: lo completa. Los radicales sólo diferían de los gradualistas en que incluían la necesidad de la violencia en el proceso. Lenin apreció el hecho de que los grandes establecimientos y cárteles alemanes estuviesen ya organizados y centralizados desde arriba: si los administradores burgueses
eran sustituidos por los de la clase obrera, y esta planificación racional era extendida desde cada trust privado al conjunto de la industria, la estructura social general quedaría alterada. Esto no
era una ruptura con la mercancía y la economía.

Nuestro “retorno a Marx” hacia 1970 probablemente no llegó a comprender cuánto debía el marxismo a Marx.

Cualquier definición económica del comunismo sigue estando dentro de la esfera de la economía, esto es, la separación de los momentos de la producción del resto de la vida. El comunismo no es una sociedad que alimentaría adecuadamente al hambriento, cuidaría al enfermo, alojaría al que no tiene casa, etc. No puede basarse en la satisfacción de las necesidades tal como existen hoy o incluso como podríamos imaginarlas en el futuro. El comunismo no produce suficiente para cada cual y lo distribuye equitativamente entre todos. Es un mundo en el que la gente entra en relaciones y en actos que (entre otras cosas) dan como resultado que sean capaces de alimentarse, cuidarse, alojarse... ellos mismos. El comunismo no es una organización social. Es una actividad. Es una comunidad humana.

Gilles Dauvé, Junio de 2002 (Del prólogo a la edición en español de Declive y Resuergimiento de la perspectiva comunista).

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